2022, 4T, AMLO, México, Oposición, Revocación

Que no le saquen

El miedo es el más ignorante, el más injurioso y el más cruel de los consejeros.

Burke

Los pretextos para no participar en la Revocación no son otra cosa que la muestra del miedo a la democracia participativa y la indolencia de su actividad como ciudadanos opositores. Le temen a la democracia puesto que saben que es el camino para que no regresen más al poder porque, no es un engaño para nadie, la mayoría de mexicanos no les quiere en el gobierno y elección tras elección se ven reducidos. 

Como dice la cantante Liliana Felipe: Nos tienen miedo porque no tenemos miedo. Este pavor que se ha instalado en ellos les impide ver la conveniencia social de tener más democracia y más participación ciudadana. Es tal su turbación que hasta al árbitro electoral treparon a intentar destruir el proceso de Revocación de mandato, éste amenaza incluso con anular la consulta. ¿Qué hay detrás?

La oposición a la 4T, tan disminuida y carente de ideas, tan desmoralizada y  exhibida en su penuria intelectual, sabe que sólo con medidas golpistas podría descarrilar la transformación que vive el país.  Para ellos, golpismo blando como el que llevan realizando desde que inició este gobierno sí es conducente, válido y apropiado; democracia participativa no.

Todos los datos a la mano indican que en este proceso de Revocación el resultado será favorable al presidente, en realidad este proceso electoral no altera el presente, es la herramienta que hubiéramos deseado en el pasado y definitivamente la que queremos en el futuro; la magnitud es lo que les aterra, votaciones a favor de la continuidad de su mandato en orden de 60, 70 u 80  por ciento les infarta; no quieren enfrentarse a tal número cuando, después del 10 de abril, lo que sigue es la puerta de las elecciones en 6 gubernaturas y en el 2023 Estado de México y en 2024 caput. Esta es la causa inmediata de sus intentos de boicotear y promover la abstención en esta ocasión pero…

Una vez que se ha definido en la Constitución, artículo 35, y en la ley reglamentaria que se publicó el año pasado, el derecho de los ciudadanos a: “solicitar, participar, ser consultados y votar respecto a la revocación del mandato de la persona que resultó electa popularmente como titular de la Presidencia de la República, mediante sufragio universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible” la herramienta está dada para que en lo sucesivo se pueda aplicar este proceso a cualquier gobierno votado que no cumpla con las expectativas ciudadanas. El miedo por lo que suceda más adelante, ante un eventual gobierno que pudieran tener, es lo que explica sus intentos de hoy.

Desde que llegó al gobierno el presidente López Obrador han dicho que quieren que se vaya, le acusan de todo aquello que les hace llegar a la conclusión de que se debe ir del poder y, sin embargo, ahora que tienen la llave para sacarlo, la llave democrática y legal para hacerlo, reculan. ¿Por qué? Porque en el discurso en los medios que les acompañan en esta promoción de su odio es muy fácil gritarlo, al enfrentarse a la realidad se dan cuenta que como en el cuento del Rey Desnudo de Andersen, así van ellos; ataviados de nada.

¿Cómo van a vender su derrota el próximo 10 de abril? Van a decir que los que no salieron a votar están en contra del presidente, no los que salgan y pidan con su voto que se vaya, no, dirán que ellos, en su infinita flojera, en su pereza social; se quedaron en casa y que ese es un triunfo. Nada nuevo hay en su comportamiento ciudadano una vez que dejaron de ser los dueños de prerrogativas, los caciques de la verdad que les vendieron los medios y periodistas pagados por los gobiernos en turno.

Le temen a la democracia y con eso han cavado su tumba, porque en vez de apostarle a ella, de organizarse y salir a convencer, de proponer, de establecer críticas con datos reales, de salir a la calle a ganarse los votos; se mantienen  en la expectativa de que un golpe (no de suerte) sino blando o duro les regrese lo que tiraron por la borda, el poder -que no ejercieron- de hacer el bien por el país; el poder -que traicionaron- de construir un mejor México, el poder -que no quisieron- de acabar con la desigualdad y la injusticia.

Nos tienen miedo porque no tenemos miedo; sabemos que la mayoría alrededor del presidente mantendrá a la 4T en el gobierno hasta lograr cambios sustantivos, larga vida tendrá la 4T; ya no nos espantan con el zarape del muerto como cuando decían que López Obrador era un peligro para México, como cuando decían que, con él, viviríamos una caos económico, que el desastre estaba a la vuelta de la esquina. La sociedad ya no tiene miedo de sus mini manifestaciones tan llenas de glamour acompañados de su chofer llevándoles la sombrilla y sus “muchachas” llevándoles el lunch mientras son objeto de burla por su vacua argumentación.

La sociedad ya cambió porque aunque, ellos en la oposición, piensen que el cambio se refería además de a su pérdida de privilegios, solo al combate a la corrupción, a las políticas sociales y a las obras de infraestructura, no se dieron cuenta que el fondo es el cambio mental en la sociedad, hay nuevos paradigmas y nuevas formas de entender la valía ciudadana y el orgullo de la mexicanidad. No lo vieron venir y así llegamos al hoy: están aterrados de la democracia y por eso la sabotean.  Ya ganamos porque vamos a votar, ya perdieron porque no lo harán.

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4T, México, Mundo, Oposición

La vida sigue igual

Me retiré dos semanas de revisar noticias políticas, redes sociales, escribir mi columna semanal y de hacer los videos con los que planteo el tema a tratar. Mi reporte: la vida sigue igual.

La oposición sigue en la misma, aún trastabillan con el asunto de una casa que, sin sentido, quieren convertir en la casa blanca dos.

Los periodistas del pasado aún cacareando que no hay nada bien hecho en este gobierno y que el pasado fue mejor.

El presidente mantiene su nivel de popularidad en el promedio de encuestas aunque si una no lo dice así, se convierte en la nota del día.

Las obras públicas avanzan a ritmo veloz, el aeropuerto será una realidad en unos cuantos días; la empresa Aeroméxico ya entendió el proyecto y volará desde ahí a partir del primer día de operaciones.

Se preparan las conmemoraciones del próximo 8 de marzo en el que grupos feministas saldrán a marchar y grupos fascistas de mujeres panistas saldrán a destruir la ciudad.

La guerra en Europa se desarrolla no solo en lo militar sino en la comunicación, en vez de discernir algunos prefieren decir lo que suene mejor, el blanco y negro que en estos asuntos no existe.

Y entonces, si todo sigue igual, ¿vale la pena seguir escribiendo, intentar aportar ideas y ponerle explicación a los eventos y hablar del pasado que nos trajo aquí? 

Sí. Hay que hacerlo, hay que hablar, es una responsabilidad ciudadana decir lo que se piensa;  en mi siguiente columna del sábado 12 hablaré sobre la guerra, la posición de México frente a esta y el acompañamiento que de ella hace el conservadurismo mexicano y del mundo.  

Como decía el periodista e intelectual Lippman: “Cuando todos piensan igual es porque ninguno está pensando”

Nos leemos el sábado 12, «Dossier de guerra». Saludos a todos.

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4T, AMLO, Censura, México, Periodistas, Política

Presidente censurado

¿Por qué no te callas?

Rey Juan Carlos I a Hugo Chávez.

La información es poder. Tal vez los medios de comunicación siguen siendo el cuarto poder, pero a diferencia del pasado la censura a ellos ya no es por parte del gobierno, sino de los mismos medios de comunicación (accionistas y editorialistas), de poderes fácticos como la delincuencia, élites económicas y de grupos que representan intereses extranjeros. Hoy, debido a la gran fuerza e impacto de las redes sociales, es más difícil censurar pero es más fácil desinformar.

El INE ordenó al presidente Andrés Manuel López Obrador no promocionar la consulta de revocación de mandato y le exigió que «se abstenga bajo cualquier modalidad o formato de realizar manifestaciones o comentarios sobre la misma o cualquier información que pudiera influir en las preferencias de la ciudadanía».

El PAN en San Lázaro, informó que buscarán  prohibir las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) durante los periodos electorales.

En el INE, PAN y PRD urgieron a que el presidente López Obrador se abstenga de difundir las obras del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, previo a la consulta de revocación de mandato. PRD: «Lo advertimos, señor presidente: respete la ley y la Constitución, deje para después la inauguración y la propaganda de ese aeropuerto.

Traduciendo a estos actores políticos: que se calle el Presidente, no queremos que hable para que la ciudadanía no se entere del trabajo que hace el gobierno, ¿qué, por la veda electoral no se puede inaugurar el AIFA? ¿Prohibirle las mañaneras es lo que les permitirá que las mentiras y noticias falsas en sus medios sean lo que prevalezca?

El presidente no se puede quedar callado, ante la diaria y uniformada infodemia a cargo de la oposición, es obligación del gobierno presentar sus proyectos, sus avances, sus políticas y su visión del país. Y, no menos importante, es que debe hacer un ejercicio reiterativo del por qué llegamos a donde estamos, qué sucedió en el pasado que dio pie a que la situación económica, política, social y de seguridad, sea la que es hoy. Los hechos y circunstancias originarias tienen nombre y apellido y no es con la prohibición de hablar de ellas como se resolverán los múltiples problemas del país.

Desde el inicio del gobierno del Presidente López Obrador, aquella “institucionalización” del pago a la prensa por parte del gobierno terminó, cayeron como dominó uno a uno los “famosos” periodistas que solían alabar al gobierno en turno a cambio de dinero y esto, en contraparte, impulsó el fin de la censura dado que dejó de pagarse para la adulación y abrió a la expresión libre de cualquiera lo que quisiera decir del gobierno. No es de sorprender que, como nunca, al gobierno actual le lluevan las críticas sesgadas y falsas de los mismos medios y periodistas que solían halagar a los anteriores.  Y, lo que sí sorprende por su bajeza, pero se entiende dado el enojo causado por ese cambio fundamental que transformó la relación de los medios y el poder, que al presidente y su familia se les insulte de manera grosera, burda y personal. A diferencia con el pasado, incluso en este caso, no pasa nada, nadie pierde su trabajo y nadie es perseguido o encarcelado. Hoy Carmen Aristegui, por sus personales razones, confronta al presidente de la mano de tristes figuras y no pierde su trabajo.

La conquista de la libertad de expresión y de la libertad de prensa no es cosa actual, estas surgen de la simbiosis y al mismo tiempo parasitismo con los gobiernos en turno, por lo que por mucho tiempo hubo una correlación entre ser cómodos al poder y beneficiarse de ello y, por el contrario, ser incómodos y ser castigados (silenciado, encarcelado, desaparecido, asesinado). En la época más reciente el castigo paso a ser algo más sutil, se desplegaba con la pérdida de la fuente de empleo de periodista incómodo (Aristegui); del uso de sindicatos para acabar con las estructuras directivas (Excélsior/ Scherer 1976); del control del papel para impresión (monopolio de PIPSA en la primera mitad del siglo pasado) y de muchas otras formas de presionar (obligar) a que lo que se publicara o dijera fuera favorable al régimen en turno. A cambio, los periodistas y medios cómodos fueron enriquecidos con contratos y “chayote” que fomentaron una distorsión entre realidad e información accesible al público. Fundamentalmente, una de las razones de la magnitud de la corrupción en el país se debe a que los medios de comunicación que conocieron y participaron de ella, prefirieron callar. Es de recordar al ex presidente José López Portillo que dijo: “no pago para que me peguen”.

La oposición ha intentado, por todos los medios, plantear su narrativa de crítica al gobierno, utilizan a los medios y pagan millonarias cantidades en redes sociales con el fin de conseguirlo; sin embargo, por una parte es tan fuerte el arraigo y popularidad del Presidente López Obrador, sus políticas y su trabajo social, que les ha sido imposible lograrlo y por otra, el efecto de las conferencias mañaneras en las que se presenta avances de obras, datos económicos, datos de salud, precios y se exhiben las mentiras opositoras; les corta cualquier viso de éxito. Han tirado dinero por el caño ante la realidad que ve y vive la mayoría de la ciudadanía (alrededor del 70%), así que lo que les queda es intentar silenciar al presidente, se cuelgan de extremos o interpretaciones de ley y apelan a cambios constitucionales, lo dicen abiertamente: queremos que el presidente no hable, que se calle.

Son los nuevos censores, ya no el gobierno, ahora ellos.

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Esperanza, Historia, México, País, Partidos políticos

La multiplicación y el brote

“Cuando lo creas todo perdido, no olvides que aún te queda el futuro, tu cerebro, tu voluntad y dos manos para cambiar tu destino.”

von Braun.

Que el poder de un presidente en México es “potente”, es algo que no requiere explicación, lo que sí la requiere es la justificación de ese ejercicio del poder. El hecho de dar razón y razones a los ciudadanos -sin distinción de clase, género o educación- de humanizar los actos de gobierno, de enfrentar los problemas estructurales y las formas que originaron la desigualdad del país es lo que justifica la actuación del gobernante en palacio nacional.

Dos fenómenos que se perciben en el mundo político mexicano actual:

Por una parte, la llamada Cuarta Transformación (4T) ha ocasionado que germinen en cada momento y lugar del territorio nuevas ideas y proyectos que -apuntalando lo que es el cambio social más importante de las últimas décadas- muestran a un ciudadano diferente, a uno distinto al sujeto pasivo del periodo neoliberal. Lo que se puede apreciar es la politización del ciudadano común, del de a pie, del que trabaja de sol a sol, del que no es sobrado de medios materiales y sí de angustias por cubrir sus necesidades propias y familiares.

Las mayorías que se sienten representadas por el gobierno actual se expresan de diferentes formas, basta ver las redes sociales –que son los medios a su alcance- para darnos cuenta que lo que se conocía como el proceso de opinar a cargo de los “intelectuales” pasó a la libertad y la audacia de la expresión de ideas por parte de la mujer y hombres comunes.

Esas mujeres y hombres, simples, chairas, nacas (cualquier otro epíteto que nos pongan) contradicen a aquellos herederos,  señoritos satisfechos y niños y niñas mimadas que se comportan exclusivamente como herederos de la comodidad, la seguridad y la abundancia (sí, no es redundancia: herederos comportándose como herederos, dado que es lo único que son y tienen para ofrecer). La gran mutación en el paradigma social ciudadano que estamos viviendo es que, lo que para algunos o muchos, antes era muestra de admiración, hoy es materia de crítica; lo que antes se veía como elegancia y esnobismo pasó a entenderse como lo que verdaderamente es: vulgaridad y chabacanería (Movimiento Ciudadano con su gobernador de Nuevo León Samuel García y esposa, el candidato Palazuelos al gobierno de Quintana Roo , más los que se acumulen con ese mismo perfil, no me dejarán mentir)

En la forma en que se gastan los recursos públicos, a diferencia del pasado, hoy las obras públicas ya no son una interpretación de los asuntos que bajan a partir de los deseos del gobernante sino que es la sociedad de donde surgen los proyectos y cambios que suben como órdenes para proyectarse y ejecutarse; la SEDATU es un ejemplo: los cientos de obras que se hacen en todo el país como canchas, calles, iluminación, auditorios, clínicas, mercados, estadios etc. son ejemplo del cumplimiento a las necesidades específicas de las comunidades.

Se dejó de hacer obras públicas que acababan convirtiéndose en elefantes blancos concebidos para la placa conmemorativa con el nombre del presidente inaugurante pero que poca o nula función social tienen; se dejó de hacer cascarones presentados como obras completas para pasar la bolita al siguiente sexenio, se dejó de hacer bardas de refinería y torres bicentenarias para decir que se hace algo cuando tan solo sirven para llenar los bolsillos de funcionarios.

En este movimiento transformador de la 4T se invierte el proceso y se trabaja de abajo hacia arriba.

El segundo aspecto al que me refiero en esta columna es la confirmación de que cada cierto tiempo hay un “brote” de toma de posiciones por parte de algunos funcionarios, políticos y otros para ubicarse hacia el futuro; es un brote vulgar, acomodaticio que no tiene nada que ver con ideología, amor al país o idea social, es mera conveniencia de búsqueda de puesto. En realidad es una depuración de los proyectos originarios para dar paso a un acomodo a conveniencia.

Lo que antes se vivía como un enfrentamiento de posiciones políticas, de ideología o de generación de proyectos nuevos; hay que recordar de la salida de Cárdenas, Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y otros del PRI para dar paso a esa Corriente Democrática que daría origen al PRD; hoy no es más que una búsqueda de chamba aprovechando coyunturas. Este año hay elecciones en 6 gobiernos estatales, el próximo en 2, el 2024 la federal; así que la búsqueda de posiciones, candidaturas y “chuleta” hace que los chapulines entren en acción en MORENA. Oiremos de ellos sus razonamientos de «proyecto» que solo encubren su “darse cuenta” que no tienen cabida en un propósito que intenta que se atiendan las necesidades sociales y no las necesidades laborales de funcionarios y políticos.

Estamos viviendo un interregno, para algunas mujeres y hombres hay un vacío entre dos formas de ver el país: fueron expulsados del pasado o, más bien,  nunca fueron aceptados por la aristocracia prianista pero también se sienten alejados de la 4T porque la quieren ver de la misma forma en que se participaba en la política mexicana en el pasado. Mientras no se acepte que el país cambió, que el modelo de enriquecimiento por el simple hecho de ser funcionario o político dejó de existir, el chapulineo será la constante.

A propósito del nuevo país que estamos construyendo, un verso de Carlos Pellicer ahora que recordamos el 125 aniversario de su natalicio. De su poema “A JUÁREZ”:

Y si una flor silvestre puedo dejarte ahora/ es porque el pueblo siente que en su esperanza adulta/ tu fe le dará cantos para esperar la aurora.

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2022, 4T, AMLO, México, Oposición

¡Todos quietos!

No se fíe del narrador sino de la historia.

Cuando se es parte de un proyecto ganador, es común que aparezcan los padrinos  que se presentan como “creadores”, “fundadores” o “dueños”, usurpando derechos que nadie les ha otorgado sobre el devenir del mismo.

Al interior de la 4T hay voces que quieren correr en direcciones opuestas ¡pero colgados de ella!, hay gemidos y hay aspavientos; a algunas personas públicas que ocupan cargos importantes, entenados y carga maletas de los anteriores, la auto asumida realeza hereditaria de la izquierda (sic), puristas de la teoría, acomodaticios del presupuesto, cercanos y lejanos al poder pero con foto vigente junto al único jefe de jefes. A todos ellos les digo (no expreso “decimos” porque no me arrogo más que la representación de mí mismo), ¡quietos, todos quietos!

La trascendencia de la 4T, su logro principal, es que unió a la mayoría de la sociedad en un proyecto común, uno que le dice adiós a las políticas neoliberales fomentadas en las décadas anteriores y que construye una sociedad más igualitaria; se dice fácil pero su implicación es tal que, en su camino, este movimiento revolucionario deconstruye el imaginario social anterior y crea nuevas formas de percibirnos en la sociedad. Este logro es  de todos, no de unos.

Dado lo anterior, creer que para alguien es posible un “quítate tú para ponerme yo” o una repartición de puestos y prebendas como se hizo durante el prianismo para contentar a tirios y troyanos*, o más aún, la creación de tribus para el prorrateo de canonjías como aquella que entre otras cosas llevó a la destrucción del perredismo; es ingenuo, ocioso e insolente. Por lo mismo, es de extrañar que algunos críticos y políticos supuestamente de gran experiencia política, no se den cuenta que plantear el futuro del movimiento de la misma forma en que se acostumbraba manejar los movimientos sociales y partidos políticos hasta hace algunos años es un error, un grave error.

En este trienio de cosecha de resultados en el que estamos, uno de los más extraordinarios es haber dejado sin discurso propositivo a la oposición política; su arenga se convirtió en la de la derrota, sin alternativas y opciones. La oposición mexicana, hoy ya se puede considerar como de las peores de todo el mundo, es irresponsable, entreguista, ignorante, soberbia, corrupta. Tener el apoyo de ella es condenarse al fracaso venidero. ¡Es tiempo de lealtades!

Ya no se puede volver la vista al pasado y me parece que es lo que algunas personas dentro del movimiento están haciendo; lo único cierto es que es tiempo de lealtades; porque en todo lo demás no hay certezas sino solo enigmas. Tocqueville decía: “el pasado ya no ilumina el porvenir, sino el espíritu humano camina entre tinieblas”.  La 4T es un movimiento que se construye día a día y que debe avanzar en la idea del bien común como forma de gobierno, a manera de como lo plantea Hanna Arendt: la política en tanto que disciplina que tiene como su telos un fin práctico: la conducción de una vida buena y justa en la polis. **

En este movimiento estamos trabajando, apenas se sentaron las bases del proceso de transformación que vive el país, en los próximos tres años disfrutaremos la profundización del impacto social positivo de este proyecto, este mismo año se concluyen dos obras emblemáticas: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la Refinería Dos Bocas, y el siguiente el Tren Maya y el corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Todas estas obras han sido boicoteadas por todas las vías posibles por la oposición, y sin embargo, la voluntad política de este gobierno y, sobre todo, el apoyo popular, las está sacando adelante. Si en este momento alguien cree que puede distraer al movimiento con sus elucubraciones de candidaturas futuras, se dará cuenta, más temprano que tarde que apenas le servirá para cavar su tumba política; ¡es tiempo de lealtades!

Este sexenio que marca el inicio de la transformación es para disfrutarse, ojalá y haya altura de miras por algunos quienes hoy parecen escuchar cantos de sirenas desde el odio de la derecha, no es tiempo de declararse “…ista”, ni de abrir facciones, es tiempo de cerrar filas, los leales de siempre eso hacen.

Muchos en este movimiento estamos viviendo acompañados de un gobierno por el que esperamos toda la vida, para muchos es la primera vez que tenemos al presidente por el que votamos, cito al mordaz y sabio caricaturista Antonio Helguera: “… si la caga pues sí, pero no me voy a poner a atacar a lo pendejo a un gobierno que esperé toda mi vida”

Cierro con una idea: los movimientos políticos los hacemos los ciudadanos, menospreciar al hombre y a la mujer común, como lo ha hecho y hace la prepotencia conservadora, es lanzarse al vacío. Yo veo un sentido de fraternidad y camaradería en la mayoría de la sociedad que no veo cómo alguien, que se diga parte de la 4T, pueda intentar romper el proyecto sin estar muy pronto fuera de él. La salida fácil y el cambiar de chaqueta por la búsqueda del puestito, es para los intrascendentes, todos los conocemos; en la 4T el camino es prolongado y solo resistirán los leales, porque no estamos hablando de un sexenio, esto que estamos viviendo es de largo aliento.

GRITAMOS, BERREAMOS, MOQUEAMOS, CHILLAMOS, MALDECIMOS
PORQUE ES MEJOR LLORAR QUE TRAICIONAR
PORQUE ES MEJOR LLORAR QUE TRAICIONARSE.

LLORÁ
PERO NO OLVIDES***

* El origen de la expresión se encuentra en la terrible rivalidad entre las ciudades antiguas de Tiro y Troya por la hegemonía en el Mediterráneo.

** Hanna Arendt. La condición humana. Editorial Paidós.

***Hombre preso que mira a su hijo, de Mario Benedetti

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3 años, México, Oposición, Revocación

¿No que querían que se fuera?

Así como te digo una cosa, te digo la otra…

La revocación de mandato…

Desde que inició su gobierno, los muy enojados antagonistas dicen que debe renunciar, a  cada medida que toma la respuesta es: que se vaya, no lo queremos, es inepto, es un naco al que no queremos como presidente; por lo tanto han intentado detener todos los proyectos sociales y de infraestructura de la 4T con legalismos apoyados por jueces a modo. Todo porque no lo quieren, todo porque le odian y todo porque no quieren que continúe como presidente.

Mucho antes que López Obrador fuera presidente, ofreció en campaña que a medio ejercicio de su sexenio se iría si la mayoría así lo quisiera; la forma legal que se encontró para abrir esa posibilidad fue el mecanismo constitucional de la Revocación de Mandato. Este es un procedimiento legal, aprobado como reforma a la Constitución en 2019, y debería verse como la respuesta que, a todas luces parecería ser el sueño y deseo cumplido de la Oposición: ¡una votación para echar del gobierno al presidente López Obrador!

Pero, ironías de la vida, en el lamentable juego de los opositores en que según van viendo la aprobación que tiene el presidente López Obrador, trastabillan, ahora ya no quieren que -democráticamente- los ciudadanos puedan decidir si quieren que continúe o se vaya. Así de orates están, pero la explicación es bastante sencilla; no quieren que haya el procedimiento de Revocación porque intuyen lo que es obvio, que los números de aprobación presidencial no harán más que ratificar la confianza de la mayoría en su gobierno.

Ante ese fracaso, ahora reculan quienes antes clamaban ¡que se vaya, que se vaya!

Se han mantenido diciendo que el presidente es dictador y autoritario; que está al margen del mandato popular; que es anti demócrata por oponerse al régimen de élites; que no están de acuerdo que ante la calumnia les responda con más libertad de expresión; dicen que es antifeminista a pesar de llevar la paridad a nivel constitucional, legislar derechos para empleadas del hogar, hacer posible la despenalización del aborto en varios estados; le dicen corrupto a pesar de no tener una, ¡una!, sola prueba en sus dichos; y ahora que se les presenta la fórmula legal para sacarlo del poder dan un paso atrás, reculan.

A estos los explica bien Marx, Groucho, no el que les asusta: «Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros»

Es necesario apoyar la revocación porque se convertiría en la herramienta que, una vez establecida, hará pensar a cualquier presidente o funcionario sujeto de ella sobre sus acciones frente a la sociedad. Los opositores ya se dieron cuenta que no es un tema de presente sino de futuro; hoy la fortaleza de López Obrador es incuestionable, haya o no haya proceso de Revocación su sexenio está garantizado por la altísima aprobación de su gestión; pero hacia el futuro en caso de que algún día recuperen puestos de primer nivel saben que será la espada de Damocles que penda sobre sus latrocinios y maneras tradicionales de gobernar.

Y sin embargo, siguen gritando que se vaya, que se vaya. Tal vez se están refiriendo a que quieren que se vaya de manera no legal y democráticamente sino mediante la técnica tan de ellos mejor conocida como golpismo (blando o duro); de esta forma las élites hoy mejor posicionadas en el ruido mediático (XGonzález y mafiosos asociados) se asumirían como el nuevo liderazgo que salva al país. Porque estos, por la vía democrática no ganan ya ni en su colonia.

El INE, sesgado y parcializado por los consejeros Córdova y Murayama ha puesto todas las trabas para que se lleve a cabo la revocación; en buena parte tienen en sus manos el éxito de este ejercicio democrático y dado el conocido talante autoritario y antidemocrático de ambos no se puede esperar nada bueno de su actuar. Con un millonario presupuesto a su cargo reclaman insuficiencia para su realización, aunque el mismo sí les sirva para el derroche en gastos suntuosos y salarios superiores a lo que la Constitución marca.

La Revocación de Mandato es un mecanismo democrático nuevo en México pero no en el mundo. Desde los escritos de Lenin * y Gramsci ** pasando incluso por el pensamiento de Locke y Montesquieu en que se plantea la importancia de que los ciudadanos tengan el derecho de quitar, al igual que como los eligen, a los funcionarios a quienes les han perdido la confianza; diversos países ya tienen en sus leyes la posibilidad de hacerlo (Taiwan, Ecuador, Bolivia entre otros) para llegar a un nivel mucho más amplio en cuanto a gobiernos locales (alcaldes de Japón, Alemania, Polonia, Perú y Estados Unidos entre otros)

¿Por qué la gente tiene que aguantar un mal gobernante o un mal legislador? ¿Por qué el INE y la oposición bloquean y niegan el recurso por esta vía?  Sin duda alguna por dos simples razones: una que le tienen miedo a la participación ciudadana y dos que están poniendo sus barbas a remojar; fueron buenos para pasar leyes que les permita la reelección, pero no quieren que se les pueda acortar su periodo de enriquecimiento.

Vociferan contra el presidente López Obrador, y él como respuesta les dice: vámonos a la votación para la Revocación, si pierdo me voy. La oposición ante el ridículo que harán con el resultado previsto aplican aquello de «Mejor aquí corrió que aquí murió»

*V.I. Lenin Obras Escogidas Tomo II, Editorial progreso Moscú, 1961.

** Bobbio, Norberto (1972) “Gramsci y la concepción de la sociedad civil”

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4T, Futuro, México, Partidos políticos, Política

A cada guajolote le toca su navidad

Los partidos políticos no mueren de muerte natural; se suicidan.

José Rodó Piñeyro

Como guajolotes cercanos a la Navidad…

El país se está quedando sin una oposición partidista que articule a la sociedad con una propuesta política que no sea la de volver al desastre del pasado. Los antiguos partidos y los nuevos pero con ideas frívolas y caducas van en camino de extinción, como guajolotes que se acercan a su fecha de caducidad.

Seguir viendo a lo ciudadanía como acostumbran desde hace décadas los partidos políticos tradicionales, como si esta no pensara, como si no hubiera que dirigirse a las nuevas generaciones que no quieren saber de sus vicios y mentiras que usan para llegar al poder; ha llevado al desapego de la sociedad civil por las formaciones partidistas. Bien decía Bobbio, el gran filósofo y politólogo italiano: «…cuán rápido y continuo es el cambio histórico. Me he dado cuenta de cuántos libros que yo no conozco leen los jóvenes y el poco caso que hacen de algunos textos míos».

El PRD, otrora esperanzador proyecto que unificó a los partidos de izquierda, fundado en 1989 por los líderes históricos Cárdenas, Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez; recientemente perdió su registro en más de 15 estados; perdió la última  gubernatura que le quedaba y pasó a ser un simple matraquero de consigna de la agenda de los enemigos de la 4T bajo las instrucciones del grupo conservador del panismo y asociados. El chuchismo es la pica que lo destruyó y que adormeció e insensibilizó a unos cuantos seguidores que aún se mantienen a la espera de un milagro para no ver que es una historia cuyo fin ya fue.  

La degradación de las ideas derechistas del PAN, que incluso en su  conservadurismo de origen se mantuvo (a veces) alejado del extremismo y en cambio hoy coquetea con un neo fascismo insolente, clasista y racista tal como es el partido VOX español a quien hoy le rinden vasallaje. Y fuera de la parte ideológica, la criminalidad, corrupción, insensatez y malas prácticas de los dos sexenios en que mal gobernaron al país.

El PRI que no atina a encontrar el camino que le permita recuperar alguna pizca de la fuerza que por décadas tuvo, su permanente debate entre la institucionalidad que un día le permitió sentar las bases de cierta modernidad en el país y la deriva neoliberalista de sus últimos sexenios en la presidencia; ambos en medio de una escandalosa corrupción que tuvo como epítome el gobierno de Enrique Peña Nieto

Movimiento Ciudadano, pólvora de un día, alcanzó una importante gubernatura como lo es Jalisco y recientemente Nuevo León; sin embargo no logró cuajar como propuesta. Por una parte la ineficiencia del gobernador Alfaro que, a tres años de un grisáceo gobierno, va en declive hacia el ocaso político como un figurín intrascendente sin futuro. Y por la otra, el nuevo gobernador de Nuevo León, una burla en cada uno de sus actos, un bufón con una gran responsabilidad jugando como chamaco mal portado. Las dos oportunidades de MC fueron desperdiciadas, una por su irrelevancia y mediocridad y la segunda por su frivolidad y ligereza.

Y como consecuencia, en su lugar el espacio opositor lo ocupan grupos menores, ruidosos algunos, adinerados otros, son quienes aparecen en el escenario de la crítica al gobierno del presidente López Obrador:

Así vemos a grupos de ultraderecha como FREENA que viven en una permanente esquizofrenia y conforman el nuevo cascajo ideológico de una pequeña masa muy ignorante en el país que ha conseguido visibilidad en los medios de comunicación que, en una suerte de simbiosis les da espacio porque saben que su consigna es el odio (que comparten) al movimiento 4T.

A grupos de patrones presentados por una COPARMEX y otros organismos que se convirtieron en agencias de evasión de impuestos a costa de una cantidad de empresarios reales que invierten, dan empleo y trabajan cabalmente. Consiguieron que la palabra empresario fuera sinónimo de ultraje cuando son apenas unos cuantos sus representados bajo la ideología de rapiña, evasión y  avorazamiento.

Todos estos, partidos y grupúsculos, hundidos en la más amplia corrupción jamás exhibida en México y con el manto protector de intelectuales, columnistas y una prensa que tradicionalmente se vendieron al poder presidencial y que hoy se conforman con menores cañonazos de billetes a cambio de sus plumas.

La gran diferencia entre el crecimiento y sobrevivencia por mucho años de esos partidos políticos y el proceso de extinción en que se encuentran, lo explica el nuevo modelo de gobierno que ha permitido una libertad de expresión sin límite y que de manera exponencial se manifiesta en las redes sociales, porque no es que ahora estos partidos sean distintos, es solo que ahora son exhibidos. Bajo un régimen de partidos como en el que vivimos una vez que estos fenecen otros tomarán su lugar, si actúan igual, acabarán igual.

Por su parte, MORENA que se funda y organiza como un movimiento de distintas voces y sectores (ojo puristas) intenta superar esa forma basada en la tradición de “partido” y se convierte en algo más parecido a una hermandad política bajo una tónica de darle sentido al compromiso social y a una visión que recoge ideas y las convierte en realidades aterrizadas en políticas sociales y económicas. Mientras no se entienda la distinción entre los unos y los otros, los opositores podrán seguir pensando en una forma de volver a un imaginario predominio de su partido mientras que la sociedad mexicana en su mayoría ya no se ve reflejada en la exclusión que ello supone.

MORENA de ninguna manera puede permitir caer en las formas que llevaron a los partidos a la debacle en que se encuentran, hay una gran lección del pasado que debe abrir los ojos a la dirigencia para mantenerse en el camino que atienda el interés que la sociedad actual requiere. Pensar en la política como se pensaba hace diez, veinte o más años sería un camino al precipicio.

El México político a partir del 2018 se debe entender como un trabajo de equipo que entiende que hay un futuro común y que guía a un líder, en este caso a uno que por décadas se encargó de recorrer al país, entender sus puntuales necesidades y que establece una perspectiva no de izquierda vs. derecha sino de conservadores (el pasado y las formas tradicionales de hacer política y que fomentaron la desigualdad, corrupción y barbarie) y progresistas (la realidad presente y la búsqueda de la forma de corregir las trampas establecidas en la economía y la justicia que reduzca la desigualdad social)

¿El final de los partidos? Sí, si pensamos en el modo tradicional de entenderlos.

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Las élites…, son las élites

«Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena»

Gandhi

Mientras los aspiracionistas crean que son parte de las élites seguirán asumiendo las verdades con las que les tutelan su opinión y seguirán siendo borregos dirigidos por los grupos de poder.

Se ha puesto de moda el que cualquier ex funcionario de gobierno, político o empresario a quien la autoridad investiga por presuntos actos de corrupción, delincuencia organizada, o enriquecimiento ilícito se autonombre ipso facto: perseguido político.

Como ya es natural, las élites políticas y conservadoras a través de los medios de comunicación y redes sociales opositoras al gobierno del presidente López Obrador, secundan –si no es que lo inician- ese auto impuesto apelativo con el que buscan resolver su aparente inocencia. Qué mejor que colgarse de una persecución política en vez de solucionar una acusación. Con que el indiciado se presente a juicio y pueda desestimar lo que se le imputa sería suficiente para salir victorioso y además ser héroe o heroína por haber librado una acusación desde el poder.

Y digo que se ha hecho costumbre porque ahora, casi tres años después de que inició este gobierno, llega el día en el que la lenta justicia logra tener armados los expedientes y pruebas con que sustentar sus denuncias. Y así es como cada semana van brotando nuevos nombres y se conoce de nuevos presuntos delincuentes. No es que no se intuyera o que no fuera conocido el enriquecimiento inexplicable de casi cualquier ex funcionario o empresario ligado al PRI, PAN y PRD, pero era necesario que se conformaran y se sustentaran con pruebas las carpetas de investigación. Es de esperar que seguirán cayendo cada uno de estos que han saqueado al país, poco a poco, paso a paso.

Ninguna agrupación, sea de científicos, de comunicadores, de empresarios, de deportistas, de artistas o de lo que sea es perseguida como tal. Se persigue a individuos presuntos delincuentes.

Está en boga mediática en estos días la acusación sobre 31 personas que fueron funcionarios en el CONACYT, la prensa y redes plantean el tema como que ¡este gobierno persigue a científicos!, como si el señalado fuera un grupo o sector por completo; la realidad es bastante más simple; por lo que hay de información pública son 31 personas, de las cuales 22 hacían labores administrativas y que se confabularon para saquear cientos de millones de pesos de la institución y trasladarlos a un asociación privada de la que se adueñaron. Obviamente tiene que ser la autoridad judicial quien resuelva la situación de esos 31 ciudadanos que, algunos de ellos, tienen como actividad dedicarse a la academia o a la ciencia.  Jugar con el lenguaje en esta situación y decir “científicos” a manera de manto protector o de santidad a priori nada tiene que ver con los hechos que se les acusa, y mucho menos tiene que ver su actividad científica (en caso de que alguno la tuviera). No por ser científicos son exentos de delinquir al igual que ser sacerdote no exenta de ser pederasta, no hay pureza ni inmunidad por la actividad a la que cada quién se dedique.

La cuestión alrededor de esa forma de generalizar mintiendo a través del lenguaje es que los medios y redes sociales -de usos y costumbres neoliberales- tratan de confundir en otro más de sus intentos de manipulación usando el engaño y la tergiversación.

¿Y quienes caen en el engaño? Todos aquellos dispuestos a encontrar un argumento que les dé apariencia de razón para oponerse al gobierno, a la 4T y por sobre todas las cosas al presidente López Obrador. Entre otros: los seguidores de los partidos opositores, los que perdieron privilegios inmerecidos, los que salieron de posiciones de gobierno de PRI, PAN y PRD, los que no encuentran formas de obtener contratos o concesiones por medio de actos de corrupción y -lo que es más lamentable- ciudadanos que pertenecen a una clase social apenas arriba de la pobreza pero que eufemísticamente le llaman clase media y de clase media real. Es lamentable porque parecen vivir un “Síndrome de Estocolmo”, aquel en que existe una vinculación afectiva entre rehenes y captores; ciudadanos que como si les hubieran hecho un lavado de cerebro sufren de amnesia, de masoquismo, o de un insensato aspiracionismo que busca un sentido de pertenencia con aquellos que desvalijaron el país.

Se les olvida que a quienes defienden es a aquellas élites que se repartieron y entregaron los bienes de la nación con sus parientes, amigos y socios: fueran yacimientos petroleros, minas, bosques, reservas naturales, concesiones; los que cobraron sobreprecios por obras y servicios inexistentes; los que a través de fideicomisos y ONG´s se sirvieron gran parte de los presupuestos nacionales.

Estas élites acompañadas de sus pares de presunta intelectualidad (mejor conocidos como los abajo firmantes), amparadas en una supuesta objetividad ante la política y que ejecutan gran parte de sus decisiones de manera discrecional, sin transparencia, en colusión con intereses privados y de espalda a la sociedad, que se amparan en el aval de sus propias consultoras privadas, mercados financieros, agencias calificadoras, redes empresariales, organizaciones filantrópicas, mass media y la fuerza del crimen organizado, son quienes inciden en crear la opinión de estos aspiracionistas (que no tiene nada que ver con la sana aspiración a mejorar la condición social y económica)

La aspiración o ambición legítima intenta alcanzar sus objetivos sin lesionar intereses de terceros, bajo un contexto de beneficio personal y social a diferencia del aspiracionismo que trata de “triunfar”, de tener “éxito” sin merecerlo y a costillas de otros sin importarle los medios a los que tenga que recurrir.

Sin embargo a la poco politizada y en muchos casos alienada masa opositora le han hecho creer (las élites)  que la izquierda consiste en volverse pobres porque “es malo ser rico” cuando en el México de hoy lo que la izquierda fundamenta es el que todos podamos acceder a los mismos derechos por el simple hecho de ser ciudadanos mexicanos.

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¿Qué hacemos con las derechas?

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Augusto Monterroso.

Más allá del nombre que se les ha dado a través del tiempo, los derechistas están y estarán en el contexto socio político de México y del mundo. Pueden llamarse conservadores, reaccionarios, tradicionalistas, monárquicos, ultras o cualquier otro adjetivo con el que históricamente se hayan presentado como fuerzas políticas; el hecho es que son un elemento con el que las sociedades deben convivir.

Siempre van a estar ahí.

En política los términos de “derecha” y de “izquierda” tienen un origen relativamente contemporáneo que se refiere al lugar físico que ocupaban los constituyentes en la Convención Nacional durante la revolución francesa. En las sillas a la derecha de la del presidente de la Asamblea se sentaban los defensores del poder monárquico y en las de la izquierda los revolucionarios. Esta distinción izquierda/derecha se expandió al resto de Europa y después al resto del mundo para acabar convirtiéndose en una designación de concepciones políticas y de ideologías en general. A la derecha siempre los monárquicos, católicos, ultras o contrarrevolucionarios, a la izquierda los revolucionarios y opositores al status quo.  Hay otros análisis mucho más amplios que explican el simbolismo de derecha/izquierda y que se remontan a la India y Grecia pero para fines políticos sirva este conocido origen derivado de la revolución en Francia en 1789.

¿Y quienes son los de derecha? Recordemos algunos de los hechos con los que podemos identificar a la “derecha” en Latinoamérica: Son quienes promovieron y apoyaron los golpes militares del siglo pasado particularmente en la década de los 70; son quienes asesinaron a Salvador Allende para imponer al general Pinochet en Chile; son quienes una vez en el poder alinearon las economías a las políticas de organismos internacionales que llevaron a los países a contraer deudas impagables; son quienes en aras del “libre mercado” fomentaron a través de sus políticas la desigualdad económico y social en América Latina.

En México, si nos vamos un poco más atrás en el tiempo, son aquellos que trajeron de Europa al emperador Maximiliano de Habsburgo para que gobernara el país; son también aquellos que apoyaron la represión y crímenes de Diaz Ordaz y de Echeverría; son quienes implantaron las políticas neoliberales con las que vendieron las empresas estatales en beneficio de privados nacionales y extranjeros, concesionaron las empresas de energía y estuvieron a punto de acabar con PEMEX; son quienes establecieron las políticas que tuvieron como consecuencia la desigualdad social; son los que apoyaron y encubrieron a Marcial Maciel y a las escuelas de legionarios y sus pederastas; son los homófobos y misóginos que han impuesto el rechazo social a quienes no son y piensan como ellos; son los intolerantes llenos de prejuicios que no tienen empatía por quienes tienen creencias y valores distintos a los suyos.

Son también los que más recientemente llevaron a la cámara de diputados a Margarita Zavala y en Coyoacán al Gabriel Quadri que dice: “Si México no tuviera que cargar con Guerrero, Oaxaca y Chiapas, sería un país de desarrollo medio y potencia emergente”; los que eligieron como gobernador de Nuevo León a Samuel García; los que votaron por rancios panistas y priistas para alcaldías y municipios en el país.

Son los que se han opuesto históricamente al avance de la participación política de las mujeres.  Son los que tienen como visión del mundo el clasismo, los que denostan al moreno por su color de piel y al indígena por su origen, son los que dicen que el pobre es pobre porque quiere. Son los panistas y freenistas de golpe en pecho al tiempo que joden al vecino; son los taimados e hipócritas que con escapulario en mano roban los recursos públicos y que se resisten a que el país cambie.

Pues a estos de derecha no hay que dejarlos crecer, hay que exhibirlos permanentemente en sus actuaciones ilegales, amorales e inescrupulosas, hay que delimitarlos porque cada vez que están en el poder saquean los recursos públicos en su beneficio y retroceden en las políticas sociales.

No son insignificantes porque tienen poder económico, tienen medios de comunicación y tienen instituciones educativas en donde promueven su ideología clasista. Por ello y pese a ello es un imperativo moral el que les acotemos y les pongamos alto a cada uno de sus planteamientos de políticas públicas y hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para que solo sean un referente de lo que no queremos como sociedad y país.

En México, estos grupos de derecha, sumados todos (partidos políticos, cúpulas empresariales, mafias delictivas, iglesias, faranduleros e intelectuales etc.) son minoría respecto al conjunto social de México, sin embargo no hay que descuidarse, son corruptores por naturaleza y se mueven como hiedra en todos los ámbitos.

Decía el escritor Robert Heinlein que: “Una generación que ignora la historia no tiene pasado ni futuro”. Por eso debe ocuparnos a todos que las nuevas generaciones vayan conociendo quienes son y quienes están detrás de los lobos con piel de cordero que se presentan como «buena ondita» y «progresistas» que se sienten de avanzada pero que no son más que los conservadores, reaccionarios y cavernarios que bien conocemos.

Benny Lévy, filósofo, quien fue el último secretario de Jean Paul Sartre, publicó en 1980 una entrevista que le hizo a este en la que conversan sobre política y sobre la derecha y la izquierda. En ella, Sartre reprocha a la izquierda que permite que la derecha gane y ocupe espacios de poder, lo dice así: “…esta izquierda que deja triunfar a una derecha miserable. Y canalla. Para mí, hablar de la derecha y de canallas es lo mismo

Este es el tipo de circunstancias que se repiten en la historia porque estos de derechas siempre estarán, lo importante es cómo los tratamos políticamente porque como ciudadanos están en todos lados, pueden ser los amigos, los compañeros o familiares, los artistas que vemos y leemos; de lo que aquí hablo es de su contención en las decisiones de poder político. En esto no podemos dejarlos pasar.

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El mundo al revés

“Leemos el mundo al revés y nos lamentamos de no comprender nada”

Rabindranath Tagore

Entre febrero y marzo en algunas ciudades de México, como pasa en otras del mundo, se celebra el Carnaval. El origen de esta fiesta se remonta al medioevo y en su práctica incluye: bullicio, música, desorden y sátira. Uno de los elementos del carnaval es el disfraz; esa careta, ropaje o máscara que “engaña” aunque sea por un momento a la realidad. Así el pobre se viste de rey, la mujer de hombre, el hombre de mono y cualquier otra composición que oculte la verdadera identidad.

En el carnaval permanente de los políticos opositores mexicanos su disfraz es el lenguaje. Enmascaran la realidad con su charlatanería inversa, con la antípoda de la palabra precisa que sirva para interpretar y comprender el momento social. Su “logro” es que aquellos de sus seguidores que les escuchan, viven un mundo al revés.

¿No les sucede que cuando intentan mantener un diálogo con quienes se oponen a la 4T y al presidente López Obrador, muchas veces (siempre hay las excepciones que nos dan un gratificante respiro) se enfrentan a alguna de estas situaciones?

  • Los que para no argüir sobre a qué se oponen y qué defienden, dicen que es mejor no hablar de política, están en contra pero mejor no hablar de ello dicen. No saben de qué, solo saben que están en contra, es más “nice”, menos “chairo”, les mantiene en un punto medio para parecer que no están ni con dios ni con el diablo.  Estos indiferentes o medias tintas: juegan con una “neutralidad” –que a primera vista pareciera puramente pasiva pero que, realmente, lleva implícita la traición como conducta: traición a principios, traición a uno mismo y al otro, traición a la historia.  En fin de estos hay poco que decir, si no quieren participar en el momento tan trascendente actual no hay nada que hacer. En el Infierno dantesco hay un especial lugar para ellos, ¡aparten sus lugares!

Y:

  • Los que tienen como único argumento repetir cualquier opinión de:
    • Ex funcionarios, columnistas y medios de comunicación  -notorios y reconocidos como ¡anti amlo!- entre ellos principalmente los que recibieron millones de pesos para hablar bien de gobiernos priistas, panistas o perredistas en turno y que ahora que no reciben chayote su enojo, casualmente, les hizo “opositores”.
    • Lo que el amigo, primo, o primo del amigo oyó en una conversación o le dijo una “fuente” muy enterada de lo que pasa. Los típicos que dicen: es que no conoces la realidad…

Y entonces, estos ciudadanos “opinan” meramente lo que escuchan de esas voces que como en carnaval les disfraza con palabras la realidad. Loret, Riva Palacio, Hiriart, López Dóriga y ralea afín suben una columna o un mensaje en redes y estos enemigos del proyecto 4T la replican y citan como su fuente; no importa que esté demostrado que estos periodistas recibieron millones de pesos para hablar bien de quien les pagara, fuera este Salinas, Fox, Calderón o Peña Nieto, fuera cualquier gobernador o funcionario a cual más corrupto uno que el otro. La premisa que les ha sembrado la televisión y los telectuales que admiran es: AMLO no sabe gobernar, no sabe manejar la economía, no sabe de geopolítica, no sabe de salud, es igual que los demás políticos, es naco…

Si el presidente o alguien de su gobierno dice algo, si algún dato oficial se presenta, si se muestra un nuevo proyecto o una nueva ley, si se habla del avance de la obra pública, si se informa de noticias que afectan a todos, y estos no convienen a la narrativa de los odiadores del presidente; de inmediato se desata una campaña que dice exactamente lo contrario: desdeña las obras, engrandece los problemas, minimiza los éxitos, niega la información real, en resumen contrapone con cualquier elemento mediático insulso y vano para que sea la respuesta a los datos reales e importantes.

Y estos ciudadanos poco conscientes, muchos de ellos ciegos, sordos y perdidos entre la ignorancia y desinformación porque tan solo se alimentan de los datos, chismes, dimes y diretes que les provee la campaña de desinformación en contra de la 4T, son quienes han vivido con todas las mentiras que a lo largo de los años les han dado, les dijeron que la pobreza en México era un mito, que el problema de Chiapas lo resolverían en 15 minutos, que se combatía a los narcotraficantes, que las reformas que privatizaron los bienes nacionales le convenían a los mexicanos, que…

Mientras la fuente de información de esta parte de la ciudadanía sea la que les abastece la delincuencia organizada y la corrupción en voz de aquellos medios y comunicadores del pasado, será difícil que la sociedad mexicana dialogue. Mientras la fuente informativa sea las personas que vivieron de la corrupción y privilegio del pasado y que añoran canonjías pretéritas, no hay posibilidad de entendimiento social.

Lo que hoy hay es un diálogo de sordos entre un México viejo, obsoleto, ruin y saqueador en los términos que imponen los caciques económicos, políticos e intelectuales que se niegan a retirar y un México emergente, fresco, que intenta hacer las cosas de otra manera, que busca abatir la pobreza y la desigualdad social, que busca empoderar a mujeres, indígenas y excluidos históricamente. En el carnaval de la mentira política el disfraz del lenguaje solo le sirve a los poderosos, es vergonzoso que muchos que poco tienen se presten a escuchar su canto de sirenas. El país va a cambiar, los hechos ya lo están demostrando; aunque muchos ciudadanos están en ello, otros no, es natural que coexistan ambas opciones, lo que no se vale es que entre estos últimos su vivencia sea un carnaval disfrazado de lenguaje que les dice que vean el rojo cuando en realidad es negro; son materia fácil, carne de cañón porque así como nunca vieron el México violentado y secuestrado por poderes fácticos, tampoco ven dónde está la responsabilidad y el origen en la debacle estructural del país.

Y lo repiten, y así dialogan, esta es su historia.

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Ni pichan, ni cachan, ni dejan batear

“No que me hayas mentido, que ya no pueda creerte, eso me aterra”

Nietzsche

Tercer informe de gobierno y el presidente da datos: Crecimiento económico, avances vacunación covid, combate a la corrupción, aumento en recaudación de impuestos, congelamiento de cuentas de delincuentes y ex funcionarios corruptos, reformas en el Infonavit, avance de obras de aeropuerto, tren, canal interoceánico, parques industriales, carreteras y un largo etcétera. La oposición: ¡esdeke nocierto!

En cualquier democracia el tener diversas opciones políticas le da sustento a la participación ciudadana.

Por mucho años el PRI fue el partido dominante (no importa aquí las razones); en 1946 con la ley electoral de ese año además de a este partido se le dio registro también a PAN y al Partido Demócrata Mexicano y más adelante, se incorporaron otros partidos, entre ellos el PCM Partido Comunista Mexicano. Muchos partidos se han formado y desaparecido, algunos dieron paso a otros como sucedió con el PRD en 1987 (formado por diversos partidos de izquierda que existían en ese momento). También desde 1990 existe el PT (partido del trabajo), PVEM (Partido Verde Ecologista), Movimiento Ciudadano MC fundado en 1997 y MORENA fundado en el 2011.

Parecería entonces que hay una diversidad de opciones en el espectro político, sin embargo la enorme fuerza de López Obrador y MORENA que ganó las elecciones del 2018 hizo que en realidad se agruparan los partidos en dos fuerzas principales antagonistas. No se puede hablar de un agrupamiento ideológico por parte de la oposición porque lo que sucedió es que se juntaron el agua con el aceite; partidos tan disímbolos como lo eran (por lo menos en el papel) PAN, PRI y PRD unieron sus intereses tan solo para oponerse frente al lopezobradorismo y MORENA.

Así las cosas, llegamos al tercer año de gobierno del proyecto 4T con un partido mayoritario  en el gobierno y los tres otrora importantes partidos unidos en contra del primero. Por parte de la oposición, al no ser una unión de ideas y doctrinas comunes lo que hay es una fuerza contrincante frente a cualquier acción, política o idea que plasme el gobierno actual. Su único interés visible es afectar al gobierno en turno.

Como nunca antes algún presidente, en las elecciones del 2018 López Obrador fue popular en todos los estratos sociales, la escolaridad de sus votantes en su mayoría es de escolaridad de universidad, el rango de edad principal fue de los de 26 a 35 años, y contra todo lo que se pensaba uno de los votos fuertes que lo llevó a la presidencia con más del 53% fue el de la clase media.  Por cierto, esa idea, que de manera discriminatoria está en la cabeza de los sectores de derecha en México, que dice que solo los pobres y sin educación votaron por López Obrador, es falsa; los datos reales y duros les contradicen. La 4T es un movimiento transformador que abarca a toda la sociedad y tantos elementos sociales, económicos, políticos y culturales que sería ingenuo hablar de ello en una pequeña columna, baste decir que no es un proyecto que se agote en una sola actividad o una sola política pública; es más bien un entramado que abarca todos los ámbitos que afectan a la sociedad.

Y esto ha sido tan contundente que los antagonistas al gobierno se han quedado sin discurso posible: no han podido construir un mensaje coherente que explique por qué quieren volver al poder mientras que el gobierno acciona proyectos y políticas nuevas diariamente; no aportan frescura de ideas o propósitos sino que su único planteamiento es la vuelta al pasado; no argumentan en el legislativo tan solo gritan y bloquean; no construyen diálogo, insultan.

Les aplica como “anillo al dedo” la frase de: ni pichan, ni cachan ni dejan batear. El país no se merece eso pero es lo que hay y no se ve que pretendan cambiar de actitud por lo menos hasta las elecciones del 2024.

Estos partidos políticos en vez de ofrecer una oferta política se han dedicado a hacer propaganda en contra del presidente; han gastado, dilapidado habría que decir, enormes recursos en atacar al gobierno actual y se olvidaron de proponer algo distinto a la ciudadanía. Mientras tanto el presidente mantiene su ritmo de trabajo, continúa recorriendo el país y al pendiente del avance de las obras principales para que se completen en tiempo; las libertades se amplían y como nunca antes en el país, se respeta la libertad de expresión y de asociación.

Que la oposición tenga un comportamiento majadero y cretino sí es un problema para el país y para la sociedad que ya no cree en sus dichos y agravios diarios al presidente López Obrador aunque, como ya se ha visto, afortunadamente su proceder no detiene ni al presidente ni a su gobierno; y no se ven visos de que en el corto plazo los partidos antagonistas se comporten democráticamente. Norberto Bobbio (1909-2004) analizaba que en la suma de principios democráticos hay matices que relacionan de diferente manera los valores de igualdad, libertad y justicia y que al no existir una fórmula precisa en su mezcla, la oposición política es necesaria, indispensable.

Pero pues eso es lo que hay, esta es su historia.

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¿Hora del manotazo?

«La acción no siempre trae felicidad … pero no hay felicidad sin acción». 

Disraeli

Estamos por llegar a los tres años de este proyecto 4T encabezado por el Presidente López Obrador. ¿Es hora que el presidente de un “manotazo” sobre la mesa que sitúe a cada quién en su lugar? ¿O se debe seguir dando trato de demócratas a quienes son meros golpistas blandos?

Los opositores al proyecto lopezobradorista han intentado bloquear todas las obras púbicas, propuestas, leyes y programas que el gobierno –electo por una mayoría superior al 53% representada en más de 30 millones de votos, ganando con votaciones hasta del 79% en algunos estados y siendo primera fuerza política en casi la totalidad de los estados– ha presentado.

Con el margen de acción que el triunfo de Morena y sus aliados obtuvo, se ha podido hacer cantidad de cosas: en obra pública destaca la construcción del nuevo aeropuerto (cancelando el elefante blanco en Texcoco), el tren maya y la refinería de Dos Bocas;  se ha construido un nuevo entramado legal con más de 60 reformas constitucionales y cambios en leyes; tenemos al primer presidente en 80 años que privilegia la atención a grupos históricamente olvidados a través de programas de becas, pensiones, subsidios, proyectos de empleo temporal; créditos financieros y precios de garantía para campesinos; respecto a la economía se firmó la renovación del TMEC y los acuerdos paralelos, las finanzas atienden responsablemente las variables macroeconómicas: valor del peso, inflación y e inversión extranjera directa; ante la epidemia de COVID y frente a un sistema de salud devastado por los gobiernos anteriores se procuró una respuesta rápida para construir y habilitar hospitales, aumentar las camas disponibles y comprar equipos médicos y se logró negociar con los fabricantes de vacunas las cantidades necesarias para cubrir a toda la población.

Pero sin duda alguna, la cereza del pastel, es el frontal ataque a la corrupción que se lleva a cabo, nombres como Lozoya, Duarte, Ancira, Collado, García Luna, Medina Mora, Torres López. Herrera Pegueros, Lastiri, Elías Beltrán, Karime Macías, Romero Deschamps, Zerón de Lucio, son apenas algunos de los investigados, encarcelados, perseguidos o fugados. Esto acompañado de fondos congelados a través de la UIF en miles de cuentas bancarias por miles de millones de pesos y de dólares.

Y sin embargo…

¿El ritmo que se lleva en la gestión de gobierno será suficiente para lograr un modelo irreversible que impida volver a prácticas del pasado que saquearon los recursos del país y que aumentaron las enormes desigualdades? En este momento aún es incierto, no se ve tan claro cuando todas las decisiones del ejecutivo se ven frenadas, o por lo menos retrasadas, por disposiciones de jueces a modo, que amparan a todos los que se dicen afectados por el nuevo rumbo del país, decenas, cientos de amparos:

Los empresarios que se niegan a pagar impuestos lo siguen intentando, los monopolios entre empresas que se coluden para aumentar precios de medicinas y de gas encuentran los mecanismos para seguir haciéndolo, los concesionarios siguen encareciendo sus tarifas en base a contratos leoninos firmados en gobiernos pasados. 

Y el poder judicial entre la complicidad y el “nomás milando”. El INE tomando parte en los procesos electorales a favor de la oposición, el TRIFE en medio de una descomposición interna arrebatándole a la 4T puestos de elección ganados .

Los medios de comunicación, ahora con recursos de gobiernos estatales y empresarios en franco ataque al presidente y su gobierno, como nunca, la grosería, el clasismo y el racismo es promovido por aquellos que dejaron de recibir “chayote”.

Exfuncionarios, expresidentes y sus familias,  paseando por el mundo en medio del derroche. Calderón y Fox boquiflojos sabiéndose protegidos por el poder judicial.

Todos estos, incluyendo a esa nueva casta de «progres viudos del presupuesto», actúan al unísono contra todo lo que sea 4T, están desesperados por cancelar todos los obras en ejecución porque saben que una vez concluidas se les complicará aún más desprestigiar al gobierno.

¿Y nosotros?

La Fiscalía General de la República se ve reumática y anquilosada, actúa pero no acierta a dar los golpes contundentes que pongan un alto a la impunidad, los delincuentes de cuello blanco y exfuncionarios saben que el tiempo es su mejor aliado; mientras se arman las investigaciones y a punta de amparos se frenan las que se logran, continúan despreocupados. Se  entiende que el mamotreto que le dejaron a Gertz Manero sea difícil de enderezar pero el tiempo va pasando y no se vale un: lo intentamos pero no pudimos.

En el partido MORENA se empiezan a ver ataques soterrados entre grupos o facciones, algunos muy adelantados acuerpando próximos candidatos que no están entendiendo que lo importante son los siguientes dos años, si no cuidamos la 4T y la ejercemos a plenitud no habrá ni Claudias ni Marcelos para contar la historia. No puede perder la brújula la dirigencia que a veces parece pasmada y callada, poco ejecutiva y sin el carisma que aglutine al lopezobradorismo.

Los secretarios actuando en sus responsabilidades pero en algunos casos con poca visibilidad, la tarea de comunicación de algunos de ellos se las está ganando la prensa odiadora. No acaban de construir su fortaleza y dependen del abrigo presidencial para lucir.

El manotazo

El gobierno cuenta con la fuerza que le da la ley y la Constitución, la fuerza que le da la mayoría de la población, me parece que es hora de poner las cartas sobre la mesa a todos los que no van al ritmo del proyecto de transformación y hacer los cambios necesarios, si fuera el caso, aplicar la mano dura que la ley le permita para resolver los pendientes.  No podemos seguir agachados a los poderes fácticos que se niegan a ceder sus privilegios mal obtenidos. Este no va ser, no puede ser, un sexenio de: lo intentamos.

¿Hasta dónde será paciente el Presidente López Obrador? Mi opinión es que se le acaba la mecha y pronto veremos que tirará un cañonazo como apretón de tuercas que ocasionará gritos y sombrerazos (por decir lo menos)

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¿Quién ganó y quién perdió en la Consulta?

“El mundo es un buen lugar, valdría la pena defenderlo.”

Ernest Hemingway.

Es hablada y repetida una y otra vez la noción acerca de la polarización de posiciones políticas que vivimos en México. No importa para esta columna el origen de esa situación, ya escribiré de ello el siguiente sábado, sin embargo uso este concepto de polarización tan solo para decir que sería ingenuo que ante la reciente Consulta Ciudadana se tuviera una perspectiva común fuera de la posición dogmática en el proceso de comunicación de los grupos políticos. Cada quién habla según sus intereses y su visión de vida.

Hay un contexto que ayuda a explicar qué es una Consulta Ciudadana y cómo México se inserta en su dinámica. En el mundo en su conjunto, la Consulta es un mecanismo de participación ciudadana que se lleva a cabo desde hace siglos, los países más avanzados en su proceso de empoderamiento civil las llevan a cabo a manera de plebiscitos para resolver asuntos cuya solución es imprecisa en el marco de sus propias leyes. Según la Universidad de Zúrich a través de su Centro de Estudios para la Democracia Directa, hasta 1980 en Latinoamérica apenas se habían realizado unas 38 Consultas en diferentes países para escuchar directamente a los ciudadanos sobre variados temas que requerían resolverse, pero de 1980 a 2020 el número pasó a 103 lo que nos habla de cómo rápidamente se ha popularizado este ejercicio. Ejemplos en Latinoamérica sobran: Chile se pudo deshacer de la dictadura Pinochetista mediante una de estas consultas, Panamá decidió la ampliación de esclusas en el Canal que cruza su país también mediante este mecanismo, Paraguay decidió que sus ciudadanos residentes en el extranjero pudiera votar en las elecciones. Es decir diferentes momentos, países y temas. Y el resto del mundo nos da muchos ejemplos más, uno de gran importancia es que fue en una Consulta que Inglaterra decidió retirarse de la Unión Europea (Brexit)

En México con las reformas al artículo 35 constitucional y con esta primera consulta realizada el domingo, el país incorpora esta nueva forma de participación de la ciudadanía a la toma de decisiones.

Aquí viene una primera interrogante: ¿Haber realizado esta Consulta representa un triunfo o un fracaso para México? En mi opinión, cualquier demócrata puede considerar esto un completo éxito. Participar en las decisiones políticas a fin de mejorar la vida colectiva es invaluable.

La organización de la Consulta estuvo en la autoridad electoral, el INE. En la reciente elección federal de junio de este año, el INE instaló 162,896 mesas para recibir los votos para un padrón electoral de poco más de 93 millones de ciudadanos.

En el caso de esta inédita Consulta el INE instaló únicamente 57,000 mesas para el mismo padrón de 93 millones de ciudadanos lo que convirtió de entrada, gran dificultad para que muchas personas pudieran trasladase a su centro de votación correspondiente, en muchos casos a más de 50 km de distancia de su vivienda. Bajo este criterio la propuesta por parte del INE para recibir votos era de 36 segundos por ciudadano, uno tras otro.

¿De qué sirve saber estos números una vez que se conocen los resultados? Solo para saber que desde un inicio las posibilidades de alcanzar un mínimo de 34 millones de votos para hacer vinculante el resultado eran imposible.  Aunado a esto, la difusión por parte del INE de esta jornada electoral fue mínima y confusa y lo más grave es que hubo una clara reticencia por parte del Órgano electoral a que se llevara a cabo de manera exitosa. Planteó públicamente como un desperdicio de recursos los 500 millones de pesos que debió sacar de su millonario presupuesto (el INE recibió para este año, casi  veinte mil millones de pesos) y fomentó en voz de su presidente y alguno de sus consejeros la desestimación a la participación restando importancia al evento.

Segunda pregunta: ¿Haber realizado esta Consulta representa un triunfo o un fracaso para el INE? La parte de organización de la instalación de casillas es medianamente aceptable, las decisiones respecto a número de mesas, publicidad e intromisión de sus funcionarios fungiendo como opositores a la Consulta sí se puede considerar un rotundo fracaso de este INE. Esta Consulta le quedó grande al INE.

Los ciudadanos que decidieron no votar y aquellos que adicionalmente promovieron la NO participación, cada uno por sus razones personales pero en gran parte condicionados a repetir la consigna que les fomentaron los medios de comunicación, partidos políticos y columnistas que claramente se oponen al proyecto 4T y al Presidente López Obrador; consideraron que NO votar y promover que sus conocidos y seguidores NO lo hicieran, dañaría al gobierno actual. Sin mayor argumentación más que la de su conocido odio a la política del gobierno actual y a la democracia participativa y con la simpleza de chabacanas tesis que les llevó a la conclusión de frases como “la ley no se consulta”, “cuesta mucho dinero” y cualquier otra burda  relación con supuestas medicinas oncológicas faltantes y otros gastos sugeridos.

Estos ciudadanos en realidad optaron porque no sea obligatorio (vinculante) que se revise la historia del pasado, prefirieron ser omisos respecto a la corrupción y saqueo del país. Demostraron también la penosa realidad cultural de la mayoría conservadora del país y como dijo hoy Lorenzo Meyer: “No fueron a consulta porque no tienen conciencia que han sido explotados casi como animales por siglos”

Tercera pregunta: ¿Haber realizado esta Consulta representa un triunfo o un fracaso para quienes promovieron la NO votación? Desde el punto de vista numérico pueden considerarlo como un éxito, alcanzaron lo que promovieron en sus vasallos, pero desde un punto de vista ciudadano, democrático y de ética pública bien pueden avergonzarse ante este estrepitoso fracaso que los exhibe como anti demócratas, fomentadores de apáticos e indolentes ante la corrupción.

Por su parte, los ciudadanos que sí participaron alcanzaron cerca de 7 millones de votos, de los que más de un 96% fueron a favor del . Dato duro: para que fuera vinculante debían haber votado por lo menos 34 millones (sí, uno cada 50 segundos de principio a fin en cada una de las mesas instaladas)

Cuarta pregunta: ¿Haber realizado esta Consulta representa un triunfo o un fracaso para quienes sí participaron? Basta revisar las redes sociales para saber que cualquier persona que participó se encuentra satisfecha con haberlo hecho; sabe que su participación en la democracia es fundamental para México y que a pesar de todos los impedimentos puestos por la autoridad, por muchos medios de comunicación, por actores políticos del pasado y por una organización confusa y poco promovida, se logró el éxito en el objetivo de mandar un claro mensaje en donde más del 96% de participantes sí queremos que se investigue y explique el pasado.

La oposición le apostó también en este tema a la polarización, nos demostraron una vez más que el país les importa un bledo, sus intereses son los que deben estar protegidos y en esta ocasión se hicieron acompañar de la ignorancia, mala fe y pasividad, bien por ellos, afortunadamente van de salida.

Así que como en piñata, hay para todos, cada quién puede alzarse con el triunfo o el fracaso que elija.

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¡Sí! La consulta

A menos de un mes para realizarse la Consulta ciudadana que busca juzgar a funcionarios políticos del pasado, se exacerban las voces opositoras (¿de quiénes más podrían ser?) para provocar que esta fracase promoviendo que la ciudadanía no participe. Tratar como niños y niñas, castrar en su derecho y obligación de votar a los ciudadanos mexicanos es una muestra más de la calaña y antidemocracia en que prefieren se desarrolle el País.

Cada quien tiene el derecho y la libertad de votar Sí o No; cada quien lo que decida.

En México en el año 2019 se modificó el artículo 35 constitucional para reconocer el derecho de la ciudadanía a votar en las consultas populares y decidir sobre diferentes temas de acuerdo al marco de la ley; se acotó lo que no puede ser votado: los derechos humanos, la política fiscal, la materia electoral y otros más. Ante una propuesta del Presidente López Obrador, 2 millones y medio de personas votamos para que esta se realizara, cubriendo así el requisito de ley de que por lo menos el 2% del padrón electoral lo solicitara. En octubre del 2020 la Suprema Corte de Justicia por mayoría de votos declaró como constitucional la consulta sobre si se debía juzgar o no a los expresidentes y señaló la pregunta a realizarse cuya respuesta deberá ser un SÍ o un NO: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal para emprender acciones de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminada a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”

¿Qué hay más democrático que el proceso seguido para llegar a esta Consulta del próximo 1 de agosto? ¿Quiénes tienen miedo y están peleados con que haya más democracia en México?

Más preguntas: ¿Qué tienen en común la incorporación del Reino Unido a la Unión Europea en 1972; el retiro (Brexit) de este mismo Reino Unido a esa pertenencia en la Unión Europea en 2016; la decisión en los años ochenta en California para disminuir los impuestos en el estado; la permanencia de Quebec como parte de Canadá en 1995; la medida de aumentar los impuestos en el mismo estado de California en 2016; la decisión de Suiza de cancelar su ley climática, la de prohibir utilizar la burka (cubrirse la cara públicamente) y la de frenar la homofobia; la permanencia de Escocia en el Reino Unido en 2014?  Tienen en común que todas estas decisiones no han sido impuestas por un gobierno sino el resultado de las consultas ciudadanas o referéndum.

Hay un argumento facilón, rondando en estas voces rivales al proyecto 4T y al Presidente López Obrador, que dice que no se requiere consulta para juzgar a los ex presidentes y otros ex funcionarios dado que existen las leyes correspondientes al respecto. No es lo mismo ley que justicia, habría que contestarles. Esta tesis, a modo, olvida las reglas no escritas de la impunidad y de las complicidades hipócritas de la élite del poder; por décadas cubrieron sus delitos de gobierno a gobierno, ocultaron y desaparecieron información, se protegieron con jueces a la medida, corrompieron todo lo que pudieron corromper y saquearon la riqueza del país; son rateros, criminales y corruptos pero no tontos como para dejar desperdigadas las pruebas de sus fechorías. Por eso es que se requiere una decisión de la sociedad que por lo menos les sancione socialmente.

Si en verdad se quiere romper ese acuerdo de impunidad del que se sirven parte de las élites mexicanas, debe hacerse tanto por la vía jurídica  que implique un castigo formal como por uno representativo/simbólico que socialmente marque un alto colectivo a esa forma de agraviar al país que han tenido los políticos. La Consulta del 1 de agosto va en este último sentido. Aunque no es formalmente una consulta que busca enjuiciar  a los expresidentes sino a cualquier funcionario del pasado, el imaginario social sabe que son Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto los verdaderos destinatarios; entre ellos acumulan fraudes electorales, crímenes, matanzas, enriquecimientos ilícitos propios y de sus familiares y amigos, contrataciones de una deuda pública escandalosa que tiene empeñado el presupuesto por muchos años y relaciones con el narcotráfico que sería bueno deslindar para que por lo menos las nuevas generaciones sean conscientes de que muchos de los problemas del País tienen nombre y apellido en estos vergonzantes expresidentes y sus partidos. Esta consulta no es un acto que apela al pasado, apela al futuro que queremos.

Decía Octavio Paz: “Sin democracia la libertad es una quimera”. Que sean los ciudadanos quienes resuelvan y no una vez más partidos y empresarios miedosos del juicio y escarnio público. La consulta hará catarsis para renovar el sentido de justicia y legalidad en México, para manifestar abiertamente el conflicto del pasado con el del futuro al que aspiramos legítimamente y abrir las posibilidades de un diálogo entre víctimas y victimarios; que no sean unos cuantos quienes lo decidan, que seamos unos muchos.

La trampa:

El INE es el único responsable dela organización de esta consulta, aduciendo falta de recursos (a lo que la Corte le respondió que sí los tiene) solo instalará una parcialidad de las mesas de votación requeridas, solo 57 mil en todo el país (como referencia, en las recientes elecciones se instalaron más de 162 mil). De acuerdo a la ley, para que la consulta sea vinculante debe votar al menos el 40% del padrón electoral, es decir un poco más de 37 millones de ciudadanos. Una operación matemática sencilla dice que tendrían que votar en promedio como mínimo 650 en cada mesa; en las 10 horas en que dura la apertura de las mismas cada votante, uno tras otro sin pausa, tiene menos de un minuto para hacer todo el proceso. El INE desde antes que inicie el proceso ya lo ha boicoteado, los anti demócratas están de plácemes.

La respuesta que debemos dar es salir a votar, el número que se alcance será el bueno para demostrar que mayoritariamente, los ciudadanos sin correa, votaremos por el SÍ, que sea un acto de moral y ética pública aunque pudiera no tener consecuencia vinculante directa pero sí por lo menos para que se convierta en la guía en el modelo de conducta que sí estamos dispuestos a aceptar por parte de los políticos. Nunca se debe olvidar que esta consulta no es un acto emocional sino un acto sustentado en la realidad de los hechos: los asesinatos, saqueo, corrupción, fraude electoral y muchos otros delitos existieron.

A esto nos enfrentamos, a esto hay que responder con el acto cívico más importante en manos de los ciudadanos, salir a votar.

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¿Qué di@blos pasó aquí?

Son pobres porque quieren” (Mantra opositor)

-El gobernador panista Cabeza de Vaca de Tamaulipas es acusado de delincuencia organizada, lavado de dinero, defraudación fiscal, es sospechoso de participar en el “huachicol” y las empresas factureras por lo que la Fiscalía General de la república solicita su desafuero al congreso para juzgarlo, de inmediato el resto de gobernadores y fuerzas conservadoras lo acuerpan y dicen que no lo permitirán, que no quieren que se moleste a su delincuente; lo quieren gobernando su Estado.

-México, como todo el mundo, vive la pandemia de Covid, con enorme esfuerzo se levanta un sistema de salud del abandono y la carencia de médicos y equipos a la vez que se organizan planes que involucran a todos para obtener vacunas en cualquier parte del mundo y poder salir de la gravísima situación. La oposición desde el primer día boicotea los esfuerzos de gobierno y dedica su energía a desinformar, atacar y mentir sobre los actos de gobierno al respecto de la crisis que se intenta resolver.

-Compañías extranjeras se niegan a pagar los impuestos correspondientes que adeudan desde hace muchos años y la oposición política al presidente López Obrador dice que no se les debe molestar porque “se asustan los inversionistas”.

-Decenas de funcionarios de sexenios anteriores se encuentran detenidos, perseguidos por la Interpol, en juicios, sentenciados, escondidos, la mayoría acusados de corrupción y robo de cantidades inmensas. La oposición dice que es cacería de brujas.

¿De qué nos hablan estos ejemplos anteriores?, ejemplos reales que encabezan las noticias de cada día.

En mi opinión nos habla de que hoy en México hay un verdadero cambio de régimen y una nueva forma de ver y hacer las cosas y que  esto ha llevado a que las fuerzas neoliberales a través de sus partidos, cámaras, grupos y movimientos se retuerzan ante cada medida tomada y a que en medio de su estertor lance fuertes patadas que en su orquestación no son más que un golpe blando al gobierno electo y las instituciones del país.

Esto que pasa hoy en el país es nuevo, distinto a cualquier oposición a un gobierno, la agresividad de estas fuerzas en contra de la Administración de López Obrador no se había visto en décadas.

Los cambios de gobierno en México en los últimos 70 años anteriores al de López Obrador se pueden considerar como tersos, todos los de PRI a PRI estaban planchados desde el momento en que se ungía el candidato que se sabía sería el próximo presidente; algunos exabruptos previos a la elección interna del “tapado” que designaba el presidente en turno eran fácil y rápidamente sofocados para que al llegar el cambio de sexenio el PRI se presentara como unido y consolidado.

A cada inicio de gobierno se simulaba un cambio o ruptura respecto al anterior introduciendo alguna ligera crítica al modelo económico, cambiando la narrativa de slogans (Unidad nacional, Arriba y adelante, Que hable México, PRImero México, Rumbo firme, La solución somos todos, Democracia y solidaridad etc.) nota: no leyeron a Sartre cuando decía: “El compromiso es un acto, no una palabra”, o bien persiguiendo judicialmente a algunos funcionarios mediáticos (p.ej. El jefe de la policía de López Portillo; el general Durazo, el director de Pemex Jorge Días Serrano; el líder sindical “La Quina”; el comisionista de las tranzas de Carlos Salinas, su hermano Raúl etc.) Sin embargo la llamada “familia revolucionaria” (el priismo) tan solo se reciclaba a manera de gatopardismo: cambiando para ser igual, de tal manera que se vivía una continuidad sexenio tras sexenio sin importar quién estuviera al frente. Todos al unísono y sin moverse, la frase que les aplica es aquella de “el que se mueve no sale en la foto”  Prevaleció por encima de las diferencias el reparto del botín y saqueo del presupuesto público como eje unificador de todos los gobiernos.

En el año 2000 al triunfo del panista Fox algunos analistas y muchos votantes (ingenuos digo yo) pensaban que habría cambios transformadores en beneficio del país pero en muy poco tiempo se constató que el simplismo, ignorancia y abrumadora deficiencia cultural y de carácter del presidente lo único que hacia ver es que el país tan solo había cambiado de gerente. Las mismas políticas, mismas fórmulas, misma corrupción.

De PAN a PAN con el Sr. Calderón una vez que tomó la presidencia gracias al fraude electoral del 2006, el traslape con su antecesor fue calmo, cuidaron sus intereses comunes, evitaron la confrontación, continuaron las mismas políticas neoliberales ya establecidas y el conservadurismo cobró fuerza, el México de catacumbas que siempre ha existido, asomó la cabeza.

El desastre de gobierno calderonista regresó el péndulo de PAN a PRI, Calderón pasa a Peña Nieto el gobierno bajo un continuum que les convierte en el PRIAN, es decir que ya son uno mismo, de tal manera que no hay sobresalto alguno. Comparten funcionarios, ideas, trampas y socios.

Y no es sino la fuerza mayoritaria que cambia el sino de la política mexicana, del PRIAN a MORENA y con ello a López Obrador. Se cae el castillo de naipes que habían construido por décadas los grupos e individuos más repugnantes que a manera de mafia manejaron al país.

La imagen pública, el mensaje publicitario, la narrativa construida en todos esos años los hacía ver como preparados, conocedores, se sabían tramposos pero parecían preocupados por el país, los medios de comunicación les alababan y de ahí que un amplio grupo social los consideraba, y considera aún, como la mejor opción para gobernar el país. El lavado de cerebro que se realizó a millones de personas a lo largo de generaciones es lo único que explica la añoranza por los tiempos pasados. Es difícil comprender como personas que se suponen inteligentes, que se suponen estudiados, que son privilegiados en el contexto económico y social asuman conscientemente que antes se estaba mejor.

Juan XXIII, conocido como el Papa bueno decía: “Nada de lo que ocurra a los hombres nos debe resultar ajeno” Y es por esto que me pregunto: ¿Qué diablos pasó aquí? ¿Qué les enseñaron en sus casas, en sus escuelas, que carajos les pasó a aquellos que tienen los ojos cerrados ante una realidad de un país herido, empobrecido, mal educado y hambriento? ¿En qué mundo viven?

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