AMLO, Calderón, México, Oposición, Partidos políticos

Promedio de bateo o lo más difícil de explicar

Lo más difícil de explicar es aquello evidente que todo el mundo ha decidido no ver. Ayn Rand.

Primero lo fácil, los datos duros: En el periodo de 1935 a 1982, es decir los casi 50 años anteriores al neoliberalismo, el producto interno bruto de México creció anualmente en promedio de 6.1%, en el periodo neoliberal de 1983 a 2018 que incluye a De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto el 2.3%. El crecimiento del producto interno bruto per cápita en el periodo previo al neoliberalismo fue de 3.2% y en el periodo neoliberal 0.7%. Es decir que en términos generales la economía en manos de los gobiernos neoliberales empobreció al país, y, aunado a ello, amplió la desigualdad concentrando la riqueza en pocas manos. Para ponerlo más gráficamente, antes del neoliberalismo la economía mexicana era mayor a la de China. Cuando inició el gobierno de Salinas en 1988 había un solo mexicano en la lista de Forbes, cuando acaba Salinas en 1994 ya había 24.

¿Algún tecnócrata neoliberal podría responder cómo fue que se invirtieron 11 billones de pesos de deuda externa, mientras aumentaban los pobres de 20 a 70 millones?, ¿Nos podría decir por qué quebró Pemex siendo la segunda petrolera más grande del mundo?, ¿Tendría la honestidad intelectual de explicar cómo fue que regalaron la planta productiva de energía, carreteras, ferrocarriles, puertos? No, nunca lo hará ningún tecnócrata, no hay vergüenza que puedan enfrentar porque todo esto no es más que la explicación del profundo saqueo de bienes nacionales en beneficio de una insaciable élite rapaz.

Los resultados electorales de 2018 no se dieron por obra y gracia del espíritu santo, si por primera vez un presidente de “izquierda” llegó al poder, fue porque López Obrador lo hizo después de una larguísima lucha ciudadana derivada de la frustración por las condiciones en que vive la mayoría de la población y ante la urgente necesidad de empezar a resolver demandas sociales y económicas postergadas indefinidamente, y de poner un alto a la creciente violencia inducida por el gobierno calderonista y la generalizada corrupción del gobierno peñanietista.

Si las cosas se han hecho bien o no, sólo la curva de cambios que beneficien a la mayoría de la sociedad es la que nos puede dar una respuesta; ¿Los datos de los que gustan a los numéricos neoliberales que entienden el Producto Interno Bruto únicamente como resultado de la economía y bienes materiales qué nos dicen? ¿Cómo les respondemos en sus mismos términos a quienes han puesto al sujeto neoliberal en oposición al sujeto social, cómo a éstos que reducen la complejidad de los individuos a la economía, al ingreso, a la productividad y que anulan, en consecuencia, su esencia de individuos sociales y políticos? ¿Qué decimos a quienes consideran la esencia humana medible sólo como un acto económico?

Pues les decimos esto: El producto interno bruto puede incluir la economía y bienes pero no la libertad, la poesía, la igualdad, la no-violencia, la decencia, la felicidad, las cosas que a final de cuentas importan en la vida… Y sin embargo, en sus términos y con lo que se satisfacen lean: En un sexenio en el que la pandemia de COVID destrozó la economía del mundo y que una guerra en Europa (esa que coincide con su visión del mundo), comparando que México se endeudó más de 26 puntos del PIB entre el 2001 y 2018; en este sexenio lo ha hecho en apenas un 3.8%, una curva que baja radicalmente conforme avanza el actual gobierno. Si la inflación en el gobierno de De la Madrid fue de más del 130% y en el de Zedillo de más del 35%, en este gobierno, con todo el daño estructural en la economía del mundo, de 2019 a 2022 fue de 7.9% y actualmente baja hacia 6%. Ese PIB que tanto les gusta ha crecido en términos constantes desde 2018 en medio de la grave crisis mundial. El presidente López Obrador es el más aprobado por los ciudadanos comparado con todos los presidentes mexicanos anteriores a su mandato. López Obrador es el segundo presidente mejor evaluado en el mundo. En este gobierno, del que decían que chocaría con los vecinos del norte, las exportaciones se han incrementado como nunca y México se convirtió en el principal socio económico con Estados Unidos. La inversión extranjera directa es la más alta en la historia. Se ha incrementado la confianza en las instituciones. Han disminuido los delitos de alto impacto y sobre todo ha mejorado la percepción de inseguridad. Ha disminuido la pobreza laboral, se ha incrementado el ingreso per cápita, ha disminuido la extrema pobreza en adultos mayores, el ingreso laboral se ha incrementado, el desempleo ha disminuido, los trabajadores mexicanos ganan más, tienen más vacaciones y reparto de utilidades. Datos, datos, datos, (busquen las fuentes, que para eso dicen que sirven) En el promedio de bateo del presidente López Obrador sus números son muy buenos.

A los opositores les recuerdo que esas reformas neoliberales radicales tan suyas y que tanto defienden y les enorgullecen, se tradujeron sólo en una subordinación del gobierno a los intereses de las empresas, transnacionales y nacionales, y de los organismos financieros internacionales, no beneficiaron a la población bajo ningún parámetro; sí beneficiaron al contubernio entre esos funcionarios y gobernantes del periodo neoliberal con la chequera del presupuesto público. Eso sí.

El neoliberalismo moldeó las relaciones sociales y familiares, hogar, el trabajo, la escuela, los espacios públicos; convirtió en autómatas del odio a aspiracionistas embrutecidos que olvidaron y olvidan cualquier acto de responsabilidad social; convirtieron –en sus dichos- a quienes estamos fuera de su burbuja, como seres marginados (chairos), caricaturizando nuestra narrativa para hacernos parecer ridículos; creyendo que su visión de sueño americano les llevaría a la cima, al fifísmo que no acaban de entender,  diciendo que lo son mientras regresan agobiados de su jornada laboral.

…“No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio… El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro. -Así lo haré madre» Pedro Páramo, Juan Rulfo.

El presidente López Obrador es el mejor presidente que ha tenido el país en los últimos cien años, no solo por los hechos y datos, no solo por la dimensión de las obras que se realizan, no solo por la relevancia de la infraestructura (la extensión del tren Maya, por ejemplo, equivale al tamaño de Francia), el complejo aeroportuario del AIFA, el canal interoceánico, los caminos rurales, la refinería en Dos Bocas, la compra de Deer Park; lo es porque le ha dado un nuevo sentido a la mexicanidad; el ser cuatroteísta, obradorista, morenista o como le quieran decir, es una forma de estar en el mundo, de contemplarlo buscando entenderlo, esperando por tiempos mejores, construyendo en compañía de otros, rompiendo los moldes de lo que así «tuvo que ser», es reconocer la grandeza mexicana en contra del destino injusto y vil al que nos quisieron someter las élites económicas, es una intención de lucha hasta poder devolver el reflejo que nuestra historia nos dio en préstamo. Ese enorgullecerse de ser mexicano, de levantarse del idílico agachamiento en el que los conservadores quisieron dejarnos, lo logró López Obrador, por eso, por mucho, es el mejor presidente que hemos tenido cualquier mexicano.

Cada mañana el Presidente explica cómo gobierna el país al que los anteriores mandatarios empobrecieron y vapulearon, lo hace con un sentido de orgullo que transmite el sentir de cientos, miles, millones, decenas de millones  de mexicanos consientes del momento histórico que nos tocó vivir: la singularidad del rol de López Obrador en la historia de México.

A veces uno sabe de qué lado estar, simplemente viendo quienes están del otro lado, porque no se puede ser neutral en un tren en movimiento, y eso, es lo más difícil de explicar.

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4T, Futuro, Golpismo, Mayorías, México, Moral pública

Con C de “Que pierdan todo”

Aceptar que el poder factual tiene la última palabra sería reconocer el fracaso y el fin de la civilización.

Arturo Uslar Pietri

La utopía habita en las casas de los mexicanos, lo hace como un fantasma que gradual y progresivamente alimenta un movimiento social llamado la Cuarta Transformación (4T). Esa utopía está llena de ilusiones porque únicamente pretende romper las cadenas que se han impuesto a los ciudadanos de este país. No sueña con alcanzar una plena y definitiva felicidad, no sueña con perfecciones,  simplemente parte de la convicción de que todos los mexicanos somos iguales por naturaleza, que todos tenemos la misma dignidad, que todos tenemos los mismos derechos y obligaciones, que todos tenemos derecho a elegir a nuestros gobernantes, que los recursos públicos son para lograr el bienestar de todos y que dada la situación real heredada por siglos de opresión y desigualdad: “por el bien de todos, primero los pobres”.

Ya no se puede esperar más, no hay eternidad suficiente para que quienes repudiamos el pasado nos detengamos en tolerar guerritas sucias, golpes blandos, boicots legislativos, reacomodo de corruptos; la chequera de las élites son profundas como lo son también los bolsillos de cualquiera dispuesto a frenar la transformación del país.

No es solo el gobierno sino el entorno completo de la 4T, es decir la gran mayoría (líderes, funcionarios, artistas, empresarios,  opinadores, estudiantes, ciudadanos comunes), quienes no tenemos interlocutor en la oposición; nos enfrentamos cada día al desquiciado o desquiciada de turno.  Hoy es el Sr. Creel, ayer la señora Lily Téllez; mañana será cualquier otro prófugo del psiquiátrico, invariablemente torpe, excluyente y execrable.

A esos bolsillos pesados de ciertas élites –las más retrógradas- les sale barato; en vez de  preocuparse por ganar limpiamente en elecciones; maicear legisladores, jueces y ministros. Porque ¡mira que para lo primero tendrían que salir a la calle, recorrer el país, conocer a los mexicanos, entender sus necesidades, ser parte del nosotros!, para lo segundo solo tienen que estar al pendiente de quien tiene el botón momentáneo que puede frenar coyunturalmente la marcha del movimiento lopezobradorista, cuatroteista, transformador o como le queramos llamar.

Por lo tanto, ¿Es su modelo o es el nuestro; es el privilegio elitista o es el beneficio mayoritario; es su plan o es el nuestro?

Ante un proyecto como la 4T se identifican tan solo dos grandes visiones (es importante repetirlo, solo dos): quienes apoyan el proyecto de transformación del presidente López Obrador, en su mayoría ciudadanos de ideas de izquierda y liberales y, otros quienes marcada y explícitamente lo rechazan y que en su mayoría son conservadores, clasistas, racistas y neoliberales. No hay una tercera vía, la tibieza, el centrismo, el dialoguismo, el un pie aquí y otro allá son también del segundo grupo; son conservadores y reaccionarios que no se atreven a salir de su closet. Reitero, solo hay dos posiciones.

Esa moda de El INE no se toca, no al Tren Maya, defendemos la legalidad de lo caido-caido etc. impulsada por, medios de comunicación, iglesias, ONG´s financiadas por estados Unidos y grupos corporativos, esa aparente “lucha activa” que disque reivindica políticas sociales es tan solo un paso de manual de golpe blando; en voz de la oposición es mera difamación y calumnia. Y con esa, su narrativa, se surten los medios de comunicación masivos.

Nosotros los detendremos, su fiesta se les acaba, para eso también es el Plan C.

¿Se debe seguir dando trato de demócratas a quienes son meros golpistas blandos? Sí porque nuestra democracia tan mancillada por ellos; a veces por el mismo INE, a veces por marchistas rosados que no saben ni como se llaman; es la que habla de votos, un ciudadano es igual a un voto.

Mientras que exfuncionarios, expresidentes y sus familias, se pasean por el mundo en medio del derroche. Mientras que Calderón y Fox boquiflojos sabiéndose protegidos por el poder judicial, y delincuentes son liberados por jueces, y legislaciones votadas mayoritariamente por el Congreso son frenadas por la Corte. Este no va a ser, no puede ser, un sexenio de: lo intentamos. Para eso es el Plan C.

Hasta ahora, el golpe blando que intenta la reacción no ha sido exitoso, por una parte porque cada uno de estos opositores, grupos o personas, tienen intereses propios que no están dispuestos a dejar de un lado por una causa común (por más negativa que sea), así que le meten ruido y dinero pero a su propia conveniencia; y por otra parte, y que también es la razón de que no lo será, es por el amplísimo apoyo popular del que goza este gobierno, los ciudadanos que buscamos un mejor país somos la clave para que no pasen.

No hay que perder de vista que de aquí al 2024 insistirán y que será una lucha diaria la que provocarán para descarrilar este proyecto, ¿no hay duda verdad? esta derecha quiere muertos, quiere tragedia, la 4T no se los dará pero ellos los van a seguir buscando o los recrearán. Ojo, nos enfrentamos a la canalla, al instinto bestial del privilegiado que está dispuesto a lo que sea para clavarle un cuchillo en la espada a este país.

Entonces, entonces, ¡lo que sigue es el plan C!

Todo lo sucedido en el actuar del conservadurismo debe ser nuestra motivación: transformemos sus hechos, su oposición, su desamor, sus transas, su odio, todo lo que ellos son, en motivación para la etapa que sigue: el plan C. Que no ganen nada, que pierdan todo.

Si no hay interlocutor, si no hay con quien dialogar, construyamos las mayorías para hacer los cambios que requerimos. Nuestras mayorías, no la de la suma inexistente con ellos, no la mayoría a la que se han negado consistentemente.

El plan C, ¿Qué es?, no es otra cosa más que votar todo a favor de Morena, es formar mayoría en el congreso; para reformar la Constitución se necesitan 334, dos tercios del congreso formado por 500; hay que ir por los 334 en la próxima elección para poder llevar a cabo reformas constitucionales, ese es el Plan C, muy simple pero muy complicado a la vez porque a veces se hace una distinción del voto, se vota por un partido para presidente o gobernador y por otro para diputado o senador. El plan C es votar parejo por Morena, formar las mayorías que permitan las reformas, hacer los cambios en la Constitución, reformar el poder judicial, en resumen, mandar al carajo de una buena vez las rémoras opositoras enquistadas en juzgados y Corte, en legislaturas y en Senado.

Necesitamos la organización del partido -no solo en la cúpula sino en las calles-; la información a los ciudadanos por todos los medios (la4tv juega un papel fundamental), la selección de candidatos con arraigo en su localidad y comprometidos con el proyecto, probados en su lealtad, alejados del canto de las sirenas; todo suma para que se llegue a elecciones para lograr lo que se necesita: la mayoría calificada.

A la próxima o próximo presidente no le podemos dejar atada de pies y manos, debe poder avanzar en el proyecto de Nación, la 4T no es un proyecto sexenal, es un proyecto de vida. Hasta hoy se ha hecho mucho, se rompieron toda clase de paradigmas, las últimas encuestas dicen que más del 80% de la población está satisfecha con el trabajo del presidente, hagamos que ese número se refleje en los votos.

Parece que el 2024 está lejos, no, no lo está, el 2024 ya empezó, en política ya empezó. En Morena ya empezó, que ese inicio sume y no reste; que nuestros precandidatos sumen y no resten; que nuestros líderes de partido sumen y no resten; que los esquiroles al interior puedan ser neutralizados; que los tibios se decanten.

Cierro con unos versos de la “Suave Patria” de López Velarde:

Yo que sólo canté de la exquisita
partitura del íntimo decoro,
alzo hoy la voz a la mitad del foro
a la manera del tenor que imita
la gutural modulación del bajo,
para cortar a la epopeya un gajo.
Navegaré por las olas civiles
con remos que no pesan,
porque van como los brazos del correo chuán
que remaba la Mancha con fusiles.
Diré con una épica sordina:
la Patria es impecable y diamantina.

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4T, AMLO, Delfina, PRI

En un mes Delfina, en un mes

«Llegamos con la fuerza de las armas, y no nos van a sacar con los votos»

Fidel Velásquez, ubre ideológica del priismo.

Hay dos candidatas, Delfina con una ventaja que se antoja inalcanzable a un mes de la elección y Alejandra perdiendo como difícilmente se pensó hasta hace pocos años que lo haría la representación  priista en su cuna ideológica y económica. Dicen los priistas y demás aliancistas que no es que vaya perdiendo, que sólo va en segundo lugar, “touché

Las encuestas -a menos de un mes de la elección en el Estado de México- dicen que Delfina Gómez la candidata de la 4T del partido MORENA, ganará con un margen superior al 20% a la candidata Alejandra del Moral quien representa al amplio espectro formado por PRI, PAN, prd, grupo Atlacomulco, Nueva Alianza, la corrupción, los escándalos, los asesinatos políticos, la ilegalidad, la irresponsabilidad, la persecución de opositores, la colusión con el narcotráfico, el endeudamiento y la cultura del quebrantamiento moral que enriqueció por décadas a esa cofradía que encarna la aspirante nombrada por sus publicistas “ALE valiente” (lo que sea que eso signifique) en cientos de espectaculares y bardas en todo el Estado de México.

El Estado de México bien se puede considerar la joya de la corona en el reparto de los Estados en el mapa político nacional, a nivel general representa el mayor número de electores en un Estado y la segunda economía estatal (después de Ciudad de México). A nivel priista representa el barril sin fondo del que se ha servido a lo largo de 90 años dado que el PRI es quien siempre ha (des) gobernado ésta plaza, también representa perder uno de los dos únicos estados que le quedan después de haber sido el todopoderoso de todos, todos; después del 4 de junio se quedará, si es que también pierde Coahuila ese mismo día; con el pedazo que se reparte en Durango con sus colusionados PAN y prd. Es decir que el PRI se acabó, por lo pronto se acabó.

En esta ocasión es Delfina quien le da ese empujoncito al precipicio al que va cayendo, uno a uno,  la gavilla de delincuentes que patrocina ClaudioX; es la misma Delfina menospreciada, para variar, por la derecha mexicana, por mujer, por franca y por su alejamiento del glamour rosita a que son tan afectos, la misma acusada de lo mismo una y otra vez a pesar de que el TRIFE le dé la razón; la que es Licenciada en educación, Maestra en Educación, Especialista en Instituciones Educativas; la experimentada política que fue Presidenta Municipal, Diputada Federal, Delegada de programas federales después de haber sido Candidata a la gubernatura del estado en 2017, la Secretaria de Educación, la Senadora de la República…

Con el derribo definitivo del PRI, ahora sí lo único que queda en el panorama político opositor  es la suma de las sobras ideológicas frente al odio a López Obrador y a la 4T en conjunto. Si el PRI, desde su fundación y hasta su descomposición neoliberal a partir de Miguel de la Madrid, representó un modelo de país con una intencionalidad institucional; ahora ya sin la inmundicia en que se convirtió en las últimas décadas, lo que resta es una clara polarización de dos modelos de Nación: el modelo de transformación de la 4T que dice por qué y para qué y por otra parte, la suma de las ausencias neuronales con la violencia, el clasismo, el racismo y la hijueputez que representa las “alianzas” de todo tipo que buscan un regreso al pasado reciente. Delfina se enfrenta a ello y por eso va a ganar, el agotamiento ciudadano en el Estado es lo que permite que el puntapié que está dando sea consistente con el del resto del país.

El PRI, fundado en 1929 perdió apenas la primera gubernatura en el país (BC) en 1989 (su primer pago por afiliarse a la rapacidad neoliberal que puso en venta al país), en el  2005 ya solo contaba con 17 de las 32, en el 2019 mantenía bajo su gobierno 12 estados, en el 2022 tres estados, en el 2023 en un mes más después de las elecciones en Estado de México y Coahuila…

En esta campaña es notaria la desaparición de los colores priistas en la publicidad alazrakiana-goebbeliana, este PRI parece querer renegar del remordimiento heredado y pintándose de rosa INE resolver un deseo unánime de la suma de odiadores que participan en su “alianza” que es más bien una plegaria de ayuda para que un milagro les suceda. Obviamente intentarán todas las trampas posibles, tirarán todo el dinero necesario, querrán corromper hasta lo incorruptible.

El Estado de México es la sede del (inexistente dicen los mismos) grupo Atlacomulco, ese grupo cuya cabeza ideológica es el finado Carlos Hank González cuyas sabias palabras lo pintaban como el priista de priistas: “Un político pobre es un pobre político” Ese grupo, imaginario pues,  que llevó a la gubernatura estatal a Fabela, a los tres Del Mazo, a Sánchez Colín, a Arturo Montiel y al nunca bien ponderado pillo Peña Nieto. Contra ello va Delfina y por eso va a ganar.

En esta coyuntura histórica en que el PRI pierde el Estado de México 94 años después de estarlo gobernando, cabe preguntarse ¿Quién y cómo se escribirá el relato que sustituya a la metáfora de los negocios del poder como fuente de autoridad? Es Delfina quien lo hará, es la 4T, es una mujer.

Si el castigo de la confusión nos, digámoslo así, hizo sordos por décadas, el 4 de junio habrá un giro cardinal en el modelo de país por la importancia que representa esta elección. Y Delfina es quien va a ganar.

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4T, AMLO

A la izquierda de las derechas

Yo no creo en ideologías. Creo en los hombres. En el hombre concreto que actúa así o asá. Fernando Vallejo..

¿Qué tipo de izquierda es la de este gobierno? Tal vez es irrelevante querer encuadrarlo en un nombre; aunque sin embargo sí hay una respuesta: estamos a la izquierda de las derechas. A la izquierda de todos los comportamientos amorales, las políticas extractivas, la desigualdad, la represión, la violencia, la corrupción y el saqueo que representa la derecha conservadora mexicana y sus adláteres aliancistas.

Algunas personas  me han preguntado por la definición del actual gobierno, del presidente y de la 4T (unos por interés genuino y otros por tratar de encasillarlo en una palabra que les “suene” a connotación negativa); quieren una palabra que defina su esencia ideológica: ¿es de izquierda?, ¿es socialista?, ¿es comunista?, ¿es populista?, ¿es tiranía?, ¿es democracia?, ¿es dictadura?

A los segundos, esos que quieren buscar la palabra que mejor les acomode a su odio a este movimiento de transformación nacional, hay que decirles que se pongan a estudiar y que lo resuelvan por ellos mismos; tanto título académico de que presumen para que acaben soltando palabrería infame para acomodarla a su propia idea o a la del que les paga. A estas alturas del sexenio está claro que lo suyo no es la argumentación ni la discusión de ideas sino el golpeteo, ellos a lo suyo y nosotros a lo nuestro sin perder tiempo de lo que piensen de nosotros. Porque no se nos olvida que para ellos lo distinto es lo igual y a veces la gimnasia es magnesia: López Obrador está casi muerto pero al mismo tiempo busca quedarse en el poder, es un narcotraficante como Felipe al mismo tiempo que combate al narcotráfico, es débil y no controla su gobierno pero procede como dictador, es comunista y también es de derecha y sobre todo, “es igual a todos” al mismo tiempo que -ese igual a ellos- les ha desmontado el sistema de corrupción a esos todos.

A los que genuinamente se preguntan ¿qué somos? y ¿cómo nos ubicamos en el espectro político? les diría que opino que lo que importa son los hechos y no los nombres pero intentemos algunas respuestas yendo atrás en el tiempo.

Vayamos apenas atrás en el siglo XVIII cuando en Europa surgen debates que concluyen en dos formas de pensamiento político. En aquél momento, la “izquierda” (más bien la idea de izquierda porque el término surge adelante) planteaba como fundamento los derechos individuales y se oponía radicalmente a la violencia del fuerte sobre el débil, y también proponía que los privilegios hereditarios, aristócratas y monárquicos representaban lo opuesto de la sensatez política. Por su parte la “derecha”, propugnaba la defensa de la monarquía porque representaba estabilidad social y en consecuencia rechazaba los actos sociales transformadores; es una idea que prefiere que nada cambie y que se mantenga la defensa de privilegios; en consecuencia se opone a la idea de que el pueblo tenga derecho a elegir a sus gobernantes.

Es en la Revolución Francesa, cuando en la Asamblea Nacional un diputado pone a debate el “veto” que podía tener el rey. Los diputados que querían que el rey mantuviera el veto se agruparon a la derecha del salón de sesiones, los diputados que querían que la soberanía la ejerciera la representación de los ciudadanos se agruparon a la izquierda. Y tan tan, de ahí surge la dicotomía izquierda-derecha.

Es a partir de ahí, que  las ideas que hablan de derechos ciudadanos, de coherencia política, de interés común y de protección de los más débiles se consideran de izquierda y las que hablan de prerrogativas hereditarias, de inmovilidad social y de avorazamiento de los poderosos (históricamente, siempre minoría) sobre los pobres se consideran de derecha. Al triunfo de la Revolución francesa precisamente lo que se logra es establecer derechos (hoy considerados universales) y se deja de lado la consideración de las tres clases sociales de la época (clero, nobleza y pueblo llano) para convertirlas en un solo término “ciudadanos”. Ergo: concepto de ciudadanos=izquierda, concepto clasista=derecha. Libertad, fraternidad e igualdad, los tres  elementos fundamentales de la Revolución son entonces de izquierda.

Aquí inició todo, sin embargo con el paso de los años la izquierda se manifestó de diferentes formas, una explicación es que su lógica varía según el momento histórico en que se vive, por lo tanto es aquí cuando ya no se puede hablar de una izquierda sino de varias izquierdas: liberal, anarquista, libertaria, socialdemócrata, socialista maoísta, comunista, para resumirse fácilmente en tres identificables vertientes como serían el  socialismo, el comunismo y el liberalismo. Sin embargo, en todas las izquierdas hay algo que les une a pesar del transcurrir del tiempo, una pluralidad de momentos -comúnmente generacionales- que en el fondo comparten los mismos criterios: libertad, igualdad y justicia.

 La derecha por su parte siempre es la derecha, sus criterios fundacionales no cambian: cualquier política que implique desigualdad, será de derecha; cualquier regreso a un pasado en lo que algunos ostentaban privilegios será de derecha, el franquismo, de derecha, el fascismo, de derecha, las dictaduras militares en los 80´s en Latinoamérica, de derecha, la ambición económica como fuente de la felicidad, de derecha, el racismo, de derecha, el clasismo, de derecha, la economía del crecimiento sin fin, de derecha, la geopolítica del sometimiento, de derecha,  la devastación ecológica y de los recursos naturales, de derecha, la violación de todo lo inviolable, de derecha.

Entonces ¿dónde nos ubicamos en la 4T?, ¿dónde ubicamos al presidente López Obrador?: Pensiones para adultos mayores, Jóvenes construyendo el futuro, Becas para Educación básica, Sembrando vida, Becas para Educación media, Becas para educación Superior, Programas para niñas y niños de madres trabajadoras, Pensiones para personas con discapacidad, Programa La escuela es nuestra, Programa de apoyo a pescadores y acuicultores, Programas de mejora de vivienda, Programas de fertilizantes para los campesinos, Precios agrícolas de garantía. ¿Todos estas son políticas de izquierda o de derecha?

Libertad de expresión, incrementos de salarios, aumento de vacaciones, austeridad en el gasto de gobierno, respeto a los derechos humanos, defensa de la soberanía, combate a la corrupción; solidaridad ¿serán de izquierda o de derecha?

Eso somos, los hechos con los que actuamos, no las palabras.

En los 36 años del periodo neoliberal, la derecha gobernó a este país, no es PRI o PAN, es la derecha actuante, ambos partidos y el resabio perredista que ahora les acompaña es derecha; su actuar nos endeudo 8remember Fobaproa), se robó los recursos naturales y todo lo que pudieron llevarse, puso en riesgo la soberanía nacional, encarceló a periodistas e impidió la libertad de prensa, provocó violencia al ser parte del narcotráfico, incrementó la desigualdad; sí, sin sorpresas porque no las puede haber, hicieron precisamente lo que hace la derecha.

En esta definición nominal, no dejemos de lado que también hay quienes siendo de derecha por su comportamiento e ideas, se dicen de izquierda, (o sea que ni son todos los que están, ni están todos los que son) dado que les da pena decirse de derecha usualmente le suman algún adjetivo para evitar la vergüenza de salir del closet de la ideología política; izquierda moderna, izquierda condechi, izquierda caviar, izquierda aliancista (la que vive en amasiato con el PAN), izquierda fifí, izquierda rosa, izquierda dialoguista… Todas estas disque izquierdas son derecha como lo son también los neutrales y los de centro; que se digan de izquierda es perfectamente entendible porque en un momento histórico como el que estamos viviendo, declararse de derecha es bochornoso.

Los opositores, en su infinito desconocimiento histórico y/o mala leche, privan de validez todo acto social llamándolo comunismo, a todo lo que no se amolde al neoliberalismo le llaman populismo. Para ellos, Fox es demócrata, Calderón no es narcotraficante, Peña Nieto no es un pillo de siete suelas sino que es un gigoló a toda madre…

Somos de izquierda porque estamos a la izquierda de las derechas; por los hechos, por las políticas públicas, por la ética de gobierno y por el amor al País. A que sí.

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4T, Futuro, Unidad

Unidad

“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos…”

Dickens

Hasta ahora, conforme pasa este sexenio, los valores y actitudes de la sociedad mexicana promovidos en el neoliberalismo han sido más difíciles de mantener de lo que supuso el optimismo fifisiento. Cada vez más personas discrepan de ese mundo banal de chisgarabís en donde el tener representaba la “neta”. Tener dinero, tener piel blanca, haber viajado, tener “clase”, estudiar con los legionarios, ir a misa etc. Mientras que el no tener representaba el “es pobre porque quiere”, es naco y huevón (o sea, no vuelas porque no quieres papirri).

Ellos, los primeros, no van a cambiar, su modernidad depende tan solo de un materialismo egoísta que obtiene su éxito con la posesión de “cosas útiles” por encima de emociones y pasiones, hablarles de “Patria”, “México”, “Igualdad”, “República”, “Democracia”, “Libertad”, “Respeto” y otros valores es ponerlos a pensar en una ecuación que les suma cero. Hablamos dos lenguajes distintos, sus lastres dogmáticos son, bien con los que crecieron, o bien los que adoptaron cuando se puso de moda ser idiota y encontraron que esa fama mucho les entretiene. Octavio Paz decía que “la derecha no tiene ideas sino sólo intereses” y esos intereses no van a cambiar, con esa derecha vivimos, a eso nos enfrentamos y a pesar de eso tenemos y podemos ganarles.

Cuando digo ellos, es obvio que es porque hay un nosotros. Unos y otros, sólo dos modelos –absolutamente contrapuestos-. El “bipartidismo” se reinventó cuando López Obrador les dijo: salgan del closet a perredistas, panistas, priistas, racistas, clasistas, corruptos, freenistas, aliancistas, xgonzaliztas; todos ustedes son iguales, son lo mismo, salgan del closet, júntense y enfréntenos. Y lo hicieron, todos vestidos de rosa ya marchan en su sueño reaccionario al unísono del redoble que les marca su jefe Claudio X González.

Pues ese “nosotros” hoy está frente a la necesidad de comprender que solo en la Unidad podemos enfrentar la restauración del viejo régimen. No podemos ser débiles y no podemos darle espacio alguno a esa restauración, es la hora de la discusión radical frente a su modelo de  futuro que, irónicamente, es tan solo una vuelta al pasado.  Y esto no significa más que no es tiempo de enfrentarnos por un candidato o por otro, por un puesto, por una posición, por visibilidad o porque creamos tener la razón. Hoy la única razón del movimiento es que se consolide la 4T, que se continúe un proyecto lopezobradorista, como lo fue en inicio, y se avance en el humanismo mexicano sin desviación.

Para nosotros, al interior de nuestro movimiento lo que cabe en esta etapa es Unidad, es un sí o un no, no hay más opción que permanecer leal al grupo, los que no estén de acuerdo es mejor que salten ahora, si se van ya, golpeando el movimiento 4T, a lo mejor les dan alguna plurinominal en otro partido. No será ni la primera ni la última vez que piden su voto para llegar con un partido y acaban con otro si no les dan lo que creen merecer. Los movimientos sociales y transformadores no aceptan equivocarse de adversario, éste, el de la 4T, en un país al acecho de hienas, tampoco lo es. No, no hay espacio para todos, no podemos recoger a todos, no hay cabida para tibios.

Hagan lo que quieran hacer pero el que no entienda que es ahora o nunca cuando la disyuntiva está frente a nosotros y la decisión que tomemos o nos impulsa o nos agota. Paradójicamente, nuestras diferencias no pueden hacer otra cosa más que sumar. Aquellos que andan enfrentándonos al interior, que no quieren a la dirigencia, que no quieren tal o cuál política, que no quieren tal o cual mecanismo de elección, que se creen más papistas que el Papa, que tuvieron su oportunidad y la perdieron, que coquetearon con la reacción, que se adjudicaron el “dialoguismo”, que se sienten con derecho a pernada en el partido; ¿saben qué, mujeres y hombres? ya basta, nos tenemos que dejar de pendejadas. Ya sabemos quienes nos van a traicionar, por favor, adelántense que “Cuando la burra es mañosa, aunque le carguen de santos”

El país ha cambiado favorablemente, sorprendentemente con el milagro del Mesías con el que sueña Krauze, la sociedad está más viva que nunca: aumentan las marchas y protestas y participan nuevos grupos que usualmente se mantuvieron silenciados, la vida democrática se protege y se fuerza el respeto al voto, las libertades se amplían: los periódicos y las redes sociales publican lo que quieren (incluso mentiras e insultos);  se aprecia a las autoridades cuatroteistas como nunca antes había sucedido; ¿alguien cree que es momento de dar un paso atrás?

 Por parte de ellos,  lo que han logrado es que se han rodeado de legisladoras quitahipos que vociferan, han arropado una flaca caballada de conocidos canallas como su batería futura, y poco más. Es decir, tenemos la mesa bien puesta para no dejarles espacios en las siguientes elecciones, necesitamos las mayorías en congresos, senado, gubernaturas, presidencia. Los únicos que pueden evitarlo, no son ellos, somos nosotros si no hay Unidad.

Creo también, que nuestra dirigencia tiene un gran trabajo: explíquenos que es la Unidad, cuéntenos cómo la suma de todos es lo que concluye ésta tarea en la que estamos sumergidos, abran los espacios públicos a voces diversas, hagan o promuevan la narrativa de lo logrado.

Los meses que siguen son cruciales, en lo local nos encontramos con una candidata, al Estado de México, priistapanistaperredistayfierroquevendan Alejandra del Moral que dice: “Hagan lo que saben hacer, para bien o para mal. Queremos constancia de mayoría, no de buena conducta”. Un poder judicial empeñado en regresar al pasado. Ambos ejemplos son graves, muy graves, pero más lo es lo siguiente: En el exterior hay un cuento de guerra contra fentanilo que no es sino el disfraz de intervencionismo gringo en la soberanía mexicana, apoyada, cómo no, por golpistas mexicanos que ya que perdieron la definición del destino político mexicano desde su irresponsabilidad y egoísmo ahora pretenden hacerlo desde la plutocracia internacional. De esto hablamos, de ponerse de un lado o del otro. Y así será de aquí hasta que podamos lograr la continuidad del modelo. Insisto: No nos podemos equivocar de adversario.

Unidad.

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4T, Censura, Golpismo, Oposición, Polarización

De Dresser a Krauze

«El que se acuesta con perros se levantará con pulgas»

Benjamín Franklin.

Que detengan las mañaneras porque se quieren bajar. La “intelectualidad” rapiñera nos salió agachona: Dresser tan acostumbrada a los micrófonos y al cobro de cachés de hasta 150 mil pesos por conferencia y Krauze –que no canta mal las rancheras- engolosinado durante el neoliberalismo con su cuota de ingentes recursos públicos para hablar y escribir lo que conviniera; ahora que pasaron a ser -la primera una pésima contorsionista (vamos, como si le exprimen un limón a una almeja) y el segundo un astuto misántropo a todo lo que huela a 4T o López Obrador- claman por censurar la voz del presidente.

Cualquiera supondría que lo mínimo que se puede esperar de aquellos que se consideran “intelectuales” y que creen que de ellos emana la “sabiduría” que debe regir el pensamiento social es que estuvieran de acuerdo -e incluso fomentaran- una absoluta libertad de expresión. Una vez más nos damos cuenta que no es así, que en el caso de estos dos personajes, famosos, conocidos, citados, con amplios espacios de expresión en medios de comunicación públicos y privados, no aplica. Es su voz o el silencio, se dicen a sí mismos que con sus logros y reconocimiento han conquistado el usufructo de la palabra. ¡Los demás a callar!

Es tan apabullante la realidad del cambio profundo del modelo económico y político-social de la 4T que los voceros y comentócratas de la reacción se presentan desnudos y sin credibilidad ante la sociedad mexicana. De ellos, que aún desde su concepción conservadora y de derecha, hubiéramos tenido alguna esperanza de decencia en su comportamiento ante la decisión mayoritaria de elegir a López Obrador como presidente; vimos como rápidamente se acomodaron en un discurso hostil lleno de intenciones retrógradas y de enredos y enjuagues que les retrotrajeran al mundo feliz en el que el presupuesto público caía como maná a sus bolsillos.

No sería ésta la primera vez que los conservadores nos imponen censura, en el 2011 durante el calderonato, más de 700 medios de comunicación encabezados por Televisa y Azteca firmaron un compromiso de no hablar de la violencia en México. Por supuesto no faltaron en esa ocasión las vacas sagradas que aún hoy nos quieren venir a dar cátedra de libertad de expresión: López Dóriga, Gómez Leiva, Marín, Maerker, Ferriz de Con, Loret, Beltrán del Río, Sarmiento etc. la lista es larga. Casualmente el tema a censurar fue la violencia mientras Calderón y García Luna hacían sus desmanes como jefes del narcotráfico. Hoy las cosas son diferentes, hay una sociedad activa que no se va a dejar y los medios privados languidecen en el escarnio público.

Estas dos cabezas -Dresser y Krauze- con ansias de censura, son nada más y nada menos que la cabeza de ratón de esos grupos de intelectuales abajo firmantes de múltiples desplegados que apoyen sus causas, a ellos les queda “como anillo al dedo” aquél apelativo que endilgó el filósofo español Gustavo Bueno (1924-2016) de referirse como “Los intelectuales: los nuevos impostores” a ese plural que unifica en el nombre común una condición colegiada como si todos pensaran la misma idea (misma que sale de manera obligada de una voz única, la del gurú Krauze o la de la bailarina y espía estadounidense Dresser). Es muy común que a la voz de estas dos figuras se pliegue el resto de los eruditos, firmantes, ilustrados y nunca bien ponderados miembros de la élite cultural que giran alrededor de las revistas Vuelta, Nexos y las cúpulas de la cultura oficialista en las instituciones públicas durante el periodo neoliberal; de ahí la amplia difusión de los dichos y opiniones de estos gerifaltes culturales.

La banalidad del bailongo catártico en que se exhibe Dresser y el mote que Carlos Fuentes le adjudicó a Krauze como «cucaracha ambiciosa» bien nos puede dar una pista de sus intereses y principios.

La intención de acallar la voz del presidente López Obrador sugiriendo prohibir sus conferencias de prensa diaria indica la fase terminal en que ha ingresado la “intelligentsia” con ínfulas en que se ha convertido la casta de ex becarios y vividores del presupuesto de Cultura. Asistimos, pues, a una descomposición fascinante, es un fenómeno histórico inédito de destrucción de la lógica y la ética social y de valores por quienes, en un amplio sentido, serían responsables de construirlos.

Dresser, le dijo a Carmen Aristegui: “Creo que una solución tendría que ser el fin de la mañanera. No niego que México tenía brechas preexistentes: sociales, culturales, de raza, de clase, pero en La Mañanera se atizan esos agravios y se crean enemigos a conveniencia”. Krauze por su parte escribió para el Washington Post que las «provocaciones»  (así le llama a  las conferencias diarias Mañaneras) del presidente  contra periodistas, escritores e intelectuales durante sus conferencias matutinas podrían motivar el asesinato de alguno de sus críticos… (sic)

Ambos son parte de ese grupo de los utópicos de la vuelta al pasado molestos porque se les responda a su discurso plagado de mentiras, a que se les presente información y datos duros de los hechos de gobierno, a que se desenmascare la corrupción con nombre y apellido, a que se cuestione la desinformación de las “noticias” de los grandes medios de comunicación privados (en que por cierto ambos participan). La sola petición de proponer prohibir las mañaneras es una muestra más de la histeria opositora ante sus reiterados fracasos electorales y ante el tren que ven venir en el Estado de México y después en el 2024.

Como un círculo vicioso, como una serpiente que se come a sí misma, esa trasnochada propuesta le da la razón al Presidente para explicar lo que representa la oposición en este país.

Afortunadamente la Constitución mexicana dice en su Artículo 6º: Es inviolable la libertad de expresión. Este derecho no estará sujeto a previa censura sino a responsabilidades posteriores y comprende la libertad de buscar y difundir información por cualquier medio. Y en el Artículo 7º: Es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio. ¿A poco no los conocen Dresser y Krauze, o sí y solo es parte de sus avances de golpismo suave?

A estas alturas ni aunque los medios de comunicación tradicionales se abran a la sociedad, dejen de mentir, e incluso se deshagan de las lacras que les representan, ni así, ni así, las mañaneras desaparecerán. Las Mañaneras llegaron para quedarse.

Cité al inicio a Benjamín Franklin, cierro con otra cita de él mismo: “Sólo necesitamos mirar a nuestro alrededor para ver que estamos de píe en medio de una montaña de escombros de aquellos pilares de las verdades más conocidas”

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4T, Futuro, Políticos mexicanos

Adán, Claudia y Marcelo

Este camino/ ya nadie lo recorre/salvo el ocaso.

Matsuo Basho

La argumentación opositora no es algo que tenga que hacer sentido para sus seguidores, cualquier palabrería que se les diga la van a aceptar como buena, no les hace falta leer, investigar o informarse; con estar atentos a las voces que les manipulan -y que lo han hecho históricamente- es suficiente para que repitan su diaria, cansada, agónica y repetida homilía: la 4T es algo malo… Bien les aplica lo que decía Michel Montaigne: “A lo que más le temo es al miedo” Ese discurso, el miedo que da su ignorancia y el costo de sus payasadas se reflejan en cada votación a la que se han enfrentado, les volverá a suceder en julio de este año y les volverá a suceder en el 2024. Así que hablemos del 2024…

La elección será una fortísima muestra de la confederación de todos los opositores: pri, pan, prd, mc, frenaaa, sí por México, boa, mexicanos contra la corrupción, émulos del fascismo, provida, chalecos amarillos, va por México, ataviados de rosa, bloque negro, México libre, tumor, letrinus, brozos,  hijos de Martita, prófugos escondidos en Atlanta, Madrid o Israel, y cualquier otro fierro viejo que vendan. Algo así como el sindicato de malvivientes defenestrados del presupuesto público. Y también, porque obviamente no todos son como los mencionados, un segmento de la población que es conservadora y reaccionaria; de esos hay en todo el mundo y los seguirá habiendo, incluso en las mismas familias hay múltiples opiniones que se expresan de diversas formas a la hora de votar. Yo siempre he dicho que en todas las familias siempre habrá un “facho”, otros dirán que siempre hay un “chairo”.

Hay análisis históricos, transgeneracionales, que -en resumen- dicen que los abuelos, bisabuelos y anteriores de los que hoy son reaccionarios fueron los conservadores de su tiempo y que, en contraparte, los liberales de aquella época formaron familias preocupadas por el entorno social y la igualdad de oportunidades por lo que hoy son los socialistas de cualquier parte del mundo. (Spoiler: no siempre es así, liberales engendran reaccionarios y viceversa) Así que, aunque usted no lo crea, muchos de esos que desconocen o reniegan de donde vienen votarán en oposición. “Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras” (Cantar de Mío Cid)

Morena tiene tres muy poderosos candidatos, puede haber otros que se puedan sumar, así como hubo otros que se restaron por traidores; el resumen actual es tres: Adán, Claudia y Marcelo. A unos cuantos meses de que se defina quien de ellos nos representará (insisto, ¡podría haber también alguna otra u otro!) es necesario exigirles un compromiso que allane de una buena vez la forma en que se resolverá su candidatura al interior de la 4T. No es otra cosa más que un compromiso claro, contundente, sin rodeos o sutilezas que diga que aceptarán el resultado que arroje el procedimiento que existe en los documentos del partido MORENA; que a ese resultado acompañaran y que a quien resulte el/la candidata alibrarán hasta lograr el triunfo en el 2024.

No importa si los partidos políticos antagonistas a López Obrador y al movimiento de transformación que hoy estamos viviendo deciden que respecto a sus posibles votantes les ponen de candidato a un burro, a una mesa o a un alebrije, ellas y ellos votaran por ese por el simple hecho de no votar a favor de la 4T; aquella manifestación reciente en donde los vistieron de rosa es uno de los ejercicios para constatarlo, habrá otros. Algo así como: todos reunidos a favor de nada y sin entender nada. Punto a su favor porque no requieren como candidato ni a una personalidad, ni a alguien pensante, ni a alguien que no sea delincuente, tampoco un programa o propuestas; los votos de sus alienados sufragantes los van a tener, como ya dije antes, por el simple hecho de votar en contra de… Su odio e ignorancia no son nuestra responsabilidad.

Lo que sí es nuestra responsabilidad es evitar cruzar los siguientes meses con mensajes “subliminales” de aquellos que les interesa competir por la candidatura presidencial, que hagan parecer que si no es ella o él, quien no lo sea se irá (a lo mejor, así como que no quiere la cosa) a otro partido, que le –pasarán- sus votos a alguien más. No sería la primera vez, recientemente nos pasó con la candidatura en Coahuila y hace no mucho en otros estados.

Lo que es responsabilidad de los “precandidatos” “corcholatas” o como se quieran llamar es entender la trascendencia de lo que significa ganar el 2024, no para ellos, para el País. Cualquier desviación que permita que los opositores arranquen triunfos, hoy impensables, se los demandaremos a aquellos que chaqueteen por causa de su egolatría. Cada uno de ellos tiene cualidades, cada una su historia de experiencia y vida, cada uno sus grupos cercanos, cada una su visión de país. Sin embargo el movimiento es mayor a sus unicidades, la continuidad de la 4T es la razón política fundamental de su participación en la contienda. No son ellos o su historia sino México.

La elección del 2024, no es una “normal”, casi que a la hora de votar, los opositores ni se preocuparán de pensar en el futuro o en lo que dejarán a las siguientes generaciones; será una elección plebiscitaria, el apoyo a la transformación de la 4T o el odio a López Obrador y la vuelta al pasado. De ese tamaño es lo que se nos viene, de ese tamaño es el reto del candidato que tengamos. Tenemos que llegar sobrados y convencidos del triunfo que habrá; necesitamos echarles el “montón” que evite que piensen en trampas a modo. Así como los votantes opositores votarán por la piedra que les digan que lo hagan; así las élites de la reacción instaladas en el poder judicial y el INE intentarán bloquear el triunfo cuatroteísta porque saben que con ese triunfo de continuidad transformadora cada vez les será más difícil retroceder a los tiempos de su vida privilegiada con recursos públicos (si no lo hicieron en el 2018 es por la abrumadora cantidad de votos a favor de López Obrador).

Así que, Adán, Claudia, Marcelo, considerando que parte de la ciudadanía está cansada de que los políticos tradicionales les “hagan de chivo los tamales”: ¿pa´cuando la conferencia o el comunicado que les recuerde que «somos distintos» y que vamos juntos en este proyecto?

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4T, Futuro, Mayorías, Oposición, Poder

La necesaria mayoría.

Cruzazulear: Acción de perder un partido luego de tener la victoria prácticamente asegurada.

¿Vamos a dejar que destruyan lo construido en este sexenio? El punto de partida es entender que cualquier espacio de poder que recuperen será para revertir los avances sociales, políticos y económicos logrados. ¿Vamos a aceptar una vuelta al pasado? La regla fundamental para quienes participamos de la 4T es no tener duda que la amoralidad opositora está presta a asaltar el cambio transformador de este primer gobierno anti-neoliberal.

Una de las tareas urgentes por parte del movimiento 4T que considero es de las que debemos empezar, desde ya, a hablar: La necesidad de construir las máximas mayorías en el legislativo.

Aún no es tiempo de pensar en las elecciones del 2024, ¿o sí? Hay formas y procedimientos para elegir candidatos, eso pasará en su momento y ese será un primer momento de inflexión. El partido dirá el cómo, las encuestas dirán el quién, los ciudadanos que participamos de la 4T auparemos en concurrencia, por necesidad casi existencial del proyecto 4T, a ese quien. Porque si no…

Y una vez que ratifiquemos en el cargo presidencial a una de las nuestras o nuestros, ¿qué, que se las arregle como pueda?

Ya hemos hablado mucho, yo por lo menos, de la bajeza y estulticia opositora representada en PAN, PRI y prd, de lo enfermizo de su representación pública, de los valores que dicen defender y que no son otra cosa que la defensa de sus privilegios mal habidos, de su clasismo, de la cleptocracia mostrada en las décadas anteriores al sexenio actual, de la cooptación que mantienen de algunas áreas en el poder judicial y organismos “autónomos”. Hablemos ahora de lo que sigue porque como bien decía Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí” No creamos que porque las encuestas nos traen por las nubes nos podemos quedar sentados de brazos.

En este primer gobierno de transformación la figura más importante del movimiento es el que hoy es presidente: Andrés Manuel López Obrador. No hay racimos de figuras que causen tal emoción, popularidad y seguimiento a sus ideas; vamos, a lo largo de la historia se cuentan con los dedos de la mano las personalidades de ese tipo; esos líderes natos con una clarísima idea del destino nacional se dan a cuenta gotas; quien le siga en el cargo no necesariamente tendrá las mismas cualidades, sin duda tendrá otras pero dudo que aquellas que permean con una simple palabra o un gesto una idea trascendental.

A esa otra u otro que le siga debemos acompañarlo con la herramienta más poderosa del poder en México, los votos (¿o por qué creemos que los opositores quieren tener a sus títeres a cargo del INE?): necesitamos la mayoría en el  legislativo federal y en los  locales. Para eso son los votos, para incidir mandando sobre quien queremos que nos represente.

Si las cámaras son la representación popular entonces que lo sean, que se llenen de representantes verdaderamente populares y que estén dispuestos a “romperse la madre” por sacar adelante los cambios que aún faltan. Ya sabemos cómo funciona esto, minorías con poder tienen la facultad de detener el proceso constitucional que se requiere, así la reforma eléctrica, así la reforma electoral, así cualquier cosa. Necesitamos tener mayoría calificada en las cámaras para avanzar en el proyecto transformador. Se dice fácil pero no lo es porque la suma de intereses en contra del cambio intentará frenarlo una y otra vez.

Desde que el PRI perdió la mayoría en el congreso allá en 1997, los presidentes forman mayorías por acercamientos ideológicos, de negocios o de delincuencia.

Así las reformas que se hicieron en el periodo neoliberal, por ejemplo las peñanietistas mejor conocidas como la venta del país, se lograron una vez que el PRI y PAN, ellos sí unidos ideológicamente, compraron al PRD para tener la suma necesaria.

La reforma al Poder Judicial con la que Zedillo sacó a todos los ministros de la Corte, la logró con la suma de votos y su mayoría en el Senado.

Desde 1917 a la fecha la Constitución ha tenido más de 707 reformas, 213 previo al periodo neoliberal y el resto en pleno neoliberalismo (dato importante para los palurdos que dicen, es que AMLO quiere cambiar la constitución); por ejemplo, con Carlos Salinas hubo 55 cambios a la Constitución, (no recuerdo las lágrimas de los hoy opositores por cierto, no recuerdo que le acusaran de dictador…), Ernesto Zedillo 77, Vicente Fox 31 cambios, Felipe Calderón 110 reformas, y Peña Nieto 155 cambios (lo que se conoce el vergonzoso periodo del Pacto por México) entre PRI, PAN y prd.

Las reformas constitucionales requeridas y que no han podido realizarse y que acaban siendo meras reformas en leyes secundarias (y que a veces tampoco logramos mayorías para pasarlas) son ocasionadas por esa falta de número en los votos en la cámara de diputados y senadores.

Y no solo eso porque además México es un sistema federal que requiere la aprobación de la mitad de las legislaturas para las reformas constitucionales y, por lo tanto, cuenta con posibles puntos de veto adicionales, de ahí que también es importantísimo pensar en los congresos y gobiernos estatales.

La cantidad de reformas realizadas en el periodo neoliberal, obviamente, por si alguien lo dudaba, al ser promulgadas por gobiernos contrarios ideológicamente al proyecto de país que surgió de la Revolución Mexicana y que dio origen al texto constitucional de 1917, mismo que contenía un claro énfasis en la justicia social, afectaron en perjuicio del país, aspectos torales como el de la educación, la tenencia de la tierra, los recursos del subsuelo –petróleo, minas-, las condiciones de trabajo, los derechos humanos, los derechos de los pueblos indígenas, el Poder Judicial, entre otros muchos porque le metieron mano a todo lo que pudieron.

La única forma de revertir esas políticas que hoy son obligadas por las leyes que se hicieron en su beneficio y que claramente agreden a la sociedad mexicana y benefician a las élites económicas y políticas del conservadurismo, es a través de cambios que solo con mayorías se pueden lograr.

Pensar, como muchos ingenuos lo podrían hacer, que hay que dividir el voto, uno a este y uno a este otro es más de lo mismo, es hacerle una cuesta arriba a un próximo gobierno que estará, como éste lo está, rodeado por hienas y con caballos de Troya insertados.

La Independencia tuvo su documento de Morelos “Sentimientos de la Nación”; la Reforma, su Constitución de 1857, y la Revolución, su Constitución de 1917. La “cuarta transformación” tiene que dejar su huella en las leyes, concretamente en la ley de leyes, la Constitución.

Seamos prácticos, la 4T es y será, solo si la dejamos bien planteada y sembrada en la Constitución.

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4T, Desmemoria, Futuro, Historia, México, Narcotráfico, Odio, Oposición

Colaboracionistas

Para ser traidor antes debes ser alguien. Nunca fueron mexicanos.

El 14 de septiembre de 1847 a las 7 de la mañana la bandera estadounidense ondeó en Palacio Nacional en el Zócalo de la Ciudad de México, la historia de lo sucedido es harto conocida y en todo caso este no es el lugar para relatarla, solo baste decir que algunos “mexicanos” se alegraron de y colaboraron para ello.

En 1864 Maximiliano fue proclamado emperador de México; para que un archiduque austriaco lo fuera es que antes hubo un  grupo de conservadores mexicanos que acudieron obsequiosos a Trieste, Italia a ofrecerle la Corona mexicana; mientras que el gobierno constitucional encabezado por Benito Juárez se encontraba establecido en Monterrey. Maximiliano y los colaboracionistas mexicanos que lo trajeron gobernaron las zonas de control que pudieron bajo un régimen de facto.

No tan lejos, en 2019, Gabriel Quadri, el opositor diputado electo en Coyoacán, sugirió que “Si México no “cargara” con los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas sería «un país de desarrollo medio y potencia emergente». Baste decir que algunos “mexicanos” coinciden con él en la conveniencia de desmembrar al país, de hecho votaron a favor de su diputación en contra de la de Pablo Gómez y con sus votos colaboraron para que el panismo ocupara la alcaldía coyoacanense.

De vez en vez, voces de los estados del norte del país promueven la separación de algunos de estos de México, desde Baja California cruzando todos los de la frontera hasta Tamaulipas (sin obviar el inefable, seco y téslico Nuevo León) e incluyendo, pues ya encarrerado el gato, Sinaloa y Durango. Afortunadamente, hasta hoy,  son meros colaboracionistas en potencia.

El wanabi mexicano del post neoliberalismo (es decir de 2018 a la fecha) se expresa de muchas formas en su deseo de que México sea parte de Estados Unidos; se ven reflejados en el “éxito económico” (sic) de ese país, aplican lo que llaman su whitexicanismo como visión idónea de conquista social, no como latinos viviendo allá -a quienes por supuesto no entienden y desprecian- sino como tú a tú con el gringo, red neck, drogadicto y racista con quienes se identifican mejor. Su sentimiento colaborativo del yes sir, yes sir, vive en sus sueños húmedos de ser colonizados.

Regreso a contarles el final feliz con Maximiliano: En 1867, tres años después de su llegada a “gobernarnos” fue fusilado por órdenes de Don Benito Juárez en Querétaro junto a sus colaboradores los Generales Miramón y Mejía. Existe un documento oficial en el que Juarez explica su decisión: el “Manifiesto Justificativo de los Castigos Nacionales en Querétaro”, dice ahí que el motivo principal por el que decidió terminar con la vida del emperador, fue para demostrar al mundo que ninguna casa imperial podía acabar con la soberanía nacional. De esa manera, mostró que las consecuencias serían duras y firmes para todo aquel que quisiera atentar contra la democracia y el sistema político mexicano.

A México le ha costado sangre, dinero y vidas ser independiente, soberano y libre; lo que puede parecer palabrería de libro de civismo tiene una profunda implicación en el ser mexicano. El mexicano nace, se hace, siente, vive, transpira su mexicanidad y sobre todo late en ella. El amor a México se da de muchas formas y maneras, incluso hasta de la forma en que la costarricense Chavela Vargas pensaba: “Los mexicanos nacemos donde nos da la rechingada gana”

En la coyuntura electoral de Estados Unidos, las huestes del Partido Republicano están desatadas, una vez más usan a México como caballito de batalla; así como Trump alardeaba con su muro, ahora un tuerto senador, Dan Crenshaw, marinerito gringo que participó en las invasiones en Irak y Afganistán, que como buen conservador se opone a medidas contra el cambio climático; que siendo él inmigrante en Estados Unidos (nació en Escocia) favorece también un muro y la deportación de los “ilegales” de su país y ahora, para fines del momento de posicionarse para las siguientes elecciones: propone usar a las fuerzas armadas estadounidenses contra los cárteles de la droga en México, señalándolos de responsables de la crisis de opioides de su nación.

El tuerto en cuestión recibió una durísima respuesta por parte del presidente López Obrador, la dirigió a él y a varios otros políticos de extrema derecha que se sumaron a las ofensas a México y promotoría de intervención: entre otras cosas les dijo: Ya basta de hipocresía, “¿O qué ha hecho ese senador para evitar que se vendan las armas de alto poder en las armerías y hasta en los supermercados de Estados Unidos? Porque el 80 por ciento de las armas de alto poder que utilizan las bandas de la delincuencia en México las adquieren en Estados Unidos y no hay ningún control. ¿Qué ha hecho este senador? No sé, pero hay algunos senadores que hasta reciben dinero para sus campañas de las fábricas de armamento en Estados Unidos. Entonces, ya basta de hipocresías y estar viendo nada más la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio». Y le advirtió: “No es injerecismo, ¿eh?, es nada más ponerlo en la lista para que nuestros paisanos lo tengan presente cuando haya elecciones, porque es un senador que no quiere a México, que está en contra de nosotros, de los mexicanos. ¿Qué pasó?: Que unos días después el gobierno estadounidense envió a una comitiva a hablar con López Obrador, ante la firmeza del presidente mexicano, no los quedó más que venir a decirle que ese senador no representa la voz de su gobierno, que respetan la soberanía de México etc. etc.

Pero, para seguir hablando de colaboracionismo ¿Qué pasó aquí en México? Que los opositores panistas y demás grupos de derecha se pusieron del lado del tuerto; ya se vieron invadidos, colonizados y celebrando por deshacerse del «pata rajada de Macuspana». De neo fascistas convencidos pasaron muy pronto a oportunistas migajeros; ya se vieron limpiando sus jardines y sirviendo sus mesas, ¡ah no!, me equivoqué, ellos se vieron presidiendo sus mesas de consejo y jugando golf con John, Debbie, Mike y hasta con Dan. De repente se vieron “very beautiful people”

Ahora que los reaccionarios se organizan y salen a disfrazarse de colores, ahora que han perdido la vergüenza al comprobar que su mercadotecnia tiene eco social entre la clase más ignorante y conservadora de México y que recurrir a la calumnia y al odio, y mostrar abiertamente su desamor al país les da un sentido de pertenencia entre ellos mismos, lo que les faltaba les llegó caído del cielo: gringos reaccionarios y neofascistas (tal para cual) hablando de invadir México; y los de aquí como mi perro: moviendo la cola de gusto por verme llegar o por acercarle una croqueta. (En mi perro es naturaleza, en ellos es desvergüenza)

La resistencia de los conservadores mexicanos a la pérdida de indebidos privilegios no desaparecerá de la noche a la mañana, ya lo sabemos, por lo mismo también sabemos que el 2024 y el 2030 los seguiremos teniendo acotados en su esquina(tenemos que), porque: Remover los cimientos de la cultura neoliberal en que crecieron, de la que aprendieron y en la que se enquistaron, exigirá mucho tiempo. Su resistencia, además, es versátil y cambiante: se convierten en víctimas los victimarios, en demócratas los aprendices de dictador, en buenas gentes los hijos de puta, en mexicanos los vende patria. Si nos descuidamos nos venden el país.

Remember Maximiliano.

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4T, Oposición, Política

Ni hoy ni nunca

«Sus cañones son los medios de comunicación de masas, sus proyectiles, las ideologías.»

Luis Britto

Que nadie dude que pronto habrá más marchas, ya le agarraron el modelo, los visten de colores y les dan un tema, no importa cuál, no importa si es mentira; estos marchantes que no saben cuestionar y no tienen capacidad para preguntarse ¿Qué defiendo?; apoyan a Calderón y al narcotráfico, apoyan la corrupción, apoyan el clasismo, están en contra (mientras con la otra mano se benefician) de los apoyos sociales. #todossongarcíaluna #todossonloret #todosencontradeMéxico…

¿Qué dicen que defienden?

Lecciones de la marcha rosada: La marcha del domingo pasado “en defensa del INE” es muchas cosas pero, curiosamente, nada en congruencia con las propuestas de ley para modificar el accionar de ese instituto, corrijo, sí hay algo que lo relaciona: el color del logo institucional volcado en la parafernalia del ajuar que le correspondió usar en esta ocasión a los marchistas. Al INE no se le “defendió” marchando, se usó su nombre como tema para reunir al movimiento anti-amlo; los organizadores aprovecharon la polémica desatada por los consejeros –que no quieren renunciar a sus ilegales ingresos y que han sido los primeros en agraviar la democracia que tanto cacarean– y la sumaron con la ignorancia -claramente demostrada-  de la mayoría de los que se reunieron en el Zócalo. Calificar de ignorancia no es peyorativo, es descriptivo; ningún entrevistado pudo articular las razones de su caminada defensa al INE, si no fuera repetir las mentiras que los medios les han enseñado y su cantaleta de que amlo es dictador, que el “cacas” acabó con el país, que no es propio de la religión lo que el gobierno hace (sic) etc.  Es vergonzoso para el país, el bajo nivel de argumentación que, los que se dicen estudiados, pudieron expresar, penoso, muy penoso, habla muy mal del sistema educativo en el que se (de)formaron. Ya, si no quieren a la 4T de acuerdo, pero que no se exhiban en un pobrísimo discurso que sí nos da abundante material para burlarnos de la oposición conservadora pero que hace alarde de que las neuronas no están de su lado.

La 4T intentó, el año pasado, cambios constitucionales para disminuir diputados y senadores plurinominales (aquellos por los que nadie vota), disminuir el gasto partidista en años no electorales, disminuir el gasto ostentoso y elevado de la casta dorada de sus dirigentes y que los consejeros fueran elegidos por los ciudadanos a propuesta de los 3 poderes y no por los partidos, para aquello de no ser juez y parte. Los cambios no pasaron, los votos requeridos (dos tercios para modificar la Constitución) no le alcanzaron a la 4T. A continuación se intentó hacer cambios en las leyes secundarias (ya no en la constitución), lo que se conoció coloquialmente como Plan B: un plan con un alcance muy limitado que busca ahorrar recursos en la organización de las elecciones y prohibir la compra del voto. Para estas modificaciones en las leyes sí alcanzaron los votos, por lo que el Plan B fue aprobado el 22 de febrero, días antes de la marcha.

¿Y la narrativa que se construyó para sacar a la gente a un mitin  “en defensa del INE” para evitar que pasara el plan B cuando ya había pasado? En esos mismos días en que se aprobó legalmente el plan B, en una Corte de Estados Unidos fue sentenciado el mano derecha del panista Felipe Calderón: García Luna, culpable de todos los cargos de que se le acusa, uno de los convocantes de la marcha fue precisamente Calderón y el panismo en pleno. A inicio de año hubo cambio en la presidencia de la Corte, la oposición, en una arriesgada apuesta contra la institución y la democracia, puso en la presidencia a la ministra conservadora Norma Piña, les alcanzaron sus votos para ello, después de la aprobación del plan B los partidos acudirán a esta misma Corte a ampararse e inconformarse. Ya veremos si no hay una liga entre estos elementos.

En la 4T debemos extraer como lección que la reconstrucción del país es, ahora y siempre, sin el tipo de ciudadanos como los que fueron a marchar, el trabajo a hacerse en México es sin ellos, la manipulación y las creencias que asumen de la estrategia sembrada y reiterada de odio contra el presidente López Obrador y su movimiento les llena su entendimiento, no tienen cabida para razonar más.  Están fuera de cualquier posibilidad de apoyar a la Cuarta Transformación, mucho menos al gobierno del Presidente López Obrador. México les importa un cacahuete.

En la 4T tenemos muchos agravios contra el INE, sin embargo cualquier intención ha sido puesta sobre la mesa y ha seguido proceso de ley, los cambios que buscaban mejorarlo en beneficio de todos no pasaron, los cambios menores para por lo menos dejar de gastar un poco sí; el INE, desde hace muchos años, dejó de ser el árbitro, es parte de la oposición, si alguien tiene duda la historia reciente está llena de ejemplos:

  • Antes de las elecciones de medio término en el 2021, el INE trató de suspender las conferencias mañaneras aduciendo que eran propaganda de gobierno, tuvo que ser el TRIFE quien le enderezó la plana aclarando que la comunicación gubernamental no la podía tocar, así es, sí el árbitro INE en función de censor contra la 4T.
  • Este árbitro también quiso modificar las reglas en que se validan los votos de las coaliciones vs partidos; queriendo violar la Constitución en su artículo 54 para que Morena no pudiera construir su mayoría; también fue echado para atrás porque otro artículo de la Constitución prohíbe cambios 90 días antes de que inicie un proceso electoral.
  • 49 candidatos de MORENA fueron sacados de las listas de votación con pretextos de no haber llenado correctamente sus reportes de gastos (lo que no era necesario hacer o en otros casos podía solventarse con una llamada de atención o multa) mientras que el árbitro no vio pasar flagrantes delitos de otros partidos.
  • No vio por ejemplo el dinero sucio de Odebrecht en la campaña de Peña Nieto.
  • No vio tampoco la Operación Zafiro con la que gobernadores priistas y panistas extrajeron dinero público para campañas políticas.
  • No vio la Operación Berlín de Enrique Krause y empresarios asociados que gastaron millones de pesos en campañas anti amlo.

Todo lo anterior y mucho más que requiere de mayor espacio, nos cuenta la tétrica y anti-democrática historia del actuar del INE, lo mínimo que se puede apreciar es que NO es árbitro, es parte. Esa es la razón de la defensa que hacen del organismo los ya conocidos dueños de la oposición, no es novedad.

Lo que sí es novedad es que el daño que le han causado a personas, como los marchistas por ejemplo, parece ser irreversible, los han estupidizado usándolos para continuar sus fechorías y que éstos en su nulo raciocinio vayan a las calles a defender lo que también les debería agraviar, lo que nadie está atacando fuera de lo que la ley permite, lo que si cambiara haría un México mejor en beneficio de todos.

No contamos con ellos.

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Calderón, Moral pública, Oposición, Panismo, Partidos políticos

¿Por qué el peor?

Hay grandes diferencias entre malo y peor.

Sumó, a la continuidad de las políticas del neoliberalismo -con su consecuencia de empobrecimiento y desigualdad- la tragedia humanitaria ocasionada por su papel como capo protector del grupo narcotraficante más grande en la historia del país. Nada más.

En mi columna pasada, “El calderonato”  (https://dedogmasyrenuncias.com/2023/02/11/el-calderonato/ ) dije como una de mis conclusiones: “Bien se puede considerar el suyo, el peor gobierno y gobernante en la historia moderna de México”.  Un par de personas me hicieron saber que no coincidían y que consideraban que la argumentación de mi escrito no era suficiente -supongo que su referencia iba en su muy personal comparación con el resto de los presidentes del periodo neoliberal- aunque también sospecho, porque no me chupo el dedo,  que querían meter en la discusión a la presidencia de López Obrador. Sin embargo como su no coincidencia fue solo eso y no un mayor razonamiento (lo que no me sorprende, porque lo suyo, lo suyo, no es argumentar) intentaré ampliar cómo es que llego a esa conclusión.

Felipe Calderón fue el segundo presidente del panismo, llegó al cargo a través de un fraude ampliamente documentado, en el que no me detendré; así como el priismo se agotó a lo largo de 70 años en el poder y dio paso a un producto llamado Fox, el panismo encabezado por el espurio presidente dio paso al regreso de otro producto comercial esta vez llamado Peña Nieto. Es decir que Felipe Calderón en 6 años de gobierno regresó la presidencia al priismo, no tuvo la capacidad siquiera de mantener esa posición para su partido. En la fraudulenta elección que le llevó al poder en el 2006 los votantes que le asignó el INE fueron de casi 15 millones, en las elecciones siguientes el PAN tuvo menos de 13 millones.

El neoliberalismo mexicano que inicia con Miguel de la Madrid en 1982 aunque cuaja con Carlos Salinas y concluye con Peña Nieto en 2018 es responsable del empobrecimiento de la mayoría de mexicanos. No es una opinión, todos los datos disponibles lo confirman, veamos:

La estrategia neoliberal se empieza a instrumentar en Latinoamérica a finales de los años 70, en su preparación y de acuerdo a los lineamientos del Consenso de Washington, jóvenes economistas y abogados son “preparados” en universidades norteamericanas para que regresen al país a implementar las políticas que les dictan los organismos financieros internacionales: libre actuar de las “fuerzas del mercado” como el gran solucionador de las distorsiones económicas,  las decisiones económicas a cargo del sector privado, la desaparición del Estado de Bienestar, la desregulación, y finalmente, la expropiación de la riqueza nacional a manos de unas cuantas empresas trasnacionales acompañadas por las élites locales.

A partir de la “caída del sistema” en 1988  que impone a Carlos Salinas en la Presidencia entra al juego político nacional el crimen organizado trasnacional como factótum de gobierno; es ahí cuando con cambios en la Constitución y con controles autoritarios se impone la Reforma Educativa que privatizó la educación y mandó al desempleo a miles de profesores; cuando se permitió que capitales extranjeros y grandes empresas trasnacionales explotaran el campo al modificar el 27 constitucional desplazando a miles de campesinos de sus comunidades ante la imposibilidad de competir con las grandes empresas monopolizadoras. Es también en ese periodo cuando se privatizan las telecomunicaciones, la minería, la siderurgia, la banca y las pensiones. Solo con esto el gobierno de Salinas (ilustre economista de Harvard) podría considerarse el peor, pero ahí no acaba la historia, le siguió Zedillo.

Ernesto Zedillo (el aún más ilustre economista, pero esta vez de Yale) fue feliz tan solo por unos días, apenas unas semanas después de su toma de posesión, en lo que se conoce como “el error de diciembre”, se le cayó la economía. (Lo que se sabe es que recibió cifras maquilladas para disfrazar la crisis económica que ya causaba desde entonces el neoliberalismo) Ese errorcito causó un empobrecimiento generalizado para los trabajadores y sus familias que sumado al “rescate” de los banqueros en el llamado Fobaproa bien lo pueden poner como candidato al premio del peor. Pero momento, porque llegó Fox.

No obstante la mercadotecnia que impulsó a Vicente Fox como representante de la alternancia, siempre se supo que su gobierno no significaría una ruptura con el modelo neoliberal, de hecho sus decisiones abundaron en la destrucción de PEMEX al abrir los negocios del petróleo mexicano – y con ello parte fundamental del presupuesto nacional- a empresas trasnacionales. Su entreguismo significó miles de millones de dólares de pérdida de ingresos petroleros, muchos de ellos robados por los grupos políticos en el poder, que profundizaron la pobreza. Otro gran candidato al título del peor, pero pácatelas, que llega Calderón.

Antes de hablar de Calderón es bueno recordar estos datos: En el periodo de 1935 a 1982, es decir los casi 50 años anteriores al neoliberalismo, el producto interno bruto de México creció anualmente en promedio de 6.1%, el del periodo neoliberal de 1983 a 2018 que incluye a De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto (sí el mismísimo periodo de los “brillantes economistas de las “mejores” (sic) universidades del mundo) el 2.3%. Y el producto interno bruto per cápita en el periodo previo a tanta inteligencia en el gobierno fue de 3.2% y en el periodo neoliberal 0.7%. De estos datos surge una premisa: la economía en manos de los gobiernos neoliberales empobreció al país, y aunado a ello amplió la desigualdad concentrando la riqueza en pocas manos. Antes del neoliberalismo la economía mexicana era mayor a la de China, después de ellos pues… ya sabemos.

Calderón, al igual que Salinas, llegó a la presidencia por la vía del fraude, en su gobierno amplió las concesiones mineras y el desfalco y destrucción de PEMEX (recordemos que a las empresas a quienes regaló el sector energético es a donde se fue a “trabajar” al finalizar su sexenio), reprimió ferozmente al Sindicato de Electricistas y cerró Luz y Fuerza del Centro enviando a miles de trabajadores a la calle; legalizó la subcontratación y el outsourcing a través de su reforma laboral, con lo que precarizó el trabajo y las prestaciones sociales de los trabajadores; abrió las puertas de par en par al intervencionismo de Estados Unidos y sus agencias de espionaje a través del plan Mérida; en resumen destruyó lo poco que quedaba de bienes nacionales para hundir a México en la dependencia económica de otros países. Con esto entra a la candidatura de peor, pero nos falta todavía el culmen de su actuar: sumergió a México en  la tragedia.

Pocos días después de tomar posesión, Felipe Calderón declaró –entrajado en una casaca militar- la guerra al crimen organizado. Hoy sabemos que fue una ficción para que, acompañado de Genero García Luna, formaran el cártel de narcotraficantes más poderoso de México. El saldo del juego de guerra del criminal presidente es: más de 500 mil personas asesinadas, muchas de ellas en su gestión y muchas otras posteriormente como consecuencia de la generación de violencia en todo el país; miles de personas desaparecidas, miles de personas desplazadas, dejó un país en llamas que 10 años después apenas comienzan a apagarse. Calderón representa el peor gobierno porque no solo continuó lo que todos los presidentes del periodo neoliberal hicieron: empobrecer y saquear al país, en eso todos fueron iguales, la diferencia es que su gobierno además representa la debacle ética y política.

Le siguió Peña Nieto, el sexenio de Hidalgo (como símil de año de Hidalgo en que los gobernantes se roban todo lo habido porque saben que se les acaba la teta presupuestal), porque con él se acaba el neoliberalismo como política económica de gobierno. Si su sexenio no fuera una trágica descomposición de corrupción y frivolidad, sería un chiste. El presidente chulo, saqueador y vividor refugiado en España tan solo es consecuencia existencial del desgobierno de Calderón que le abrió las puertas de regreso al priismo de la mano de un producto televisivo que engatusó a millones de votantes.

Sí, Calderón es el peor, por mucho.

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Calderón, Corrupción, Moral pública, Periodistas, Políticos mexicanos

El calderonato

Mal empezó, mal acabó, en el camino nos jodió.

Del diccionario de la realidad mexicana: Caldero Hijos y –nato de la chingada.

1. m. Periodo sexenal entre 2006 y 2012 en que el Estado mexicano se fusionó con el narcotráfico.

2. m. Movimiento político de carácter depredador y corruptor que se desarrolló en México, y que se caracteriza por el entreguismo a las élites económicas y la cooptación de los medios de comunicación.

3. m. Doctrina cuasi fascista, autoritaria y antidemocrática encabezada por Felipe Calderón y el Partido Acción Nacional, de graves consecuencias económicas, políticas y sociales para México.

“Haiga sido como haiga sido”, así llegó. Por una puerta trasera apareció a su toma de posesión, recibió la banda presidencial de manos de un torpe presidente que fue tan mal gobernante que tuvo que organizar un fraude para pasar la estafeta a un miembro de su mismo partido.

Los dos sexenios panistas, el de Fox y Calderón se caracterizaron porque en cada uno de ellos sus presidencias rápidamente tocaron fondo: cuando se pensaba que después de la de Vicente Fox -que llegó con un enorme bono democrático, con credibilidad por parte de sus votantes y apoyo por haber sacado al PRI de Los Pinos-, y que sin embargo, muy pronto dilapidó su capital político para convertirse en el bufón de cartonistas, columnistas y de la población, no podía haber un gobierno peor, zas, llegó Calderón.

Vicente Fox es quien inicia el calderonato porque él es quien permitió el fraude electoral que llevó a Los Pinos a Felipe. El brazo político del panismo no alcanzó a que los votos de la “gente bien y bonita” que dice representar, fuera suficiente para un triunfo limpio frente a López Obrador; fue necesario la bribonada que avaló el INE y el Tribunal Electoral para evitar abrir los paquetes electorales y limpiar la elección, a cambio declararon ganador al michoacano con apenas el 0.56% más de votos que el tabasqueño.

¿Y quién es quien llegó? La familia Calderón vivía en Morelia en los años 70, siempre fueron señalados como conservadores de ultraderecha, mochos y reaccionarios; ese fue el entorno del niño Felipe.  La escritora Olga Wormat explica en su libro “Felipe, el Oscuro” (Editorial Planeta) que Calderón forjó su personalidad “en un ámbito de ausencia paterna, violencia intrafamiliar, discriminación y derrotas”. Un panista cercano a él y amigo personal de su padre como lo fue Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, dice del expresidente: “Fue un mal hijo, un neurótico con inclinaciones violentas”. Otro reconocido panista, Jesús González Schmal relata por qué las cosas salieron tan mal con Calderón, dice: “Tiene que ver con su personalidad; además se rodeó de advenedizos que no tiene formación, mediocres y pillos que llegaron al poder para hacerse con el botín. Son los neo panistas que invadieron el partido. Felipe prefiere rodearse de mediocres que le digan a todo que sí, que lo adulen, porque no tiene capacidad autocrítica” y abunda: “Es un hombre débil y visceral… Felipe tiene una gran pobreza intelectual, por eso es tan autoritario”

El resultado del gobierno de Felipe Calderón se puede contabilizar, de entrada, en las miles de víctimas inocentes que dejó en una fallida “guerra” contra el narcotráfico, que -hoy se confirma en una corte de Nueva York- fue inventada para cubrir su necesidad económica y personal, para sentirse el «machuchón» de algo (posiblemente por esa necesidad de la que careció en la infancia, de ser reconocido por alguien, particularmente por su padre).  Del PAN es que salieron Calderón y antes Fox y -en ambos sexenios- Genaro García Luna como vaso comunicante y omnipresente operador de ésta pandilla azul dedicada a la delincuencia. No hay panista que se excluya, ya sea por participación o por hacer como que no vieron y no escucharon. Felipe Calderón reiteradamente dice categórica y más bien calderónicamente que desconocía las actividades de su mano derecha, hombre de confianza y poderoso secretario de seguridad hoy juzgado en Estados Unidos; obviamente es de los que cree que, aparte de unos cuantos groupiesque le siguen, los mexicanos nos chupamos el dedo.

Y sin embargo, en este juicio ha salido a la luz lo que todos sabíamos y que la mayoría de los medios de comunicación mexicanos ocultan: Que Felipe Calderón, Genaro García Luna y sus cercanos son quienes representaban a uno de los bandos, el del cártel de Sinaloa -el mismísimo del Chapo Guzmán-. Felipe Calderón fue presidente del narco estado mexicano que formó en su sexenio (2006-2012) a la par que jefe de mafia, siempre tuvo dos cachuchas. Habrá que ver más adelante si no era el segundo y García Luna el verdadero capo dei capi, no (podemos descartar nada ante el ocultamiento mediático de los sexenios panistas y el de Peña Nieto.

Tampoco supo Felipe Calderón, dice él, del enriquecimiento inexplicable de García Luna, de las empresas fantasmas, de los paraísos fiscales en los que ocultaron el dinero, de los cientos de millones (por lo menos detectados ya 700 millones de dólares) extraídos fraudulentamente de las arcas del gobierno.

Felipe Calderón quiere jugar con la ignorancia de sus allegados y creyentes; lo que no queda claro es si sí será su decisión que se le juzgue por narcotraficante o pasar como un imbécil que no se enteró de nada de lo que sucedía en su gobierno. El juicio en Estados Unidos ya abrió la puerta a que conozcamos no solo al Felipe presidente corrupto, al que decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro dejando en la calle a miles de trabajadores, al que solapó a sus familiares responsables de la muerte de 49 niñas y niños en la guardería ABC en Hermosillo Sonora, al que hundió la política petrolera y energética para favorecer a empresas extranjeras en las que al salir del gobierno trabajó; sino que se le conozca también en su función de narcotraficante.  

Esperemos que resuelva la justicia, la de Estados Unidos, la de México, o la que lo alcance tarde o temprano; se acabó la historia del mejor presidente como le gusta llamarle a trasnochados poco leídos y a wanabis de la postmodernidad; sólo fue el mejor presidente para los narcos, y más en concreto para el Cártel de Sinaloa.

El criminal Calderón causó una tragedia nacional al iniciar, para su propio fin y beneficio económico, una guerra entre los cárteles de droga de los que de uno de ellos él era el jefe y su subalterno García Luna el gerente. Bien se puede considerar el suyo, el peor gobierno y gobernante en la historia moderna de México. El calderonato (calderonarco como bien le dice Rubén Charvel) no es sólo el periodo del tiempo en que se desarrolló, sino es también la mentalidad, entreguista, corruptora y delincuencial sembrada en parte de la ciudadanía, hoy bien representada en la oposición. Serán años los que se necesiten para limpiar el estercolero provocado por el panismo, que aún hoy, aplaude al criminal «Chaparrito, peloncito de lentes, hipócrita, oportunista, coludido con criminales, corrupto y causante de miles de muertes de mexicanos» como le llamó el también panista Manuel Espino.

De una personalidad como la del nefasto expresidente, no esperemos nada, no habrá disculpa pública, que ni siquiera le sería suficiente a la descomposición social sufrida; él huyo a España y difícilmente regresará salvo que el panismo lo cobije con fuero de senador o diputado en las elecciones del 2024. (Si lo permitimos)

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4T, Oposición, Políticos mexicanos

La doctorante, el doctor y el padrote.

¿A quién le vamos a partir su madre?

Sandra Xantall Cuevas

Apelemos al humanismo. Todos conocemos personas que vienen de la pobreza más absoluta y que sin embargo muestran una altura inteligente, moral, humana, y una sapiencia aprendida en su propio entorno, no modificado por la banalidad y el esnobismo. Y también hay doctorantes y doctores.

I.- Tengo maestrías, soy doctorante, estudié en 10 países, por lo tanto: No estoy presumiendo de ser superior; simplemente les recuerdo que  ustedes son nada y que yo les voy a partir su madre bola de piojosos sin doctorado, no son personas de trabajo ni estudiadas; y se me van de aquí porque ya va a llegar el arzobispo que viene a solaparme, no  perdón a exorcizarme, no perdón a bendecirme. Y que no se les olvide, yo vengo desde abajo, ¡me hice sola!, nocierto sí tengo padrote pero y qué, AMLO qué, qué estudió él, perdón pero quién es ese que ni doctor es, hay niveles. Yo sí visto de Chanel, Gucci o de poli como cualquiera que tiene sus doctorados, y ya mucha explicación, órale ya váyanse a chingarle.

II.- Yo sí soy doctor, incluso debato con Denisse aunque luego me chamaquea y no baila conmigo; tan me vendí bien como doctor, gracias a mi padrino en MORENA, que conseguí chamba en una importante organización internacional de seguridad social en la que participa México, tuve que renunciar porque desvié recursos para cubrir gastos ostentosos –por aquello de que quiero ser como Zuckerman y sus amigos (ya me vi) – y para meterle lana a mi campaña para ser presidente en MORENA porque ahí hay puro ignorante iletrado que necesita guía como la que mi inteligencia puede dar; no obstante el quemón que me dí, en mi calidad de doctor (y no porque le miente la madre al presidente y su gobierno un día sí y otro también) participo en mesas redondas y programas de televisión. Ustedes no porque no son doctores, porque a ustedes no los cita en redes sociales XGonzález y sus secuaces, y además porque a mí la oposición que viaja dentro del caballo de Troya me necesita porque en la jungla de los “listos” yo soy el rey.

III.- Yo, desde mi sitial elevado, tan alto tan alto, tengo a mis chamacos doctores golpeando al movimiento del que mamo. Yo soy el padrote de estos estudiados, dignos y brillantes perfiles que en el futuro dirigirán el país, jaja es broma: son mis chamacos para golpear al presidente y la 4T pero son desechables, no tienen el glamour que las buenas conciencias de este país quieren, y a ellas me debo. Porque, oye, ¿cómo que yo, que también soy doctor, y que fui delegado en la misma alcaldía que la doctorante, gobernador, y hoy soy senador y fuente de luz en la política mexicana no pudiera estar del lado del golpismo suave de la intelectualidad y sapiencia de los conservadores? Yo, que con mi engolada voz les digo: Yo represento el resurgimiento de los “científicos porfiristas”, yo soy la mano que mece la cuna del poder; yo soy el merecedor del futuro, porque soy doctor y soy el padrote de doctorantes y doctores a mi servicio, ¡a ver, mátenme esta!

Y es así como entre doctores y doctorantes nos hemos llenado de sabiduría en México, nos damos el lujo de tener hasta un gobernador, allá donde la carne asada, ¡con tres doctorados!, cáspita, recórcholis, repámpanos como decía el pato Donald y la pequeña Lulú, tres, no uno o dos sino tres.

“Se necesita ser muy vulgar para definir la vulgaridad” decía el filósofo y escritor inglés Chesterton, conocido también como el “príncipe de la paradoja”. Así que sé que hago un ejercicio de vulgaridad al hablar de estos a quienes me refiero arriba, y sigo:

La vulgaridad aún vestida de seda, vulgar se queda. Es difícil pensar que una postura vulgar se dé sólo en un ámbito determinado, se da en todo y los casos de nuestros monos vestidos de seda tan solo coinciden es que son políticos coetáneos a la 4T. ¿Quién los usa y para qué? ¿Quién es el titiritero que maneja a su titiritero?

Por alguna razón, alguien cree que a la 4T se puede entrar eructando, que la provocación y la “rebeldía” es el camino para posicionarse en el movimiento de transformación que hay; y ese alguien cree que la mejor manera es no usar al “peladito” sino al “doctor”, algo así como que le dé más seriedad y caché al discurso de odio.

En México hay poco más de 400 mil personas con estudios de doctorado, deben sentirse muy avergonzados que tres lacras se ostenten como tal para usar el grado académico como ariete de suficiencia y soberbia. Estos tres ególatras incontrolados que se creen únicos y exclusivos, deseosos de llamar la atención, representan esa generación arribista que -sobre un ladrillo-se marea al primer soplido.

Son yo, su yo, viven del yo, ¿y a quién le importa dirán algunos?, bueno pues sí importa porque los políticos tienen una responsabilidad social y la gente que actúa así, vulgarmente, no asume responsabilidades. Estos tres y su entorno se equivocan si creen que alguien piensa: “tú eres de los nuestros, estamos contigo”.  No en la 4T y tampoco en la oposición porque pues no, no son como ellos, los monos aunque se vistan de seda se quedan de monos, les recuerdan pitorreándose de su arribismo.

La preparación educativa, la experiencia, la cultura, el conocimiento empírico no son excluyentes, más bien todo lo contrario, son «para», para el otro, para los demás, para servir. Tantas aristas que tiene el humanismo y estos doctorazos tan arrogantes e imbuidos en su egolatría, no pueden ni siquiera entender de qué va la transformación.

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Calderón, Corrupción, Desmemoria, Silencio, Omerta

Ya lo sabíamos

La mafia no es sólo una organización criminal. No es sólo gente con pistolas. Es un sistema de poder que se convirtió en el sistema político y legal.

Leoluca Orlando, alcalde de Palermo, Sicilia.

Como en los casos más sonados en que se ha juzgado a los grandes mafiosos del mundo, hoy le toca su parte a los excelsos pandilleros mexicanos; así como hace pocos años fue el Chapo (aquél que se le “fugó a Fox), hoy es García Luna (aquél que regenteó por 6 años la seguridad (re contra sic) mexicana a la par que los negocios del narco-panismo. No hay mucha diferencia de lo que sucede hoy con éste mexicano en el banquillo de una corte estadounidense con los casos de los Gambino de Nueva York, la Cosa Nostra de Sicilia, el famoso traidor Buscetta de la Ndranghetta italiana; la justicia y la traición van de la mano, una vez que sus cómplices “cantan”, se les agota la fiesta.

En el juicio al exsecretario de seguridad, mano derecha, hombre fuerte y cómplice del presidente Felipe Calderón se exhibe, públicamente en el extranjero, de manera vergonzosa a México por hechos  del sexenio de la mafia panista. Mientras tanto, aquí los medios de comunicación tradicionales hacen como que la virgen les habla, ven para otro lado y, en el mejor de los casos, presentan la noticia romantizando que el presunto criminal que ocasionó la inacabable tragedia de violencia mexicana-siempre bajo el mando del ex presidente-  le mandó un beso a su esposa al llegar a la corte neoyorquina.

Que los medios de comunicación mexicanos soslayen una de las noticias más importantes que explica el deterioro institucional y de justicia de este país; que los medios tradicionales mexicanos no estén cubriendo la noticia en sitio tan solo nos deja ver que se saben enjuiciados también, saben que se habla de ellos, saben que mientras acusan a García Luna de narcotráfico, corrupción y quien sabe cuántos crímenes más, también se habla de ellos.

Este juicio se lleva de la forma en que generalmente sucede en los procesos mafiosos en los que es de la boca de los propios integrantes de las redes criminales que relatan y comprueban los delitos de los acusados, porque rompen la omerta, ese pacto de silencio con el que se encubren unos a otros mientras así les conviene; y en este caso nos sirve por lo menos (ya que desconocemos su desenlace), para fortalecer el recuerdo de los excesos y desenfreno que son capaces de cometer quienes ya gobernaron y que pretenden regresar al poder.

Todos supimos, porque lo tuvimos frente a nuestras narices, el abrumador nivel de deshonestidad en el que se desenvolvió el panismo, de manera creciente en el foxismo hasta alcanzar una cúspide de terror en el calderonato; los vimos, los disimulamos, los sufrimos, los mantuvimos, y no obstante ello en las elecciones del 2012 se le dio paso al peñanietismo, un gobierno que si no criminal como el que le antecedió sí igual o más corrupto y deshonesto. Que no se olvide que quienes votaron a favor de esos gobiernos están siendo también juzgados en Nueva York; aunque les duela y no lo reconozcan, son cómplices por acción, omisión, coparticipación o silencio.

Para ellos, ya sea los votantes por esos gobernantes como las élites partidistas que los encumbraron, como los expresidentes, los funcionarios que cogobernaron con ellos, sus “cuates” a quienes favorecieron con los inéditos recursos del narcotráfico, lo que ahí sucedió durante esos años son sólo cifras abstractas, números que “únicamente” hablan de pérdidas humanas (que no son las suyas y por lo tanto no les importan) y de un rompimiento en el pacto social mexicano (lo que sea que eso le signifique al país porque no es con ellos pensarán); todo ello en un contexto en que empresarios, periodistas y dueños de medios de comunicación vinculados a los gobiernos de turno ganaron millones de pesos a la sombra de la tragedia mexicana. Lejos, muy lejos para ellos, queda la angustia y el dolor de los cientos de muertos y desaparecidos en la espiral imposible de contener incluso hoy.

Así que tal parece que la consigna es mejor no hablar, tirar al olvido los hechos que marcaron y persisten en México, y ¿por qué el silencio? A poco es como decía el filósofo y lingüista Ludwig Wittgenstein: “De lo que no se puede hablar, es mejor guardar silencio”. ¿Quién no puede hablar? ¿Qué lo detiene? ¿Por qué los medios callan? Y sin embargo, la mafia ya habló, la mafia mexicana que acompañó y enriqueció al panismo está hablando, serán decenas de voces las que relaten cómo fue que tejieron las relaciones de negocio con las autoridades más altas del gobierno mexicano en los sexenios ya conocidos como la docena trágica.

Al ser desvergonzadamente desnudado el sexenio panista, nos permitirá ver cómo es realmente la política en su interior cuando es dirigida por delincuentes que dejaron ver públicamente la calaña de sus componendas, los negocios delincuenciales que persiguieron y la corrupción a la que subordinaron a las instituciones (que hipócritamente dicen hoy defender), en las siguientes semanas se hablará de la mafia que convirtió a la nación en su rehén para poder saquearla impunemente; la misma que transformó al Estado en un Estado pandillero.

Vale la pena estar atento a lo que suceda las siguientes semanas, conocer -de su propia boca- las narraciones de los que participaron en la “guerra calderonista”.  La función ya comenzó, tan es así que Calderón ya se “fugó” a España, esa España que hoy se ve convertida en el basurero de políticos corruptos de todo el mundo. Tomen sus butacas, disfruten sus palomitas, disfruten ver como caen públicamente las máscaras del conservadurismo mexicano solapador del narcotráfico.

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4T, AMLO, Historia, México, Política

Si no quieren ver, que no vean.

La izquierda siempre es perfectible, la derecha no, la derecha es la mejor posible: estúpida, arrogante, cumple cabalmente con lo que debe ser.

Monsiváis?

Qué momento tan interesante el que estamos viviendo, uno de gran transformación en México. Se rompen los paradigmas: que teníamos que ser pobres, que ser indígena es vergonzoso salvo para la foto/suvenir, que los derechos son solo para unos, que la economía solo funciona bajo las reglas del FMI y del BM, que lo que digan los vecinos del norte es ley, que las obsoletas monarquías son sinónimo de democracia, que los funcionarios públicos -por el hecho de serlo- tienen el derecho a enriquecerse con recursos públicos.

Qué gran momento, como efecto dominó han ido cayendo cada una de esas creencias sembradas por décadas en la psique de nuestra sociedad.

Y sin embargo, a pesar de que cada vez se comprueba que ese discurso es anacrónico y oxidado hay quienes no quieren ver, hay quienes quieren creer que el pasado fue mejor y que a él hay que regresar.

El otro día pensaba cómo es que hay un diálogo tan enfrentado (cuando no imposible) entre los opositores a este gobierno y la gran mayoría de ciudadanos que si le apoyan. ¿A qué se debe?

Me sugerí varias ideas, conformismo…, conveniencia…, pérdida de privilegios…, clasismo…,  sí en muchos casos pero ¿y en muchos otros?… porque obviamente tenía que haber algo más:

¿Han hablado con ellos? Dedíquenles un tiempo y tal vez llegarán a la misma conclusión: su problema es la manera en que se (des)informan.

¿Han visto esa imagen de un comic de moda “el hombre araña” en donde el personaje le lanza su telaraña a otro igual y éste a otro igual y así varias veces? Es decir todo es entre sí mismos.

¿Han participado de esos intercambios de regalos entre grupos en donde inicia uno entregando el suyo y va pasando al otro y al otro hasta que se cierra el círculo?

¿Han jugado teléfono descompuesto? Lo que dice el primero se repite hacia el siguiente hasta que el mensaje se distorsiona al llegar al último.

Bueno pues algo así les pasa.

La información masiva que reciben es de los mismos entre los mismos. Los opositores, para vergüenza de ellos, son engañados un día sí y el otro también por los mismos cuántos informantes de quienes se han alimentado a lo largo de su vida. Los medios les dicen lo que las élites políticas quieren que escuchen, y al mismo tiempo les ocultan y/o mienten sobre la realidad.

Y estos, muchos de ellos tan fifisientos, tan estudiados, tan galardonados, viven en una burbuja de absoluta ignorancia. Podrían ver y enterarse, no quieren hacerlo, no saben cómo hacerlo y creo también que, a estas alturas, les cuesta mucho aceptar que han vivido en el engaño y error permanente.

Los medios conservadores tradicionales, con gran fuerza y poder económico dañaron conscientemente a generaciones de mexicanos. Si lo sumamos a que al mismo tiempo fomentaron la pasividad, la indiferencia, la cobardía y la falta de vergüenza y dignidad de amplios grupos (por fortuna hoy minoritarios) la receta perfecta está hecha. Son dos mundos confrontados porque tienen información completamente distinta.

Mientras en un lado hablamos (con datos duros y contrastables) de programas sociales, aumentos salariales, obras públicas, transformación del sistema de salud, tren maya, refinería nueva y mejora de las inservibles, programa sembrando vida, disminución de la violencia, libertad absoluta de expresión, caminos de mano de obra local, sólidas variables macroeconómicas, peso fuerte, soberanía recuperada -tarea titánica- después de la venta de país que gerenciaron, etc., ellos por su parte hablan de: dictadura, crisis y fin del mundo.

Pregúnteles a qué se refieren, pidan su argumentación y verán que tán tán, hasta ahí llegaron.

Y entonces, no solo no hay diálogo y entendimiento sino que, ante su falta de argumentos, como reacción, amagan con violencia, actúan con violencia, se preparan para lastimar al país.

¿Y nosotros?

Si las izquierdas no entendemos el amague de la derecha, los sabotajes a la infraestructura, los caballos de Troya en el partido Morena y en el gobierno, no estamos viendo y asumiendo de lo que son capaces. Las élites políticas conservadoras teniendo a la masa embrutecida que repite su discurso, como ya expliqué antes, mientras se dan golpes de pecho y sonríen malvadamente, siembran su estrategia electoral ofendiendo, mintiendo y estropeando la vida pública.

Ya pasamos de la “ofensa” de que nos llaman resentidos y chairos; ya entendimos que los whitexicans, fifís o como se quieran llamar, que han demostrado ser: ignorantes, violentos, clasistas, racistas y aun así nos echan la culpa de un disque polarización, no van a cambiar pronto, representa a su parte generacional torcida. No podemos olvidar que la violencia está en la raíz histórica y fundacional de la derecha, es la piedra angular de su ideología. Son parte de ese fascismo iberoamericano tan de moda.

Hay que estar atentos, eso es lo que sigue de aquí al 2024, tenemos mucho que hacer, estar alertas, identificar el discurso que parezca “bueno, centrista” para saber que no es más que de derecha de closet. No hay tal centrismo en una circunstancia como la actual.

¿Hay motivos para creer que vivimos en tiempos de estupidez? Pues véanlos, escúchenlos, ¿Alito? ¿Marko? ¿Kenia? ¿Xóchitl? ¿Felipe? ¿Chumel? ¿Vicente?  Ustedes digan.

En Los sentimientos de la Nación, Morelos escribió: “Moderar la opulencia y la indigencia”. ¿Es tan difícil ver y entender que es lo que hace el modelo transformador actual?

Llevamos 4 años de trabajo y quien no quiera ver los frutos no los verá aunque los tenga enfrente.  El cambio se produce cuando se avizora un horizonte: de libertad, de justicia o de esperanza;  los reaccionarios, por lo que se ve, prefieren mantenerse en la esclavitud que les ciega.

¿Ya entendimos la guerra mediática? Es lo que hay, viviremos con ello, hay que entenderla y responderla. De qué nos sorprendemos de que están sin idea de partido ni de país, por eso están donde están; se formaron y echaron raíces en una cultura de irresponsabilidad que hoy les pasa factura.

La lucha de hoy es distinta, de muchos contra pocos, pero esos pocos son los medios y las fuentes de comunicación.

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2022, 4T, México

Poesía

Prefiero lo ridículo de escribir poemas a lo ridículo de no escribirlos.

Szymborska

La poesía política, al igual que casi el resto de las variantes poéticas, puede considerarse como atemporal, si dos poetas en época cercana entre ellos (mediados de siglo XIX) escribían, uno, José Joaquín Fernández de Lizardi en  “La nueva tonada del trágala, trágala”: Ya no hay Borbones /ya no hay remedio: /trágala, trágala/ trágala perro. Y el otro por su parte, Antonio Plaza escribía en “El borracho”: Generoso en la copa, ruin en todo/ ronca la voz, inyecta la mirada/ párpados gruesos, faz abotagada/ y siempre crudo cuando no beodo; quién puede dudar que tales rimas no caben en el mundo político contemporáneo: en la primera, los Borbones (ahora sus descendientes, ¡Hala Madrid, coño!) en “pausa” en la relación con México, y, en la segunda, un bien conocido ex presidente borrachín bien descrito en el verso.

Escribir poemas es un acto político, simplemente porque somos seres sociales y por ende cualquier cosa que hacemos es política a la manera aristotélica del zoon politikón (diferimos de los animales por el hecho de ser seres políticos, por poseer la capacidad de discernir valores éticos y morales). Una definición que se acerca a lo que es la poesía política es la que dice: “es aquella que habla en oposición o apoyo, de las instituciones y normas que nos gobiernan”.

Si hablo en verso en el contexto de los gobiernos panistas que hemos sufrido y digo: Mentecato en botas que nos gobernaste/ con tus pocas neuronas nos desgobernaste/ pero eso sí/ con Martita bien que nos saqueaste; claramente estoy oponiéndome a un gobierno específico.

Y por supuesto también hay que referirnos al sarcasmo del siglo diecinueve de un Antonio Plaza que escribe en: “Contra Santa Anna” El éxito no fue malo/ vencimos a los traidores/ y volví pisando flores/ con una pierna de palo. O en “Sirvió al Imperio”: Viejo y panzón, más cojo que Vulcano/ probó el pan del apóstol Iscariote/ y hoy que el hambre le seca hasta el cogote/ le excluyen del festín republicano. O por ejemplo al  supuesto verso anónimo que apareció en los muros de Palacio Nacional -al día siguiente de la llegada a México de Maximiliano-: Llegaste Maximiliano/ y te irás Maximilí/ pos lo que trajiste de ano/ lo vas a dejar aquí.

Y qué tal si cavilamos en la banalidad actual de aquél que fue algún día un político sabio, Porfirio Muñoz Ledo, mientras leemos “El poder de la elocuencia” de 1874 (que da a conocer Gabriel Zaid): Llegó a Cacahuamilpa la devota/ comitiva del señor Presidente/ y este señor, como es tan eminente/ inspirado les dijo: ¡Qué cuevota!/ Y todos exhalaron: ¡Qué elocuente!

Y ya para terminar con la atinada ironía en la poesía, hilemos a aquellos periodistas que como Rivapalacios, Loret, López Dóriga, Beteta, Alemán o Micha acudían gustosos al besatorio al presidente en turno para recibir sus cheques, con los versos que Epigmenio Guzmán en la década de los 60 le endilgaba a los lambiscones del momento al presidente López Mateos: En el informe pasado/ lloraron cual una dama/ los señores diputados/ de buena y de mala fama./ Es que ellos han encontrado/ que “el que no llora, no mama”

La poesía política es seria cuando no requiere de ironía para hablar del mundo y sus problemas.  Uno de los más reconocidos poetas de la actualidad, Joan Margarit, escribe algo tan profundamente social como es: “Para tener casa hay que ganar la guerra”. 

A México, uno de sus más grandes poetas, Ramón López Velarde, nos dejó la maravilla que describe a quienes somos, aunque a veces con el paso del tiempo se convierte en un quienes fuimos. Cuando nos habla diciendo: Patria: tu superficie es el maíz/ tus minas el palacio del Rey de Oros, y tu cielo, las garzas en desliz/ y el relámpago verde de los loros. Nos habla a todos, nos integra, nos contemporiza, nos explica, y eso es poesía.

¿Para qué nos sirve la poesía? A cada quién para algo, en mi caso a veces para unir lo posible con lo imposible, para inconformarme a la argumentación lógica y los principios que suelen regirnos; pero en el caso de la poesía política, me sirve sobre todo para, como decía David de Ferranti: limpiar, “Cuando el poder corrompe, la poesía limpia. Cuando el poder empequeñece los intereses del hombre, la poesía le recuerda la riqueza y la diversidad de su existencia”

Así que digo:

En este momento

me pienso como un pájaro sobrevolando el campo

lejos del suelo en el que asciende

un árbol

una ceiba de la que descienden hombres

asciende-desciende

morenos y chaparros

mujeres fuertes de pelo negro

los imagino porque es de noche y no debo volar

y vuelo                                                                      

el silencio roto por los insectos no llega a mí

pero suena,

como también lo hace el río que recorre las palabras

que como tam-tam resuenan en las venas de la tierra

son las de la generación nueva

las que invocan el centro del mundo

y las glorias pasadas

y el fuego de los libres

y el polvo de los que se van.

Mañana que baje a la tierra me espera una mujer

y  México será distinto

ella de piernas largas y voz altiva

éste como voz de viento entre las ramas

de la ceiba.

ella, con la espuma de sus labios me hará el amor

éste ciego a los encantadores de serpientes llevará su causa ante los ofendidos

de siempre

los excluidos

indios y mestizos, bienvenidos a casa.

Estimados cuatro lectores, regreso el próximo año con mis columnas, les deseo muchas felicidades y un gran año 2023.

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4T, AMLO, Golpismo, México

¿Y sus chamacos qué piensan?

Qué tiempos serán los que vivimos, que es necesario defender lo obvio.

Brecht

En los últimos 70 años se han llevado a cabo 34 golpes de estado en Latinoamérica, todos ellos en contra de gobiernos de izquierda, todos ellos de la mano de élites políticas de los países afectados e invariablemente apoyados por el centro de poder económico más importante en el continente. En Perú la semana pasada se vivió uno más, el presidente Pedro Castillo fue víctima de la oligarquía de su país, una de esas, típica en América Latina,  que no respeta las reglas de la democracia y que actúa fuera de la institucionalidad, aunque se diga “respetuosa” de las instituciones. La derecha mexicana dice: sigue AMLO, que ponga sus barbas a remojar.

Hace unas semanas, la oposición mexicana al gobierno del presidente López Obrador -que como recordatorio de olvidadizos, fue electo democráticamente por una mayoría nunca antes vista en la historia de este país- organizó una rosada pasarela por las calles de la ciudad en lo que según ellos representaba un acto en defensa de la democracia. Dicen que salieron a defender el INE (nunca atinaron a decir de qué, de hecho muchos creen que el INE, al que «valerosa» y sonrosadamente salieron a defender, es su identificación oficial). Apenas unos días después se dio el golpe de estado en Perú y los mismos voceros de los opositores que convocó al wanabismo condechi-coyoacano, salen a solazarse y celebrar la usurpación ilegal de ese gobierno. Y aquí es donde la puerca torció el rabo para los chamacos “demócratas” que hablan de democracia a contentillo (aclaro que uso la palabra chamacos no en razón de edad sino en razón de su ingenuidad y su, tal vez, buena fe con la que se ven sorprendidos por los gerifaltes de sus partidos y élites que les instruyen) y que hoy guardan silencio para, como avestruces, apelar a no tener que dar una opinión o posición al respecto.

Las preguntas a contestar son muy simples: ¿Ustedes también están de acuerdo, como lo está Vicente Fox, Denisse Dresser, Kenia López, Roberto Madrazo et al, en que se haya dado un golpe de estado a un presidente democráticamente electo? La respuesta bien podría ser un sí o u no, y no un trastabille sobre la historia política de Perú. Y: ¿Ustedes están de acuerdo en que el que debe seguir ese camino golpista que lo saque del gobierno es López Obrador? Aquí también la respuesta podría ser monosilábica y no una pléyade de insultos o creencias sembradas de oídas.

Pero no, hay un silencio sepulcral, en el tanto no les digan que pongan una banderita de algún color, una frase slogan ad hoc, o un hashtag #soygolpista, guardarán la sordina obligada a que les fuerza su antidemocracia.

Lo que quiero resaltar es la contradicción: ésta en algunos casos se oculta en el silencio conversacional, en el hecho de no dialogar para no verse enredados exponiendo una argumentación cacofónica que repite el sin sentido – lo que hoy se conoce como maromas– y en otros casos en lo dañino que es que sea aceptable presentar una “diferente perspectiva” en temas como el racismo, el clasismo, el golpismo, la violencia, la corrupción o la injusticia social pretendiéndolas como equiparables y confrontables con la democracia, la libertad, la igualdad o la fraternidad. Son dos niveles distintos que NO son equiparables, no es un asunto de opinión.

Encuentro que lo anterior es un claro ejemplo que como resultado de la politización en la sociedad mexicana contemporánea, quieren hacer parecer como polarización. Soy de los que piensan que quienes, por exponerles nuestros argumentos,  nos atacan ( a los que favorecemos las propuestas de la 4T, la democracia y las decisiones mayoritarias en cualquier país, la igualdad, la libertad y otros muchos valores civilizatorios), ya sea -con la vía del silencio, la indiferencia o la exclusión-  o -con la de argumentar la libertad que tienen de opinar cualquier cosa-; no lo hacen por defender lo popular ni lo socialmente deseable, sino que es mera forma de defensa del statu quo, sea el que sea. Y eso es ser reaccionario. Y en México el prianismo es eso, la reacción conservadora.

Además de la evasión a una toma de posición para no verse comprometidos con sus mandamases por parte de la mayoría de la chamacada, las pocas voces que se decantan por un: ¡Sí, sigue López Obrador! confunden la gimnasia con la magnesia.

Si no quieren entender que están frente al movimiento social más grande del mundo en las últimas décadas, que están frente al líder más apoyado por los ciudadanos que le votaron y muchos más que se han dado cuenta de la diferencia entre el pasado reciente y el hoy; y no se dan cuenta que intentar un golpe al gobierno que reúne la visión del futuro del país; es chocar contra un tren que les avasallaría rápidamente. Yo recomiendo muy seriamente que no le “rasquen los huevos al tigre”; en vez de ello tienen dos opciones: o empiezan a amar a este país que nos ha dado tanto o váyanse como dijeron que lo harían si triunfaba López Obrador, ya pasaron 4 años y aquí siguen, jode que jode, creyendo que haciendo berrinche les hará volver al indebido privilegio que mamaron en los sexenios anteriores.

No somos ingenuos y no podemos serlo, en los golpes de estado que se han realizado en Latinoamérica, el sabotaje económico ha sido fundamental para lograr su cometido; el golpismo suave que llevan a cabo algunos actores políticos, económicos y sociales mexicanos va por esta vía; la base económica del país que dejó fondeada el neoliberalismo incide en la dependencia con Estados Unidos. El gobierno mexicano navega en aguas turbulentas azuzadas por la peor generación de políticos del pri, pan, prd y mc que se pueda tener memoria; el estiércol de su calaña baña las ideas de sus seguidores y, sin embargo, con ellos debemos dialogar y preguntarles: ¿Ustedes también quieren un golpe de Estado en México? O sólo sus patrones.

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4T, Desmemoria, Oposición

Un autogol llamado oposición

“No quieras enseñarle el Padre Nuestro al Señor Obispo…”

Todo indica que la oposición de derecha y sus partidarios (incluyendo los que se dicen que no son de aquí ni son de allá) se han topado con que sus ideas viejas y su anquilosado corazón, con que la tristeza de su concepción clasista y racista frente a la vida en sociedad, su menosprecio a los demás y su arrogancia en la defensa de conveniencias y privilegios (como representación excluyente del otro) les ha llevado a, irreversiblemente, perder la compostura como nueva forma de relacionarse con sus antagonistas políticos.

Aunque sea en portería propia también es gol, autogol, y por eso -aunque vivieron otra gran derrota- en su interior algo festejan ¡porque acostumbrados ya por cuatro años a perder, eso de meterse un gol tampoco sucede todos los días! Y ese festejo les hace lanzar estridentes gemidos que bien pueden leerse como una derrota no solo moral sino también psíquica o bien como un grito de ayuda. ¡AIURA! Asistimos a la fascinante descomposición del conservadurismo mexicano expresado en su comportamiento frente a la mayor marcha de ciudadanos en la historia de este país.

Frente a lo sucedido en la ciudad de México y muchas otras al interior del país y en otros países; frente al desbordamiento ciudadano en apoyo al proyecto 4T y lo que esto les representa, ahora sí,  están fuera de sus casillas; la desconfiguración  pública de sus representantes y de los que les acompañan como malquerientes de este gobierno y del presidente López Obrador; nos hablan de una fase terminal en cuanto a ideas, propuestas, argumentos o razones con las que nos pudieran decir por qué si tienen razón en querer volver al pasado.

En esta crónica del detritus que han construido en los últimos años han llegado al nivel más bajo y más odioso; ni siquiera comparable con aquél vivido por los porfiristas al triunfo de la Revolución.

La masiva participación en defensa de un proyecto y de un líder como López Obrador, no es nueva, no es fruto en respuesta a la morrocotuda pasarela rosa organizada días antes como quieren hacer parecer, y, no es fruto de un acarreo de más de un millón doscientos mil personas como dice la torpe narrativa que intenta negar la realidad; es en realidad la expresión de la necesidad política de “muchos” de expresarse, más allá de con votos, ante al agravio opositor que lleva 4 años atacando al gobierno que en democracia –esta sí- venció arrolladoramente en las urnas. Y es también la continuación de la muestra de antagonismo político que surgió frente a los golpes anti democráticos intentados para evitar que éste llegara a la presidencia por la vía del desafuero y la guerra sucia en su contra, y es también la respuesta obligada a las ofensas y humillaciones que hemos vivido los iletrados, chairos, nacos, borregos, sucios, acarreados, hambreados y pata rajadas –según dice la concepción más fina de la naturaleza del movimiento 4T- por parte de la oposición.

No entender es no entender, Perogrullo dice, no aceptar que los dirigentes de sus partidos fracasaron, no aceptar que la idea de un retorno al pasado ya no tiene cabida, no aceptar que la ciudadanía ya se expresó hace 4 años y que refrenda elección tras elección su preferencia y decisión de por quien ser gobernada; ese no entender y ese no aceptar es lo que hace que el exabrupto y estupidización argumental sean su arma a utilizar a un año y medio de unas próximas elecciones. Si alguien cree que ese ¡mayoritario muchos!, si es que cabe la expresión; va a votar por quienes una y otra vez les insultan, por el insulso wanabismo conservador que decidió odiar en vez de comprender la nueva realidad mexicana; pues está obviamente equivocado.

Porfirio hablando de Calígula y Hitler, Margarita tartamudeando sandeces, Anaya en fuga haciendo juicios de valor, Alito no sabe ni donde meterse, Fox en drogas, Calderón huyendo, Claudio tirando su dinero en alelados, los aliancistas perdidos al no tener identidad; es lo que hay, lo que tienen y con ello tienen que vivir.

Que una marcha les provoque esto es la muestra de la ceguera ante el buen manejo macroeconómico del país, ante la obra pública, ante la protección social de los más necesitados, ante lo realizado y lo mucho por hacer. Y a esos ciegos que no quieren ver porque se quedaron sin privilegios solo queda decirles, ánimo, el país es mucho más grande que las miserias mentales que aprendieron y que no se quieren sacudir.

Siguen reformas a leyes, elecciones de nuevos consejeros, elecciones en Estado de México y Coahuila, elección presidencial en 2024; la vida sigue, es muy posible que se sigan topando con pared y que sigan metiendo sólo autogoles, porque oye, eso de querer medirse en las calles con la chucha cuerera que es el “pueblo”, es quererle enseñar a nadar a un ganso.

*Imagen de pintura de Pavel Kuczynski.

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AMLO, Historia, México

Pata rajada de Macuspana

«¡Olvida la muerte y busca la vida!»

Gilgamesh

Presidente:

Érase una vez un México imbuido de desesperanza y desencanto, un país roto en sus certezas y en camino hacia el precipicio social producto de la arrogancia de élites económicas, políticas y sociales que -bajo una lógica de clasismo, racismo e individualidad- intentaron despojar la cosmogonía mexicana de su sentido de comunidad.

Y llegaste tú, como vocero, representando para muchos una posibilidad de salvación en este país exacerbado, a contarnos una nueva narrativa en la que te hundías en los momentos más significativos de la historia nacional  para explicar y, sobre todo, recordar,  de dónde venimos; y nos hablaste así de nuestras transformaciones, de los sueños y posibilidades de un México que se presentaba herido y agotado.

Eres constructor de una nueva historia, esa que dice que puede haber algo mejor, esa que se contrapone a la idea del “así nos tocó vivir” sólo porque unos pocos, en su propio beneficio,  asignaron el papel que cada mexicano debía seguir para que el histórico saqueo de recursos pudiera realizarse.

Como nadie, entendiste que la única polarización posible de hablar se refiere a la desigualdad económica y social; y que el racismo entre los propios mexicanos es uno de los forzados pilares sobre los que se construyó el país; y que, finalmente, el clasismo es el aniquilador de la convivencia nacional. Y a partir de que interviniste, México no es el mismo, defendiste a los tuyos, a ese todos tan separados de sus procesos de identidad, reconstituiste un tejido ajado en cientos de años y particularmente en las últimas décadas.

¿Con cuántas personas se llena el Zócalo? preguntan los curiosos: con uno, contigo, la gente te sigue y así es que te conviertes en héroe; debe ser difícil porque enfrentas pruebas que en los hechos representan un carácter ontológico porque te convierten en un personaje fundamental en la construcción de nuevos referentes culturales que te dejan muy poco espacio para fallar.

No eres como los héroes míticos de la antigüedad, obviamente; representas un heroísmo contemporáneo que te transforma paso a paso en mito, aunque algunos no lo ven, no lo quieren ver o ¡no lo están viendo! cuando frente a sus narices te conviertes en un arquetipo que responde a patrones universales e inmutables, creo yo, en donde no te circunscribes a una sucesión de avances y retrocesos, entre pasado y presente, entre lo bueno y lo malo; sino que fundamentalmente  rechazas el concepto del destino para anteponer la idea de ciudadano, de hombre libre.

Cuando la oposición te ve como el conductor de la voz de la mayoría no te soportan, para ellos el único héroe a considerar es el vencido; es aquél del que puedan decir: sí, fue y acabamos con él. El problema del héroe, del mito López Obrador es que hoy eres de carne y hueso, hoy eres el hombre en el gobierno, el hombre al que sigue la mayoría de mexicanos y por lo tanto antes de que trasciendas como mito histórico intentarán destruirte; saben que si al acabar tu gobierno la persona que continúe tu labor no es de los suyos, están acabados. Ellos necesitan o, destruirte ahora o, destruir tu legado bajo un siguiente gobierno a su cargo.

Mañana habrá una marcha, hiciste un llamado y acudirán millones, los que estamos contigo intuimos que lo haces para mostrarle a los opositores la fuerza que les haga detener cualquier intento de ruptura social.  Mañana sabrás una vez más, constatarás lo que representas para este país al que alguna vez le llamaron “de jodidos” Tienes un gran compromiso que es el de los héroes, el de los que ya nos son para sí sino para los demás.

Te amolaste estimado presidente, así te toco vivir, es tu sino del que no tienes escapatoria; somos afortunados a quienes nos tocó contemporizar contigo y vivir la transformación que has provocado.

Por los otros no te preocupes, algunos de ellos tienen recursos inagotables para ellos y sus descendencias, otros se convirtieron en traidores cuando, aunque en algún momento se decían cercanos obradoristas, se dieron cuenta que tu gobierno no era para repartirles prebendas; y en las mitologías históricas los traidores acaban mal.  Y otros, los más, tan solo vivirán con la desventura de no entender la trascendencia histórica en la que estamos y la vergüenza de haberse dejado manipular por los mismos que ocasionaron la tragedia mexicana que muchos, encabezados por ti, intentamos revertir.

Realizar hace al héroe, no hace cosas por serlo sino lo es porque las hace, hay mucho trabajo aún, mi opinión ciudadana es: deshazte de la basura, aniquila con las posibilidades legales de tu puesto a los conjurados que ya conocemos y cuando acabes vete a “La chingada” a descansar. Aunque he oído que los héroes no descansan.

Te han puesto un buen sobrenombre, uno muy bonito: Pata rajada de Macuspana: el trabajador de la tierra que lo vio crecer. Si te querían insultar, también, una vez más, se equivocaron, te halagaron aunque no entiendan por qué.

El 18 de julio de 1872, cuando el presidente Juárez, al que tanto admiras presidente, estaba a horas de morir de angina de pecho, escribió una carta, la última de sus muchas escritas, en esa breve carta de la que no me explayaré decía: “Las cosas por acá siguen siendo buenas como habrá visto usted…”  Que así igualmente sea cuando en el año 2024 entregues el poder: que las cosas sigan siendo buenas.

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4T, Desmemoria, Golpismo, México, Oposición, Partidos políticos, Política

¿Convencer?

Democracia es el nombre que se le da al pueblo siempre que se le necesita.

Robert Pellevé, marqués de Flers. 

Se dicen demócratas al tiempo que se niegan a reconocer y practicar los valores propios de ésta. Desconocen, aún hoy, el triunfo mayoritario que fue decidido hace cuatro años en «democracia». Por 4 años han gritado que quieren que se vaya el presidente pero cuando tuvieron la oportunidad -a través de la revocación de mandato- se negaron a participar democráticamente. Son golpistas por naturaleza y tienen el descaro de decir que «defienden la democracia»

Viene una próxima lección, una clase «en vivo» de lo que es la democracia. La marcha rosa opositora de hace unos días, al carecer de sentido argumental y de propuesta política, y, fingiendo que se trataba de la defensa de la democracia y no de la suma del odio del conservadurismo y del nouvelle aspiracionismo ignorante (como aquel al que se refiere Galeano), tendrá una magistral respuesta el próximo domingo 27 en donde se dará valor numérico a una de las primeras acepciones del término: el gobierno de las mayorías.

Cuando Felipe Calderón se convirtió en presidente después de aquél atroz fraude electoral en 2006, fue aplaudido cuando declaró que ganó «haiga sido como haiga sido» con (15,000,284 votos) un 0.56% de votos más que los 14,756,350 que se le reconocieron a López Obrador. La acostumbrada feligresía del conservadurismo y la rapacidad presupuestal en voz de sus portavoces festinó que el número de la votación le daba el triunfo, se jactaron en sesudos análisis que en «democracia», un voto hacía la diferencia.

Esos mismos portavoces y corifeos, a partir de que López Obrador se llevó el triunfo en el 2018 con 30,110,327 de votos, -lo que representa el mayor número porcentual de cualquier otra elección previa y ganada en todos los rangos medibles, por edad, por sexos, por educación, por localidad etc.- cambiaron su forma de pensar para poder llamarle «dictador».

Cuando en las votaciones en las cámaras, las propuestas del presidente, de la 4T, de la izquierda se alzan con un triunfo, de inmediato son consideradas (por la oposición) como imposiciones dictatoriales del indio patarajada de Macuspana. Cuando estos mismos opositores logran un triunfo oponiéndose a las propuestas de López Obrador, son triunfos en democracia.

Es decir, que con el vulgar acomodo del lenguaje, el conservadurismo que busca el regreso al pasado se justifica en su perversidad y, lo que sí me parece grave, dado que controla los medios de comunicación que se han conformado con repetir el dictado discurso de las élites a cambio de recursos, han adoctrinado a parte de la población, la más pobre intelectualmente en términos políticos y, afortunadamente, minoritaria, en repetir como loros sus exabruptos. La marcha reciente es prueba fehaciente de lo aquí dicho.

Si con la rosada caminata del domingo anterior, la oposición dejó claro que no tiene propuesta de gobierno, que no tiene un liderazgo y que su única motivación es el odio al presidente, gobierno y chairos que le acompañamos; y, que su «triunfo» radica en el número de personas que salieron a acompañarlos; como consecuencia directa tendrán la respuesta que les signifique que hasta en eso son perdedores. El próximo domingo saldrá a caminar junto al presidente, ahora sí, en la madre de todas las marchas, el número que multiplique por muchas veces cualquiera que haya sido el que realmente lo hizo en la reciente, incluso el de los sueños guajiros de cualquier descerebrado que osó medirse en esos términos con el arraigo popular de este gobierno.

Si quieren jugar con el número en democracia, tendrán en unos días el número correcto. Una vez más serán sobajados por no haberse atenido a las reglas que ellos mismos pusieron.

Hasta hace poco tiempo yo pensaba que el trabajo en la 4T era convencer a algunos ciudadanos opositores de los logros alcanzados en este gobierno; del manejo macroeconómico, del manejo de la pandemia, de la importancia de las obras de infraestructura, de las políticas sociales y laborales, del programa Sembrando Vida, y sobre todo de la importancia del reparto de becas y subsidios a los más marginados para que hubiera una base mínima que les pusiera en la vía de desarrollo. Sin embargo, es tal la cooptación mediática del discurso de odio que les han fomentado, que es como intentar hablar con la pared; la cerrazón mental a que les han obligado en una idea de aspiracionismo inentendible, de blanquitud forzada como sinónimo de privilegio, de primermundismo y de aceptación de un discurso (éste sí polarizante) en donde a la mayoría de los ciudadanos (rangos del 70%) se nos trata como brutos, corrientes y que no deberíamos tener derecho a votar. Pero, como lamentablemente para estas minorías, sí lo tenemos, entonces la democracia deja de gustarles para convertir sus acciones en un golpismo blando.

Mientras parte de la ciudadanía no entienda el sentido profundo de la democracia y crea que es sólo trabajo de las élites -poderosas pero minoritarias- decidir el rumbo del país; habrá que darles el trato justo que su número en las urnas les den, ni más ni menos.

La democracia no es como el sexo en donde no importa estar arriba o abajo, ambos se la pasan bien; en democracia o se busca un piso parejo que sirva a todos o alguien se la pasa mal. Llama mucho la atención que el típico «wanabi» whitexicanizado no entienda esto.

  • La imagen usada al inicio es de EKO.

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Golpe blando, México, Oposición, Periodistas

Un despecho llamado Cash

Para esta infeliz mujer, lo contrario del amor fue la venganza.

Es ruin usar a una mujer despechada para que diga, sin prueba alguna, que el presidente López Obrador es corrupto; en estos días es de lo que se habla, es lo que hay como obús semanal de la oposición en su ataque permanente contra el proyecto de gobierno de la 4T. La semana anterior su balita fue el hackeo a la información de la SEDENA, así que esperemos la novedad con que nos “sorprenderán” la siguiente, y la siguiente y la siguiente.

Si queremos hablar de cash, éste sí documentado y exhibido en fotografías, podemos hablar de los más de 200 millones de dólares que se le encontraron a Zhenli Ye Gon en su casa en Las Lomas. Este empresario acusado de delitos de narcotráfico -ante las cámaras de la agencia AP-aseguró que estuvo bajo amenaza de operadores políticos del PAN, entre ellos el secretario del Trabajo Javier Lozano Alarcón y que el dinero encontrado les pertenecía a ellos. De ahí la famosa frase de “cooperas o cuello”

O también se puede hablar de los sobornos en efectivo solicitados por Ricardo Anaya y un grupo de senadores panistas para aprobar la Reforma Energética. Los videos en donde el senador del PAN Gutiérrez Badillo acompañado por el secretario técnico de la Comisión de Administración del Senado de la República, Rafael Caraveo reciben los fajos y maletas de billetes, sí están documentados.

Lo que hay hoy, a partir de las declaraciones de una mujer que en algún momento fue esposa de César Yáñez es una -muy mal escrita- colección de chismes de su cosecha sobre asuntos en los que su conclusión (dicho por ella misma) es: NO ME CONSTA pero por favor créanme.

Llama mucho la atención que la editorial que lo publica lo haya hecho de manera tan descuidada, el analista Héctor Alejandro Quintanar @hectoralexx ya presentó sus observaciones de las decenas de errores en los datos y fechas que ahí se dicen; tal parece que lo que había era una prisa por publicarlo justo en la misma semana que la oposición que comanda el Sr. XGonzález decide cambiar su logo y su nombre ante lo apestada de su representación anterior

El libro de marras, se ha preferido distribuir en pdf de modo “pirata”, y ha tenido promoción como pocas veces se ha visto por parte de las editoriales en México; ¿Qué raro no? Quienes se han encargado de impulsar a la “escritora” a infinitas ruedas de prensa y entrevistas son conocidas opositoras, Dresser, López Rabadán, Xóchitl, Aristegui (qué pena caray) entre otras lo que me lleva a insistir en una teoría:

La oposición domada por Claudio XGonzález, me refiero al Panismo principalmente, está “utilizando” en su enfrentamiento de mentiras, vulgaridades y gritos contra la 4T y el presidente López Obrador a mujeres con el fin de ridiculizarlas. Ya hemos hablado de los gritos y peladeces de éstas varias panistas, que, en contraste con el silencio y pasividad del resto de las funcionarias y legisladoras de ese partido, son el ariete del cobarde conservadurismo.

El libro es lo de menos porque es una sarta de tonterías y chismes que al paso de una semana cayó en el pitorreo, como ha sucedido con cada uno de los ataques que intentan un “golpe blando” contra este gobierno. Lo que es notorio es que sean las mismas cuántas mujeres que representan a la derecha del país quienes ahora sumen a una más, abusando de su salud mental, para que ponga su nombre en un libro que alguna otra le escribió. Porque lo que está a la vista es que la autora en su afán de exhibir sus dichos en los medios de comunicación difícilmente se sabe expresar correctamente; obviamente no tiene la capacidad de hilar varias oraciones y menos un libro.

Es penoso que el panismo utilice el despecho de una mujer como su “arma” contra el gobierno, no son capaces ni siquiera de respetarse y de evitar que el rencor y tristeza, contra la que fue su pareja, que carcome a la que se dice autora, la llevara a una “revancha” y una pésima decisión de poner su firma en un libelo.

No quiero desviar el tema de lo que ya es una constante: el panismo está “utilizando” cierto tipo de mujeres para un fin oprobioso, y en mi opinión este fin no es otra cosa más que hacer ver que la política y los temas serios son para los machines  y no para las mujeres. Hay un doble discurso en estas historias, el falso y cínico de decir que las mujeres del conservadurismo panista llevan la batuta en la comunicación, y, el soterrado de mostrar que los gritos, vulgaridades y mentiras son presentadas por  mujeres; mientras que los hombres azules callados, agazapados o francamente en fuga las dejan hacer para que en cualquier momento saquen a su virtuoso varón como candidato al 2024. Porque, no hay de otra dirán: vean lo que son y hacen las mujeres.

El panismo está apostando a su machismo, esa sí es causa fundamental, las mujeres qué.

Regresando al hecho de la presentación del libro, que no al contenido, es una clara señal que los grupos de presión y las élites de poder están ordenando ir por todo, están dispuestas a regar gasolina ante el fracaso de la oposición formal, lo que sigue es la vileza.

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4T, Cuarto año, México, Oposición, Partidos políticos

No los distraigan

“Homero y yo nos separamos en las puertas del Tánger; creo que no nos dijimos adiós”.

Borges

Si usted es fotógrafo y ve a una persona ahogarse, ¿ajusta su lente para sacarle la mejor foto posible o deja a un lado su cámara y hace lo posible por rescatarla? ¿Es comparable un dilema así con ver a la oposición ahogándose en su miasma o darles algunas ideas para que dejen de zozobrar? Mi conclusión es que, en éste segundo caso, saquémosles la foto mientras los vemos hundirse y minimizarse.

Ya ha transcurrido cuatro años de este gobierno, la oposición decidió no apoyarlo, ha intentado bloquear todos sus proyectos; ha asumido lo que llamaron “moratoria legislativa” para no aprobar cambios en leyes; ha dedicado ingentes recursos económicos a mantener a medios de comunicación, editorialistas y columnistas que -a cambio de ellos- discurren mentiras y medias verdades; ha vulgarizado el lenguaje de la confrontación política; ha pasado al insulto y agresión como forma cotidiana de trato hacia quienes favorecieron con su voto a López Obrador. Convirtieron una obvia polarización derivada de la desigualdad social en una, patética y grosera, polarización clasista.

¿Y cuál fue el resultado, qué obtuvieron a cambio? La intrascendencia política. Han perdido casi todo, no solo votaciones, cargos, presupuestos y poder sino, además, y me parece que es lo más importante, desvirtuaron lo que decían representar. Hoy nadie puede decir qué diferencia al PAN del PRI, prd o MC. Lograron confundir a su base electoral al intentar unir agua y aceite para estar en contra de…

Eso, lo intrascendente de su “idiosincrasia” construida en este cuatrienio, al interior de sus seguidores se convirtió en fuente de enojo social, mismo que les ha llevado al derrumbamiento permanente. Y nosotros los vemos caer, y nos reímos, nos solazamos al ver que la narrativa histórica de la 4T agotó rápidamente cualquier viso de pensamiento racional opositor; tiró como dominós en fila cada concepción social, económico y política que decían tener.

Ahora bien, si el discurso opositor pretendía llegar a los hombres y mujeres que favorecieron con su voto al gobierno de López Obrador, evidentemente han fracasado. Sencillamente no pudieron esconder la complicidad histórica del prianismo con el autoritarismo, la violación de derechos humanos, la desigualdad y el clasismo. Sus gobiernos no sólo no hicieron nada para favorecer una mejor distribución de recursos y minimizar el desastre social que crearon y que después se fueron heredando al paso de los sexenios neoliberales, sino que además actuaron de manera complaciente -cuando no asociada- con la delincuencia organizada, particularmente del narcotráfico y del saqueo de recursos públicos. No pensaron que los sectores sociales mayoritarios ya los conocen bien y que dejaron de comprarles sus historias que les decían que los llevarían al primer mundo.  En resumen, una vez más por no entender el país y a sus ciudadanos, ahora politizados, se han ido dando de tumbos cada vez que abren la boca.

Ese discurso -intrascendente para la mayoría- no encontró eco más allá de las mismas élites que lo emiten y del “aspiracionismo” analfabeta que les sigue -cada vez en menor cantidad- (me remito a los resultados electorales a lo largo de estos cuatro años) Nuevos seguidores, afines a la ideología clasista que se dice “económicamente liberal” (con la ayuda divina de jugosas exenciones fiscales y concesiones públicas, hay que decirlo) no los tienen; son menos que los mismos de antes, haciendo lo mismo, diciendo lo mismo, gritando lo mismo.  ¿Por qué no se allegaron de nuevos ciudadanos a sus partidos?  Principalmente porque no ofrecen nada más que estar en contra de.., no tienen proyecto ni ideología, y su conservadurismo trasnochado invariablemente se ve acompañado de un desamor profundo al país. No tienen una sola herramienta que enfrente los resultados cuatroteistas.

Al no contar con liderazgos serios, dejaron sus tareas en bufones y peladitas, que han decepcionado y avergonzado al prianismo de antaño que hoy se encoge y esconde, nadie espera nada de ellos. Entonces:

Entre ellos se hablan y se entienden, sus líderes provocan y promueven majaderías en las personas que les representan como voceros, de ahí éstos pasan a manejar a sus menguadas huestes y  anularlas de todo entendimiento afectivo al país. México es naco, dicen; huele mal, dicen; es moreno, dicen. La gente conservadora y aspiracionista necesita que le digan cosas, oír cosas, hay muchos mensajes que provienen de gente idiota y que consumen con avidez;  cuando las élites vean el legado que están sembrando: la falta de civilidad y amor al país, la incultura y la ignorancia; no sé si se vean arrepentidos, lo que sí sé es que debería darles pena. Siempre hubo analfabetos, pero la falta de estudios y cultura se vivían como vergüenza, nadie se jactaba de no tener cultura o haber leído libros. Los analfabetos del conservadurismo de hoy son los peores porque en su mayoría han tenido acceso a la educación, saben leer y escribir, manejan tecnología, son la clase económicamente dominante, y, precisamente por su incultura y analfabetismo están volcados a ser un producto en un mercado.

Y nosotros los vemos caer, nos reímos de ellos, nos alegramos de sus fracasos golpistas y de sus resultados electorales, así van muy bien, no hay que distraerlos.

No, no los distraigan; nosotros avancemos en todo lo que hay que hacer para transformar el país que la tarea no es poca, a ellos dejémosles el encargo de memes y bots.

No los distraigan.

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México, Odio, Oposición, Polarización

Rabia

Desde entonces siempre ando por el mundo con esta caja de espadas, hiriéndome a mí mismo cuando no puedo herir a otros.

Marlowe

Los demonios andan sueltos. La oposición no soporta tener, cada día, menos influencia, se ven en la intrascendencia de las decisiones políticas, económicas y sociales porque ahora la mayoría de la sociedad es quien marca el camino. Y eso les enoja, les encoleriza, les da rabia. Tal vez ya prefieren enfurecerse –de una puta vez- en lugar de volverse locos poco a poco.

La 4T tiene una personalidad y trascendencia propias. El resultado de los cambios realizados en los últimos cuatro años es de tal magnitud que sacó a la luz a dos México que, pudiendo ser pluralidad, por obra de la miseria afectiva de los partidos políticos residuos del neoliberalismo, parecen estar permanentemente enfrentados.

Adam Przeworski es un conocido politólogo polaco especialista en temas de democracia. Me atrapa su claridad cuando explica que “los sistemas de gobierno representativo nacieron bajo el miedo a la participación de la masas populares (…]) de tal modo que no nos equivocaríamos mucho si pensáramos que el problema estratégico de los fundadores de las democracias liberales no fue sino cómo construir un gobierno representativo para los ricos y protegerlo frente a los pobres.

Así, la desventurada e incipiente democracia mexicana se ha instituido resistiendo -paso a paso, elección a elección- las trampas y fraudes del prianismo; y sin embargo, en la 4T nos hemos plegado a esa “democracia” que históricamente buscó impedir que las mayorías decidan el quehacer público. Los opositores son especialistas en blandir (después hablamos de los cuchillos) términos como libertad, justicia, democracia, etc. pero solo si se dan en las barbas del vecino porque cuando esa misma democracia les dice que son minoría, que ya no deciden, que ya no gobiernan sacan lo peor de ellos; sus demonios que les habitan y que hoy parecen escapárseles.

Esa rabia que se desliza desaforadamente en las palabras, gestos y gritos de los antagonistas a la 4T, que se expresa en las redes sociales desatando discursos de odio, intentando recuperar dogmas del pasado y dinamitando los precarios puentes de convivencia que se han sostenido a pesar de ellos; son los que en medio de un neolenguaje manipulador (aquel que dice una cosa por decir otra) han abierto una definitiva (creo yo) polarización. 

Porque ¿cuál es el costo de no canalizar la rabia con que la oposición se resiste a un nuevo modelo de Nación que busca resolver los grandes conflictos nacionales: principalmente la desigualdad y el clasismo? ¿Creen que alguien va  a olvidar o perdonar, cuando, sin la mínima empatía para compartir o entender la crudeza del testimonio de vidas en espacios de marginalización social (pobreza, criminalización, desempleo, racismo, machismo), lo máximo que se podría esperar de ellos, si acaso, es la indiferencia? Cada día que pasa, si por ellos fuera, se aleja esa posibilidad.

Hay una constante en los remanentes del neoliberalismo a la mexicana: la apología del fascismo, la conformidad con la desigualdad y  un clasismo descarnado, desentendido todo esto de cualquier terminología y pose académica. Su ataque golpista y la afrenta de odio representan un emplazamiento político cada vez más radical, cercano a lo subversivo y a la tragedia incendiaria. Porque en su propio juego democrático en el que no saben perder, les hemos ganado la partida y están dolidos, muy dolidos. Pero ojo, ningunearlos es muy grave, no son amenaza pequeña, son un peligro en potencia, tienen recursos, tienen medios y tienen cooptado a parte del poder judicial.

Aquellos que llaman al magnicidio, aquellos que le dicen cacas al presidente, aquellos que recomiendan colgar a los chairos en el zócalo, aquellos que aplauden el intento de degüello del Sr. Tabe (padre del alcalde panista en MH) a un funcionario público que le suspendió su ilegal negocio; aquel ex canciller que pedía parar al presidente por las buenas o por las malas; aquél doctor que sugirió aumentar las dosis de medicina de López Obrador para que muriera; esas mujeres en senado y cámara de diputados que se expresan y provocan vulgarmente; todos estos y más son los que representan y encabezan la rabia de esas élites que están dispuestas a inmolar a sus seguidores (porque ellos están bien resguardados y no dan la cara, solo avientan las piedras detrás de la barrera).

Los medios de comunicación que, a través de payasos que claman que el presidente es “pinche y pendejo”, juegan al retorno al pasado que les enriqueció; que a través de “columnistas” pendejean a los chairos que dicen les estorban, a los nacos que no piensan, a los morenacos, a los que son pobres por huevones, a los que no son “exquisitos” como dicta el canon del intelectual a lo Vargas Llosa; son punta de lanza en este embate social que estamos viviendo.

Están furiosos, perdieron Tamaulipas, la alcancía panista producto del narcotráfico; pierden las votaciones en las leyes que aseguraban no pasarían; la justicia -hasta donde se puede- les cerca; huyen del país; tiene que pagar los impuestos que evadían; ¡no lo pueden soportar! Es un drama que a algunos nos parece cómico a primera vista pero es de una profunda tragedia social; realmente se han exhibido en la putrefacción que intuíamos pero que ahora hacen visible.

Los opositores que no están de acuerdo en esta forma de actuar, es hora de que se deslinden, porque los están metiendo en un remolino que acabará por tragarlos. Estamos viviendo un tiempo de mercenarios que han desenfundado sus armas y las señales que han dado hasta hoy nos dicen que quieren sangre. De ese tamaño es su rabia.

En la 4T, tenemos que trabajar con algo así como un manual de urgencia para el tiempo presente. Hay que cuidar lo que se ha construido y a quienes están en la primera línea, particularmente al Presidente. Que los violentos no pasen.

*Adam Przeworski, Democracy and the Limits of Self-Government, Nueva York, Cambridge University Press, 2010, p. 162

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4T, México, Política

Mi columna 101

«Diré con una épica sordina: la Patria es impecable y diamantina»

López Velarde

Cien semanas después, hay quienes se mantienen en un limbo como representantes de una sociedad que ya fue, más bien que está dejando de ser a fuerza de empellones por parte de la sociedad mayoritaria. En una época de emergencia mundial, de cambio climático, del retorno de posiciones racistas y excluyentes, unos se quedaron como mero ornamento y escarcha. Los otros hemos cambiado.

El tiempo, como el espacio físico, es también una coordenada. Transitamos en el tiempo como si fuera las calles de nuestra colonia; algunos, cada lunes iniciamos una rutina laboral que deseamos concluya el viernes para dar paso a otra que hemos inventado y a la que nos hemos acostumbrado. En la medida humana, algunos creemos en la dimensión lineal que nos dice que los cambios existen y que nosotros, nuestro círculo cercano de conocidos y familia, nuestro país, el mundo etc. progresa (¿o retrocede?) hacia un sentido. Medimos el tiempo en celebraciones que concretizan aquello que nos marca con un número identificable por ciclos, semana a semana, año a año, quinquenios, décadas, milenios.

Hace 100 semanas publico una columna cada sábado, semana a semana escribo sobre la política mexicana, ¿por qué cada semana?, en mi caso por esa costumbre de apegarme a lapsos iguales, de esquematizar un sistema de control que aprendí y que se convirtió en algo natural: fechas, cantidades, números, repeticiones, conteos. ¿Por qué hablo de ello al concluir 100 escritos y no otro número? cien en vez de 43 o 74 o 119. Vivimos, yo por lo menos, rodeados de lapsos y conteo de cosas que tan solo nos dan un piso para pasar a un siguiente escalón que repita el mismo patrón anterior.

La política mexicana tiene sus ciclos: sexenios para cambiar un gobierno, los primeros cien días del mismo, las legislaturas anuales, los censos poblacionales, las conmemoraciones históricas que año a año se recuerdan. Nuestra sojuzgada rebeldía nos dice cuando es hora de celebrar, o  de recordar, o de hacer algo; así somos.

¿Cien semanas después qué cambia?

Tenemos un gobierno que pronto concluirá su cuarto año de ejercicio, restándole dos (tal vez es simpleza decirlo, o no); para éste el cambio consiste en haber realizado muchas de las cosas que ofreció hacer en su programa de gobierno: eliminación de fuero presidencial, de pensiones a expresidentes, de partidas secretas, del estado mayor presidencial, de gastos médicos y suntuosos a funcionarios. Tipificación de nuevos delitos como graves, disminución del hurto de combustibles “huachicol”, aumento del salario mínimo en porcentajes superiores a los históricos, aumento de la recaudación fiscal sin subir impuestos, eliminación del outsourcing y formas nuevas de considerar el reparto de utilidades, reformas a la ley de Infonavit, incremento de pensiones a adultos mayores, pensiones a personas con discapacidad y madres solteras. La lista es innumerable, decenas o centenas de acciones que se van cumpliendo en el tiempo asignado a este mandato de la democracia mexicana.

Seguimos: Obras públicas como Aeropuerto, Refinería, Tren Maya, Reservas ecológicas, Corredor Transístmico, plantas termoeléctricas, rehabilitación de refinerías en desuso y compra de refinería Deer Park en Estados Unidos, rehabilitación de cientos de hospitales abandonados, en cascarón o sin equipamiento, creación de decenas de cuarteles para la Guardia Nacional diseminados en todo el país. ¿Seguimos? No habría texto de 1000 palabras (como es el número de los míos semanales, salvo éste) que alcance para enumerar lo hecho.

De estas obras, proyectos y realizaciones he escrito en mis columnas. La política mexicana en su operación de gobierno realiza cosas, algunas de esas cosas de este gobierno son éstas.

Las obras anteriores significan que el transcurso del tiempo sexenal está acompañado de “cosas materiales” que cambiaron; y sin embargo, no es lo más importante.

Por otra parte, siguiendo con lo que ha sucedido en la política mexicana en estas últimas cien semanas, hay que referirse también al trabajo (sic) de la oposición. Aquí cabe muy bien la referencia que hacía William Morris en 1885 acerca de la diferencia entre Trabajo Útil vs Trabajo Inútil; sólo una frase para explicar la diferencia entre la dedicación gubernamental y la dedicación opositora: “¿Cuál es, entonces, la diferencia entre ellos? Uno contiene esperanza, el otro no. Es de hombres hacer un tipo de trabajo y es de hombres también negarse a hacer el otro”

Lista de cosas (que contengan esperanza) que ha hecho la oposición política en el gobierno del presidente López Obrador:

Haré un poema sobre nada. Un poema que se ha hecho a partir de la nada y que no dice nada. Hablando en serio ¿Qué podríamos decir? ¿Qué sabemos en realidad, qué conocemos más allá de nuestra propia incapacidad, nuestro cretinismo, nuestra imposibilidad de ser felices?*

Otras realizaciones opositoras que no contienen esperanza alguna: Bloquear, decir no a todo, vociferar, insultar, mentir, difamar, manifestarse de manera clasista y racista permanentemente, apelar al pasado, proteger cotos de poder, defender a ex funcionarios delincuentes; acudir a instancias internacionales y gobiernos extranjeros promoviendo su intervención en la política nacional…

De que la oposición no ha propuesto nada, ningún proyecto, ninguna política, ninguna idea que no sea otra más que decir NO a cualquier cosa que haga este gobierno también he escrito en mis columnas. Me gustaría que mis críticos me contradijeran diciéndome qué sí han hecho que no sea no, no, no… y sin embargo no es lo más importante.

Lo que sí es importante y es la esencia del cambio en el tiempo transcurrido en estas cien semanas, es que hay una nueva forma de percibir el México que queremos y sus posibilidades. Para quienes apoyamos los esfuerzos de gobierno, en medio de crisis mundiales, pandemia y guerra; existe un espíritu diverso, un numen prepotente como aquél del que hablaba el Dr. Eusebio Castro Barrera (tan poco recordado hoy, y que fue fundador de la Sociedad Mexicana de Filosofía junto con Vasconcelos) ¿Y cómo explicar este cambio? Es algo que se siente, más allá de las obras materiales esta transmutación del ideario mexicano de pasar de  creer que nada distinto sucedería, que todo seguiría siendo igual, que los jodidos seguirían siendo jodidos, que los restos del país seguirían en venta, que la corrupción e inseguridad sería para siempre porque así nos había tocado vivir en el tiempo que nos tocó vivir. ¿Y cómo explicárselo a la oposición si no lo percibe?, su odio es mayor que cualquier apertura a la posibilidad de esperanza y a la visión de lo que sucede. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

¿Cambió la oposición?, sí, retrocedieron, hace cien semanas eran y decían lo mismo, sin embargo ahora son más vulgares y agresivos; involucionaron.

Escribir de política mexicana, definiendo una posición ideológica y hacerlo sin ambigüedades tiene consecuencias; he aprendido a soltar a quienes prefirieron excluirme de su conversación y en contraparte he conocido gente abierta a la crítica y a la discusión; vivir en el momento histórico actual es una de las emociones personales más satisfactorias que hace apenas pocos años no conocía, es un placer haber escrito de ello;  la transformación de México -parafraseando a Enrique IV sobre París- bien vale una misa.

*Guillermo IX de Aquitania.

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4T, Conservadurismo, Feminismo, México

Mujeres y la 4T

“No puedo decir si las mujeres son mejores que los hombres. Sin embargo, sí puedo decir sin dudar que no son peor”.

Golda Meir

Hay preguntas que a veces no lo son. Son más bien expresiones de un lamento que se auto infiere quien las emite: ¿Crees que una mujer puede ser presidenta? Es pregunta retórica porque en México jurídicamente la ley lo permite desde 1953 (fue apenas en ese año, en el gobierno de Ruiz Cortines, que las mujeres gozaron de ciudadanía plena) Que hoy se escuche esa interrogante es por otra razón, no por el concepto legal.

Hay preguntas que no expresan una duda sino buscan hacer énfasis en algo que se quiere decir pero que es políticamente incorrecto hacerlo. ¿Quién está haciendo esta pregunta?: Los conservadores, la derecha, el panismo. ¿Por qué la hacen?: Porque saben que están ante la real posibilidad que en el año 2024 una mujer sea Presidenta de México. El camino para ensuciar la narrativa de esa eventualidad es cuestionar los “atributos” femeninos para la responsabilidad de encabezar el poder ejecutivo mexicano. Hacerlo de esta forma es taimado, es cobarde y es ruin, pero tiene una historia que explica el por qué. Veamos:

El PAN es el partido conservador y de derecha por excelencia, su esencia es antifeminista, misógina, machista, conservadora y, a veces, más cercana a un fundamentalismo religioso que niega en los hechos la igualdad entre mujeres y hombres. Si en 1941 el PAN les decía a sus mujeres el papel que jugarían en ese partido: “simplemente, que actúen como madres, como hermanas, como hijas, como novias, como amigas, pero encaminando su esfuerzo, su generosidad y su amor, no solamente hacia los fines meramente individuales sino al fin supremo de la felicidad de este grande hogar que es la patria, y en el cual ella, la mujer mexicana, debe ser como en el seno del hogar pequeño, reina, y por la dignidad, por el amor” En el 2001, no hace mucho, ¡ya en este siglo!, el destacado ideólogo panista, Carlos Abascal, secretario del trabajo y de gobernación en el gobierno panista de Vicente Fox se expresaba así: “¿Las mujeres también son seres humanos? El trabajo del hogar es el medio de realización plena de la mujer”. (Por cierto, ni hombres o mujeres panistas se quejaron)

Y, para más perlas del “feminismo” panista baste recordar la de Vicente Fox: “el 75% de los hogares en el país tenían una lavadora, pero no de dos patas o de dos piernas, sino metálica”. O la del gobernador panista de Baja California Francisco Vega: “Ustedes son lo mejor que nos ha pasado. Están rebuenas todas para cuidar niños, para atender la casa, para cuando llega uno y ‘a ver, mijito, las pantunflitas’. No, no, ustedes de veras que son el pilar de la familia y perfectamente lo saben. Muchas felicidades”. O Diego Fernández y el viejerío etc. Sí, la historia de la misoginia y machismo panista es larga.

Se han preguntado ¿Por qué si en el PAN hay mujeres diputadas y senadoras, preparadas, experimentadas -más allá de la ideología conservadora que profesan- se les tiene en silencio y se les acota su participación pública? Y en cambio, ¿a las que se comportan como pendencieras, vulgares e ignorantes como Kenia, Xóchitl, Lily y otras aún más estridentes pero con menos reflectores; las “usan” como su voz feminista, sus  representantes en medios y posibles candidatas? lo hacen porque saben que sus expresiones arrabaleras le indican a los votantes que la pregunta ¿Puede una mujer ser presidenta? es válida en el conservadurismo.  Presentar a estas mujeres como “figuras” posibles candidatas es mera burla que busca, una vez más y como siempre, que la derecha acepte la necesidad de un tradicional machín de los que “comen santos y cagan diablos”. Es la manera de decirle a sus votantes: ¿ven porqué necesitamos hombres a cargo?

Mientras que en la izquierda, particularmente en MORENA, la paridad en las posiciones políticas es una realidad, mientras que gobernadoras, diputadas, senadoras, secretarias de Estado; ganan las posiciones en que compiten y tienen presencia y voz pública, imponen puntos de vista, GOBIERNAN, MANDAN, ACTÚAN de manera abierta y naturalizando lo que es natural: la igualdad de géneros; en el conservadurismo prefieren minimizar a sus propias, hacerlas a un lado y presentar un “feminismo con cara de macho” en la figura del camorrismo vestido de mujer.

MORENA tiene fuertes candidatas para el 2024 o para cualquier posición de primer nivel, Claudia sobresale en las encuestas para candidata presidencial, pero están también Rocío, Olga, Tatiana, María Luisa, Luisa, Alejandra, Rosa Icela, Delfina, Salma, Citlalli, y más, muchas más; en la izquierda ya no es tema, ya no es una discusión la figura de la mujer en la toma de las decisiones más importantes del país.

En la oposición no hay candidatos hombres posibles, no tienen figuras destacadas porque cualquiera que levanta la cabeza rápidamente es vapuleado por su propia historia y, lo que es de destacar es que no hay candidatas posibles, porque al PAN le aterra la idea de presentar una mujer que resulte interesante para el electorado. Si alguien cree que en su momento haber presentado a Margarita es algo distinto a lo que hoy hace con las ramplonas que le representan, se equivoca; a pesar de que Margarita es una mujer preparada y con experiencia la lanzaron al ruedo porque sabían que su nula habilidad para comunicarse y el ser esposa del criminal expresidente la volvía un cero a la izquierda (como su % alcanzado lo constata), reiterando la estrategia que busca que en el ideario colectivo panista es necesario que sean hombres los que lleguen al poder; las mujeres no. Para la derecha mexicana, la defensa de la familia heteropatriarcal, la preservación de la cultura en su versión más reaccionaria, la alianza con las iglesias y las élites establecidas, el clasismo, la oposición al aborto seguro y legal, los prejuicios, costumbres y tradiciones que se basan en la idea de la inferioridad de la mujer o en roles estereotipados; hacen ver muy lejos el día en que sea una mujer quien les represente de manera seria para una posible candidatura presidencial. Por eso prefieren jugar con la pregunta: ¿Crees que una mujer puede ser presidenta? No cabe duda, machos pero hipócritas, la vileza en todo su esplendor.

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Guerra, Historia, Mundo, Rusia, Ucrania

¿Por qué Ucrania?

Una cosa es el largo plazo para el que podemos pensar en Imperialismos, Otanes, Élites,  Capitalismo etc. y otra es lo inmediato, y lo inmediato es que se está destruyendo a un país, prácticamente se está viviendo un genocidio ante la cara del mundo, y, ante tal circunstancia de hechos se requiere recibir “ayuda” de quien la aporte. No hay contradicción, es tan solo realidad.

Se puede discutir la intención de Occidente, principalmente de Estados Unidos y algunos países de Europa; nadie es ingenuo como para creer que buscan la paz y el bien de Ucrania per se; no, para ellos no es Ucrania, son sus negocios y es su enfrentamiento con Rusia; sin embargo, detenernos en ello es permitir la tragedia humanitaria que está sucediendo ya por varios meses y que ha acabado con ciudades, vidas, economía e infancias.

Se le quiebra la voz a Yuliya Yurchenko al presentar su ponencia: “Ucrania, Autodeterminación y Guerra Imperialista” en el foro de conferencias  Socialismo 2022 que se realizó el fin de semana pasado en Chicago bajo el patrocinio de decenas de organizaciones que promueven propuestas de “izquierda” ante los ingentes y urgentes problemas que afectan al mundo.

Yurchenko, es catedrática de Economía Política en el Instituto de Economía Política, Gobernanza, Finanzas y Responsabilidad de la Universidad de Greenwich, Reino Unido, y vicepresidenta de la Critical Political Economy Research Network; se ha convertido en una de las voces más importantes en la diáspora ucraniana para explicar el conflicto desde una visión local, afectiva, real, una visión que incorpora el olor del polvo de las ciudades destruidas, los cuerpos de familias masacradas, las lágrimas y locura de mujeres violadas.

En 2018, escribió “UKRAINE and the Empire of Capital” bajo el sello PLUTO PRESS, libro que se convirtió en un importante análisis económico político que sirve para entender el desarrollo ucraniano en la era post soviética; en este libro presenta sin ambigüedades la realidad de su país enfrentado en rivalidades locales, cleptocracia, guerra por los recursos naturales y hace ver el peligro de los grupos crecientes de extrema derecha. Nada le es ajeno, conoce bien la dinámica y los conflictos de su propio país y no exime a nadie de responsabilidades que tangencialmente se encuentran en el conflicto actual.

Sin embargo ahora que estalló la guerra provocada por la invasión rusa, no como algo nuevo dado el antecedente de la invasión de Crimea en 2014; Yurchenko hace una clara distinción entre la situación de su país con problemas propios de un país soberano e independiente y la invasión por parte de la potencia rusa.

En los últimos conteos, el saldo de muerte alcanza decenas de miles de muertos ucranianos; cientos de niños desaparecidos, muchos sacados del país y enviados a Rusia con el fin de chantajear a sus familias o de plano para darlos a familias rusas y que dejen atrás su historia y recuerdos ucranianos (nada distinto a lo sucedido en las dictaduras latinoamericanas, es bien conocido el caso de las “Abuelas de Plaza de mayo”, madres argentinas en busca de sus hijos y nietos víctimas de desaparición forzada); violaciones y agresiones sexuales a mujeres principalmente pero también a hombres y niños, esto como renovada y perversa forma de guerra; todo lo documentado a la fecha no es sino lo que se enjuiciará en un futuro, sin embargo, la guerra sigue, no tiene para cuando acabar.

En México, la historia bien conocida, aunque irrelevante para la derecha de este país, nos recuerda que en una invasión similar (territorial) por parte de Estados Unidos, nuestro país acabó perdiendo parte de lo que hoy son los estados de Wyoming, Kansas, Oklahoma y todo Texas, California, Utah, Nuevo México y Colorado; medio país fue invadido y apropiado por el país vecino. De este hecho y de la historia de muchas otras invasiones por Estados Unidos incluyendo sanciones económicas a quienes no comulgan con sus ideas, es natural que para muchos aquí nos derive en una absoluta desconfianza al interés gringo en “apoyar” la defensa ucraniana en esta invasión por la Rusia de Putin. Porque Estados Unidos y sus aliados pasarán la factura y liquidarán la economía de Ucrania como lo hicieron con la de Irak, sí, eso también pasará. Pero esa será otra historia.

La conjunción de dos ideas: por parte de Vladimir Putin de que Ucrania en realidad no es un país y que su población debe ser desnazificada y, la de Estados Unidos y el presidente Biden (a quien le estalló el conflicto) que –refiriéndose al mundo- ellos hacen las reglas y ellos dan las órdenes es la tormenta perfecta para la tragedia en el corazón de Europa.

El mundo está loco, loco, loco, (parafraseando la película de 1963 dirigida por Stanley Kramer) aunque contrario a la película la realidad actual no tiene nada de cómica: problemas mayúsculos en Irak, Siria, Yemen, Etiopía, Myanmar, bloqueos económicos a  Cuba, Venezuela e Irán; consecuencias económicas por la pandemia, refugiados y desplazados en decenas de millones de personas, inflación, interrupción de cadenas de suministro, desabasto de energéticos; la huella indeleble del conflicto de potencias está presente; estamos viviendo una vez más el infinito reacomodo de imperialismos.

Sin embargo, la guerra de Ucrania para defenderse de la invasión rusa en una lucha absolutamente legítima y democrática. Esta verdad no niega la corrupción de la oligarquía política que rige ese país en las últimas décadas, no niega tampoco la presencia de nacionalistas de ultra derecha en sus estructuras militares y políticas; no niega nada pero, Ucrania es un país independiente que hoy se encuentra sometido, invadido y en proceso de destrucción.

Es necesario separar la idea de la dualidad política mundial con los hechos reales, puntuales y trágicos: Ucrania está siendo masacrada por Rusia, es una tragedia ante los ojos del mundo.  Ucrania requiere solidaridad (no de banderita en redes sociales por convivir), alimentos y dinero; y tiene por necesidad de subsistencia que tomarlo de quien sea, de quien lo provea, aunque la factura llegue más temprano que tarde.

La solidaridad con Ucrania no puede ni debe confundirse con apoyo a la política norteamericana en su conflicto con China a través de Rusia; es necesario separar la necesidad humanitaria de apoyar a Ucrania por Ucrania misma; no podemos permitir o conformarnos con que un país independiente, otro más, sea devastado por fuerzas exógenas. Que se jodan los rusos y los estadounidenses, quien sea, pero es hora que sus batallas las den en sus casas o no las den. La idea de un pacifismo no es más una ingenuidad, es una urgente necesidad que evite el fin de la civilización de la mano del desacuerdo de potencias nucleares con derecho a veto en las Naciones Unidas para hacer lo que les da la gana.

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4T, Futuro, Lealtad, México, Traiciones políticas

El que no va a ser

Al perro que tiene dinero se le llama señor perro.

Proverbio árabe.

Pero no lo es, llámese como le gusten llamarlo sigue siendo perro. Aunque se diga el sucesor, la mejor opción, el dialogante, el de experiencia, el amigo de todos, el queda bien; sigue siendo perro. No hay cabida por la puerta de la candidatura al 2024 por la 4T para el marcado por la traición.

En pocos meses se definirá la candidatura de MORENA y aliados para la presidencia a votar en el 2024. En dos años habrá un nuevo presidente para el siguiente sexenio, elegirlo es una de esas decisiones que marcarán un camino de no retorno, no podemos equivocarnos si no queremos regresar al reciente pasado. La tarea de un próximo sexenio es consolidar lo realizado, cerrar las puertas a retrocesos a que hoy aspiran los defenestrados del neoliberalismo, a permear -por sus resultados- las bondades del proyecto 4T y a generar nuevos futuros con menos desigualdad. Eso es mucho y eso no es tarea para cualquiera.

Más allá de preferencias personales para optar por quien sí, hoy ya tenemos razones suficientes para saber por quien no. El que no será por la 4T.

Las certezas, datos duros, escenarios analizados y el espíritu social actual, nos dicen que el candidato que presente la coalición que hoy gobierna será la o el próximo mero mero. La siguiente tlatoani, el mesías que no deje dormir al krausismo, la nouvelle dictadora del dresserismo fácil, el chairo mayor.2, la nueva receptora del insulto clasista y vulgar o como le quieran llamar Loret, Brozo, Aguilar Camín, Diego y demás secuaces, saldrá de las filas del movimiento que en 4 años ha ganado 22 gubernaturas, la mayoría de congresos estatales y que eligió en 2018 al presidente que, hoy, faltándole 2 años para dejar el puesto, se mantiene como el segundo mejor evaluado del mundo y que en México tiene niveles de aceptación en rangos de 70%.

Si esto es así, pues es fácil deducir quien no será candidato.

La crónica de vida de López Obrador lo dice en su historia bien reseñada en hechos: no mentir, no robar, no traicionar, es su guía de acción. Quien no siga esta guía no será candidato.

La aventura en la construcción de un partido como MORENA inició precisamente para alejarse de las políticas gatopardistas de hacer para parecer –sólo parecer- cambiar; de la venta neoliberalista del país; de la traición perredista que se plegó al pacto por México peñanietista; de la acostumbrada caravana hipócrita al poder;  del acuerdo en lo oscuro para castigar a las mayorías; del compromiso insustancial por quedar bien con todos; del juego de «izquierda» conservadora y naif para pactar con PRI y PAN. Quien no tiene la intención de alejarse de estas prácticas no será candidato.

La coalición lograda con partidos PT, PVEM,  –distintos a MORENA en muchas cosas- se fundó bajo un tronco común de votar a favor de un único proyecto, no varios proyectos producto de algún dirigente ególatra de ocasión. Con esa coalición el gobierno se ha enfrentado denodadamente al embiste diario, sostenido y “copeteado” de las élites y sus personeros incrustados en el poder y en los medios. Quien en este contexto juega al mediador, al medias tintas, al no soy de aquí ni soy de allá, no será candidato.

La 4T en su conjunto, la que incorpora no solo a partidos y dirigentes sino a la sociedad mayoritaria de este país, se enfrenta decididamente a las resistencias que hay, de pocos pero ruidosos con mucho poder y dinero, ante cada proyecto o política en su beneficio, y se encara permanentemente con las mafias del pasado tan vigentes en los juzgados, los medios de comunicación, los poderes legislativos y gobiernos corrompidos hasta la médula, para defender la causa justa en la que se fundamenta el nuevo espíritu social de esta transformación. Quien no esté de este lado (¿es ésta la polarización que le gusta mentar a algunos?), sin ambages y medianías no será el candidato.

Decía Aristóteles: “El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad”

Hay un interesado en el puesto: bien conocido, de larga trayectoria política, en su juventud considerado uno de los futuros líderes de México; uno que se sabe mover para salir en la foto, ha tenido importantes puestos, fue gobernador en su estado, lo llevamos al Senado, le dimos derecho de picaporte presidencial y a pesar de ello su deslealtad hace que todo le sea insuficiente.

En su afán narcisista y su deseo inconmensurable de poder,  sacó un pie del proyecto lopezobradorista, morenista, cuatroteista, para ponerlo en el tablero opositor, hoy mide su chantaje en su engolada palabrería. Usa términos como democracia, derechos, libertades y tolerancia que, una vez que salen de su boca se escuchan como yo, mí, me, conmigo para desinflarse como globos y pasar al olvido. No se le recuerda un planteamiento o proyecto, es un hombre de momento, es un hombre sin sustancia.

 No se ha ido pero ya se fue, lo sabe y lo sabemos; el momento de su partida lo mide como buen calculador que cree que es; está herido en su ego y planea su redención haciendo explotar todo lo que pueda. Quiere vender cara su deslealtad aunque del otro lado es mero artificio para intentar dinamitar el futuro de la 4T, no lo quieren, lo necesitan no para crecer con él sino para hacer daño; le podrán dar mucho dinero y beneficios pero en su traición cancela su futuro de primer nivel político.

Llama la atención que su derivación narcisista le haga acompañarse de gente moralmente grotesca, siempre lo verán asistido o asistiendo a una troupe de hombres y mujeres deformes con muecas contrahechas que muestran aborrecimiento, odio y  desesperación. Se rodea, como en un mal circo, de personas que le constaten que en tierra de ciegos el tuerto es rey.

No, no será.

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AMLO, Historia, México, Oposición

El niño del tambor

Si no quieres repetir el pasado, estúdialo.

Spinoza.

La política mexicana fue relativamente fácil de entender hasta el 2018, antes nada cambiaba, se vivía entre la simulación y el gatopardismo. A partir de la llegada de López Obrador, el PRI, el PAN y el PRD implosionaron y cambió todo el sistema de partidos e instituciones. Esto significa que, para entender el momento actual, se debe comenzar casi desde cero, y si no desde cero, sí hay que volver a comenzar.

Los cambios políticos y sociales de los cuatro últimos años son crueles para el entendimiento de niñatos que se niegan a asimilar un México nuevo y distinto.

Todo empezó con una maqueta de aeropuerto: un día se les dijo que ese capricho suyo no se haría, que su juego de “pretender” ser primermundistas no incluía comprometer el erario futuro, años antes de que empezara su construcción se les dijo que no lo hicieran, que era insostenible, que si lo hacían se les quitaría, no lo creyeron. Acostumbrados a hacer lo que se les pega la gana lo iniciaron, en su juego de terquedad obviaron todos los datos que les decían que ecológica, económica y técnicamente, su operación -en caso de que fuera construido- desembocaría en riesgos ambientales y financieros inaceptables para el país. Pues pasó, lo iniciaron, cambió el gobierno, se los quitó. Recomiendo la lectura de “La cancelación” de Jiménez Espriú, el sólo prólogo ya es suficiente para entender el desastre que se avecinaba.

Su chifladura, en esta ocasión, se quedó en una seductora maqueta que al no realizarse, y ciegos a las razones, provocó algo similar a un efecto de síndrome de Peter Pan: afloró una gran inmadurez emocional en su edad adulta que -cuatro años después- no pueden controlar.

México cambió en muchas cosas, sigue en un proceso de reformas económico, político y social y la oposición se mantiene en una infantil pataleta.

Después de la maqueta siguieron leyes, llanto otra vez; fin a negocios y componendas que saqueaban el presupuesto público, gritos y maldiciones; redistribución del ingreso favoreciendo las necesidades más básicas de la población vulnerable, rabietas y conductas desafiantes; Aeropuerto, Refinería y Carreteras concluidos (no maquetas), vinieron los golpes y mordeduras.

El problema  es que les educaron para creer que élite económica y política significaba ser el centro del universo y que  per saecula seculorum obtendrían lo que desearan de manera inmediata; de ahí la frustración, de ahí su decisión de no madurar e incorporarse a un mundo de adultos que construye un nuevo país.

Vivieron acostumbrados a contarse y creerse sus propias historias, para validar su saqueo preparaban una narrativa de “conveniencia” pública, la transmitían en sus medios de comunicación a través de sus locutores, periodistas, intelectuales (sic), que dinero de por medio repetían lo que fuera necesario para fundamentar la rapiña a la que sometieron a México durante décadas; qué otra cosa si no es el fobaproa, la venta de empresas públicas, las concesiones de minas, el desmantelamiento de PEMEX, CFE y –en general- la industria energética; la destrucción para su privatización de los sistemas de salud y educación; el contubernio con el narcotráfico. Sí, qué difícil debe ser que se les haya acabado el poder de decisión para acabar con el país pero, ¿nos importa? No, que lloren y que pataleen si es lo que quieren.

Hay un excelente libro de Gunther Grass que llevó al cine Volker Schlöndorf en 1978: “El tambor de hojalata”. La historia relata la vida de Oscar, un niño que vive durante la época de la Segunda Guerra Mundial y que a los 3 años deja de crecer, su cuerpo deja de crecer pero su mente no. La trama es compleja, macabra, extraordinaria; sirva mencionarla por dos cosas: una, es que éste Oscar acaba en un hospital psiquiátrico a los 29 años, y dos, que me hizo pensar en el trauma tan fuerte con que va cargando la oposición mexicana al tener cuerpo de adultos y comportamiento infantil.

Teóricamente, uno de los umbrales que marca el paso a la edad adulta es la aceptación de responsabilidades cívicas y la participación en la vida pública. En un mundo sano, ser adulto equivale, en buena medida, a ser ciudadano. Los opositores mexicanos, en su sustracción al debate de ideas y al acompañamiento (de preferencia crítico pero sustentado) a las políticas públicas nuevas -distintas a las que se construyeron en su propio beneficio- gamberrean el significado de ciudadanía, de alguna manera se presentan como extranjeros frente al resto de mexicanos.

¿Qué hacemos? ¿Procuramos incorporarlos a la discusión pública o los dejamos fuera? ¿Seguimos viendo cómo se dan topes de pared a cada elección en que pierden o les anticipamos poco a poco que el próximo año perderán también el Estado de México y Coahuila para que lo vayan aceptando? ¿Les contamos lo que dicen todas las encuestas y escenarios futuros del 2024 o preparamos las cámaras para filmarlos mientras escupan su rabia?

Con todo lo anterior, hay que decir que la situación es más compleja que sólo verlos emberrinchados, en términos generacionales representan a un grupo con una descendencia y un entorno que bien puede aprender del mismo embrutecimiento clasista y negacionista de sus padres. Nos enfrentamos a la tarea ética infinita de no ceder y cuidar el proceso de transformación en el que estamos envueltos porque con estos de mentalidad novata y bisoña no contamos, y a mi parecer ni contaremos.

Cambiemos de perspectiva y observemos las cosas desde el otro lado ¿qué están viendo ellos?: realidad y espíritu; un sumario de hechos, políticas y formas nuevas acompañadas de un ánimo y un “por qué” que no pueden entender, saben que hay una complejidad cultural y un aglutinante social que no alcanzan a concebir en su individualismo egoísta.

Mejor que se llore en su mundo feliz y no en el nuestro real.

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México, Mirreyes, Oposición

Póngase una papa en la boca

En la cabañuki de mi papi en la montaña papalord, ahi llevamos a las lobukis para matar el frio auuuuuuushhh.

Mexican curiosité

Hace algunos años, un Instituto preparatoriano, un centro de estudios “de élite”, religioso, exclusivo para hombres, gestionado por los Legionarios de Cristo, dio el campanazo a una realidad de la que poco se hablaba en ese momento. Un video clasista, racista, misógino y discriminatorio fue el colofón de la celebración de graduación de una generación de varones. Se presentaba en sociedad una nueva camada de mirreyes.

En el polémico video, los jóvenes estudiantes hacen pasar por un casting a un grupo de mujeres para ser elegidas como sus parejas de baile. Los nuevos mirrreyes, acompañados por un jaguar y flanqueados por dos mayordomos morenos, las obligan a lavarles los pies al tiempo que las desprecian hasta encontrar a la que es digna de su estulticia. En respuesta a las críticas, el Instituto Cumbres expresó en un comunicado que el video “no representa los valores del centro”

Y sin embargo, sí, sí los representa, (este vergonzoso video puede verse en redes aunque ha intentado ser bloqueado por sus hacedores), a nadie sorprende que el elitismo legionario tenga como consecuencia la formación de algunos estudiantes, muchos de ellos hijos de políticos, narcotraficantes y empresarios beneficiados con contratos públicos, que no tiene comedimiento para exhibir un derroche económico sin precedentes: la herencia que se encontraron en la cuna en que nacieron.

La vida “mirrey” de abusos y clasismo por parte de estos jóvenes herederos: de borracheras con decenas de botellas de champaña descorchadas en los antros, de viajes en aviones privados, de cuentas de miles de dólares en restaurantes, de bolsos y ropa de marca por la que se pagan cientos de miles de pesos, de choferes y personal de servicio las 24 horas, conforma un estilo de vida particular y fácilmente identificable porque está rodeado, invariablemente, de gasto ostentoso, exhibicionismo y narcisismo. La marca de la casa del mirreynato es el alarde de riqueza acompañado de una muy dolorosa comedia en la que estos individuos actúan para sí mismos. Son porque se ven en sus fotos y redes sociales, si no hay foto, no son.

¡Mi Jaime renunció ayer!, me dueles México.

En la escala involutiva de los estereotipos de tribus que conforman la sociedad mexicana, en el escalón más bajo y decadente se encuentra aquella conformada por estos mirreyes: niños mimados, insensibles, insustanciales, ricos, que poco tienen que ver -aunque de algún modo son  sucesores- de un esnobismo casi ingenuo representado por las llamadas niñas fresa, los niños bien o  los junior; clan que en su etapa de debilidad intelectual derivó en este grupo promotor de la impunidad, la prepotencia y el desprecio por la cultura del esfuerzo.  Eso sí, han creado una forma de hablar, ininteligible a veces, para marcar distancia con el idioma español tan de los comunes y corrientes. Ellos viajan en su «yatesuki papawh” mientras nosotros apenas y para la panga tenemos.

Ahora, ¡a lo que te truje Chencha!, si les oye decir: ¡es un tema político goeeey! Ya valimos.

El futuro no pinta bien si estas personas llegan al poder. ¿Si, cómo que si? No, la pobreza intelectual que predomina en las élites de poder mexicanas es inocultable y ha permitido que estos mirreyes ya se encuentren dirigiendo gobiernos locales, tengan diputaciones, senadurías y puestos de responsabilidad. Son los nuevos monárquicos arrodillados.

Han llegado al poder, de la mano del PAN, del PVEM y de MC personas insensibles, que no solo no entienden que no entienden, sino que tienen en sus manos decisiones que marcan el futuro de millones de personas. Formados en entornos de plena ignorancia de la realidad social definen políticas públicas que afectan a las mayorías.

En España se les llama pijos, en Argentina chetos, en Chile cuicos, en Colombia gomelos, en Bolivia jailones, en República Dominicana  jevitos, en Ecuador pelucones, en Costa Rica pipis, pitucos en varios lugares del Cono Sur, en Panamá yeyés, en Venezuela sifrinos, en todos los países hay apelativo para estos “mirreyes”. No son producto exclusivamente mexicano, son producto consecuencia de un neoliberalismo que puso al frente de cualquier valor ético, moral o social, el tener para ser, el tener para ostentar, el tener para hacer el ridículo con conocimiento de causa.

Afortunadamente estos nuevos gobernantes y empoderados políticamente, se enfrentan a que lucrar con la cultura del desprecio se convirtió –socialmente- en una canallada que equivale a su suicidio político, gobiernan una vez pero no repiten, la sociedad mayoritaria los identifica y a su vez les desprecia. Un gobernador de Nuevo León como Samuel García (tan fosfo fosfo), un dueño de partido como Jorge Emilio González, un aspirante a gobernador como Roberto Palazuelos, muchos de los “jóvenes” panistas que acompañaron los gobiernos foxista y calderonista, todos ellos desconectados de la ciudadanía; son como las tigridas, esas plantas que solo florecen por un día. Florecen al amparo de ruido mediático, de redes sociales, de compadrazgos y de corrupción, pero al no tener sustento intelectual o social perecen en cuanto son vistos por los «otros», reivindican su ignorancia afirmando su veracidad (material).

Estos individuos, mujeres y hombres, tienen la sensación de decir la verdad sabiendo que están diciendo cualquier cosa, se conceden importancia apelando a su propia tragedia. Si los oye ponga atención, escuche su lamento mientras observa su camisa desabotonada, se saben vacíos. Recuerden las célebres palabras de Samuel García sobre la dura infancia que le tocó y formó al lado de su padre, ésta perorata nos explica mejor lo que yo intenté aquí: “Era bien duro porque me decía: ‘Si quieres que te pague la semana te tienes que ir conmigo al golf el sábado, y terminando los 18 hoyos te pago la semana.»

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4T, Desmemoria, México, Oposición

El curioso caso de los 4 gatos

Él puede parecer y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.

Groucho Marx

Si los escuchas hablar oirás que su diagnóstico es que este gobierno llegó a su fin, que lo que sigue es el desastre y que muy pronto volverán al poder; aunque los números tienen otra versión.

Mientras los oyes defender y librar la “batalla cultural” contra López Obrador al mismo tiempo que defienden modelos golpistas, al tiempo que agitan su bandera ucraniana en una guerra que prefieren no entender y, mientras siguen creyendo que basta con convocar al viejo anticomunismo en vez de pensar la gravedad de la pobreza, la desigualdad y la corrupción que promovieron en sus gobiernos; sólo queda avisarles que -esa batalla contra molinos de viento que dicen ver- la perdieron en el momento en que perdieron la vergüenza.

No es extraño que sus propuestas busquen retroceder el reloj de la historia, su miedo ante la persistencia de la pérdida de privilegios mal habidos que no construye un horizonte común de mejoras para la mayoría; y esto, que parece tan simple, sí lo percibe la gran mayoría de ciudadanos: los que llaman iletrados, ignorantes, flojos, nacos, esos a los que hay que sentar a veces en el último recoveco del restaurante para que no afeen la vista. Y es por eso que van en sentido contrario a la historia, es por eso que pierden y seguirán perdiendo.

Así como el maullido de los gatos puede expresar entusiasmo, excitación, compromiso o angustia, si pudiéramos hacer un análisis acústico del lamento opositor de los últimos cuatro años, sabríamos que expresan resentimiento, odio, discordancia con la realidad y miedo. Sobre todo miedo, mucho miedo.

No importa de quien estemos hablando: si del opositor dirigente partidista, del “aviador” sin puesto que se enteró que para cobrar hay que trabajar, del burócrata sin mordida, del empresario obligado a pagar impuestos, del aspiracionista acostumbrado a aparentar lo que no es, del patrón furibundo por tener que pagar prestaciones sociales, del ex funcionario al que se le acabaron los “cuates” en los gobiernos, de los factureros, huachicoleros, becarios, periodistas del chayote, etc. De cualquiera de estos opositores que abundan en medios  y redes de comunicación y los otros sólo agazapados en su frustración, lo que les caracteriza y les unifica es el miedo.

Por no leer a Savater por ejemplo no se enteraron de la norma que bien les aplica en el contexto de una transformación como la que estamos viviendo: “¿Cuál es la única obligación que tenemos en esta vida? No ser imbéciles (…)” (Fernando Savater, «Ética para Amador»)

Pero no, había que actuar sin pensar dos veces, decidieron que había que decir no porque no; resolvieron que era más sencillo quedarse en el pasado y cobijarse en sus certezas, sus controles y sus seguridades bien conocidas, antes que atreverse a agradecer a la existencia misma por estar presentes y vivos en un momento histórico inaugural mexicano. Se olvidaron de ser felices, para solo estar seguros en sus miedos, se asustaron porque era más fácil embotarse y pasmarse que razonar la nueva realidad. He aquí la tragedia del opositor de hoy: duerme para huir del miedo, y además… no lo sabe.

¿Qué circunstancia material activó o cuál fue el origen del miedo vigente en las venas opositoras? La cancelación de un aeropuerto, ese proyecto -sumergible obra cuyos datos técnicos, ecológicos y financieros hacían inviable- fue lo que activó el sentimiento que los trae a la circunstancia en que hoy se encuentran. Vieron lo que no era, creyeron lo que no era, prefirieron no entender las razones y quedarse en el pánico.

Constantine Slodobchikoff, es un especialista en comportamiento animal, a la pregunta de por qué los gatos tienen miedo a los pepinos, explica: «Los gatos están genéticamente programados por instinto para evitar las serpiente. Como los pepinos se parecen a las serpientes, los gatos les tienen miedo”  ¿Qué les pareció a los opositores que fue la cancelación de esa obra que su instinto les activo el miedo en que aún hoy viven, qué pepino vieron?

El mundo está cambiando, México también, las evoluciones no son para pusilánimes ni cobardes y mucho menos para aquellos que no entienden que en el mundo actual en el que los grandes poderes y las grandes élites mundiales van por todo, la unión de todos sería la fuerza que podría acompañar el destino mexicano. Es un gran momento como para preferir seguir agazapados, criticando, mintiendo y desmotivando a quienes guían en este momento el país. Lo que sí ha hecho la oposición y es su letra escarlata es que no han acompañado a este gobierno en nada, absolutamente nada; como si no fuera su país escondidos en su miedo prefieren apostar a su fracaso. Los demás tenemos que avanzar, seguir escribiendo la cotidiana historia sabiendo quienes son los unos y quienes los otros.

Como dice la canción:

Nos ven reír, nos ven luchar
Nos ven amar, nos ven jugar
Nos ven detrás de su armadura militar

Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.

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México, Odio, Oposición

Cataclismo semanal

El odio es la cólera de los débiles. Daudet 

Acto fundacional:  En 2006 Felipe Calderón llegó a la presidencia por la vía de fraude, su “estratega” político el español Antonio Solá a quién pagó millones de dólares, se inventó un lema para agraviar al candidato López Obrador, lema que fue repetido millones de veces en los medios de comunicación. El mantra obligado para los odiadores al candidato de la izquierda fue: No pregunten, no cuestionen, no piensen por ustedes mismos, solo repitan “Es un peligro para México”. Y de ahí pal real.

Sí, porque para hablar hoy del comportamiento de los opositores, hay que remontarse a ese infausto 2006 en que un presidente fue impuesto por las élites de poder, no por los votos, bajo un discurso que descalificaba burda, brutal y peyorativamente a López Obrador y su movimiento. Es en ese momento, que ese grupo elitista y tramposo se dio cuenta que sus seguidores; aquellos beneficiados por el neoliberalismo, vividores acostumbrados a prerrogativas a cargo del Estado y aspiracionistas que avalaban el dispendio gubernamental y el reparto de la riqueza pública entre pocos, se satisfacían con recibir migajas y sobras y que a cambio de ellas se convertirían en caja de resonancia de cualquier mensaje que se quisiera transmitir, cualquiera.

Años después, el mensaje a transmitir fue que el candidato Peña Nieto era guapo y se rodeaba de excelentes administradores. La caja de resonancia funcionó, el rebaño conservador votó por Peña Nieto, y así nos fue.

En el 2018 aquel ciudadano mexicano, que 12 años antes fue robado electoralmente, llegó a la presidencia, para ello fue necesario construir una mayoría de votos a su favor como nunca antes había existido en México para que ningún intento de fraude fuera suficiente para evitarlo; su triunfo representa todo aquello que la minoría opositora desprecia. El presidente de México se convirtió en el insoportable espejo de los conservadores mexicanos, el que les hace ver reflejado su clasismo, su racismo, su corrupción, su misoginia y, sobre todo y sin importar las consecuencias, su deseo que a este gobierno le vaya mal en lo que haga.

Desde el momento que llegó al poder, ante todas, absolutamente todas las decisiones y políticas, todas las obras públicas, todas las propuestas y leyes, esa oposición conservadora -que aun medra en la discusión pública (antagonistas muy disminuidos en cantidad y calidad pero con mucho dinero para seguir transmitiendo su mensaje)- se ha encargado que éstas sean desacreditadas; sea lo que sea, para éstos todo está mal y lo que sigue a cada acción es un perorata de tragedia, un discurso reflejo de su deseo de que México vaya camino al precipicio.

Por si no fuera suficiente su mal augurio, entre la resonante borregada se puso de moda ser imbécil y nos encontramos con que cada día surgen especialistas en todo que no saben de nada; los mismos son un día ecologistas y al siguiente epidemiólogos, aeronáuticos, constructores, internacionalistas, petroleros, sociólogos, economistas; como alguien dice por ahí, los montan en un ladrillo un par de días y ya no saben qué hacer con su fama salvo insistir en el inexorable camino al precipicio que, dicen, sigue este gobierno.

Pintar a López Obrador casi como “bestia de apocalipsis” tan solo provoca que ante cada planteamiento opositor en esa dirección, pocos días después se les regrese como un búmeran una realidad que les desmiente y golpea. No importa entonces que las falsedades y medias verdades duren apenas pocas horas, siempre hay y habrá una nueva para mantener el continuum de aborrecimiento a su persona y a lo que representa y a intentar provocar una sociedad desmotivada que crea en hipocresías y que se ciegue ante los hechos del pasado y el fenomenal cambio transcurrido en los últimos cuatro años.

Todos para arriba, todos para abajo

En coreografía diaria, ese rebaño conservador, una vez que recibe el mensaje a replicar a través de “líderes de opinión” y medios de comunicación ad hoc; como cacatúas lo vuelven el tema de conversación entre sus mismos; uy qué mal, la torre del aeropuerto se va a caer, uy, las vacunas contra covid tienen agua, el dólar va a estar a 30 pesos, la economía en picada, el aeropuerto no se va a construir, la refinería no se va a acabar, los hijos del presidente son millonarios y tienen un Lamborghini, el presidente es narco, estamos en recesión, el presidente no se entenderá con Trump, con Biden, etc. etc. etc.

Con el paso del tiempo esa amenaza de fin de mundo, de apocalipsis mexicano, pasó de ser una alarma a ser una mera ironía que bien dibuja a sus promotores: la ignorancia sobre los temas, el desconocimiento de la historia, la nula conciencia social y sobre todo el desamor al país.

En esencia hay una manipulación a cargo de élites con intereses económicos muy grandes y que expresan su odio de manera soterrada, porque son hipócritas como lo es cualquier conservador, sin embargo esto no es novedad, lo que es novedad es que hay ciudadanos que sin darse cuenta son usados para ser los transmisores del desasosiego y del deseo que le vaya mal al país. Sólo hacía falta entender que fácilmente se podía establecer una línea de transmisión de comunicación si se fomentaba la arista clasista y racista del rebaño; las élites lo entendieron.

¿Por qué odian al México que tanto les ha dado? Es tarea de psicólogos si no es que de psiquiatras el explicarlo. ¿Será que saben que esas élites también a ellos los desprecian y apelan a su arribismo aspiracional para ser como ellos? ¿Será que creen que si menosprecian a la mayoría de mexicanos, ellas y ellos son mejores?

Sueños guajiros, pero, pues es lo que hay.

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México, Oposición, Partidos políticos, Traiciones políticas

El «broderismo»

Chupó faros.

Frase popular.

DOS MOMENTOS:

1.-1928 “Yo creo que la organización de un Partido de carácter nacional servirá para constituir un frente revolucionario ante el cual se estrellen los intentos de la reacción”  Plutarco Elías Calles, “Jefe Máximo de la Revolución” fundador del PNR antecesor del PRI.

2.-2022 “…¿Cuántos periódicos hay y cuántos se leen? TV Azteca, la pinche televisora, tres vergazos, o sea… te la pongo más fácil: dos vergazos a López-Dóriga y se acabó el desmadre. ¡Y tampoco aguantan!” Alejandro Moreno “Alito” presidente del PRI.

Broderismo, palabra nueva que explica un sistema que se derrumba, un carnaval político, el final de una historieta o una infausta tragedia. Dice Alito que él es “brother” de aquellos periodistas a quienes les doblega con dinero público, de aquellas mujeres a quienes les extorsiona con fotos íntimas a cambio de posiciones políticas, de empresarios a su servicio a cambio de leyes que les beneficien. No hay traducción precisa para broderismo porque puede ser cualquier cosa que explique la inmundicia en la que acabó el priismo y, como consecuencia, el sistema político partidista alrededor del neoliberalismo.

Si los partidos adláteres -PAN y PRD- al PRI, esos que en una imprudente simbiosis con el único fin de oponerse a todo lo que haga el gobierno actual; esos que bajo el manejo de Xgonzález comparten su destino tripartita, no son capaces de marcar un límite y establecer un deslinde a lo escuchado en los audios del dirigente partidista, se convierten automáticamente en compinches del vulgar y perverso jefe priista.

El silencio de la oposición involucrada en tales audios, de los periodistas ahí vapuleados y exhibidos, de los empresarios amenazados y obligados a entregar recursos ilícitos, de los propios compañeros de partido, de las mujeres diputadas chantajeadas, y de todos los agraviados que han sido mostrados y los que deben estar poniendo sus barbas a remojar; es señal clara de que la corrupción y vileza política hicieron metástasis en la oposición representada en esos tres institutos políticos y los medios de comunicación conservadores acostumbrados al chayote y al copelas o cuello como norma de acción.

Esas palabras que se escuchan en voz del mentado “Alito”, nos hablan, despejando cualquier duda si es que alguien la tuviera,  del manual de gobernanza opositora y del mecanismo de saqueo y cooptación a que muchos sujetos públicos se han sometido, por conveniencia o convicción, en búsqueda de supervivencia económica -ésta invariablemente, pero también- política y social.

Después de oír lo que hoy es públicamente conocido por cualquiera que se informe y no ciegue y tape oídos a la realidad de este país –y no estremecerse-, es porque no está entendiendo nada, percibiendo nada, leyendo nada, viendo nada. Los ciegos seguirán ciegos, no importa lo que se les ponga enfrente.

Alito les dice brothers, sus brothers; ellos callan, agachan la cabeza y disparan a la mensajera. Sí, yo sí creo que son, no sus brothers, sino sus broders.

Cuando se fundó el PNR (Partido Nacional Revolucionario), en aquél México postrevolucionario, el presidente Calles buscó crear no solo el pilar sobre el cual gobernar sino también el aparato político mexicano para un futuro que se avecinaba complejo si no se lograba aglutinar de alguna forma a las mayorías y se encausaba la ideología de la Revolución.

Cuando el PNR cambia de nombre a PRM (Partido de la Revolución Mexicana) Don Lázaro Cárdenas tuvo el objetivo de que los intereses ciudadanos se representaran y fueran gestionados por sectores que les personificaran: obrero, campesino, popular y militar. Decía Cárdenas: “…con toda claridad la necesidad de transformarlo y de introducir reformas fundamentales para lograr una más sólida alianza entre obreros, campesinos, soldados y burócratas”

Cuando en 1946 el PRM cambia de nombre a PRI (el que hoy conocemos) se definió como “una asociación nacional, integrada por obreros y campesinos organizados, por trabajadores independientes, empleados públicos, cooperativistas, artesanos, estudiantes, profesionales, comerciantes en pequeño y demás afines en tendencias e intereses, que aceptaba los principios de la Revolución Mexicana, considerando a las mujeres exactamente en las mismas condiciones que los hombres

LA DECADENCIA

A partir del sexenio de Miguel de la Madrid, el destino de los mexicanos empezó a cambiar. Se inició la construcción de una ruta sin retorno al despeñadero en lo político, en lo económico y en lo social, favoreciendo los datos macroeconómicos en vez de las microeconomías familiares, favoreciendo a las empresas extranjeras y vendiendo de manera obsequiosa los bienes nacionales. Durante 36 años se desvirtuó, desvió y corrompió el principio por el cuál estalló la Revolución en 1910. Los herederos del PNR, PRM y PRI dieron paso a la negación de su procedencia y las causas revolucionarias que dieron sustento a su propio origen.

CAPUT

Desde que Alejandro Moreno se convirtió en presidente del PRI en el año 2019, en base a sus resultados se ha convertido en el peor dirigente que ha tenido ese partido; a su llegada el PRI tenía 15 gubernaturas, 3 años después le quedan 3: Coahuila y estado de México que irán a elecciones el siguiente año y Durango que ganó recientemente acompañado del PAN y PRI.

El PRI en voz de su presidente pasó de representar cualquier atisbo ideológico o de organización al: “Yo, primero Dios, si me da la vida, seguiré aquí en el PRI hasta 2024, o sea, a mí me va a tocar decidir la lista porque todos esos pendejos que andan allá afuera no, que si no dan resultados se van a la verga. Yo fui electo cuatro años, yo me quedo aquí” Este es el dirigente que arrasó con los restos del PRI y que dice de los empresarios: “…Cuando tenga yo la comisión, vamos a cogernos a los empresarios con una reforma verga, o sea, para que se caguen, apretarlos. Se van a cagar”

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Corrupción, Machismo, México, Patriarcado

El padrote

Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón…

Sor Juana Inés de la Cruz

En México, la política partidista del conservadurismo y del neoliberalismo se ha convertido en el lugar de reunión de hombres resentidos ante la fuerza de un feminismo que acomete de manera decisiva en todos los ámbitos sociales.

En los últimos años, la violencia contra las mujeres se ha convertido en un tema de debate público. Evidentemente, esto no se debe a que la violencia de género haya alcanzado ahora proporciones intolerables -desde hace mucho tiempo se cruzó esa línea- sino lo que ha cambiado es la posibilidad que tienen las mujeres de hablar públicamente, acusar y exigir sus derechos. Suena bonito pero, ¿es real?

El machismo y la misoginia, características de parte de la sociedad mexicana, dificultan un avance sostenido en una igualdad de género que de muchas maneras se mantiene tan solo en una narrativa de ficción y que es fuertemente atacada de manera abierta o soterrada por quienes detentan el poder, económico, social o político. Si hablamos de política, para algunos dirigentes la paridad a que les obliga la ley en la definición de posiciones públicas tiene un precio, y lo cobran. Quienes lo pagan encuentran que ese es el precio obligado para acceder a cargos de representación. En teoría y en la ingenuidad de un mundo ideal –que no existe en México- que la posibilidad paritaria de género esté en la ley, es suficiente; la realidad nos dice otra cosa.

¿Cuál es la diferencia entre mujeres a quienes para conseguir un trabajo en una maquiladora o una oficina se les exige tener relaciones sexuales con el “jefe”, con mujeres a quienes para tener un papel protagónico en televisión o cine tienen que acostarse con el director o productor, o, mujeres a quienes para optar a una candidatura a un puesto público deben tener acercamiento íntimo con el líder de su partido? No hay diferencia, son mujeres en una sociedad patriarcal que tiene como responsables a bestias que odian a las mujeres.

Me parece que la línea de juicio no puede ser de la consecuencia hacia la causa, sino precisamente al revés, de la causa hacia la consecuencia. No son las mujeres quienes en muchas de estas circunstancias son las culpables, son algunos hombres quienes ejercen una cobarde violencia que les “cobra” a ellas: ser mujer ocupando posiciones de hombre.

Mientras no entendamos que el problema de la misoginia y machismo conduce a que los hombres con poder se sientan desequilibrados e inferiores ante mujeres que ganan posiciones en todos los contextos sociales y que, por lo mismo, hasta lo que les dé el alcance momentáneo de ese poderío, recurren a una violencia sistematizada que, lamentablemente, aún está anclada estructuralmente en la sociedad y que les permite mantener una supremacía masculina y autoritaria; un anclaje que deriva de valores propios de la extrema derecha que comparte el deseo de mantener a las mujeres en condiciones de desigualdad.

Una violencia que les chantajea con fotos y videos como lo hace el padrote Alito, no solo para darles posiciones políticas; sino también otra forma de violencia que les “lava el cerebro” como en el caso de la secta NXIVM del estadounidense Keith Raniere que apoyado por Emiliano el hijo de Carlos Salinas, y con la participación de  la hija del ex presidente Fox, Ana Cristina y del hijo del ex presidente De la Madrid, Federico, y de Rosa Laura Junco, la heredera del periódico Reforma; engancharon mujeres “convencidas” como esclavas sexuales a quienes tatuaban el cuerpo con su logo. O esa mujer periodista a quien Luis Videgaray, el hombre fuerte de Peña Nieto, pagaba las colegiaturas de sus hijos y obsequiaba bolsas de lujo. Sí, siempre puede haber una mujer que elige actuar de tal o cual manera, pero invariablemente hay un hombre en situación de poder que hace el montaje.

En el documental “El padrote” de Jessica Fillol, el padrote explica:

Siempre se busca a aquella persona que está siendo despreciada en su familia, que tiene escasez en su pueblo, que ha sido maltratada por el padrastro o por el papá o por la mamá, y como padrote siempre llega uno en el momento adecuado para poder capturar a la víctima.

En el video de avance de esta columna, resumí la idea de lo que aquí escribo, no es más que decir: ojo, el punto de partida no es culpar a las mujeres, en este caso a aquellas mujeres priistas que -presumiblemente- enviaron fotos o videos íntimos al dirigente priista “Alito”, para obtener candidaturas electorales; partamos de la causa, y la causa es que existe un macho bruto y misógino que les cobró con esas imágenes; supondría yo que no solo para la candidatura sino para que en su actuar político se plegaran a sus decisiones. Me parece que hay que dar un giro copernicano en la forma que entendemos el problema al que se enfrentan las mujeres de manera cotidiana.

Una vez que se razone que el trasfondo es misoginia y machismo político entonces sí planteemos como un acto de muy grave corrupción la actuación de las hoy diputadas; pero no abona a la izquierda, ni al feminismo, ni a la 4T hablar de zorras y putas. Eso es precisamente lo que hace el conservadurismo frente a las mujeres y de eso nos debemos desligar contundentemente.

En la 4T tenemos una gran mujer que nos representa como gobernadora en Campeche, Layda Sansores; es ella quien avisó públicamente a las mujeres priistas que entre la información que le hicieron llegar con los audios que exhiben a “Alito”, el dueño temporal del PRI, encontraron también que había fotos y videos de ellas. No los exhibió, solo les avisó lo que encontró. Muchas mujeres priistas incluyendo las posibles víctimas, salieron a defender al macho y a atacar a la gobernadora; es una señal más de lo dañino que es este sistema patriarcal; parece un claro caso de Síndrome de Estocolmo.

Si me preguntan, me habría gustado que la gobernadora hubiera informado de esto en privado a esas mujeres y no lo dejara ver de manera pública. Creo que la causa de las mujeres no puede quedarse en la cotidiana política partidista, estos temas deben llevarse a una “alta política” que represente el verdadero interés del feminismo.

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4T, AMLO, Clasismo, Corrupción, Desmemoria, México, Moral pública, Oposición

El privilegio de ofenderse

Entre los de arriba/ hablar de comida es considerado bajo. Esta es la razón: ellos/ ya han comido.

Brecht.

Un día son embravecida jauría poseedora de los más amplios insultos al presidente y sus seguidores; al siguiente, vulnerable pandilla ofendida por la innegable realidad de las evidencias que se les presentan. Son los que tiran la piedra y esconden la mano; son los del gatillo fácil para la ofensa y la piel muy fina ante la crítica; son los ciegos privilegiados que se ofenden al quitarles la venda.

Alejandro Moreno “Alito”, presidente del PRI; ha tenido la peor gestión electoral de un dirigente en la historia de ese partido; los expresidentes que ocuparon su puesto y los gobernadores y ex gobernadores le piden que renuncie; la gobernadora de Campeche –en donde él fue gobernador- exhibe grabaciones en las que éste Alito hace alarde de corrupción, de delitos electorales, de los mecanismos con los que se enriqueció a su paso por el gobierno y de la forma en que extorsionó a empresarios; su respuesta, decirse ofendido y salir en una patética gira por diversos países para acusar al gobierno y al presidente López Obrador de la dictadura (sic) en que vivimos. Sus cínicos compañeros de partido y acompañadores del PAN y PRD aun tragando los sapos que les ha servido; le apoyan en su sentimiento como ofendiditos por la debacle en la que se encuentran todos ellos.

Carlos Alazraki, un enriquecido publicista al servicio del PRI, dice que para operar en contra de Morena se debe hacer uso de la mentira como propaganda; dice que los diputados morenistas parecen una bola de muertos de hambre de Zimbawe y que son morenarcos; comparó a López Obrador con Hitler, Mussolini y Stalin; llama inepta y enferma del cerebro a Claudia Sheinbaum y dice de ella: “la vomito, la macro aborrezco, creo que es una pinche inepta de quinta”. Por estas y muchas otras cosas que ha dicho este señor, el presidente López Obrador en una conferencia mañanera se refiere a él como alguien de mentalidad hitleriana. Adivinen la respuesta del goebbeliano publicista: decirse ofendido. “Nunca un presidente me había ofendido” dice acompañado de panistas y priistas y una carta de apoyo por parte de la Comunidad judía en México. Ah, porque olvidé decir que el propagandista Sr. Alazraki es judío, por lo tanto asume que tiene derecho a jugar de ofendidito cuando le dicen sus verdades.

Gabriel Quadri, el diputado coyoacanense que llegó al puesto de la mano de panistas, priistas y perredistas dice que si desaparece Guerrero, Chiapas y Oaxaca el país puede salir adelante; este panista está inscrito -por orden de la Corte- en el padrón de agresores políticos por sus ataques transfóbicos y su discurso de odio; de la diputada morenista Vanessa del Castillo, dice: “qué sarta de pendejadas dijo esta pendeja”. Y así podríamos seguir hablando de las expresiones clasistas, racistas y de odio -del pseudo ecologista conocido como “títere” de Elba Esther Gordillo- respecto a la 4T, al presidente López Obrador, a los morenistas y a cualquiera que no piense como él; pero ¿qué creen?, él es el ofendido. Los dichos que le acusan de clasista, racista y odiador le ofenden.

No importa que se les demuestre que saquearon al país, no importa que muchos ex funcionarios, ex gobernadores y políticos de PRI, PAN y prd estén siendo investigados; si les hablas de ello, se ofenden.

No importa que los hechos les demuestren que sin subir impuestos, sin pedir préstamos y en medio de una gran crisis mundial causada por la pandemia y la guerra, a poco más de la mitad de este sexenio se construyó ya un aeropuerto internacional, una refinería, miles de obras de infraestructura y las políticas sociales apoyan a decenas de millones de ciudadanos. No importa, están ofendidos porque el presidente les dijo fifís a los fifís y estos se pusieron el saco que les ofende.

No importa si las bases macroeconómicas son sanas, si se mantiene la estabilidad de la economía -con una muy alta inflación pero baja en comparación con el mundo-; si las agencias calificadoras suben la perspectiva y la calificación crediticia del país en medio del trance mundial; nada importa. La simple presencia de este gobierno ofende a quienes le desprecian, no hay argumentación ni realidad que valga para que lo vean con otra mirada.

Este gobierno, este movimiento transformador y revolucionario les ofende, son ofendiditos por su existencia, no por sus actos o por su gestión, el rechazo es más básico y más interno; parte de un enfrentamiento de posiciones éticas en las que un pasado en el que todos vivimos -objetivamente- de manera obligada se contrapone con un presente que intenta resolver la tragedia nacional contraviniendo las formas acostumbradas de los privilegiados. No sería razón de ofensa pero así lo quieren ver, no les importan las razones para el optimismo, les importa más su ego herido; creyeron que este gobierno fracasaría y han hecho todo lo que está a su alcance para que así fuera pero, se toparon con pared. Les ofende.

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4T, Oposición, Política, Traiciones políticas

No soy yo, eres tú

La derrota es huérfana.

Napoléon Bonaparte

No son los líderes partidistas los que les fallaron, no son los partidos por los que votaron, ni siquiera es el capo que les involucró en esa agrupación Va x México, son ustedes, son ustedes los que creyeron que votar por los mismos de siempre tenía futuro.

Votaron por mantener la tragedia mexicana cuando ante la disyuntiva electoral del 2018 quisieron mantener al prianismo para conseguir alguna chambita, ganar un negocio o seguir saqueando los recursos públicos bajo el privilegio elitista al que se acostumbraron. La explicación que de manera reiterada les da la sociedad es que son ustedes los que nos deben una justificación a sus actos, sus líderes qué, sus partidos qué, son ustedes los que a través de su inescrupuloso voto traicionaron al país, afortunadamente no ganaron.

¿Qué han hecho ustedes, ciudadanos opositores para evitar el supuesto hundimiento del país? Además de mentir y acusar falsamente de lo que se les ocurra a la 4T y al presidente, los veo envueltos en su arrogancia, altanería, clasismo y soberbia, mientras que olvidan de manera intencional las traiciones, fraudes, matanzas, guerra sucia, robos, crímenes, negocios indecentes, vínculos con el crimen organizado, engaños, desfalcos, torturas y todo lo que hicieron el PRI y PAN -partidos que les representan. ¿Cómo nos lo explican? ¿Qué han hecho?

Además de enojarse porque se inauguran importantes obras públicas a las que minimizan y desprecian; además de encolerizarse porque López Obrador está considerado el segundo mejor presidente del mundo; además de gruñir porque los millones que le votamos y apuntalamos nos mantenemos a su lado y que muchos más -que en su momento no lo hicieron- ahora le aplauden; además de rabiar porque en cada elección que transcurre a partir del 2018 crece el apoyo hacia este gobierno y cada vez más estados, congresos y municipios son gobernados por este movimiento de transformación.  ¿Qué han hecho, qué aportan, qué les permite quejarse del fracaso de sus votos?

Bajo la historia que les vendieron, y ustedes –de manera cínica o ingenua- compraron, antes del 2018 los precios no subían, el peso no se devaluaba, el país no se endeudaba; siempre hubo medicinas,  vacunas y servicios hospitalarios de excelencia; el presidente era criticado por la prensa sin consecuencia de censura o desaparición; había inversión privada productiva, se construían y terminaban las obras de infraestructura: trenes, refinerías, hospitales y carreteras; la inseguridad no era un tema que lastimase al país; la educación pública era de excelencia y la desigualdad inexistente, los medios de comunicación honestos y veraces; el dinero público no se iba a manos y bolsillos de cualquier funcionario de medio pelo y hacia arriba; el fobaproa que acabarán pagando nuestros nietos no sucedió; sí, según ustedes, antes del 2018 el país era idílico.

Hoy, ustedes tan expertos en todo van dando palos de ciego y son cómplices por acción u omisión de las notables lumbreras que nos des-gobernaron, por ello hoy  se enfrentan al naufragio que construyeron; se enfrentan al descalabro de su decisión de votar por todo aquello que casi acabó con el país si no se hubiera dado el golpe de timón que dimos en el 2018 los más de 30 millones de nacos ignorantes (secundum te). Hoy la sociedad les dice: no los queremos, les quitamos gobiernos y posiciones de gobierno, se volvieron irrelevantes, nunca más.

Estuvieron dale y dale con que la Alianza de  PRI, PAN y prd era la solución porque con ello lograrían frenar a este gobierno, no pensaron en las consecuencias si lo hubieran logrado, y no, no fue ninguna solución y más bien se les convirtió en un problema porque los desdibujó y ahora ya no saben ni qué son, ¿Son Alitos, Markos o Chuchos, o todos o nada?

Yo recomiendo que ya no busquen a quien culpar, vean lo que su modelo aspiracional de gobierno hace hoy; el gobierno de Jalisco a cargo del gobernador Alfaro de MC lleva este récord de incremento de deuda: 2006-4 mil millones, 2012-15 mil, 2018-18 mil, 2022 a mayo 29 mil, ya estamos en junio…

Vuelvan la vista al Nuevo León en el que la ciudadanía carece de agua pero los campos de golf se siguen regando, en el mundo tiktokero que prefieren vivir encontrarán a la pareja fosfo-gobernante que les hace enorgullecer como opositores que son; sí eso son, no son ellos, son ustedes los que votan por ellos.

Vuelvan a ver a la delegada en Cuauhtémoc que eligieron, ella a punto de perder el puesto porque entre aberraciones e ilegalidades se volvió impresentable. Pero no llegó sola, ustedes la auparon como en otras delegaciones también lo hicieron con su vergonzosa Alianza.

En la 4T hay una intención: iniciar una nueva forma de relacionarnos como sociedad, de pretender abatir la inseguridad, la pobreza y sobre todo la desigualdad, de erradicar el clasismo y racismos que como forma natural de sus mirreinatos  ustedes convirtieron en forma de vida social. Mientras no se sumen a estas causas  y solo hablen de una vuelta al pasado, no busquen culpas en el otro, busquen en su interior la raíz podrida que la sociedad mayoritaria ya detectó. No es nadie más que ustedes mismos los que perdieron.

La 4T se concibió como una utopía del deseo del cambio, los que en ella participamos sabemos que estamos en algo trascendente que va dando frutos; es incluso un movimiento hondamente poético; precisamente lo opuesto a la banalidad de sus formas y sus ideas.

No busquen culpables, son ustedes y su tragedia.

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4T, AMLO, Corrupción, México, Moral pública, Oposición, Partidos políticos

El problema es Claudio

…alquilando plumas que los absuelvan falsamente en nombre de la opinión pública.

Álvaro Obregón

Sí, y también los desechos del PAN, PRI y prd; y Marko, Alito, Zambrano, Chuchos, Creel, Diego, Fox y Calderón; y Krause y Aguilar Camín y Reforma; y los ingenuos ciudadanos que aún les creen. Pero si le tenemos que poner nombre al principal problema de la oposición en México es: Claudio X González. El hombre que les enseñó a todos los demás a odiar en grupo y el que a cuenta de billetizas los encaminó al precipicio.

Más allá de que la oposición se una, una vez más, para las próximas elecciones, su purga debe pasar por sacudirse el alacrán que se han echado al hombro porque el proyecto en el que los involucró no solo ha sido un fracaso numéricamente sino que además desdibujó cualquier tinte ideológico que tuvieran estos partidos. Y tal vez ya es muy tarde porque él puede ser el que se los sacuda primero.

Si alguien quiere saber qué representa el PAN y lee sus documentos básicos no entendería por qué va de la mano del PRI, si alguien conoce el origen y la formación del PRD no entendería su traición a las causas de izquierda y su apoyo al clasismo y racismo que representa el PAN y si alguien quiere conocer la difusa doctrina priista a la luz de la alianza tejida con sus dos compañeros de amasiato político tampoco hallaría aquello que les liga. Todo, gracias a que la matrona de sus haberes decidió prostituir los fundamentos opositores de cualquier democracia para que lo que les uniera fuera el odio.

Empédocles, el filósofo griego del siglo 4º a.c. planteaba el odio como aquella fuerza que “…actúa como separación de lo semejante”, sin embargo no requerimos una interpretación filosófica o cosmológica para saber de qué nos habla la postura oposicionista que representa la alianza Va x México, cuando en los hechos el odio de Claudio X, PRI, PAN y PRD significa mera repulsión y deseo de que las cosas le salgan mal al presidente López Obrador y, por consiguiente, al proyecto 4T. Y en consecuencia a México.

Numéricamente, la alianza Va x México ha participado en 21 elecciones a gubernaturas y de ellas ha perdido 17, es decir que sumar lo distinto no les ha dado resultado. Ante tal debacle cabe preguntarse: ¿a quién conviene esta alianza? A los partidos no porque en el camino el PRD desapareció, el PRI está a punto de hacerlo y el PAN haciéndose pequeño; es lo que provocó su sinergia con el obsequioso Claudio. Tan sólo en la disputa de las 6 elecciones del domingo pasado el PRI perdió una población gobernada de 7,200,000 ciudadanos y el PAN perdió 5,900,000, y a pesar de la sangría, los dirigentes de esos partidos creen que seguirán con chamba.

Si un director de orquesta no logra que sus diversos músicos consigan la melodía que logre armonía, es despedido; si el director de una empresa no obtiene los objetivos para los que se le contrató es despedido; si un director técnico de cualquier equipo de futbol pierde partido tras partido es despedido; ¿Qué es lo que hace que el titiritero de la política antagonista a la 4T mantenga su puesto y poder de decisión? ¿Qué se requiere para que los partidos detengan la sangría a que los ha llevado Claudio X González? Y la pregunta más importante: ¿Qué se necesita para que los votantes de esos partidos pongan un hasta aquí a sus dirigentes convertidos en empleados de X y les obliguen a una “independencia ideológica y de gestión”?

En este sexenio, en México existe una sustantiva libertad de expresión, los opositores, todos, gozan de las garantías de una democracia que ha pasado del poder represor a cargo de organismos de seguridad bajo las órdenes del presidente en turno, a la libertad en la que cada quién es independiente de expresar sus opiniones, a tal grado que diversos periodistas, críticos, editorialistas, intelectuales y otrora agachone$ al poder hoy se permiten insultar al presidente López Obrador, su familia y colaboradores, no criticar, insultar. La mano que mueve la cuna de este movimiento tan bocón es Claudio X, el que puso sobre la mesa el hacer una lista negra de “chairos” cuando dijo: “Hay que tomar nota de todos aquellos que, por acción o por omisión, alentaron las acciones y hechos de la actual administración y lastimaron a México. Que no se olvide quien se puso del lado del autoritarismo populista y destructor”  ¿Le beneficia al país?, ¿Le beneficia a los partidos? ¿Le beneficia a alguien?

¿Qué hace este jr. hijo de un poderoso empresario manejando los hilos de la política de los principales partidos de oposición? ¿Qué les sabe a Alito, Marko y Jesús cómo para mantenerse en el puesto a pesar de que los ha arrastrado al punto de la ignominia? Éstos tres saben que deben besar su trasero para conseguir algo, dirige sus partidos a través de su chequera e influencias, les distribuye los cargos, y reparte candidaturas, y cuando ya no le sirven los desecha.

“Algo está podrido en Dinamarca” le dice Marcelo, un guardia, a su compañero Horacio en el acto I, escena IV de Hamlet, el drama shakesperiano; refiriéndose a la idea de que algo anda mal. La  popularidad de esta frase se debe a que alerta sobre la descomposición causada por la política obscena en todo nivel. La corrupción de arriba.

Hay algo muy podrido en la oposición Va X México, está demostrado que no van juntos por ampliar su votación porque hasta ahora pierden casi todo; es hora de que los partidos se deslinden de su gurú Claudio, si de perder se trata que vayan solos y por lo menos no pierdan su sentido de existir como organizaciones políticas.

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4T, México, Partidos políticos, Péndulo político, Poder

El tamaño sí importa

«O se acaba ya con los comportamientos mafiosos del PRIAN o éstos acabarán con el país»

Las 6 gubernaturas en juego electoral mañana, no harán otra cosa que  confirmar el crecimiento del proyecto 4T y la minimización de PRI y PAN. Estamos ante la cercana desaparición del PRI y el ajuste a la baja del conservadurismo, este año no perderán más estados porque no hay más elecciones.

En las elecciones del 2018, la composición política del país cambió de manera radical, más allá del cambio en el poder ejecutivo que trajo a López Obrador a la presidencia, los gobernadores de los estados pasaron de:

2012: 18 PRI, 7 PAN, 5 PRD  

2018: 12 PRI, 12 PAN, 5 MORENA, 1 PRD

2021:4 PRI, 8 PAN, 17 MORENA.

Cuando se antepone el interés privado a los intereses públicos; y la ambición privada, la avaricia y la fascinación de ejercer el poder determinan la política, el interés público necesariamente pierde. Esto es lo que explica el radical cambio electoral en tan pocos años porque hoy existe una ciudadanía mucho más politizada y atenta a los cambios que suceden en su beneficio que no está ya dispuesta a perder.

Ningún gobierno neoliberal tuvo el ingenio para ver que el presidente tenía  una tarea mayor que la búsqueda de lo “mío”, los ciudadanos se (nos) habían acostumbrado a que las cosas eran como eran, a que no se saldría de la postración, a que los hijos de los pobres seguirían siendo pobres porque así era, porque se normalizó la desigualdad y la inseguridad, porque ningún medio de comunicación decía la verdad, porque se sistematizó la sinergia entre corrupción y políticos.

Así como en el territorio, el poder tiene un tamaño, el beneficio de las mayorías va por la vía de acrecentar ese tamaño. Mientras siga habiendo estados en manos del PRI y del PAN, estos seguirán sirviendo como caja chica de los partidos y sus dirigentes; la historia lo confirma: en la cárcel están o estuvieron Mario Villanueva (PRI), Javier Duarte (PRI), Tomás Yarrington (PRI), Roberto Sandoval (PRI), César Duarte (PRI), Jorge Torres López (PRI), Andrés Granier (PRI), Jesús Reyna (PRI), Guillermo Padrés (PAN), Jaime Rodríguez “El Bronco” (PRI-Independiente); y eso que muchos otros gobernadores -aficionados al uso de los recursos públicos en beneficio propio, de sus familias, de sus amigos y de sus partidos – han librado la suerte de que se les persiga.

Cada paliza que la ciudadanía le propina al PRI y al PAN en las urnas, es un golpe al crimen organizado, es un rompimiento de la estructura de la narcopolítica. Así como el gobierno del capo Felipe Calderón se alió al narcotráfico de manera directa poniendo a su secretario de seguridad García Luna al frente de la administración del tráfico de estupefacientes a cargo de distintos cárteles, así los gobernadores de PRI y PAN en sus estados han servido para acompañar a las mafias de todo tipo.

Una de las elecciones de mañana es la del estado de Tamaulipas que hoy gobierna el panista  Sr. Cabeza de Vaca, ese estado penetrado hasta el tuétano por el narcotráfico en el que éste gobernador por el PAN y sus 4 previos gobernadores por el PRI: Cavazos Lerma, Tomás Yarrington, Eugenio Hernández y Edigio Torre Cantú; han sido acusados en México y Estados Unidos de delitos relacionados a narcotráfico y lavado de dinero. Cualquiera que apueste que Cabeza de Vaca se fugará del país en cuanto acabe su sexenio, o antes si puede, ganará.

Aunque los medios tradicionales de comunicación no dicen la verdad sobre las campañas en Quintana Roo, Oaxaca, Tamaulipas, Durango, Aguascalientes e Hidalgo y la expectativa de sus resultados, las encuestas serias coinciden en que el domingo será una debacle para los opositores a la 4T. Es papel de los ciudadanos de esos estados salir a votar y cuidar los intentos que, seguramente, habrá por reventar las elecciones.

Estamos ante las patadas de ahogado de los partidos PRI, PAN, PRD y MC que se toparán en unas cuantas horas con el resultado de su descomposición; su historia les condena, sus candidatos propuestos les exhiben, las dirigencias de sus partidos les reprueban. Aquellos que creyeron que votar en contra de la reforma eléctrica, aquellos que le apostaron a dar el litio a manos privadas, aquellos que se han opuesto a las pensiones, a la construcción de hospitales, aeropuerto, refinería, carreteras y tren, tragarán una amarga medicina en pocas horas.

Después de estas elecciones, MORENA se convertirá en el partido con más gobiernos en los estados desde el año 2000 y preparado para disputar el siguiente año los dos que le resten al PRI: el Estado de México y Coahuila; el PAN mantendrá un pequeño grupo de estados que se cuelgan del conservadurismo aspiracionista característico de la derecha.

Y a partir de esto, la elección mayor: el 2024 en donde se refrendará la 4T como proyecto nacional enfrentándose a una oposición envuelta en un pasticcio sin ideología alguna que buscará mantener o recuperar privilegios y acceso al presupuesto público, porque para la oposición el único interés en gobernar se escribe con $.

Ese Leviatán que para México representa las élites económicas, políticas, intelectuales y delincuenciales se toparon con la horma de su zapato; jamás pensaron que ese pueblo al que excluyeron sería el que los excluiría de las decisiones del poder político.

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4T, México, Oposición

No es lo mismo

Nacimos aquí, donde las masas idolatran a los idiotas y los convierten en héroes ricos.

Bukowski

No es casualidad que los tres partidos políticos opositores PRI, PAN, PRD, hayan derivado en dirigentes ineptos, mafiosos, despolitizados y aferrados únicamente a su enriquecimiento personal. El que hayan dejado a un lado los principios y plataformas que les dieron razón de ser  -sin juzgar los que fueran en cada caso- para convertirse en empleados de Claudio X y, que  al interior de sus partidos no tuvieran un freno para llegar a la casi extinción me lleva a la hipótesis de que es intencional.

¿Quién tiene interés en que en un régimen de partidos, como lo es el mexicano, los partidos de oposición de larga historia se deprecien, abaraten y pierdan identidad ideológica y de propuestas? Sólo alguien con el dinero suficiente para querer comprar sus membretes a precio de oferta.

Alguien del PRI, PAN o prd (bueno, éste último ya no), tendría que ser inteligente y en consonancia con la ideología que los vio nacer oponerse a que un junior caprichoso, evasor de impuestos y golpista sea su patrón. Sin embargo tal vez ya es muy tarde, a partir de aquél vergonzoso Pacto por México en 2012, a estos tres partidos les fueron mezclando en un espantoso menjurje que, como robo hormiga, les fue privando de sus propuestas tradicionales y de su ubicación en el espectro político. Juntaron el agua con el aceite y los intereses de élites económicas arrasaron con el abanico opositor. Rehacer lo desecho se antoja imposible pero los opositores de base bien podrían darse cuenta que sus dirigencias los están arrastrando a un vergonzoso precipicio.

La soberbia de estos tres partidos al olvidar su función social y el interés de sus afiliados para, en cambio, darles un mero trato de animales me hizo recordar a Józef Weyssenhoff, el autor polaco que tenía una irónica revista de crítica literaria y social, que, al juzgar la poesía de Rimbaud (a quien despreciaba) dijo:

Al escuchar las palabras de Rimbaud/ siento escalofríos en mis patas traseras.

Así parece ser el modo con el que los dirigentes actuales ven a sus afiliados, si acaso estarán sintiendo escalofríos en…

El PAN, fundado en 1939, surgió como la oposición al poder emanado de la Revolución y sobre todo para defender a las empresas petroleras extranjeras a las que el presidente Cárdenas expropió. Se planteó también como una alternativa cristiana, de derecha, conservadora. Recientemente, hace apenas un año, sus senadores se adhirieron a la “Carta de Madrid”, el instrumento de la extrema derecha española que “busca frenar el avance del comunismo” De los fundadores ideólogos panistas su desvarío fue pasando de un Gómez Morín a un Fox, Calderón, Fernández de Ceballos, para concluir en el cajón de ofertas a cargo de Xóchitl Gálvez, Javier Lozano y Kenia López bien representados por el aliado del prófugo Ricardo Anaya, el contador y sepulturero del panismo: Marko Cortés (éste último uno de los tres títeres del dueño de Va x México)

Por su parte el PRI, en sus nueve décadas de existencia, siempre presentó una ideología que aunque cambiante, mantenía una institucionalidad a diferentes valores, en un principio a la Revolución, posteriormente al desarrollo estatista, para después pasar a un centrismo inclinado a la derecha y, -ya en el neoliberalismo- a un capitalismo de libre mercado con restablecimiento a la iglesia católica de por medio. En este caso pasó de ideólogos como Reyes Heroles,  Muñoz Ledo, Dulce María Sauri y Beatriz Paredes para llegar a otro de la triada pelele: Alejandro Moreno, el conocido como Alito, el multifacético (por sus cirugías) campechano, dueño de medios de comunicación, periódicos y televisoras de Campeche en donde fue gobernador (sí, el dirigente priista que como gobernador puso precio de medio centavo a cada metro de terreno público que adquiría y posteriormente donaba a su mamá)

Y lo que resta del PRD, el partido que se convirtió en la nada después de haber sido una muy competitiva oposición de izquierda que ganó la ciudad de México y varias gubernaturas; el que inició su camino al vació una vez que sus líderes históricos fueron abandonando su barco. Ese PRD con Cárdenas, Ifigenia, Pablo Gómez, Encinas y López Obrador que a la salida de estos, quedó en la red del chuchismo para depositar ahí su incongruencia de haberse plegado con Peña Nieto en el Pacto por México. Una triste figura como la de Jesús Zambrano es el tercero de los tres dirigentes opositores actuales, el tercer cooptado.

Si cada uno de estos tres por separado, a cual más es un dirigente perdedor que ha acabado con sus partidos y ha perdido fuerza política y votantes elección tras elección, solo es cuestión de ver sus resultados, pues: ¿Qué lograrían juntos en la suma de ineptitudes e intereses económicos que hoy les empalma?

Cuando no hay ideología ni principios, propuestas y razones, lo único que amalgama a las dirigencias opositoras es el beneficio económico para los gerentes (no digo dueños porque ese ya es otro) de los partidos y, lo que sí es muy grave, convierte su única función en cumplir la instrucción que les han dado: estar en contra del proyecto actual. Estar en contra es el aglutinante de los -cada vez menos- ciudadanos que apoyan a esos partidos, y si no hay inteligencia en éstos para participar en la subasta de membretes y subirse a rescatarlos de la élite económica que los compró; será otra poderosa razón para que la 4T tenga muchos años por delante.  Si los opositores, por capricho y conveniencia de sus dirigentes, quieren estar en contra de todo lo que haga el presidente López Obrador tan solo seguirán sumando la frustración a su idea de país, misma que parece desconocen, porque sus cabecillas les han dejado sin poder crítico ante la sociedad. Es hora de que se deslinden porque los volvieron irrelevantes.

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4T, AMLO, Futuro, México, País, Política

La CuatroT es para todes *

El Odio es un borracho al fondo de una taberna, que constantemente renueva su sed con la bebida.

Baudelaire

Contrarrestar el odio opositor es tarea casi que imposible, todas las personas con privilegios económicos y sociales saben que su estatus es muy distinto al de la gran mayoría de mexicanos, y lo saben desde niños porque tanto en los medios de comunicación como en la mayoría de posiciones de poder solo ven imágenes como la suya.  Y saben también que el único motivo por el que la mayoría de las personas están ausentes de esas prerrogativas es porque la desigualdad social y económica en México es real.

Se saben en una situación privilegiada, no lo desconocen, la mayoría solo lo niegan, y, en un mecanismo de defensa, quienes decidieron ser opositores tienen animadversión por todo aquello que les hace pensar que extender los beneficios sociales a la mayoría de ciudadanos atenta contra su forma de vida.

Cuando se habla de polarización, no hablamos de aquella de la diferencia de opiniones, tampoco de la que tan solo ubica y contextualiza el lugar que ocupa socialmente cada uno; la única polarización efectiva es aquella que ha establecido una economía sobrada de recursos de toda índole para un grupo muy minoritario mientras que en contraparte ha creado una gran mayoría de personas pobres, con carencias de educación, vivienda, salud y esparcimiento. Cualquier persona que quiera entender la tarea de la 4T y del presidente López Obrador bien puede partir de una conclusión semejante. No hay forma de juzgar el proceso transformador en que vivimos si se parte de la ceguera frente a la realidad del país.

Lo realmente triste es que todavía hay personas que, a pesar de ver el país que convirtieron en 36 años de neoliberalismo, prefieren creer que es conveniente un regreso al pasado para proteger su estatus, su clase, su privilegio o su preeminencia sobre la riqueza pública. Eliminar los prejuicios de los enemigos del cambio, en torno a que los llamados –con una intención peyorativa que acabó por convertirse en timbre de orgullo- chairos queremos el comunismo, la dictadura y que le vaya mal al país requiere apenas de una mínima sensibilidad ética y social que cabría esperar en cualquier grupo discrepante en una democracia, al día de hoy no se ha encontrado esta.

Sin embargo, y dado que han sido intereses de élites económicas y cúpulas partidistas quienes han cooptado lo que debiera ser un sano antagonismo democrático para dar paso a un bloqueo sistemático a los proyectos y decisiones de gobierno, queda en el lado de la 4T hacer sentir el beneficio colectivo de sus resultados. Los medios tradicionales no lo harán, los partidos políticos minimizados votación a votación tampoco, los odiadores por convicción o conveniencia no serán capaces de una toma de conciencia, de una renuncia a inmerecidos privilegios, y, mucho menos a convertir sus cánones de clasismo y racismo en algo más cercano a la fraternidad. Queda entonces a la 4T quitar el velo de ignorancia, deslealtad y malquerencia o simple indiferencia a quienes hoy se sienten lejos al proyecto lopezobradorista.

La CuatroT es para todes, ¿por qué?

Porque tiene el potencial de cambiar la vida no solo de quienes menos oportunidades tienen sino de todo aquel que busque transformar la realidad actual (aunque suene redundante) para que los recursos públicos se utilicen en las necesidades de todos y no de unos pocos. Porque, aunque ha sido un largo y tortuoso camino hacia el cambio, el presidente ha vencido en una narrativa que pone por encima al “pueblo” por sobre las cúpulas económicas y de toda índole, y la ha ganado porque le habla a las mayorías y resuelve asuntos de las mayorías.

Porque sin endeudamiento en los 4 años transcurridos, la mitad de ellos en medio de una pandemia que arrasó con la economía del mundo, las acciones ya realizadas marcan un radical antes y después; los cambios a los salarios, los apoyos sociales, los proyectos de infraestructura, el combate a la corrupción van goteando en cada familia de este país, en todas. Paso a paso se ha ido construyendo una politización que ha provocado que la ciudadanía se involucre y participe en las decisiones del poder. Veo muy difícil que a este país lo vuelvan a trasquilar como lo hicieron los gobiernos pasados, los ciudadanos están empoderados, es el mayor logro de la 4T, el cambio de conciencia en todos.

La peculiaridad de la política cuatroteista consiste en que en el transcurso de apenas cuatro años se convirtió en un mapa, en un radar, en una guía nacional, hoy ya nadie está exento de su alcance, a algunos les gusta y a otros no, pero no hay impasibles como sí los hubo en las últimas décadas porque no había nada que hacer, porque ya todo estaba decidido, porque el que era pobre lo seguiría siendo al igual que sus hijos y sus nietos. Ya no es así, ya no se siente así, hay oportunidades nuevas, hay una visión distinta y hay un sentimiento amoroso a la mexicanidad que antes fue pisoteado y mantenido oculto porque lo importante era pretender en vez de ser.

Así pues, para mí, el país de hoy, de ayer y de anteayer se superpone e integra en mi imaginación; -haciendo a un lado los seis sexenios de saqueo y tragedia- somos privilegiados, ricos en recursos y gente; y no hay nada que pueda hacer para evitar creerlo; las condiciones esenciales, el sentimiento nacional es profundo a la vez que distinto; la 4T es para todos porque no excluye, todos estamos invitados. Todes en igualdad de circunstancia.

Nota: Aprendí a escribir en lenguaje femenino/masculino, entiendo la polémica y la necesidad de usar uno inclusivo por quienes no se sienten representados en la costumbre. No tengo un juicio al respecto precisamente porque a mis 60 años lo he hecho de la misma forma, sin embargo al revisar lo que opina la RAE que dice que: «…es innecesario”, dado que “el masculino gramatical ya cumple esa función», me doy cuenta que esta institución está caduca. Así que en protesta ahí les va mi todes por esta ocasión.

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4T, ¿América o Estados Unidos?, Historia, Oposición, Política

Marcando territorio

La iglesia manipulaba a las personas diciendo que el reino de Dios era ella.

Hobbes

Lo colonizados no se les quita. Están exaltados porque el presidente López Obrador dijo que su asistencia a la Cumbre de las Américas estaría supeditada a algo muy simple, a que fueran invitados los 35 países de América. ¡Cómo! dice la oposición, si al -que se dice- dueño del guateque le caen mal tres de ellos. Explíquenles que estas cumbres no tienen dueño, explíquenles…

Respecto a la próxima  Cumbre en junio (la 9ª) en Los Ángeles California, han surgido voces desde el gobierno de Estados Unidos que dicen que no invitarán a Venezuela, Cuba y Nicaragua; el presidente López Obrador se planta y dice: si es la Cumbre de las Américas se debe invitar a todos. No puede haber un filtro para excluir por razones políticas a ciertos países si es que se quiere mantener el espíritu de estos foros. Larga sería la discusión para resolver qué país tiene ciertos atributos de impresentabilidad como para quedarse fuera, incluido al que le tocó organizar esta. (Algo así como que “El que esté libre de pecado que arroje la primera piedra”)

La marca de este gobierno de la 4T es buscar el respeto de la soberanía e independencia de los países frente a los grandes centros decisores (gobiernos o élites económicas) de la política mundial. Por muchos años México se alejó de lo que marca su Constitución en el artículo 89 fracción X pero López Obrador sabe que su cumplimiento le representa además de una convicción una obligación: “… el Poder Ejecutivo observará los siguientes principios normativos: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados;…” No hay sorpresa alguna, el extrañamiento de los opositores viene de esa forma “tradicional” en que los gobiernos mexicanos del periodo neoliberal se convirtieron en tapete y solo atinaron a decirle a Estados Unidos yes sir, yes sir, ¡para eso les sirvió hablar inglés!

Desde el primer día de su gobierno el presidente ha dicho: “La mejor política exterior es una buena política interior”,  ha preferido atender la casa y resolver lo exterior trazando él las políticas generales y dejando la operación en el canciller Ebrard y el Senado. Y sin embargo, la forma en que se expresa de los problemas del mundo, bien en sus conferencias mañaneras, o en la ONU a la que asistió en noviembre del año pasado, o en la reciente gira por Centroamérica, -cualquier cosa que diga- es seguida y atendida por quienes siguen la política exterior del mundo. Lo que dice y hace López Obrador causa revuelo por la fuerza ética y moral de sus palabras y por presentar la evidencia de los hechos que los grandes discursos diplomáticos soslayan.

¿Qué sí es la Cumbre de las Américas? La Cumbre se celebra aproximadamente una vez cada tres años desde 1994 y es la única reunión de todos los líderes de los países de América del Norte, del Sur y Central y del Caribe. Después de la primera en 1994 convocada por Bill Clinton en Miami siguieron Chile (1998), Canadá (2001); Mar del Plata, Argentina (2005); Trinidad y Tobago (2009); Colombia (2012); Panamá (2015) y Perú (2018). Hubo dos cumbres especiales adicionales: Bolivia (1996) y  México (2004).

Aquella frase de Vicente Fox -mientras su canciller era Jorge  Castañeda- que mostró el triste papel del gobierno mexicano frente al gobierno estadounidense: el “Comes y te vas” que impertinentemente le endilgó a Fidel Castro en una conferencia internacional en Monterrey va de la mano con este tema. Excluir a gobernantes por decisión unilateral de quien organiza un evento, que no es el dueño, sino solo el organizador, atenta eso sí con la democracia, la soberanía y la igualdad jurídica. En el evento Foxista el convocante era la ONU, en la Cumbre es el conjunto de los 35 países americanos.

Aunque se pueda pensar, equivocadamente, que a López Obrador no le interesa el exterior, al exterior sí le interesa López Obrador. El mundo está atento a lo que dice y hace como gobernante de una de las economías más grandes del mundo y como representante de un nuevo modelo de gestión de gobierno, distinta al servilismo a los poderes fácticos y en un delicado equilibrio frente a la gran potencia vecina.

México ya no es el bazar en el que los gobernantes podían vender los bienes nacionales y esto, por necesidad, plantea la soberanía por encima de los intereses de otros países.  John Foster Dulles quien fue secretario de estado de Eisenhower en los años 50 decía: “Estados Unidos no tiene amigos, sino intereses”; y pues a México hoy eso le vale madres, México tiene los propios.

¿Además de hablar inglés, qué tienen en común Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto? Que entendieron la Política Exterior como la agencia de viajes con la que pudieron recorrer el mundo en decenas de paseos (Salinas 79, Zedillo 57, Fox 111, Calderón 90 y Peña Nieto 83) acompañados de amigos, familiares, mascotas y troupe  de asistentes y lambiscones. ¿De todos estos peregrinajes, alguien recuerda algún resultado trascendente además del exceso de gastos y las fotografías en revistas de sociales? Sólo para el anecdotario: en uno de esos viajes de trabajo (sic) presidenciales de Peña Nieto se compraron mil 164 rastrillos desechables, mil 265 botes de gel para cabello, mil 247 cepillos de dientes y pastas, 486 aguas de tocador para dama, 746 aguas de tocador de caballero, mil 263 esponjas lustradoras y mil 215 cortaúñas (en caso de duda pregúntenle a las facturas que se pagaron a cargo del presupuesto nacional), o aquél paseo – es decir viaje de trabajo- en que se “gastaron” 400 cajas de papel de baño, 70 cajas de papel higiénico (porque es lo mismo pero no es igual) y 100 galones de detergente. Esta fue la política exterior del neoliberalismo, confundieron hacer política con hacer turismo, despensa y guardadito.

Asistimos, pues, una vez más, a la cagalera de los opositores,  a una descomposición fascinante, a un alelamiento sobre las nuevas formas de gobernar. Es un fenómeno histórico e inédito de desintegración de los paradigmas construidos por PRI y PAN para destruir al país.

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4T, AMLO, Oposición

El presidente no se cansa…

Nada surge de la nada

Parménides

¿Cómo es que a 4 años de gobierno, el presidente López Obrador y el proyecto 4T no tienen frente a sí –nada- una oposición mínimamente consolidada y argumentativa que proponga ideas distintas que no sean una vuelta al pasado? En democracia, los gobiernos contrastan sus proyectos y políticas con opositores, ¿por qué en México no lo hay y esos antagonistas devinieron en golpistas, golpeadores y vulgares contrincantes?

El presidente no se cansa, el gobierno avanza en obras, proyectos y políticas; López Obrador incrementa su popularidad y aceptación; en cada elección MORENA y aliados ganan posiciones mientras que el mejunje de los demás partidos se hunde en el silencio de ideas y el escándalo de la insensatez.

No hay solo una razón que lo explique, en el agotamiento de la oposición hay un intrincado mecanismo que partió de la premisa de destruir al gobierno de López Obrador a costa de lo que fuera, de inmolar al país si así fuera necesario. La maraña de decisiones que surgió de ese odioso acuerdo opositor la divido en tres circunstancias:

Las dos primeras tienen el común denominador del gusto por el dinero público para fines personales y de la disposición de PRI, PAN y PRD de vender sus partidos políticos (históricos) a quien, por tener recursos suficientes, se ofreció a comprar sus membretes, plataformas y votos: Claudio X González, el representante de las élites privilegiadas acostumbradas al saqueo del patrimonio de los mexicanos. Y, la tercera, es la que traduce la gran derrota de los antagonistas frente al presidente López Obrador y la 4T.

Una: Quienes asumieron la vocería de la Oposición consideraron que la información que permearía hacia sus seguidores podía ser falsa siempre y cuando fuera acompañada por figuras mediáticas conocidas por la mayoría de la población, solo así se entiende hoy la presencia de comunicadores como Loret, Ciro, Ruiz Healy, López Dóriga, Rivapalacios, el periódico Reforma, las televisores tradicionales, estaciones de radio y muchos otros que son los mismos que por décadas controlaron la “información” pública. Incorporaron a influencers, artistas  y youtuberos que -si bien son analfabetas en los temas sociales y políticos -son figuras reconocibles en campos lúdicos y frívolos con la característica de tener miles o millones de seguidores. Ni el enriquecimiento de los primeros -por cuenta de recursos públicos durante los sexenios anteriores-, ni la imbecilidad y majadería de los segundos fue razón para que fueran excluidos de la conversación política en un momento transformador para el país.

Una vez que los principales medios de comunicación, amparados por los principios de un periodismo disque crítico, pasaron a maniobrar como fuerzas de oposición acompañados de opinólogos de muy mala calidad, cuyo rasgo común es una feroz antipatía y odio hacia AMLO, Morena y la 4T, lo que siguió fue el mensaje:

Negar los hechos del pasado, negar las razones para que el país se encontrara en la situación en que la 4T lo recibió, negar cada acto de corrupción con los que todos los altos funcionarios -hoy opositores- de los gobiernos priistas, panistas y perredistas se enriquecieron; negar que en sus gobiernos hubieran vendido las empresas públicas favoreciendo a gobiernos y élites extranjeras; negar que las exenciones fiscales favorecieran a unos pocos empresarios a costa de presupuestos públicos, negar todo aquello que explicara la desigualdad en el país. Y, al mismo tiempo, presentar a López Obrador y su gobierno como el peligro para México, el comunista, el ineficiente, el “igual” de corrupto que todos, el destructor, el…

Dos: Como línea narrativa, la oposición pasó de un Krauzismo a un Leguismo y de ahí al escupitajo y grosería. En un inicio y bajo la directriz de quien apodó como el mesías tropical al presidente López Obrador, establecieron la constante crítica bajo la forma de sesudos análisis que obviamente explicaban (ajá) el deterioro democrático y social que se vivía en este gobierno, el fracaso de las políticas económicas, el caos del manejo del COVID, el daño ecológico por los proyectos estratégicos de infraestructura etc. Todos estos análisis avalados, por qué no, por ellos mismos; tuvieron así un día la cachucha de especialistas en cualquier cosa para dar paso al día siguiente a su especialidad en otra.

Al no dar resultado esta estrategia del sesudo análisis, porque los opositores seguían desangrándose de votos, pasaron a la mísera intelectualidad de sus mensajes a cargo de escandalosos funcionarios y políticos de medio pelo, rescataron del pasado a ex presidentes y figuras caducas, dieron la vocería a estridentes personajes como Lily Téllez, Gabriel Quadri, Xóchitl Gálvez, Alito Moreno, Marko Cortés y Ricardo Anaya, el prófugo fantasma que de vez en vez aparece en videos. Su logro mayor fue hacer una casa con legos.

Como última etapa de su desarrollo cognitivo y emocional ya en el culmen de su fracaso (a lo mejor nos dan la sorpresa de que aún les puede ir peor) pasaron la voz a payasos, cantantes, actores y cómicos que de pronto fueron feministas, ecologistas, economistas y hasta dentistas. Jaque.

Tres: La ciudadanía cambió. No contaron con el empoderamiento del pueblo, no entendieron que la labor del presidente y el proyecto 4T solo estaba planteando claramente lo que dice el 39 constitucional: La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Creyeron que el pueblo era bruto porque solo se veían en su espejo y les salió el tiro por la culata.

Dice López Obrador: «Cuando cambia la mentalidad de un pueblo cambia todo»; ahí está, los ciudadanos cambiaron, ya no creímos en las circunstancias que mencioné arriba, las vimos venir, las captamos y las entendimos y, nos pitorreamos de ellas.  

Mientras la oposición, al no entender los gritos de “Es un honor estar con Obrador”, al no querer interpretar el clamor del “No estás solo”, al no entender que sus votaciones en contra de los intereses del país (como la reforma eléctrica por ejemplo) simplemente los apartaban del poder al mismo tiempo que les metía de lleno en sus contradicciones ontológicas; al no escuchar el tren que se les acercaba  y les arrolló finalmente dispersándolos en una pedacería que difícilmente podrán volver a unir, en el camino se llevaron entre las patas a quienes creyeron en ellos, unos por ingenuidad, otros por conveniencia y otros por simple ignorancia.  Perdieron, pasaron a ser nada, la nada, y por cierto, el Sr. X González y sus compinches seguirán siendo ricos, ya buscarán otros a quienes les guste el poder sin detentarlo para usarlos y después desecharlos. Mate.

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No lloremos por los traidores

No les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar sino a los de adentro que nos quieren vender

Illia

¿De qué hablamos cuando les decimos traidores a los diputados que votaron en contra de la Reforma Energética? ¿Del delito que contempla el artículo 123 del código penal? No, no somos jueces.  ¿De la deslealtad que le han mostrado al país por preferir el beneficio de gobiernos y empresas extranjeras? Sí.

¿También ustedes diputados?

El 14 de marzo del año 44 antes de nuestra era, Calpurnia, tercera esposa de Julio César soñó que a éste lo apuñalarían al día siguiente. A pesar de ello, el político romano fue convencido por Bruto, su amigo de confianza de acudir al Senado ese día, una vez ahí, un grupo de senadores, incluido Bruto, lo asesinaron. La leyenda dice que sus últimas palabras fueron: ¿También tú, Bruto?

Si la palabra traición les remite a un delito del que se les acusa, despreocúpense, muy posiblemente aquí nadie irá a la cárcel por ello. La ley es muy clara, en el ejercicio de su periodo como diputados sus opiniones son inviolables y jamás podrán ser reconvenidos por ellas. Si un criminal como Felipe Calderón anda libre, pueden estar ustedes tranquilos. Entonces, ¿a qué tanto ruido?, ¿Qué es lo que les lastíma de esta palabra que la ciudadanía les ha endilgado?

Si los diputados opositores  (PRI, PAN, MC y PRD) mejor conocidos como el McPRIAN (el prd ya no se cuenta porque va de salida) decidieron de manera conjunta oponerse a los cambios constitucionales que implicaba la Reforma Eléctrica que propuso el Presidente López Obrador, es su decisión pero no es solo su problema. Los ciudadanos mexicanos tienen derecho a reclamar ese hecho, para éstos representa un acto a cargo de unos vende patrias y para los otros la forma de demostrar su odio a este gobierno, a la 4T y a cualquier cosa que represente un beneficio para el país. Los ciudadanos mexicanos tenemos derecho a llamarles traidores, a exhibirlos y a recordárselos en eventos políticos a que sus aspiraciones les puedan llevar. Si el INE dice que el partido y funcionarios no pueden usar esa expresión pues veamos cómo van a callar las millones de voces que así les describen.

La decisión antagonista nos ilumina, aunque nos perturbe e incomode. Nos ilumina porque ha marcado de manera radical y absoluta que hay únicamente dos modelos de gobierno para este país; los 4 partidos arriba mencionados, representados por 223 diputados pudieron con su minoría frenar los votos de una mayoría de 275 que estuvieron a favor de esa reforma. Nos perturba e incomoda porque retrasa la posibilidad de un mayor control del Estado sobre sus recursos energéticos y porque, en consecuencia, atenta contra de la soberanía del país.

Un país que tiene enormes carencias, que en los anteriores seis sexenios se ha visto dramáticamente empobrecido, que ha sido saqueado por los gobiernos previos, que vive plagado de violencia, que tiene a gobiernos extranjeros y a las élites económicas internacionales al acecho de sus recursos naturales; puede y debe llamarle como se le pegue la gana a quienes considera que traicionaron los principios que dijeron defender al país. ¿Chovinismo o patrioterismo? No, es la simpleza del reconocimiento a la tierra que nos vio nacer, a sus recursos, a su cultura y a su futuro.

Una oposición que es parte de un país con graves problemas  y que decide favorecer a empresas y gobiernos extranjeros tiene el corazón consumido por su inquina. Solo por poner un ejemplo, México, siendo una de las 20 economías más grandes del mundo, padece una lastimosa desigualdad que tiene a por lo menos el 50% de su población en la pobreza al mismo tiempo que tiene al 10% de su población como dueña del 79% de la riqueza*

Pero no les digan traidores, se niegan a sí mismos, estos diputados que no quieren que se les llame traidores venden a sus hijos si así pueden demostrar su odio a López Obrador.

López Obrador es un personaje que representa una de esas encrucijadas en que la historia de México puede cambiar. Para bien, o para mal (dirán estos traidores), nos tocó vivir en esa inflexión que representa este tabasqueño que nos marcará un antes y un después; porque, antes de López Obrador el país era uno y después de él, sin duda alguna, México será distinto. Y sí, no es verdad de Perogrullo, México será radicalmente distinto.

Y a pesar de todo, a pesar de la demostración de vileza por parte de esos 223 diputados, soy optimista porque el enojo ciudadano es la catarsis que nos prepara para las elecciones en seis estados el próximo junio; ahí verán que decirles traidores fue lo menos, porque con el voto de los que despreciaron se irán minimizando para que en 2024 encuentren el verdadero tamaño de lo que representan. Van a perder de manera estrepitosa, perdieron la decencia, les queda perder las elecciones, su minoría y lo que representan ahí no les alcanza.

*Informe sobre la desigualdad mundial 2022/ Chancel, Piketty, Saez, Zucman

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Por los siglos de los siglos

Son miserables por vivir y fomentar la corrupción, la mentira, la ignorancia, el chantaje y la traición; entregaron un país en ruinas, bancarrota, con instituciones podridas, sectores primarios privatizados o desmantelados y, como consecuencia, han hecho la vida mucho más difícil a la mayoría.

En México hay un denominador común en los gobiernos neoliberales de PRI y PAN: se cargaron al país. Aunque tuvieran diferencias ideológicas -cada vez más imperceptibles,  los seis sexenios neoliberales, de De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto; se caracterizaron por:

  • Debilitar el papel del Estado aplicando las políticas de gobiernos extranjeros, del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, privatizando las empresas y servicios públicos, dando paso a que las corporaciones internacionales tomaran control de la economía.
  • Poner las bases para que la energía, la educación, la salud, el agua, las tierras y las áreas naturales protegidas pasaran a manos privadas.
  • Saquear en su beneficio los presupuestos públicos. Se calcula que el robo de recursos a manos de los políticos ha sido el más grande en la historia de México, mayor aún que el de la conquista y el porfiriato.

¿México podía seguir en ese camino?, ¿México podía seguir incrementando la desigualdad, la violencia y la pobreza?  ¿Así tenía que ser por siempre? Yo como millones más creímos que no, y tan es ésta la respuesta, que para intentar revertir el modelo neoliberal que devastó al país, López Obrador logró conjuntar su voluntad política con el apoyo electoral más grande que ha habido en una elección presidencial para hacer una gran transformación política, económica, social y, aunque no lo parezca, principalmente cultural.

A casi cuatro años de este gobierno de la 4T, quien no quiera ver el nuevo espíritu social que permea en la mayoría de los mexicanos: ese que ha revolucionado la participación ciudadana, ese que ha politizado a una población que en decenas de millares se reúne para ver por televisión y redes las votaciones legislativas de los temas que le interesan; ese que ha logrado en poco tiempo que las personas se hayan dado cuenta que su inteligencia, sus emociones, miedos, pasiones, y su creatividad se extienden con un sentido casi que de filantropía (del griego filos y ánthropos, traducido como amor a la humanidad), porque, hoy hay algo recuperado que se había perdido en los 36 años de terror en que vivimos: esperanza. Hoy en México hay esperanza.

Un momento transformador en la historia mexicana como es la 4T, es una época de revoluciones, no de parches. Pequeñas revoluciones que movilizan, que rompen, que destruyen lo que no sirve, que asustan a quienes viven en una burbuja que les impide ver la exasperante desigualdad y sus consecuencias. La 4T será una larga noche para que las futuras generaciones se beneficien de un mejor país, y será larga porque el tamaño del desastre es inaudito. No hay área de la economía que no haya sido desvalijada, la educación se desmanteló, el sistema de salud se llevó al punto de colapso.

Todo lo que tocó el neoliberalismo se bañó de sangre y mierda, sus fuerzas están vivas, golpeadas y minimizadas pero vivas y listas a inmolarnos si nos descuidamos.

Decía Ernesto Sábato: “El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria”; este es el espíritu al que me refiero antes, a pesar de la circunstancia de pobreza y desigualdad, la mayoría de los mexicanos comprende y aprecia la importancia del cambio, sabe que hay una convicción generalizada y que López Obrador solo fue el catalizador que ayudó a hacer realidad los ideales ocultos de confianza en un mejor futuro.

Para México hay un bien superior, es tal la grandeza de este país, la riqueza de sus recursos naturales, la riqueza en su gente, cultura y tradiciones, que tan solo hacía falta un líder que llegara en el tiempo adecuado. Hay proyecto, hay estrategia y hay mujeres y hombres listos a seguir los siguientes sexenios para no permitir el regreso de los políticos neoliberales y la putrefacción que llevan a sus espaldas.

Una transformación pacífica como la que estamos viviendo está tocando enormes intereses, internacionales y nacionales, la reciente polémica por la reforma eléctrica es solo un botón de muestra. Quienes se creían dueños del país y, los mexicanos que actuando a favor de empresas y países extranjeros, ven que cada día que pasa pierden los privilegios que por vía de leyes a modo, componendas y corrupción construyeron en su beneficio, son peligrosos; tienen medios de comunicación para denostar, engañar y confundir, tienen recursos para comprar conciencias, van por todo, no les importa nada más que su propia riqueza, no tienen principios ni valores y están dispuestos a sacrificar a sus “seguidores” para enfrentar y acrecentar la polarización a que llevaron al país.

No solo han insultado a la mayoría de este país, nos han dicho toda clase de insultos clasistas y racistas, se han burlado de los pobres que ellos mismos crearon y, después de los eventos recientes, claramente se han convertido en traidores. Parece que no les gusta que les digan traidores, dicen que les insulta, basta con que lean el artículo 123 del Código Penal Federal para saber en qué se convirtieron: Artículo 123.- Se impondrá la pena de prisión de cinco a cuarenta años y multa hasta de cincuenta mil pesos al mexicano que cometa traición a la patria en alguna de las formas siguientes: I.- Realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero.

México está cambiando pero será una lucha constante, debemos pensar en la importancia de mantener mayorías legislativas federales y estatales, debemos trabajar para que en un par de meses nos podamos alegrar del triunfo en 6 gubernaturas más, esto apenas empieza, los males ya no serán por los siglos de los siglos…

Qué gran tiempo nos tocó vivir.

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Próxima parada: Dos Bocas

El que no quiere caldo, que le den dos tazas

Refrán popular

Y después de la Revocación… Y después del aeropuerto, ese que sacó lo mejor y lo peor de los ciudadanos atentos a lo que hace el gobierno, sigue la Reforma eléctrica como cambio en la ley y la inauguración de la refinería Olmeca en Dos Bocas como obra de infraestructura estratégica. Mi duda existencial es que si así como la oposición dice que no usará el aeropuerto Felipe Ángeles, ¿tampoco usará gasolinas refinadas en Dos Bocas?  Veo un futuro de maromas existenciales y ardores estomacales.

¿Quién hubiera imaginado que a pocos meses de inaugurar este proyecto, la guerra en Eurasia haría un caos en los precios y abasto de energéticos? En la lista de proyectos estratégicos de este sexenio la Refinería Dos Bocas /Olmeca se planteó como uno de los pasos para recuperar la soberanía energética que palíe los vaivenes internacionales en el sector, no por la guerra sino por la obviedad de que la sociedad requiere autosuficiencia en la materia. México intenta salir de la contradicción a que le llevo el neoliberalismo de exportar petróleo para importar gasolinas. El acceso a la energía vía combustibles y electricidad a buen precio bien se puede considerar un derecho fundamental, hay quienes dicen que no es un derecho per se sino que en todo caso, sustenta a otros como lo son el derecho al trabajo, educación y alimentación.

Con esta refinería, el aspecto que se cubre dentro del marco de seguridad energética  es la sustitución de importaciones de gasolinas y otros derivados petroleros; pero ¿por qué en los gritos de los odiadores de este gobierno, también la rechazan?

La oposición, para variar, ha intentado por todos los medios a su alcance que esta obra no se realice, así como lo intentaron sin éxito con el aeropuerto y lo hacen con el Tren Maya; en tres meses más tendrán otro motivo para darse de topes en la pared. Sus trabas, jurídicas y de narrativa de mentiras en los medios y redes, fueron cayendo una a una por lo que, una vez más, sólo la ceguera de sus seguidores apuesta a que en un acto de fe ésta infraestructura desaparezca y México, una vez más, deba importar gasolinas. Estos enemigos del gobierno actual, ese pequeño grupo clasista y aspiracionista argumenta que lo que viene es otro tipo de energía, se sueñan ya en sus autos eléctricos al mismo tiempo que les preocupa que la gasolina aumente unos centavos, pero como decía Calderón de la Barca, los sueños, sueños son; porque no tienen la voluntad o la capacidad de entendimiento para darse cuenta que el hacer esta refinería complementa muchas otras áreas de generación y que además hay un factor de tiempo para que la realidad mexicana pueda considerar el desuso de gasolinas en los vehículos. Y no les digamos, porque se exaltan, que las refinerías no solo producen gasolinas para carro.

En el año cuatro de gobierno lo que sucede es que, mientras a la oposición se le fue el tiempo en llamaradas de petate representadas en batallitas perdidas, la transformación avanzaba, la 4T está ya en un proceso de conclusión de proyectos y así seguirá siendo en los casi 30 meses que le restan a este gobierno; México parece ir, ahora sí, en un ritmo que no se detendrá y que casi seguramente se empalmará con el siguiente sexenio. Esto es posible porque hay una enorme cantidad de obras públicas en desarrollo y hay los ahorros suficientes para ejecutarlas, siempre los hubo pero acabaron en pocas manos (léase políticos y ex funcionarios). No es que   faltaran recursos públicos, es que sobraban rateros.

Se les fue el tiempo porque mientras se amparaban sin ton ni son, la transformación avanzaba; porque mientras bloqueaban todas las iniciativas de gobierno, la transformación avanzaba; porque mientras apostaban a que al país le fuera mal, la transformación avanzaba.

Así qué, preocupémonos de los adversarios políticos porque ya que todo les ha salido mal, que han perdido elección tras elección, que cada vez tienen menos acceso a los presupuestos públicos y que cada vez la mayoría de ciudadanos los ubica por su odio y desamor al país; pueden ser capaces de lo inimaginable para recuperar el fuero, privilegios y dinero con el que se sirvieron en las últimas décadas. Preocupémonos al tiempo que es necesario ocuparse de la defensa del proyecto 4T y de estar atentos a las trampas de los antagonistas, a los esquiroles en congreso y gobiernos, a los que se acepten vender por unos pesos (o muchos) para destruir o detener los avances logrados.

Va la Refinería como irá el Tren Maya con sus 1460 kilómetros, como irá el Corredor  Interoceánico con sus 300 kilómetros que unirá el Golfo de México con el Pacífico, como irán las presas, carreteras y hospitales en construcción, la 4T va.

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Que no le saquen

El miedo es el más ignorante, el más injurioso y el más cruel de los consejeros.

Burke

Los pretextos para no participar en la Revocación no son otra cosa que la muestra del miedo a la democracia participativa y la indolencia de su actividad como ciudadanos opositores. Le temen a la democracia puesto que saben que es el camino para que no regresen más al poder porque, no es un engaño para nadie, la mayoría de mexicanos no les quiere en el gobierno y elección tras elección se ven reducidos. 

Como dice la cantante Liliana Felipe: Nos tienen miedo porque no tenemos miedo. Este pavor que se ha instalado en ellos les impide ver la conveniencia social de tener más democracia y más participación ciudadana. Es tal su turbación que hasta al árbitro electoral treparon a intentar destruir el proceso de Revocación de mandato, éste amenaza incluso con anular la consulta. ¿Qué hay detrás?

La oposición a la 4T, tan disminuida y carente de ideas, tan desmoralizada y  exhibida en su penuria intelectual, sabe que sólo con medidas golpistas podría descarrilar la transformación que vive el país.  Para ellos, golpismo blando como el que llevan realizando desde que inició este gobierno sí es conducente, válido y apropiado; democracia participativa no.

Todos los datos a la mano indican que en este proceso de Revocación el resultado será favorable al presidente, en realidad este proceso electoral no altera el presente, es la herramienta que hubiéramos deseado en el pasado y definitivamente la que queremos en el futuro; la magnitud es lo que les aterra, votaciones a favor de la continuidad de su mandato en orden de 60, 70 u 80  por ciento les infarta; no quieren enfrentarse a tal número cuando, después del 10 de abril, lo que sigue es la puerta de las elecciones en 6 gubernaturas y en el 2023 Estado de México y en 2024 caput. Esta es la causa inmediata de sus intentos de boicotear y promover la abstención en esta ocasión pero…

Una vez que se ha definido en la Constitución, artículo 35, y en la ley reglamentaria que se publicó el año pasado, el derecho de los ciudadanos a: “solicitar, participar, ser consultados y votar respecto a la revocación del mandato de la persona que resultó electa popularmente como titular de la Presidencia de la República, mediante sufragio universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible” la herramienta está dada para que en lo sucesivo se pueda aplicar este proceso a cualquier gobierno votado que no cumpla con las expectativas ciudadanas. El miedo por lo que suceda más adelante, ante un eventual gobierno que pudieran tener, es lo que explica sus intentos de hoy.

Desde que llegó al gobierno el presidente López Obrador han dicho que quieren que se vaya, le acusan de todo aquello que les hace llegar a la conclusión de que se debe ir del poder y, sin embargo, ahora que tienen la llave para sacarlo, la llave democrática y legal para hacerlo, reculan. ¿Por qué? Porque en el discurso en los medios que les acompañan en esta promoción de su odio es muy fácil gritarlo, al enfrentarse a la realidad se dan cuenta que como en el cuento del Rey Desnudo de Andersen, así van ellos; ataviados de nada.

¿Cómo van a vender su derrota el próximo 10 de abril? Van a decir que los que no salieron a votar están en contra del presidente, no los que salgan y pidan con su voto que se vaya, no, dirán que ellos, en su infinita flojera, en su pereza social; se quedaron en casa y que ese es un triunfo. Nada nuevo hay en su comportamiento ciudadano una vez que dejaron de ser los dueños de prerrogativas, los caciques de la verdad que les vendieron los medios y periodistas pagados por los gobiernos en turno.

Le temen a la democracia y con eso han cavado su tumba, porque en vez de apostarle a ella, de organizarse y salir a convencer, de proponer, de establecer críticas con datos reales, de salir a la calle a ganarse los votos; se mantienen  en la expectativa de que un golpe (no de suerte) sino blando o duro les regrese lo que tiraron por la borda, el poder -que no ejercieron- de hacer el bien por el país; el poder -que traicionaron- de construir un mejor México, el poder -que no quisieron- de acabar con la desigualdad y la injusticia.

Nos tienen miedo porque no tenemos miedo; sabemos que la mayoría alrededor del presidente mantendrá a la 4T en el gobierno hasta lograr cambios sustantivos, larga vida tendrá la 4T; ya no nos espantan con el zarape del muerto como cuando decían que López Obrador era un peligro para México, como cuando decían que, con él, viviríamos una caos económico, que el desastre estaba a la vuelta de la esquina. La sociedad ya no tiene miedo de sus mini manifestaciones tan llenas de glamour acompañados de su chofer llevándoles la sombrilla y sus “muchachas” llevándoles el lunch mientras son objeto de burla por su vacua argumentación.

La sociedad ya cambió porque aunque, ellos en la oposición, piensen que el cambio se refería además de a su pérdida de privilegios, solo al combate a la corrupción, a las políticas sociales y a las obras de infraestructura, no se dieron cuenta que el fondo es el cambio mental en la sociedad, hay nuevos paradigmas y nuevas formas de entender la valía ciudadana y el orgullo de la mexicanidad. No lo vieron venir y así llegamos al hoy: están aterrados de la democracia y por eso la sabotean.  Ya ganamos porque vamos a votar, ya perdieron porque no lo harán.

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Rudeza necesaria

Mi pecho no es bodega.

Como si todo fuera nuevo, como si el ayer no existiera, como si el hoy hubiera brotado súbitamente, como si no hubiera historia y hoy despuntamos nuestro primer día, así, en la desigualdad y violencia en que nos encontramos. Como si no hubiera causas y fuéramos causa primera.

Si todo hubiera iniciado ayer, si la vida actual de los mexicanos no tuviera una explicación histórica, entonces sí, los balbuceos y críticas a las acciones de gobierno actuales tendrían sustento; cualquier acción sería un azar, casi que un volado que podría tener cualquier resultado. La oposición podría gritar a los cuatro vientos que hay una mala suerte en su destino que les contradice su idea de país.

Sin embargo, sí hay historia, sí hay un por qué. Sí pasó lo que pasó porque unos lo hicieron, otros los apoyaron, muchos lo callaron y muchos otros de manera conveniente lo dejaron pasar.  Los franceses en el siglo XVIII tenían la expresión: “Dejen hacer y dejen pasar, el mundo va solo” para referirse al libre mercado y a que el papel decisor del estado fuera el mínimo.  Tres siglos después el neoliberalismo “a la mexicana” lo continúa adoptando para patrocinar teorías que sacan al estado como mediador y le dejan al mercado el rumbo del país. Cuando se dice mercado, se dice élites económicas que como telaraña tejen redes en todos los ámbitos posibles.

Sólo por hablar de los hechos de los últimos seis sexenios, porque es lógico pensar que ni siquiera ahí empezó la tragedia mexicana, para tener un marco reciente con personajes que aún viven y con una historia que para muchos ciudadanos representa el contexto de su vida. Y a esa historia hay que responderle y plantarle cara: el presidente lo hace y la oposición se enoja. “…pero sus estridentes ladridos solo son señal de que cabalgamos” Goethe.

Se quejan de que el presidente responda con firmeza y que no deje títere con cabeza. López Obrador no es un presidente que se ande por las ramas; en el siglo XVI los boticarios en España le ponían saborizante dulce a las píldoras medicinales -de suyo amargas- para este proceso doraban esas píldoras con el fin de que el recubrimiento dulce se pegara y así suavizar y evitar tragos amargos; este presidente no le dora la píldora a nadie, mucho menos a quienes le clavan cuchillos por la espalda al proyecto que con gran esfuerzo lleva a cabo la mayoría de la población.

Las respuestas del presidente son contundentes porque un proceso de cambio y transformación como en el que estamos lo amerita; lo que parece ser un incesante enfrentamiento con el periodismo enriquecido a costa de vender la verdad del gobernante en turno, con aquellos que perdieron privilegios y con los que se mantienen en el espasmo que les da la ignorancia de la historia y la realidad social; es parte de la labor que le ha tocado realizar.

Acostumbrados a la hipócrita diplomacia de los políticos tradicionales del PRI y del PAN que se azuzaban entre sí apenas para parecer oposición, parte de la sociedad se dice sorprendida por lo que gustan de llamar: …es que el presidente polariza, es que nos ataca, es que, es que…

Un cantante (argumentando en contra del tren maya) dice que el presidente no conoce México, López Obrador, que como ya dijimos no se queda callado (porque no puede ni debe) le recuerda que conoce cada municipio de este país, uy, qué polarizante. Un periodista inventa una historia de corrupción en la familia del presidente, se le demuestra que no hay tal y se le invita a que él a su vez explique su riqueza (inexplicable para cualquier periodista que viva de ingresos legales), uy, otra vez la polarización.

Si esa actividad presidencial; de desmentir las mentiras que siembran periodistas y medios opositores, de explicar los actos y razones de gobierno, de desenmascarar a muchos que defienden prerrogativas perdidas y que ante su enojo se arrogan actitudes clasistas y discriminatorias que, mientras tenían el poder y el control del presupuesto disimulaban en un buenondismo de democracia, pluralidad y civilidad, pero que hoy les supuran incontrolablemente exhibiéndolos en su cruda y vana realidad; se convirtió en parte del trabajo a realizar, que así sea.

El odio a los logros de la 4T en apenas 3 años, a las obras de infraestructura y a la política social implementada, ha puesto sobre la mesa un ríspido y continuo ataque hacia el presidente y su gobierno; éste debe contestarles, lo hace y lo seguirá haciendo porque es preciso combatir la narrativa entreguista de los bienes públicos y el relato de ficción de que los presupuestos  están mejor en las manos de la triste oposición con que contamos.

El país vive una circunstancia que se creó a lo largo de décadas, ésta es agraviante para muchos mexicanos y es la condición que la 4T intenta cambiar acompañada de la mayoría de los ciudadanos; ellos no se quejan de la dura respuesta presidencial porque no va dirigida a ellos, sabemos para quienes sí.

Decía Eduardo Galeano: “No hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la rompan, por mucho que la mientan, la memoria humana se niega a callarse la boca. El tiempo que fue sigue latiendo”

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Es la 4T

Ojalá que la luna pueda salir sin ti, ojalá que la tierra no te bese los pasos… 

Silvio Rodriguez

No importa el tema, puede ser aeropuerto, manejo del covid, economía, pensiones o políticas sociales; no importa si es la tlayuda, la casa que renta el hijo, la mayoría a su favor, la austeridad, los proyectos en construcción; en todos los casos hay y habrá un ríspido y grosero enfrentamiento, además de en los hechos, en el discurso y las expresiones públicas, para manifestarse en contra del gobierno actual.

No hay argumento que valga para que, ante cualquier proyecto, asunto, ley, política, idea que provenga del presidente López Obrador, se arremeta con furia, desprecio y mezquindad por parte de los opositores. La explicación y evidente necesidad de cambiar el rumbo del país después de la destrucción generada en 6 sexenios de neoliberalismo parece que no existe.

Y la burda crítica no es proyecto a proyecto, lo que hay en el fondo es un profundo odio al espejo que representa la 4T como un todo, ese espejo que exhibe de manera cruda el egoísmo y conformismo permeados de uno de los grandes problemas de parte de la sociedad  mexicana: el clasismo.

¿De dónde sale la pus y el desprecio por México que brota no solo de políticos y ex funcionarios que perdieron el poder al que veían como patrimonial, sino de personas que parecían sensibles y amorosas a su país, normales digamos*? ¿De dónde las expresiones clasistas, racistas, despectivas y ofensivas para la gran mayoría de mexicanos que por el hecho de apoyar el proyecto 4T y la transformación que se lleva a cabo, son radicalizados como chairos, iletrados y nacos por parte de una minoría con poder en los medios de comunicación?

Incluso, por algunos que parecieron apoyar el movimiento 4T en algún momento, y que cambiaron de camiseta ante la mínima desviación a lo que “creían” tenían derecho, por no darse cuenta que las propuestas, compromisos de campaña y, sobre todo, la historia de vida de López Obrador, implicaban por absoluta necesidad formas nuevas de gobierno que les prescindiría de su acostumbrada perspectiva de que el poder es para servirse y no para servir.

¿Por qué quieren que le vaya mal a este gobierno (aunque en su narrativa hipócrita digan que no es así)? No solo porque odian a López Obrador, odian sobre todo lo que les hace ver el espejo que nos ha puesto enfrente.

Desde el 2018; a estos opositores a quienes todo ese desprecio por lo mexicano, los llevó a saquear sin pudor durante el neoliberalismo ya sea por acción o por omisión y sobre todo, guardando silencio ante la desigualdad, corrupción y falta de justicia; se les manifiesta como enfrentamiento a la figura de López Obrador, no por él mismo, sino por lo que representa: un liderazgo genuino que plantea la visión y grandeza de un pueblo que se contrasta con una idea de inferioridad que es su propio escenario en el que no les gusta verse.

Él personifica el espejo de realidad en el que se confrontan quienes reniegan de su mexicanidad en aras de un aspiracionismo. Samuel Ramos* explicaba, y les queda como anillo al dedo esta explicación, que “el mexicano padece de un complejo de inferioridad, producto de medir su escala de valores con otra escala de otra cultura (la europea)”, que es distinta a sus posibilidades de realización, precisamente por ser una cultura distinta. Esta forma de verse, genera una frustración muy grande que les hace imitar lo que les supone creer que es incorporar la civilización de otro país a su realidad. Se dicen blancos aunque no lo son, se dicen ricos aunque no lo son (les encantó adoptar el fifí que les endilgaron), se dicen civilizados cuando no lo son precisamente porque es su civilización a la que han despreciado; no quieren “parecer” nacos ni pobres ni morenos ni chairos porque en su forma de entender el mundo, eso es de los otros, de su servidumbre, de sus empleados, del que es menos, de aquél al que ven desde arriba, de aquél que les huele mal, les choca ser mexicanos y darían cualquier cosa por ser europeos o estadounidenses; les gustaría ser invadidos, les gustaría ofrendar a sus hijos a cambio de espejos.

El Popol Vuh dice que somos el pueblo de los hombres del maíz, ellos no, un concepto tan profundamente esencial les avergüenza, son pero no son, por lo tanto en su interior odian lo mexicano, odian la mexicanidad, se odian a sí mismos; ese resentimiento de vergüenza en su mexicanidad les hace adoptar un mecanismo de decirse que son mejores y por lo tanto distintos, ¿Distintos a qué? Quién sabe pero ellos se lo creen.

Hay una indolencia general en su vida que les lleva a despreciar a México, el neoliberalismo los cooptó porque les ofreció ser lo que no son a cambio de que cerraran los ojos y permitieran la rapiña, así, solo así, ellos serían del primer mundo, la nueva raza whitexican a que decidieron aspirar.

*Digo yo.

** Samuel Ramos El perfil del hombre y la cultura en México

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4T, AMLO, Golpe blando, Golpismo, México

¿Golpe al presidente?

Prefiero ser el peor de los mejores que el mejor de los peores 

Kurt Cobian

Si hablamos de la consolidación de un cambio de gobierno obligado por poderes fácticos o militares en contra del presidente López Obrador, no, no hay un golpe. Si hablamos que, bajo el manual bien conocido -por su aplicación en muchos países- para intentar cambiar a gobiernos elegidos legítima y democráticamente, se sigue un patrón de conductas por parte de la oposición mexicana para intentar descarrilar al gobierno y hacerse del poder por la vía del golpismo, sí, sí hay señales.

La receta cantada de estimular el miedo y el odio, desprestigiar al gobierno, desestabilizar la economía, fomentar la violencia, infiltrar con grupos violentos las marchas de protesta, dividir al partido en el gobierno, comprar deslealtades de traidores, y, sobre todo, buscar que haya una percepción de estado fallido; se liga directamente con la campaña en medios de comunicación de descalificar al presidente y su gobierno, sea el tema que sea:

  • Desde antes que fuera presidente López Obrador, la “Operación Berlín” dirigida o financiada por Enrique Krauze, fue el intento para que no llegara a serlo, el uso de recursos privados para incidir en el voto por parte de un grupo de empresarios contrarios ideológica y políticamente al candidato de Morena encendió las alertas de que la oposición que conformaba las élites económicas anti democráticas harían lo que fuera para evitar que triunfara el movimiento 4T.
  • Una vez en el poder López Obrador, y ante el hecho consumado de la cancelación del aeropuerto de Texcoco (que parece ser el detonador para expresar y permear el odio irracional de los opositores) aunado a  que se recortó más del 80 por ciento del gasto en publicidad oficial y que se eliminó la contratación directa a favor de aquellos columnistas que a cambio de recursos decían lo que el gobierno en turno quería que dijeran; la oposición optó por iniciar lo que se conoce como un Golpe Blando.

En el caso mexicano, Golpe Blando es aquél que a diferencia de la toma del poder político de manera repentina por parte de un grupo de poder de forma ilegal y violenta, generalmente a mano de militares, es el que se hace de modo encubierto, no tradicional, de manera “suave” sumando eventos, discursos, noticias, con el fin de que la suma de hechos que parecen aislados den una idea de deterioro social que el gobierno no puede controlar; su recurso publicitario es la no violencia -aunque la promuevan y patrocinen de manera agazapada-, el buenondismo y la preocupación por causas amplias, llámense feminismo, derechos humanos, ecología, defensa de niños con cáncer, manejo de covid, críticas a la construcción de obras públicas. Cualquier tema sirve contraponiendo mentiras a la realidad para que ante cualquier acto de gobierno surja la crítica y respuesta contraria, sin tamices.

Parte del éxito de esta forma de golpismo es que parte de la ciudadanía (la más iletrada, aspiracionista,  conservadora y reaccionaria),  les  “compra” su historia a través de medios de comunicación que se prestan a ello, de influencers y youtuberos, y de columnistas muy conocidos, respecto a causas, origen y responsabilidades de cualquier tema: periodistas asesinados, medio ambiente, la siembra de transgénicos, la violencia en el estadio en Querétaro, la violencia en Michoacán, Quintana Roo, Tamaulipas, la resolución del Parlamento europeo, la reforma eléctrica, el nuevo aeropuerto, las acusaciones de corrupción de la familia del presidente, la prohibición del uso de glifosato,  la posición de México ante el conflicto ruso-ucraniano, la cancelación del fracking, las pensiones universales, la obligatoriedad del pago de impuestos a grandes empresas,  todo, cualquier cosa, bajo su forma de presentar las noticias y la información; implica un tache para el gobierno.

El antecedente ideológico de este tipo de golpe, refiere a Gene Sharp, el teórico que se ha dedicado a formar los golpes las últimas décadas: desde Lituania, pasando por Yugoslavia, Georgia, Túnez, hasta sembrar su semilla en Latinoamérica con sus manuales de tácticas usados en Ecuador, Honduras y Brasil (en este caso para derrocar a Dilma Roussef y encarcelar al ex presidente Lula y evitar su regreso al poder). Su táctica habla de 3 etapas:

  • Un individualismo que identifique una causa de desagrado personal para desconocer al Estado (Ablandamiento).
  • Una vez que se conoce ese motivo de descontento se justifica el desacato a la autoridad y se le moviliza para la crítica (ya no individual) social. (Deslegitimación y calentamiento de calle)
  • De ahí a promover un motivo más amplio que unifique intereses diversos, es decir una ley superior a manera de “defender la libertad”, “liberarnos del tirano”. Para de ahí pasar a combatir al “dictador”, eso sí, diciendo que su protesta no es violenta. El gobernante a derrocar habrá resumido en su persona miles de frustraciones, no lo respaldará la constitución, ni las elecciones democráticas y, si reprime será dictador, y si no, será porque es débil y no puede gobernar.

No es coincidencia el unísono ataque de INE, COPARMEX, LATINUS, FRENA, PAN, PRI, PRD, chumeles, calderón, fox, xgonzález, lozano, zavala, etc. para hacer permear un mensaje de decepción, de que las cosas están mal, que todo lo que se ha hecho es negativo, que el amplio apoyo al gobierno y al presidente es inexistente y en caso de que existiera es fruto de la ignorancia.

Hasta ahora, este golpe blando no ha sido exitoso, por una parte porque cada uno de estos opositores, grupos o personas, tienen intereses propios que no están dispuestos a dejar de un lado por una causa común (por más negativa que sea), así que le meten ruido y dinero pero a su propia conveniencia; y por otra, y que también es la razón de que no lo será, es por el amplísimo apoyo popular del que goza este gobierno, los ciudadanos que buscamos un mejor país somos la clave para que no pasen.

No hay que perder de vista que insistirán y que será una lucha diaria por su parte para descarrilar este proyecto, esta derecha quiere muertos, el estado no se los ha dado pero los van a seguir buscando.

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Guerra, México, Mundo, Política, Traiciones políticas

Dossier de guerra

Toda guerra está basada en el engaño.

Sun Tzu (500 años A.C.)

Las guerras actuales, las guerras modernas (si es que tienen algo de modernidad) no se pueden ver bajo un parámetro de blanco y negro. Hay tal cantidad de razones y argumentos para haber llegado al sin sentido de la conflagración, que bien vale la pena conocer cómo se llega a ella. El que quiera poner su banderita a favor de uno de los contendientes, que sea consciente de lo que significa porque en una guerra como ésta no hay uno bueno y uno malo.

En un mundo que cada vez es más difícil de explicar, solo se puede entender el presente bajo el lente de la historia. Según el proceso histórico en cada tiempo, los medios de comunicación nos fueron “enseñando” que alemanes, japoneses, vietnamitas, rusos, coreanos, sirios,  afganos, chinos, venezolanos o cubanos… eran los malos de la película. Estados Unidos y quien estuviera de su aliado en el momento perteneció siempre a los buenos. Los rusos fueron “buenos” en la segunda guerra mundial porque vencieron a Hitler y después fueron “malos” porque se opusieron al unilateralismo que quiso imponer Estados Unidos. Irán era bueno mientras el Shah de Irán estaba en el poder, rendido a los designios norteamericanos, pero malo cuando los Ayatolas llevan a cabo su revolución islámica. Cuba era “buena” mientras era el congal de Estados Unidos y “mala” cuando triunfa su revolución.

Los medios occidentales más importantes (por alcance y poder económico), son quienes, plegados a las instrucciones de quienes les pagan, definen qué sí y qué no se dice al público; es decir, crean la agenda de lo correcto y lo incorrecto. Los ciudadanos, me parece,  tenemos la responsabilidad de entender lo anterior y de hacernos nuestra propia relatoría informándonos por diversas fuentes, medios, libros, opiniones, redes sociales y siendo críticos al discurso que emana de las élites de poder en el mundo. No hacerlo es ingenuidad, no pensar más allá de la nota fácil es comodidad pero ingenuidad. Hacer caso a los medios que consistentemente mienten, a periodistas que reciben dinero para decir lo que alguien les pide que digan en vez de investigar y presentar hechos y no montajes, es cómodo, ingenuo y cínico.

Las guerras se dan no solo en los campos de batalla sino en la comunicación, a la par que se disparan balas se disparan mensajes; ¿por qué debemos tomar partido en vez de decir: busquen la paz y dialoguen?, no se puede estar a favor de nadie oyendo solo a un lado porque hay una larga historia de eventos que nos trajeron al momento actual.

El conflicto de Rusia y de Ucrania es ominoso, se cierne un panorama sombrío sobre Europa y eventualmente el mundo, pero, esta guerra de invasión ¿es una sorpresa o es algo que se construyó durante los últimos 25 años? Aunque esta guerra es un crimen solo comparable con la invasión estadounidense en Irak o la invasión nazi a Polonia, no se puede olvidar que desde que George Bush ofreció a Ucrania incorporarse a la OTAN, Rusia advirtió que eso sería intolerable. La línea roja que Rusia trazó respecto a que más allá del cerco que la OTAN y Estados Unidos le tendieron al incorporar a países de la esfera rusa, sería inaceptable que sus vecinos, Georgia y Ucrania lo hicieran. Rusia fue muy clara en que no aceptaría armas y misiles pro- estadounidenses en sus fronteras.  Y sin embargo, Estados Unidos menospreció de un modo humillante los temores rusos en materia de seguridad y continuó con sus planes de ampliación de la OTAN; esto no es nuevo, pasó durante 25 años y Estados Unidos y sus aliados nunca dejaron de ser los “buenos de la película”

Ahora ya ni siquiera es Ucrania -que ya pasó a un segundo plano-, el país, muy posiblemente, será destruido y rendido a Rusia en poco tiempo, pero lo que inició es la guerra económica entre Rusia, China, Europa y Estados Unidos, por lo tanto todo el mundo, todos contra todos, a ver quién aguanta más porque la guerra es la guerra, no hay ni habrá concesiones salvo que… la diplomacia actúe, que haya un masivo NO a la guerra en vez de apoyar uno u otro lado, en vez de poner banderita a favor de uno u otro, en vez de mandar armas a uno de los bandos, en vez de ser parte del bloqueo económico a uno de los países.

Al término de la Segunda Guerra Mundial, el principio de no intervención quedó plasmado en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y se afianzó como una condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre los países. México, que desde sus primeros años de vida independiente se enfrentó a todo tipo de intervenciones e invasiones provenientes del exterior, tiene a este principio como su principal arma de defensa. El gobierno mexicano del presidente López Obrador, actúa bajo este principio de no intervención y por consiguiente se enfrenta internamente a la oposición que le pide intervenir enviando armas y sancionando a uno de los países en disputa: ¡Quieren que bloqueemos a Rusia y mandemos armas! No pues, mejor no echemos leña al fuego e instemos a las pocas opciones que quedan. La menos mala es el apoyo a la diplomacia con la expectativa de lograr un resultado parecido al que pudo alcanzarse antes de la guerra, la neutralización de Ucrania fuera de la OTAN, y una puerta de escape al presidente Putin para dejar de ser el “malo de la película”. Cualquier otra cosa será un desastre.

El hecho de que las voces de los medios pro-estadounidenses y de los conservadores e iletrados que se quedaron en que Rusia es “comunista” y que el mundo se divide entre un capitalismo “demócrata” y uno “dictatorial” es de un facilismo abrumador que no ayuda a entender la complejidad del mundo.

La empresa estadounidense YouTube acaba de eliminar varios canales de medios de comunicación porque son rusos, sin importar que hubiera millones de personas suscritas o que esos canales tuvieran cientos de millones de visitas a su información periodística. Eso es censura y es una amenaza a la libertad pero no es distinto a que la Unión Europea prohibiera los medios rusos en Europa y catalogaron a los periodistas que en ellos trabajaban (sin importar su nacionalidad) como propagandistas de Putin.

¿Cuál es la distinción entre lo que implican los hechos anteriores y que el ex inspector de armas de la ONU, Scott Ritter, aquél que previo a la invasión de Irak por Estados Unidos dijo que Irak no tenía armas de destrucción masiva, como se comprobó, declare que los principales medios de comunicación están mintiendo por completo sobre el conflicto ruso ucraniano?

Que la guerra acabe pronto, por el bien de todos.

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4T, México, Mundo, Oposición

La vida sigue igual

Me retiré dos semanas de revisar noticias políticas, redes sociales, escribir mi columna semanal y de hacer los videos con los que planteo el tema a tratar. Mi reporte: la vida sigue igual.

La oposición sigue en la misma, aún trastabillan con el asunto de una casa que, sin sentido, quieren convertir en la casa blanca dos.

Los periodistas del pasado aún cacareando que no hay nada bien hecho en este gobierno y que el pasado fue mejor.

El presidente mantiene su nivel de popularidad en el promedio de encuestas aunque si una no lo dice así, se convierte en la nota del día.

Las obras públicas avanzan a ritmo veloz, el aeropuerto será una realidad en unos cuantos días; la empresa Aeroméxico ya entendió el proyecto y volará desde ahí a partir del primer día de operaciones.

Se preparan las conmemoraciones del próximo 8 de marzo en el que grupos feministas saldrán a marchar y grupos fascistas de mujeres panistas saldrán a destruir la ciudad.

La guerra en Europa se desarrolla no solo en lo militar sino en la comunicación, en vez de discernir algunos prefieren decir lo que suene mejor, el blanco y negro que en estos asuntos no existe.

Y entonces, si todo sigue igual, ¿vale la pena seguir escribiendo, intentar aportar ideas y ponerle explicación a los eventos y hablar del pasado que nos trajo aquí? 

Sí. Hay que hacerlo, hay que hablar, es una responsabilidad ciudadana decir lo que se piensa;  en mi siguiente columna del sábado 12 hablaré sobre la guerra, la posición de México frente a esta y el acompañamiento que de ella hace el conservadurismo mexicano y del mundo.  

Como decía el periodista e intelectual Lippman: “Cuando todos piensan igual es porque ninguno está pensando”

Nos leemos el sábado 12, «Dossier de guerra». Saludos a todos.

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Calderón, Corrupción, Narcotráfico, Oposición, Panismo, Traición

Amargo triunfo

No te insulto, solo te defino.

El neoliberalismo deformó la conciencia de mujeres y hombres, lo sucedido en el sexenio de Felipe Calderón es muestra de ello; los capos panistas representan la moral de la violación de todo lo inviolable y sus seguidores representan el colmo de la alienación.

Dos formas de ver las cosas:

Una, se confirma lo que sabíamos, que la cloaca panista había engendrado en uno de sus más viles personajes, Felipe Calderón, al narcotraficante que gobernó el país del año 2006 al 2012. Se corrobora el propósito tramposo de las élites económicas conservadoras mexicanas –que lo son por su asiduidad y subsistencia de los negocios (de todo tipo) con el poder- el enriquecerse, además de con los bienes públicos como lo han venido haciendo desde sexenios atrás, con los recursos que genera uno de los negocios ilegales más redituables del mundo: el narcotráfico.

Las cosas que pasan en política, no pasan por casualidad.

Primero prepararon con Vicente Fox el camino, digamos que Fox es quien barrió la entrada: dedicado el bobo presidente a enriquecerse y a encumbrar los negocios de sus hijastros (los Bribiesca, hijos de Marta Sahagún); despreocupado de las responsabilidades de gobierno al tener inmensos recursos por excedentes petroleros con los que “gastar” y cubrir los presupuestos federales; interesado más en su rancho y acomodar su vida post-presidencial; allanó el camino de la estructura delincuencial que a partir de su gobierno gerenciaría García Luna (en este primer periodo panista, a cargo de la Policía Judicial Federal y más adelante como titular de la Agencia Federal de Investigación). En estricto sentido, el foxismo,  fue el sexenio de la creación del plan de negocios, de la organización de su infraestructura y la hoja de ruta de la hechura del mayor cártel de drogas que ha existido en México.

A partir de ello lo que siguió fue encumbrar a quien seguiría como figura presidencial a cargo de la maduración del proyecto, por lo tanto se robaron la elección federal a favor del facineroso Felipe Calderón (tenía que ser de su mismo grupo y con rasgos morales adecuados a la tarea), una vez logrado el objetivo “haiga sido como haiga sido”, aúpan como Secretario de Seguridad y “mano derecha” de Felipe al policía del foxismo Genaro García Luna, quien ya desde ese entonces era señalado por “relaciones indebidas” con la delincuencia organizada. Ahora sabemos que este entorno panista/empresarios/policía estrella fue la delincuencia organizada en pleno, encabezada por la ambición de un hombre y su grupo, un hombre “chaparrito y de lentes”  que en su megalomanía y en ausencia de parámetros morales se movió para destruir todo y a todos los que se pusieron a su paso, incluyendo al país.

Y de ahí en adelante el acabose, una de las muchas notas en los periódicos del mundo define bien lo que ahí sucedió: La declaratoria de culpabilidad a García Luna, es el juicio a todo un régimen de gobierno en México (Los Angeles Times)”. El régimen panista exhibido en su perfecta esencia: culpables de conspiración para la distribución internacional de cocaína; conspiración para la distribución y posesión de cocaína; conspiración para importar cocaína y delincuencia organizada.

Por lo tanto, este juicio en Estados Unidos al operador del cártel panista, es un triunfo que a muchos, a la gran mayoría de mexicanos nos da alegría; que nos recuerda una vez más esa “superioridad” ética del proyecto 4T, precisamente porque entre quienes participamos de éste proyecto y principalmente por quien lo encabeza, están quienes lo hemos dicho una y otra vez; los panistas y sus acompañantes son delincuentes, lo fueron en sus dos gobiernos, lo son en su actuar actual (basta ver lo que sucede en alcaldías de CDMX), son la expresión y  causa de su origen como una serpiente que se muerde la cola. Si surgieron para oponerse a la defensa del petróleo, para coadyuvar a que las empresas extranjeras fueran dueñas de la economía mexicana, para apoyar al nazismo de Hitler (queda pendiente contar más esta historia del origen panista); su consecuencia lógica es que una vez en el gobierno arrasarían con todo, la economía para sus propios fines en primer lugar y también –y por qué no- desgraciar la seguridad formando el cartel del narcotráfico que involucraría al país en un daño inacabable. Esto por lo que se refiere al panismo pero…

Hay otra forma de ver y pensar lo sucedido:

¡Las víctimas! En este juego macabro de guerra maldita debemos siempre recordar que no sobrevivieron miles de mexicanos, que hay miles de madres buscando a sus hijos, los datos duros dicen que en el sexenio de 2006 a 2012 los homicidios crecieron casi el 200% (si en el de Salinas habían crecido 9.28% para llevarlos a 76000, y en el de Zedillo se mantuvieron en 80,000, en el de Fox bajaron a 60,000) para que el panismo calderonista los creciera -en su guerra inventada- año con año y acabar en 120 mil dejándole al futuro (Peña Nieto 150,000) una escalada que apenas ahora se logra contener y reducir.

Y el gigantesco costo económico de esa guerra obviamente perjudica si no es que hunde la economía, millones de dólares en préstamos contratados para comprar armas y sistemas de seguridad (sic), los datos que arrojan los estudios realizados sobre ese periodo indican que: “la violencia local intensificada transforma una economía de mercado en una economía informal y de tipo autárquica, evidenciada por la disminución del empleo en el sector formal, y el aumento del empleo en el sector informal, del desempleo y del consumo de bienes de producción propia. Asimismo, la capacidad fiscal y colectiva de los gobiernos locales también se ve afectada negativamente. La transición que se observa en las economías locales afectadas por la guerra está asociada con pérdidas importantes en el ingreso y el consumo de los hogares. Estimaciones adicionales conservadoras muestran que este conflicto interno afectó a grandes segmentos de la población nacional (42%) quienes viven en municipalidades predominantemente urbanas, donde se produce una gran parte del producto bruto total (44.5%). Esto implica que la guerra contra el narco tuvo un fuerte y negativo impacto en la economía mexicana en su conjunto, la cual se verá afectada también de manera adversa en el largo plazo” http://www.economia.unam.mx/assets/pdfs/econmex/04/07AlbertoIniguez.pdf .

El resultado de esa guerra no tiene nada de bueno más allá de la satisfacción reciente del resultado del triunfo en la corte de Estados Unidos; porque hay otro tema además del de la violencia y del desastre económico, la estupidización ideológica y cultural de los seguidores y apoyadores del calderonato y del panismo. Una guerra donde el gobierno nos traicionó, un verdadero peligro para México en acción, una tragedia humanitaria, una clase política convertida en un grupo indistinguible de corruptos, resulta ser para estos seguidores la nada, entre su juego de palabras de: todos son iguales, no hay ni a quien irle, no era panista, no lo conocemos, etc. pretenden escabullirse de la realidad en que participaron, por acción o por omisión y ahora por seguir creyendo que “serán distintos”.

La naturaleza lógica de lo sucedido nos debería llevar a que el PAN perdiera su registro y a que sus personeros se les prohibiera volver a tener puestos públicos, pero no, ahí siguen –y seguirán- mamando presupuesto, apostando a la radicalización, aventurando al olvido público, al no existió, y asumiendo como propio lo que su infame líder moral calderónicamente clama, ¡yo no lo sabía! Y si creemos que  sólo los estúpidos podrán creerle, pues sí que lo hacen, confirmado, seguirán participando de panismo y sus alianzas, al fin que lo que negoció la cúpula de PRI y PAN es que el PRI eligió los candidatos para Estado de México y Coahuila y el PAN lo hará en el 2024 con CDMX y Presidencial. De ese tamaño es el futuro en el que quieren incidir, no pasaran porque somos una mayoría quienes lo impediremos, pero van con todo, intentarán regresar aunque sea en medio de otra guerra.

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