4T, Futuro, Mayorías, Oposición, Poder

La necesaria mayoría.

Cruzazulear: Acción de perder un partido luego de tener la victoria prácticamente asegurada.

¿Vamos a dejar que destruyan lo construido en este sexenio? El punto de partida es entender que cualquier espacio de poder que recuperen será para revertir los avances sociales, políticos y económicos logrados. ¿Vamos a aceptar una vuelta al pasado? La regla fundamental para quienes participamos de la 4T es no tener duda que la amoralidad opositora está presta a asaltar el cambio transformador de este primer gobierno anti-neoliberal.

Una de las tareas urgentes por parte del movimiento 4T que considero es de las que debemos empezar, desde ya, a hablar: La necesidad de construir las máximas mayorías en el legislativo.

Aún no es tiempo de pensar en las elecciones del 2024, ¿o sí? Hay formas y procedimientos para elegir candidatos, eso pasará en su momento y ese será un primer momento de inflexión. El partido dirá el cómo, las encuestas dirán el quién, los ciudadanos que participamos de la 4T auparemos en concurrencia, por necesidad casi existencial del proyecto 4T, a ese quien. Porque si no…

Y una vez que ratifiquemos en el cargo presidencial a una de las nuestras o nuestros, ¿qué, que se las arregle como pueda?

Ya hemos hablado mucho, yo por lo menos, de la bajeza y estulticia opositora representada en PAN, PRI y prd, de lo enfermizo de su representación pública, de los valores que dicen defender y que no son otra cosa que la defensa de sus privilegios mal habidos, de su clasismo, de la cleptocracia mostrada en las décadas anteriores al sexenio actual, de la cooptación que mantienen de algunas áreas en el poder judicial y organismos “autónomos”. Hablemos ahora de lo que sigue porque como bien decía Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí” No creamos que porque las encuestas nos traen por las nubes nos podemos quedar sentados de brazos.

En este primer gobierno de transformación la figura más importante del movimiento es el que hoy es presidente: Andrés Manuel López Obrador. No hay racimos de figuras que causen tal emoción, popularidad y seguimiento a sus ideas; vamos, a lo largo de la historia se cuentan con los dedos de la mano las personalidades de ese tipo; esos líderes natos con una clarísima idea del destino nacional se dan a cuenta gotas; quien le siga en el cargo no necesariamente tendrá las mismas cualidades, sin duda tendrá otras pero dudo que aquellas que permean con una simple palabra o un gesto una idea trascendental.

A esa otra u otro que le siga debemos acompañarlo con la herramienta más poderosa del poder en México, los votos (¿o por qué creemos que los opositores quieren tener a sus títeres a cargo del INE?): necesitamos la mayoría en el  legislativo federal y en los  locales. Para eso son los votos, para incidir mandando sobre quien queremos que nos represente.

Si las cámaras son la representación popular entonces que lo sean, que se llenen de representantes verdaderamente populares y que estén dispuestos a “romperse la madre” por sacar adelante los cambios que aún faltan. Ya sabemos cómo funciona esto, minorías con poder tienen la facultad de detener el proceso constitucional que se requiere, así la reforma eléctrica, así la reforma electoral, así cualquier cosa. Necesitamos tener mayoría calificada en las cámaras para avanzar en el proyecto transformador. Se dice fácil pero no lo es porque la suma de intereses en contra del cambio intentará frenarlo una y otra vez.

Desde que el PRI perdió la mayoría en el congreso allá en 1997, los presidentes forman mayorías por acercamientos ideológicos, de negocios o de delincuencia.

Así las reformas que se hicieron en el periodo neoliberal, por ejemplo las peñanietistas mejor conocidas como la venta del país, se lograron una vez que el PRI y PAN, ellos sí unidos ideológicamente, compraron al PRD para tener la suma necesaria.

La reforma al Poder Judicial con la que Zedillo sacó a todos los ministros de la Corte, la logró con la suma de votos y su mayoría en el Senado.

Desde 1917 a la fecha la Constitución ha tenido más de 707 reformas, 213 previo al periodo neoliberal y el resto en pleno neoliberalismo (dato importante para los palurdos que dicen, es que AMLO quiere cambiar la constitución); por ejemplo, con Carlos Salinas hubo 55 cambios a la Constitución, (no recuerdo las lágrimas de los hoy opositores por cierto, no recuerdo que le acusaran de dictador…), Ernesto Zedillo 77, Vicente Fox 31 cambios, Felipe Calderón 110 reformas, y Peña Nieto 155 cambios (lo que se conoce el vergonzoso periodo del Pacto por México) entre PRI, PAN y prd.

Las reformas constitucionales requeridas y que no han podido realizarse y que acaban siendo meras reformas en leyes secundarias (y que a veces tampoco logramos mayorías para pasarlas) son ocasionadas por esa falta de número en los votos en la cámara de diputados y senadores.

Y no solo eso porque además México es un sistema federal que requiere la aprobación de la mitad de las legislaturas para las reformas constitucionales y, por lo tanto, cuenta con posibles puntos de veto adicionales, de ahí que también es importantísimo pensar en los congresos y gobiernos estatales.

La cantidad de reformas realizadas en el periodo neoliberal, obviamente, por si alguien lo dudaba, al ser promulgadas por gobiernos contrarios ideológicamente al proyecto de país que surgió de la Revolución Mexicana y que dio origen al texto constitucional de 1917, mismo que contenía un claro énfasis en la justicia social, afectaron en perjuicio del país, aspectos torales como el de la educación, la tenencia de la tierra, los recursos del subsuelo –petróleo, minas-, las condiciones de trabajo, los derechos humanos, los derechos de los pueblos indígenas, el Poder Judicial, entre otros muchos porque le metieron mano a todo lo que pudieron.

La única forma de revertir esas políticas que hoy son obligadas por las leyes que se hicieron en su beneficio y que claramente agreden a la sociedad mexicana y benefician a las élites económicas y políticas del conservadurismo, es a través de cambios que solo con mayorías se pueden lograr.

Pensar, como muchos ingenuos lo podrían hacer, que hay que dividir el voto, uno a este y uno a este otro es más de lo mismo, es hacerle una cuesta arriba a un próximo gobierno que estará, como éste lo está, rodeado por hienas y con caballos de Troya insertados.

La Independencia tuvo su documento de Morelos “Sentimientos de la Nación”; la Reforma, su Constitución de 1857, y la Revolución, su Constitución de 1917. La “cuarta transformación” tiene que dejar su huella en las leyes, concretamente en la ley de leyes, la Constitución.

Seamos prácticos, la 4T es y será, solo si la dejamos bien planteada y sembrada en la Constitución.

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4T, Oposición, Política

Ni hoy ni nunca

«Sus cañones son los medios de comunicación de masas, sus proyectiles, las ideologías.»

Luis Britto

Que nadie dude que pronto habrá más marchas, ya le agarraron el modelo, los visten de colores y les dan un tema, no importa cuál, no importa si es mentira; estos marchantes que no saben cuestionar y no tienen capacidad para preguntarse ¿Qué defiendo?; apoyan a Calderón y al narcotráfico, apoyan la corrupción, apoyan el clasismo, están en contra (mientras con la otra mano se benefician) de los apoyos sociales. #todossongarcíaluna #todossonloret #todosencontradeMéxico…

¿Qué dicen que defienden?

Lecciones de la marcha rosada: La marcha del domingo pasado “en defensa del INE” es muchas cosas pero, curiosamente, nada en congruencia con las propuestas de ley para modificar el accionar de ese instituto, corrijo, sí hay algo que lo relaciona: el color del logo institucional volcado en la parafernalia del ajuar que le correspondió usar en esta ocasión a los marchistas. Al INE no se le “defendió” marchando, se usó su nombre como tema para reunir al movimiento anti-amlo; los organizadores aprovecharon la polémica desatada por los consejeros –que no quieren renunciar a sus ilegales ingresos y que han sido los primeros en agraviar la democracia que tanto cacarean– y la sumaron con la ignorancia -claramente demostrada-  de la mayoría de los que se reunieron en el Zócalo. Calificar de ignorancia no es peyorativo, es descriptivo; ningún entrevistado pudo articular las razones de su caminada defensa al INE, si no fuera repetir las mentiras que los medios les han enseñado y su cantaleta de que amlo es dictador, que el “cacas” acabó con el país, que no es propio de la religión lo que el gobierno hace (sic) etc.  Es vergonzoso para el país, el bajo nivel de argumentación que, los que se dicen estudiados, pudieron expresar, penoso, muy penoso, habla muy mal del sistema educativo en el que se (de)formaron. Ya, si no quieren a la 4T de acuerdo, pero que no se exhiban en un pobrísimo discurso que sí nos da abundante material para burlarnos de la oposición conservadora pero que hace alarde de que las neuronas no están de su lado.

La 4T intentó, el año pasado, cambios constitucionales para disminuir diputados y senadores plurinominales (aquellos por los que nadie vota), disminuir el gasto partidista en años no electorales, disminuir el gasto ostentoso y elevado de la casta dorada de sus dirigentes y que los consejeros fueran elegidos por los ciudadanos a propuesta de los 3 poderes y no por los partidos, para aquello de no ser juez y parte. Los cambios no pasaron, los votos requeridos (dos tercios para modificar la Constitución) no le alcanzaron a la 4T. A continuación se intentó hacer cambios en las leyes secundarias (ya no en la constitución), lo que se conoció coloquialmente como Plan B: un plan con un alcance muy limitado que busca ahorrar recursos en la organización de las elecciones y prohibir la compra del voto. Para estas modificaciones en las leyes sí alcanzaron los votos, por lo que el Plan B fue aprobado el 22 de febrero, días antes de la marcha.

¿Y la narrativa que se construyó para sacar a la gente a un mitin  “en defensa del INE” para evitar que pasara el plan B cuando ya había pasado? En esos mismos días en que se aprobó legalmente el plan B, en una Corte de Estados Unidos fue sentenciado el mano derecha del panista Felipe Calderón: García Luna, culpable de todos los cargos de que se le acusa, uno de los convocantes de la marcha fue precisamente Calderón y el panismo en pleno. A inicio de año hubo cambio en la presidencia de la Corte, la oposición, en una arriesgada apuesta contra la institución y la democracia, puso en la presidencia a la ministra conservadora Norma Piña, les alcanzaron sus votos para ello, después de la aprobación del plan B los partidos acudirán a esta misma Corte a ampararse e inconformarse. Ya veremos si no hay una liga entre estos elementos.

En la 4T debemos extraer como lección que la reconstrucción del país es, ahora y siempre, sin el tipo de ciudadanos como los que fueron a marchar, el trabajo a hacerse en México es sin ellos, la manipulación y las creencias que asumen de la estrategia sembrada y reiterada de odio contra el presidente López Obrador y su movimiento les llena su entendimiento, no tienen cabida para razonar más.  Están fuera de cualquier posibilidad de apoyar a la Cuarta Transformación, mucho menos al gobierno del Presidente López Obrador. México les importa un cacahuete.

En la 4T tenemos muchos agravios contra el INE, sin embargo cualquier intención ha sido puesta sobre la mesa y ha seguido proceso de ley, los cambios que buscaban mejorarlo en beneficio de todos no pasaron, los cambios menores para por lo menos dejar de gastar un poco sí; el INE, desde hace muchos años, dejó de ser el árbitro, es parte de la oposición, si alguien tiene duda la historia reciente está llena de ejemplos:

  • Antes de las elecciones de medio término en el 2021, el INE trató de suspender las conferencias mañaneras aduciendo que eran propaganda de gobierno, tuvo que ser el TRIFE quien le enderezó la plana aclarando que la comunicación gubernamental no la podía tocar, así es, sí el árbitro INE en función de censor contra la 4T.
  • Este árbitro también quiso modificar las reglas en que se validan los votos de las coaliciones vs partidos; queriendo violar la Constitución en su artículo 54 para que Morena no pudiera construir su mayoría; también fue echado para atrás porque otro artículo de la Constitución prohíbe cambios 90 días antes de que inicie un proceso electoral.
  • 49 candidatos de MORENA fueron sacados de las listas de votación con pretextos de no haber llenado correctamente sus reportes de gastos (lo que no era necesario hacer o en otros casos podía solventarse con una llamada de atención o multa) mientras que el árbitro no vio pasar flagrantes delitos de otros partidos.
  • No vio por ejemplo el dinero sucio de Odebrecht en la campaña de Peña Nieto.
  • No vio tampoco la Operación Zafiro con la que gobernadores priistas y panistas extrajeron dinero público para campañas políticas.
  • No vio la Operación Berlín de Enrique Krause y empresarios asociados que gastaron millones de pesos en campañas anti amlo.

Todo lo anterior y mucho más que requiere de mayor espacio, nos cuenta la tétrica y anti-democrática historia del actuar del INE, lo mínimo que se puede apreciar es que NO es árbitro, es parte. Esa es la razón de la defensa que hacen del organismo los ya conocidos dueños de la oposición, no es novedad.

Lo que sí es novedad es que el daño que le han causado a personas, como los marchistas por ejemplo, parece ser irreversible, los han estupidizado usándolos para continuar sus fechorías y que éstos en su nulo raciocinio vayan a las calles a defender lo que también les debería agraviar, lo que nadie está atacando fuera de lo que la ley permite, lo que si cambiara haría un México mejor en beneficio de todos.

No contamos con ellos.

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Calderón, Corrupción, Moral pública, Periodistas, Políticos mexicanos

El calderonato

Mal empezó, mal acabó, en el camino nos jodió.

Del diccionario de la realidad mexicana: Caldero Hijos y –nato de la chingada.

1. m. Periodo sexenal entre 2006 y 2012 en que el Estado mexicano se fusionó con el narcotráfico.

2. m. Movimiento político de carácter depredador y corruptor que se desarrolló en México, y que se caracteriza por el entreguismo a las élites económicas y la cooptación de los medios de comunicación.

3. m. Doctrina cuasi fascista, autoritaria y antidemocrática encabezada por Felipe Calderón y el Partido Acción Nacional, de graves consecuencias económicas, políticas y sociales para México.

“Haiga sido como haiga sido”, así llegó. Por una puerta trasera apareció a su toma de posesión, recibió la banda presidencial de manos de un torpe presidente que fue tan mal gobernante que tuvo que organizar un fraude para pasar la estafeta a un miembro de su mismo partido.

Los dos sexenios panistas, el de Fox y Calderón se caracterizaron porque en cada uno de ellos sus presidencias rápidamente tocaron fondo: cuando se pensaba que después de la de Vicente Fox -que llegó con un enorme bono democrático, con credibilidad por parte de sus votantes y apoyo por haber sacado al PRI de Los Pinos-, y que sin embargo, muy pronto dilapidó su capital político para convertirse en el bufón de cartonistas, columnistas y de la población, no podía haber un gobierno peor, zas, llegó Calderón.

Vicente Fox es quien inicia el calderonato porque él es quien permitió el fraude electoral que llevó a Los Pinos a Felipe. El brazo político del panismo no alcanzó a que los votos de la “gente bien y bonita” que dice representar, fuera suficiente para un triunfo limpio frente a López Obrador; fue necesario la bribonada que avaló el INE y el Tribunal Electoral para evitar abrir los paquetes electorales y limpiar la elección, a cambio declararon ganador al michoacano con apenas el 0.56% más de votos que el tabasqueño.

¿Y quién es quien llegó? La familia Calderón vivía en Morelia en los años 70, siempre fueron señalados como conservadores de ultraderecha, mochos y reaccionarios; ese fue el entorno del niño Felipe.  La escritora Olga Wormat explica en su libro “Felipe, el Oscuro” (Editorial Planeta) que Calderón forjó su personalidad “en un ámbito de ausencia paterna, violencia intrafamiliar, discriminación y derrotas”. Un panista cercano a él y amigo personal de su padre como lo fue Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, dice del expresidente: “Fue un mal hijo, un neurótico con inclinaciones violentas”. Otro reconocido panista, Jesús González Schmal relata por qué las cosas salieron tan mal con Calderón, dice: “Tiene que ver con su personalidad; además se rodeó de advenedizos que no tiene formación, mediocres y pillos que llegaron al poder para hacerse con el botín. Son los neo panistas que invadieron el partido. Felipe prefiere rodearse de mediocres que le digan a todo que sí, que lo adulen, porque no tiene capacidad autocrítica” y abunda: “Es un hombre débil y visceral… Felipe tiene una gran pobreza intelectual, por eso es tan autoritario”

El resultado del gobierno de Felipe Calderón se puede contabilizar, de entrada, en las miles de víctimas inocentes que dejó en una fallida “guerra” contra el narcotráfico, que -hoy se confirma en una corte de Nueva York- fue inventada para cubrir su necesidad económica y personal, para sentirse el «machuchón» de algo (posiblemente por esa necesidad de la que careció en la infancia, de ser reconocido por alguien, particularmente por su padre).  Del PAN es que salieron Calderón y antes Fox y -en ambos sexenios- Genaro García Luna como vaso comunicante y omnipresente operador de ésta pandilla azul dedicada a la delincuencia. No hay panista que se excluya, ya sea por participación o por hacer como que no vieron y no escucharon. Felipe Calderón reiteradamente dice categórica y más bien calderónicamente que desconocía las actividades de su mano derecha, hombre de confianza y poderoso secretario de seguridad hoy juzgado en Estados Unidos; obviamente es de los que cree que, aparte de unos cuantos groupiesque le siguen, los mexicanos nos chupamos el dedo.

Y sin embargo, en este juicio ha salido a la luz lo que todos sabíamos y que la mayoría de los medios de comunicación mexicanos ocultan: Que Felipe Calderón, Genaro García Luna y sus cercanos son quienes representaban a uno de los bandos, el del cártel de Sinaloa -el mismísimo del Chapo Guzmán-. Felipe Calderón fue presidente del narco estado mexicano que formó en su sexenio (2006-2012) a la par que jefe de mafia, siempre tuvo dos cachuchas. Habrá que ver más adelante si no era el segundo y García Luna el verdadero capo dei capi, no (podemos descartar nada ante el ocultamiento mediático de los sexenios panistas y el de Peña Nieto.

Tampoco supo Felipe Calderón, dice él, del enriquecimiento inexplicable de García Luna, de las empresas fantasmas, de los paraísos fiscales en los que ocultaron el dinero, de los cientos de millones (por lo menos detectados ya 700 millones de dólares) extraídos fraudulentamente de las arcas del gobierno.

Felipe Calderón quiere jugar con la ignorancia de sus allegados y creyentes; lo que no queda claro es si sí será su decisión que se le juzgue por narcotraficante o pasar como un imbécil que no se enteró de nada de lo que sucedía en su gobierno. El juicio en Estados Unidos ya abrió la puerta a que conozcamos no solo al Felipe presidente corrupto, al que decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro dejando en la calle a miles de trabajadores, al que solapó a sus familiares responsables de la muerte de 49 niñas y niños en la guardería ABC en Hermosillo Sonora, al que hundió la política petrolera y energética para favorecer a empresas extranjeras en las que al salir del gobierno trabajó; sino que se le conozca también en su función de narcotraficante.  

Esperemos que resuelva la justicia, la de Estados Unidos, la de México, o la que lo alcance tarde o temprano; se acabó la historia del mejor presidente como le gusta llamarle a trasnochados poco leídos y a wanabis de la postmodernidad; sólo fue el mejor presidente para los narcos, y más en concreto para el Cártel de Sinaloa.

El criminal Calderón causó una tragedia nacional al iniciar, para su propio fin y beneficio económico, una guerra entre los cárteles de droga de los que de uno de ellos él era el jefe y su subalterno García Luna el gerente. Bien se puede considerar el suyo, el peor gobierno y gobernante en la historia moderna de México. El calderonato (calderonarco como bien le dice Rubén Charvel) no es sólo el periodo del tiempo en que se desarrolló, sino es también la mentalidad, entreguista, corruptora y delincuencial sembrada en parte de la ciudadanía, hoy bien representada en la oposición. Serán años los que se necesiten para limpiar el estercolero provocado por el panismo, que aún hoy, aplaude al criminal «Chaparrito, peloncito de lentes, hipócrita, oportunista, coludido con criminales, corrupto y causante de miles de muertes de mexicanos» como le llamó el también panista Manuel Espino.

De una personalidad como la del nefasto expresidente, no esperemos nada, no habrá disculpa pública, que ni siquiera le sería suficiente a la descomposición social sufrida; él huyo a España y difícilmente regresará salvo que el panismo lo cobije con fuero de senador o diputado en las elecciones del 2024. (Si lo permitimos)

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4T, Oposición, Políticos mexicanos

La doctorante, el doctor y el padrote.

¿A quién le vamos a partir su madre?

Sandra Xantall Cuevas

Apelemos al humanismo. Todos conocemos personas que vienen de la pobreza más absoluta y que sin embargo muestran una altura inteligente, moral, humana, y una sapiencia aprendida en su propio entorno, no modificado por la banalidad y el esnobismo. Y también hay doctorantes y doctores.

I.- Tengo maestrías, soy doctorante, estudié en 10 países, por lo tanto: No estoy presumiendo de ser superior; simplemente les recuerdo que  ustedes son nada y que yo les voy a partir su madre bola de piojosos sin doctorado, no son personas de trabajo ni estudiadas; y se me van de aquí porque ya va a llegar el arzobispo que viene a solaparme, no  perdón a exorcizarme, no perdón a bendecirme. Y que no se les olvide, yo vengo desde abajo, ¡me hice sola!, nocierto sí tengo padrote pero y qué, AMLO qué, qué estudió él, perdón pero quién es ese que ni doctor es, hay niveles. Yo sí visto de Chanel, Gucci o de poli como cualquiera que tiene sus doctorados, y ya mucha explicación, órale ya váyanse a chingarle.

II.- Yo sí soy doctor, incluso debato con Denisse aunque luego me chamaquea y no baila conmigo; tan me vendí bien como doctor, gracias a mi padrino en MORENA, que conseguí chamba en una importante organización internacional de seguridad social en la que participa México, tuve que renunciar porque desvié recursos para cubrir gastos ostentosos –por aquello de que quiero ser como Zuckerman y sus amigos (ya me vi) – y para meterle lana a mi campaña para ser presidente en MORENA porque ahí hay puro ignorante iletrado que necesita guía como la que mi inteligencia puede dar; no obstante el quemón que me dí, en mi calidad de doctor (y no porque le miente la madre al presidente y su gobierno un día sí y otro también) participo en mesas redondas y programas de televisión. Ustedes no porque no son doctores, porque a ustedes no los cita en redes sociales XGonzález y sus secuaces, y además porque a mí la oposición que viaja dentro del caballo de Troya me necesita porque en la jungla de los “listos” yo soy el rey.

III.- Yo, desde mi sitial elevado, tan alto tan alto, tengo a mis chamacos doctores golpeando al movimiento del que mamo. Yo soy el padrote de estos estudiados, dignos y brillantes perfiles que en el futuro dirigirán el país, jaja es broma: son mis chamacos para golpear al presidente y la 4T pero son desechables, no tienen el glamour que las buenas conciencias de este país quieren, y a ellas me debo. Porque, oye, ¿cómo que yo, que también soy doctor, y que fui delegado en la misma alcaldía que la doctorante, gobernador, y hoy soy senador y fuente de luz en la política mexicana no pudiera estar del lado del golpismo suave de la intelectualidad y sapiencia de los conservadores? Yo, que con mi engolada voz les digo: Yo represento el resurgimiento de los “científicos porfiristas”, yo soy la mano que mece la cuna del poder; yo soy el merecedor del futuro, porque soy doctor y soy el padrote de doctorantes y doctores a mi servicio, ¡a ver, mátenme esta!

Y es así como entre doctores y doctorantes nos hemos llenado de sabiduría en México, nos damos el lujo de tener hasta un gobernador, allá donde la carne asada, ¡con tres doctorados!, cáspita, recórcholis, repámpanos como decía el pato Donald y la pequeña Lulú, tres, no uno o dos sino tres.

“Se necesita ser muy vulgar para definir la vulgaridad” decía el filósofo y escritor inglés Chesterton, conocido también como el “príncipe de la paradoja”. Así que sé que hago un ejercicio de vulgaridad al hablar de estos a quienes me refiero arriba, y sigo:

La vulgaridad aún vestida de seda, vulgar se queda. Es difícil pensar que una postura vulgar se dé sólo en un ámbito determinado, se da en todo y los casos de nuestros monos vestidos de seda tan solo coinciden es que son políticos coetáneos a la 4T. ¿Quién los usa y para qué? ¿Quién es el titiritero que maneja a su titiritero?

Por alguna razón, alguien cree que a la 4T se puede entrar eructando, que la provocación y la “rebeldía” es el camino para posicionarse en el movimiento de transformación que hay; y ese alguien cree que la mejor manera es no usar al “peladito” sino al “doctor”, algo así como que le dé más seriedad y caché al discurso de odio.

En México hay poco más de 400 mil personas con estudios de doctorado, deben sentirse muy avergonzados que tres lacras se ostenten como tal para usar el grado académico como ariete de suficiencia y soberbia. Estos tres ególatras incontrolados que se creen únicos y exclusivos, deseosos de llamar la atención, representan esa generación arribista que -sobre un ladrillo-se marea al primer soplido.

Son yo, su yo, viven del yo, ¿y a quién le importa dirán algunos?, bueno pues sí importa porque los políticos tienen una responsabilidad social y la gente que actúa así, vulgarmente, no asume responsabilidades. Estos tres y su entorno se equivocan si creen que alguien piensa: “tú eres de los nuestros, estamos contigo”.  No en la 4T y tampoco en la oposición porque pues no, no son como ellos, los monos aunque se vistan de seda se quedan de monos, les recuerdan pitorreándose de su arribismo.

La preparación educativa, la experiencia, la cultura, el conocimiento empírico no son excluyentes, más bien todo lo contrario, son «para», para el otro, para los demás, para servir. Tantas aristas que tiene el humanismo y estos doctorazos tan arrogantes e imbuidos en su egolatría, no pueden ni siquiera entender de qué va la transformación.

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Calderón, Corrupción, Desmemoria, Silencio, Omerta

Ya lo sabíamos

La mafia no es sólo una organización criminal. No es sólo gente con pistolas. Es un sistema de poder que se convirtió en el sistema político y legal.

Leoluca Orlando, alcalde de Palermo, Sicilia.

Como en los casos más sonados en que se ha juzgado a los grandes mafiosos del mundo, hoy le toca su parte a los excelsos pandilleros mexicanos; así como hace pocos años fue el Chapo (aquél que se le “fugó a Fox), hoy es García Luna (aquél que regenteó por 6 años la seguridad (re contra sic) mexicana a la par que los negocios del narco-panismo. No hay mucha diferencia de lo que sucede hoy con éste mexicano en el banquillo de una corte estadounidense con los casos de los Gambino de Nueva York, la Cosa Nostra de Sicilia, el famoso traidor Buscetta de la Ndranghetta italiana; la justicia y la traición van de la mano, una vez que sus cómplices “cantan”, se les agota la fiesta.

En el juicio al exsecretario de seguridad, mano derecha, hombre fuerte y cómplice del presidente Felipe Calderón se exhibe, públicamente en el extranjero, de manera vergonzosa a México por hechos  del sexenio de la mafia panista. Mientras tanto, aquí los medios de comunicación tradicionales hacen como que la virgen les habla, ven para otro lado y, en el mejor de los casos, presentan la noticia romantizando que el presunto criminal que ocasionó la inacabable tragedia de violencia mexicana-siempre bajo el mando del ex presidente-  le mandó un beso a su esposa al llegar a la corte neoyorquina.

Que los medios de comunicación mexicanos soslayen una de las noticias más importantes que explica el deterioro institucional y de justicia de este país; que los medios tradicionales mexicanos no estén cubriendo la noticia en sitio tan solo nos deja ver que se saben enjuiciados también, saben que se habla de ellos, saben que mientras acusan a García Luna de narcotráfico, corrupción y quien sabe cuántos crímenes más, también se habla de ellos.

Este juicio se lleva de la forma en que generalmente sucede en los procesos mafiosos en los que es de la boca de los propios integrantes de las redes criminales que relatan y comprueban los delitos de los acusados, porque rompen la omerta, ese pacto de silencio con el que se encubren unos a otros mientras así les conviene; y en este caso nos sirve por lo menos (ya que desconocemos su desenlace), para fortalecer el recuerdo de los excesos y desenfreno que son capaces de cometer quienes ya gobernaron y que pretenden regresar al poder.

Todos supimos, porque lo tuvimos frente a nuestras narices, el abrumador nivel de deshonestidad en el que se desenvolvió el panismo, de manera creciente en el foxismo hasta alcanzar una cúspide de terror en el calderonato; los vimos, los disimulamos, los sufrimos, los mantuvimos, y no obstante ello en las elecciones del 2012 se le dio paso al peñanietismo, un gobierno que si no criminal como el que le antecedió sí igual o más corrupto y deshonesto. Que no se olvide que quienes votaron a favor de esos gobiernos están siendo también juzgados en Nueva York; aunque les duela y no lo reconozcan, son cómplices por acción, omisión, coparticipación o silencio.

Para ellos, ya sea los votantes por esos gobernantes como las élites partidistas que los encumbraron, como los expresidentes, los funcionarios que cogobernaron con ellos, sus “cuates” a quienes favorecieron con los inéditos recursos del narcotráfico, lo que ahí sucedió durante esos años son sólo cifras abstractas, números que “únicamente” hablan de pérdidas humanas (que no son las suyas y por lo tanto no les importan) y de un rompimiento en el pacto social mexicano (lo que sea que eso le signifique al país porque no es con ellos pensarán); todo ello en un contexto en que empresarios, periodistas y dueños de medios de comunicación vinculados a los gobiernos de turno ganaron millones de pesos a la sombra de la tragedia mexicana. Lejos, muy lejos para ellos, queda la angustia y el dolor de los cientos de muertos y desaparecidos en la espiral imposible de contener incluso hoy.

Así que tal parece que la consigna es mejor no hablar, tirar al olvido los hechos que marcaron y persisten en México, y ¿por qué el silencio? A poco es como decía el filósofo y lingüista Ludwig Wittgenstein: “De lo que no se puede hablar, es mejor guardar silencio”. ¿Quién no puede hablar? ¿Qué lo detiene? ¿Por qué los medios callan? Y sin embargo, la mafia ya habló, la mafia mexicana que acompañó y enriqueció al panismo está hablando, serán decenas de voces las que relaten cómo fue que tejieron las relaciones de negocio con las autoridades más altas del gobierno mexicano en los sexenios ya conocidos como la docena trágica.

Al ser desvergonzadamente desnudado el sexenio panista, nos permitirá ver cómo es realmente la política en su interior cuando es dirigida por delincuentes que dejaron ver públicamente la calaña de sus componendas, los negocios delincuenciales que persiguieron y la corrupción a la que subordinaron a las instituciones (que hipócritamente dicen hoy defender), en las siguientes semanas se hablará de la mafia que convirtió a la nación en su rehén para poder saquearla impunemente; la misma que transformó al Estado en un Estado pandillero.

Vale la pena estar atento a lo que suceda las siguientes semanas, conocer -de su propia boca- las narraciones de los que participaron en la “guerra calderonista”.  La función ya comenzó, tan es así que Calderón ya se “fugó” a España, esa España que hoy se ve convertida en el basurero de políticos corruptos de todo el mundo. Tomen sus butacas, disfruten sus palomitas, disfruten ver como caen públicamente las máscaras del conservadurismo mexicano solapador del narcotráfico.

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4T, AMLO, Historia, México, Política

Si no quieren ver, que no vean.

La izquierda siempre es perfectible, la derecha no, la derecha es la mejor posible: estúpida, arrogante, cumple cabalmente con lo que debe ser.

Monsiváis?

Qué momento tan interesante el que estamos viviendo, uno de gran transformación en México. Se rompen los paradigmas: que teníamos que ser pobres, que ser indígena es vergonzoso salvo para la foto/suvenir, que los derechos son solo para unos, que la economía solo funciona bajo las reglas del FMI y del BM, que lo que digan los vecinos del norte es ley, que las obsoletas monarquías son sinónimo de democracia, que los funcionarios públicos -por el hecho de serlo- tienen el derecho a enriquecerse con recursos públicos.

Qué gran momento, como efecto dominó han ido cayendo cada una de esas creencias sembradas por décadas en la psique de nuestro pueblo.

Y sin embargo, a pesar de que cada vez se comprueba que ese discurso es anacrónico y oxidado hay quienes no quieren ver, hay quienes quieren creer que el pasado fue mejor y que a él hay que regresar.

El otro día pensaba cómo es que hay un diálogo tan enfrentado (cuando no imposible) entre los opositores a este gobierno y la gran mayoría de ciudadanos que si le apoyan. ¿A qué se debe?

Me sugerí varias ideas, conformismo…, conveniencia…, pérdida de privilegios…, clasismo…,  sí en muchos casos pero ¿y en muchos otros?… porque obviamente tenía que haber algo más:

¿Han hablado con ellos? Dedíquenles un tiempo y tal vez llegarán a la misma conclusión: su problema es la manera en que se (des)informan.

¿Han visto esa imagen de un comic de moda “el hombre araña” en donde el personaje le lanza su telaraña a otro igual y éste a otro igual y así varias veces? Es decir todo es entre sí mismos.

¿Han participado de esos intercambios de regalos entre grupos en donde inicia uno entregando el suyo y va pasando al otro y al otro hasta que se cierra el círculo?

¿Han jugado teléfono descompuesto? Lo que dice el primero se repite hacia el siguiente hasta que el mensaje se distorsiona al llegar al último.

Bueno pues algo así les pasa.

La información masiva qie reciben es de los mismos entre los mismos. Los opositores, para vergüenza de ellos, son engañados un día sí y el otro también por los mismos cuántos informantes de quienes se han alimentado a lo largo de su vida. Los medios les dicen lo que las élites políticas quieren que escuchen, y al mismo tiempo les ocultan y/o mienten sobre la realidad.

Y estos, muchos de ellos tan fifisientos, tan estudiados, tan galardonados, viven en una burbuja de absoluta ignorancia. Podrían ver y enterarse, no quieren hacerlo, no saben cómo hacerlo y creo también que, a estas alturas, les cuesta mucho aceptar que han vivido en el engaño y error permanente.

Los medios conservadores tradicionales, con gran fuerza y poder económico dañaron conscientemente a generaciones de mexicanos. Si lo sumamos a que al mismo tiempo fomentaron la pasividad, la indiferencia, la cobardía y la falta de vergüenza y dignidad de amplios grupos (por fortuna hoy minoritarios) la receta perfecta está hecha. Son dos mundos confrontados porque tienen información completamente distinta.

Mientras en un lado hablamos (con datos duros y contrastables) de programas sociales, aumentos salariales, obras públicas, transformación del sistema de salud, tren maya, refinería nueva y mejora de las inservibles, programa sembrando vida, disminución de la violencia libertad absoluta de expresión, caminos de mano de obra local, sólidas variables macroeconómicas, peso fuerte, soberanía recuperada, que por cierto ha costado mucho arrancar después de la venta de país que gerenciaron, etc., ellos hablan de: dictadura, crisis y fin del mundo.

Pregúnteles a qué se refieren, pidan su argumentación y verán que tan tan, hasta ahí llegaron.

Y entonces, no solo no hay diálogo y entendimiento sino que, ante su falta de argumentos, como reacción, amagan con violencia, actúan con violencia, se preparan para lastimar al país.

¿Y nosotros?

Si las izquierdas no entendemos el amague de la derecha, los sabotajes a la infraestructura, los caballos de Troya en el partido Morena y en el gobierno, no estamos viendo y asumiendo de lo que son capaces. Las élites políticas conservadoras teniendo a la masa embrutecida que repite su discurso, como ya expliqué antes, mientras se dan golpes de pecho y sonríen malvadamente, siembran su estrategia electoral ofendiendo, mintiendo y estropeando la vida pública.

Ya pasamos de la “ofensa” de que nos llaman resentidos y chairos; ya entendimos que los whitexicans, fifís o como se quieran llamar, que han demostrado ser: ignorantes, violentos, clasistas, racistas y aun así nos echan la culpa de un disque polarización, no van a cambiar pronto, representa a su parte generacional torcida. No podemos olvidar que la violencia está en la raíz histórica y fundacional de la derecha, es la piedra angular de su ideología. Son parte de ese fascismo iberoamericano tan de moda.

Hay que estar atentos, eso es lo que sigue de aquí al 2024, tenemos mucho que hacer, estar alertas, identificar el discurso que parezca “bueno, centrista” para saber que no es más que de derecha de closet. No hay tal centrismo en una circunstancia como la actual.

¿Hay motivos para creer que vivimos en tiempos de estupidez? Pues véanlos, escúchenlos, ¿Alito? ¿Marko? ¿Kenia? ¿Xóchitl? ¿Felipe? ¿Chumel? ¿Vicente?  Ustedes digan.

En Los sentimientos de la Nación, Morelos escribió: “Moderar la opulencia y la indigencia”. ¿Es tan difícil ver y entender que es lo que hace el modelo transformador actual?

Llevamos 4 años de trabajo y quien no quiera ver los frutos no los verá aunque los tenga enfrente.  El cambio se produce cuando se avizora un horizonte: de libertad, de justicia o de esperanza;  los reaccionarios, por lo que se ve, prefieren mantenerse en la esclavitud que les ciega.

¿Ya entendimos la guerra mediática? Es lo que hay, viviremos con ello, hay que entenderla y responderla. De qué nos sorprendemos de que están sin idea de partido ni de país, por eso están donde están; se formaron y echaron raíces en una cultura de irresponsabilidad que hoy les pasa factura.

La lucha de hoy es distinta, de muchos contra pocos, pero esos pocos son los medios y las fuentes de comunicación.

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2022, 4T, México

Poesía

Prefiero lo ridículo de escribir poemas a lo ridículo de no escribirlos.

Szymborska

La poesía política, al igual que casi el resto de las variantes poéticas, puede considerarse como atemporal, si dos poetas en época cercana entre ellos (mediados de siglo XIX) escribían, uno, José Joaquín Fernández de Lizardi en  “La nueva tonada del trágala, trágala”: Ya no hay Borbones /ya no hay remedio: /trágala, trágala/ trágala perro. Y el otro por su parte, Antonio Plaza escribía en “El borracho”: Generoso en la copa, ruin en todo/ ronca la voz, inyecta la mirada/ párpados gruesos, faz abotagada/ y siempre crudo cuando no beodo; quién puede dudar que tales rimas no caben en el mundo político contemporáneo: en la primera, los Borbones (ahora sus descendientes, ¡Hala Madrid, coño!) en “pausa” en la relación con México, y, en la segunda, un bien conocido ex presidente borrachín bien descrito en el verso.

Escribir poemas es un acto político, simplemente porque somos seres sociales y por ende cualquier cosa que hacemos es política a la manera aristotélica del zoon politikón (diferimos de los animales por el hecho de ser seres políticos, por poseer la capacidad de discernir valores éticos y morales). Una definición que se acerca a lo que es la poesía política es la que dice: “es aquella que habla en oposición o apoyo, de las instituciones y normas que nos gobiernan”.

Si hablo en verso en el contexto de los gobiernos panistas que hemos sufrido y digo: Mentecato en botas que nos gobernaste/ con tus pocas neuronas nos desgobernaste/ pero eso sí/ con Martita bien que nos saqueaste; claramente estoy oponiéndome a un gobierno específico.

Y por supuesto también hay que referirnos al sarcasmo del siglo diecinueve de un Antonio Plaza que escribe en: “Contra Santa Anna” El éxito no fue malo/ vencimos a los traidores/ y volví pisando flores/ con una pierna de palo. O en “Sirvió al Imperio”: Viejo y panzón, más cojo que Vulcano/ probó el pan del apóstol Iscariote/ y hoy que el hambre le seca hasta el cogote/ le excluyen del festín republicano. O por ejemplo al  supuesto verso anónimo que apareció en los muros de Palacio Nacional -al día siguiente de la llegada a México de Maximiliano-: Llegaste Maximiliano/ y te irás Maximilí/ pos lo que trajiste de ano/ lo vas a dejar aquí.

Y qué tal si cavilamos en la banalidad actual de aquél que fue algún día un político sabio, Porfirio Muñoz Ledo, mientras leemos “El poder de la elocuencia” de 1874 (que da a conocer Gabriel Zaid): Llegó a Cacahuamilpa la devota/ comitiva del señor Presidente/ y este señor, como es tan eminente/ inspirado les dijo: ¡Qué cuevota!/ Y todos exhalaron: ¡Qué elocuente!

Y ya para terminar con la atinada ironía en la poesía, hilemos a aquellos periodistas que como Rivapalacios, Loret, López Dóriga, Beteta, Alemán o Micha acudían gustosos al besatorio al presidente en turno para recibir sus cheques, con los versos que Epigmenio Guzmán en la década de los 60 le endilgaba a los lambiscones del momento al presidente López Mateos: En el informe pasado/ lloraron cual una dama/ los señores diputados/ de buena y de mala fama./ Es que ellos han encontrado/ que “el que no llora, no mama”

La poesía política es seria cuando no requiere de ironía para hablar del mundo y sus problemas.  Uno de los más reconocidos poetas de la actualidad, Joan Margarit, escribe algo tan profundamente social como es: “Para tener casa hay que ganar la guerra”. 

A México, uno de sus más grandes poetas, Ramón López Velarde, nos dejó la maravilla que describe a quienes somos, aunque a veces con el paso del tiempo se convierte en un quienes fuimos. Cuando nos habla diciendo: Patria: tu superficie es el maíz/ tus minas el palacio del Rey de Oros, y tu cielo, las garzas en desliz/ y el relámpago verde de los loros. Nos habla a todos, nos integra, nos contemporiza, nos explica, y eso es poesía.

¿Para qué nos sirve la poesía? A cada quién para algo, en mi caso a veces para unir lo posible con lo imposible, para inconformarme a la argumentación lógica y los principios que suelen regirnos; pero en el caso de la poesía política, me sirve sobre todo para, como decía David de Ferranti: limpiar, “Cuando el poder corrompe, la poesía limpia. Cuando el poder empequeñece los intereses del hombre, la poesía le recuerda la riqueza y la diversidad de su existencia”

Así que digo:

En este momento

me pienso como un pájaro sobrevolando el campo

lejos del suelo en el que asciende

un árbol

una ceiba de la que descienden hombres

asciende-desciende

morenos y chaparros

mujeres fuertes de pelo negro

los imagino porque es de noche y no debo volar

y vuelo                                                                      

el silencio roto por los insectos no llega a mí

pero suena,

como también lo hace el río que recorre las palabras

que como tam-tam resuenan en las venas de la tierra

son las de la generación nueva

las que invocan el centro del mundo

y las glorias pasadas

y el fuego de los libres

y el polvo de los que se van.

Mañana que baje a la tierra me espera una mujer

y  México será distinto

ella de piernas largas y voz altiva

éste como voz de viento entre las ramas

de la ceiba.

ella, con la espuma de sus labios me hará el amor

éste ciego a los encantadores de serpientes llevará su causa ante los ofendidos

de siempre

los excluidos

indios y mestizos, bienvenidos a casa.

Estimados cuatro lectores, regreso el próximo año con mis columnas, les deseo muchas felicidades y un gran año 2023.

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4T, Desmemoria, Oposición

Un autogol llamado oposición

“No quieras enseñarle el Padre Nuestro al Señor Obispo…”

Todo indica que la oposición de derecha y sus partidarios (incluyendo los que se dicen que no son de aquí ni son de allá) se han topado con que sus ideas viejas y su anquilosado corazón, con que la tristeza de su concepción clasista y racista frente a la vida en sociedad, su menosprecio a los demás y su arrogancia en la defensa de conveniencias y privilegios (como representación excluyente del otro) les ha llevado a, irreversiblemente, perder la compostura como nueva forma de relacionarse con sus antagonistas políticos.

Aunque sea en portería propia también es gol, autogol, y por eso -aunque vivieron otra gran derrota- en su interior algo festejan ¡porque acostumbrados ya por cuatro años a perder, eso de meterse un gol tampoco sucede todos los días! Y ese festejo les hace lanzar estridentes gemidos que bien pueden leerse como una derrota no solo moral sino también psíquica o bien como un grito de ayuda. ¡AIURA! Asistimos a la fascinante descomposición del conservadurismo mexicano expresado en su comportamiento frente a la mayor marcha de ciudadanos en la historia de este país.

Frente a lo sucedido en la ciudad de México y muchas otras al interior del país y en otros países; frente al desbordamiento ciudadano en apoyo al proyecto 4T y lo que esto les representa, ahora sí,  están fuera de sus casillas; la desconfiguración  pública de sus representantes y de los que les acompañan como malquerientes de este gobierno y del presidente López Obrador; nos hablan de una fase terminal en cuanto a ideas, propuestas, argumentos o razones con las que nos pudieran decir por qué si tienen razón en querer volver al pasado.

En esta crónica del detritus que han construido en los últimos años han llegado al nivel más bajo y más odioso; ni siquiera comparable con aquél vivido por los porfiristas al triunfo de la Revolución.

La masiva participación en defensa de un proyecto y de un líder como López Obrador, no es nueva, no es fruto en respuesta a la morrocotuda pasarela rosa organizada días antes como quieren hacer parecer, y, no es fruto de un acarreo de más de un millón doscientos mil personas como dice la torpe narrativa que intenta negar la realidad; es en realidad la expresión de la necesidad política de “muchos” de expresarse, más allá de con votos, ante al agravio opositor que lleva 4 años atacando al gobierno que en democracia –esta sí- venció arrolladoramente en las urnas. Y es también la continuación de la muestra de antagonismo político que surgió frente a los golpes anti democráticos intentados para evitar que éste llegara a la presidencia por la vía del desafuero y la guerra sucia en su contra, y es también la respuesta obligada a las ofensas y humillaciones que hemos vivido los iletrados, chairos, nacos, borregos, sucios, acarreados, hambreados y pata rajadas –según dice la concepción más fina de la naturaleza del movimiento 4T- por parte de la oposición.

No entender es no entender, Perogrullo dice, no aceptar que los dirigentes de sus partidos fracasaron, no aceptar que la idea de un retorno al pasado ya no tiene cabida, no aceptar que la ciudadanía ya se expresó hace 4 años y que refrenda elección tras elección su preferencia y decisión de por quien ser gobernada; ese no entender y ese no aceptar es lo que hace que el exabrupto y estupidización argumental sean su arma a utilizar a un año y medio de unas próximas elecciones. Si alguien cree que ese ¡mayoritario muchos!, si es que cabe la expresión; va a votar por quienes una y otra vez les insultan, por el insulso wanabismo conservador que decidió odiar en vez de comprender la nueva realidad mexicana; pues está obviamente equivocado.

Porfirio hablando de Calígula y Hitler, Margarita tartamudeando sandeces, Anaya en fuga haciendo juicios de valor, Alito no sabe ni donde meterse, Fox en drogas, Calderón huyendo, Claudio tirando su dinero en alelados, los aliancistas perdidos al no tener identidad; es lo que hay, lo que tienen y con ello tienen que vivir.

Que una marcha les provoque esto es la muestra de la ceguera ante el buen manejo macroeconómico del país, ante la obra pública, ante la protección social de los más necesitados, ante lo realizado y lo mucho por hacer. Y a esos ciegos que no quieren ver porque se quedaron sin privilegios solo queda decirles, ánimo, el país es mucho más grande que las miserias mentales que aprendieron y que no se quieren sacudir.

Siguen reformas a leyes, elecciones de nuevos consejeros, elecciones en Estado de México y Coahuila, elección presidencial en 2024; la vida sigue, es muy posible que se sigan topando con pared y que sigan metiendo sólo autogoles, porque oye, eso de querer medirse en las calles con la chucha cuerera que es el “pueblo”, es quererle enseñar a nadar a un ganso.

*Imagen de pintura de Pavel Kuczynski.

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4T, Desmemoria, Golpismo, México, Oposición, Partidos políticos, Política

¿Convencer?

Democracia es el nombre que se le da al pueblo siempre que se le necesita.

Robert Pellevé, marqués de Flers. 

Se dicen demócratas al tiempo que se niegan a reconocer y practicar los valores propios de ésta. Desconocen, aún hoy, el triunfo mayoritario que fue decidido hace cuatro años en «democracia». Por 4 años han gritado que quieren que se vaya el presidente pero cuando tuvieron la oportunidad -a través de la revocación de mandato- se negaron a participar democráticamente. Son golpistas por naturaleza y tienen el descaro de decir que «defienden la democracia»

Viene una próxima lección, una clase «en vivo» de lo que es la democracia. La marcha rosa opositora de hace unos días, al carecer de sentido argumental y de propuesta política, y, fingiendo que se trataba de la defensa de la democracia y no de la suma del odio del conservadurismo y del nouvelle aspiracionismo ignorante (como aquel al que se refiere Galeano), tendrá una magistral respuesta el próximo domingo 27 en donde se dará valor numérico a una de las primeras acepciones del término: el gobierno de las mayorías.

Cuando Felipe Calderón se convirtió en presidente después de aquél atroz fraude electoral en 2006, fue aplaudido cuando declaró que ganó «haiga sido como haiga sido» con (15,000,284 votos) un 0.56% de votos más que los 14,756,350 que se le reconocieron a López Obrador. La acostumbrada feligresía del conservadurismo y la rapacidad presupuestal en voz de sus portavoces festinó que el número de la votación le daba el triunfo, se jactaron en sesudos análisis que en «democracia», un voto hacía la diferencia.

Esos mismos portavoces y corifeos, a partir de que López Obrador se llevó el triunfo en el 2018 con 30,110,327 de votos, -lo que representa el mayor número porcentual de cualquier otra elección previa y ganada en todos los rangos medibles, por edad, por sexos, por educación, por localidad etc.- cambiaron su forma de pensar para poder llamarle «dictador».

Cuando en las votaciones en las cámaras, las propuestas del presidente, de la 4T, de la izquierda se alzan con un triunfo, de inmediato son consideradas (por la oposición) como imposiciones dictatoriales del indio patarajada de Macuspana. Cuando estos mismos opositores logran un triunfo oponiéndose a las propuestas de López Obrador, son triunfos en democracia.

Es decir, que con el vulgar acomodo del lenguaje, el conservadurismo que busca el regreso al pasado se justifica en su perversidad y, lo que sí me parece grave, dado que controla los medios de comunicación que se han conformado con repetir el dictado discurso de las élites a cambio de recursos, han adoctrinado a parte de la población, la más pobre intelectualmente en términos políticos y, afortunadamente, minoritaria, en repetir como loros sus exabruptos. La marcha reciente es prueba fehaciente de lo aquí dicho.

Si con la rosada caminata del domingo anterior, la oposición dejó claro que no tiene propuesta de gobierno, que no tiene un liderazgo y que su única motivación es el odio al presidente, gobierno y chairos que le acompañamos; y, que su «triunfo» radica en el número de personas que salieron a acompañarlos; como consecuencia directa tendrán la respuesta que les signifique que hasta en eso son perdedores. El próximo domingo saldrá a caminar junto al presidente, ahora sí, en la madre de todas las marchas, el número que multiplique por muchas veces cualquiera que haya sido el que realmente lo hizo en la reciente, incluso el de los sueños guajiros de cualquier descerebrado que osó medirse en esos términos con el arraigo popular de este gobierno.

Si quieren jugar con el número en democracia, tendrán en unos días el número correcto. Una vez más serán sobajados por no haberse atenido a las reglas que ellos mismos pusieron.

Hasta hace poco tiempo yo pensaba que el trabajo en la 4T era convencer a algunos ciudadanos opositores de los logros alcanzados en este gobierno; del manejo macroeconómico, del manejo de la pandemia, de la importancia de las obras de infraestructura, de las políticas sociales y laborales, del programa Sembrando Vida, y sobre todo de la importancia del reparto de becas y subsidios a los más marginados para que hubiera una base mínima que les pusiera en la vía de desarrollo. Sin embargo, es tal la cooptación mediática del discurso de odio que les han fomentado, que es como intentar hablar con la pared; la cerrazón mental a que les han obligado en una idea de aspiracionismo inentendible, de blanquitud forzada como sinónimo de privilegio, de primermundismo y de aceptación de un discurso (éste sí polarizante) en donde a la mayoría de los ciudadanos (rangos del 70%) se nos trata como brutos, corrientes y que no deberíamos tener derecho a votar. Pero, como lamentablemente para estas minorías, sí lo tenemos, entonces la democracia deja de gustarles para convertir sus acciones en un golpismo blando.

Mientras parte de la ciudadanía no entienda el sentido profundo de la democracia y crea que es sólo trabajo de las élites -poderosas pero minoritarias- decidir el rumbo del país; habrá que darles el trato justo que su número en las urnas les den, ni más ni menos.

La democracia no es como el sexo en donde no importa estar arriba o abajo, ambos se la pasan bien; en democracia o se busca un piso parejo que sirva a todos o alguien se la pasa mal. Llama mucho la atención que el típico «wanabi» whitexicanizado no entienda esto.

  • La imagen usada al inicio es de EKO.

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Golpe blando, México, Oposición, Periodistas

Un despecho llamado Cash

Para esta infeliz mujer, lo contrario del amor fue la venganza.

Es ruin usar a una mujer despechada para que diga, sin prueba alguna, que el presidente López Obrador es corrupto; en estos días es de lo que se habla, es lo que hay como obús semanal de la oposición en su ataque permanente contra el proyecto de gobierno de la 4T. La semana anterior su balita fue el hackeo a la información de la SEDENA, así que esperemos la novedad con que nos “sorprenderán” la siguiente, y la siguiente y la siguiente.

Si queremos hablar de cash, éste sí documentado y exhibido en fotografías, podemos hablar de los más de 200 millones de dólares que se le encontraron a Zhenli Ye Gon en su casa en Las Lomas. Este empresario acusado de delitos de narcotráfico -ante las cámaras de la agencia AP-aseguró que estuvo bajo amenaza de operadores políticos del PAN, entre ellos el secretario del Trabajo Javier Lozano Alarcón y que el dinero encontrado les pertenecía a ellos. De ahí la famosa frase de “cooperas o cuello”

O también se puede hablar de los sobornos en efectivo solicitados por Ricardo Anaya y un grupo de senadores panistas para aprobar la Reforma Energética. Los videos en donde el senador del PAN Gutiérrez Badillo acompañado por el secretario técnico de la Comisión de Administración del Senado de la República, Rafael Caraveo reciben los fajos y maletas de billetes, sí están documentados.

Lo que hay hoy, a partir de las declaraciones de una mujer que en algún momento fue esposa de César Yáñez es una -muy mal escrita- colección de chismes de su cosecha sobre asuntos en los que su conclusión (dicho por ella misma) es: NO ME CONSTA pero por favor créanme.

Llama mucho la atención que la editorial que lo publica lo haya hecho de manera tan descuidada, el analista Héctor Alejandro Quintanar @hectoralexx ya presentó sus observaciones de las decenas de errores en los datos y fechas que ahí se dicen; tal parece que lo que había era una prisa por publicarlo justo en la misma semana que la oposición que comanda el Sr. XGonzález decide cambiar su logo y su nombre ante lo apestada de su representación anterior

El libro de marras, se ha preferido distribuir en pdf de modo “pirata”, y ha tenido promoción como pocas veces se ha visto por parte de las editoriales en México; ¿Qué raro no? Quienes se han encargado de impulsar a la “escritora” a infinitas ruedas de prensa y entrevistas son conocidas opositoras, Dresser, López Rabadán, Xóchitl, Aristegui (qué pena caray) entre otras lo que me lleva a insistir en una teoría:

La oposición domada por Claudio XGonzález, me refiero al Panismo principalmente, está “utilizando” en su enfrentamiento de mentiras, vulgaridades y gritos contra la 4T y el presidente López Obrador a mujeres con el fin de ridiculizarlas. Ya hemos hablado de los gritos y peladeces de éstas varias panistas, que, en contraste con el silencio y pasividad del resto de las funcionarias y legisladoras de ese partido, son el ariete del cobarde conservadurismo.

El libro es lo de menos porque es una sarta de tonterías y chismes que al paso de una semana cayó en el pitorreo, como ha sucedido con cada uno de los ataques que intentan un “golpe blando” contra este gobierno. Lo que es notorio es que sean las mismas cuántas mujeres que representan a la derecha del país quienes ahora sumen a una más, abusando de su salud mental, para que ponga su nombre en un libro que alguna otra le escribió. Porque lo que está a la vista es que la autora en su afán de exhibir sus dichos en los medios de comunicación difícilmente se sabe expresar correctamente; obviamente no tiene la capacidad de hilar varias oraciones y menos un libro.

Es penoso que el panismo utilice el despecho de una mujer como su “arma” contra el gobierno, no son capaces ni siquiera de respetarse y de evitar que el rencor y tristeza, contra la que fue su pareja, que carcome a la que se dice autora, la llevara a una “revancha” y una pésima decisión de poner su firma en un libelo.

No quiero desviar el tema de lo que ya es una constante: el panismo está “utilizando” cierto tipo de mujeres para un fin oprobioso, y en mi opinión este fin no es otra cosa más que hacer ver que la política y los temas serios son para los machines  y no para las mujeres. Hay un doble discurso en estas historias, el falso y cínico de decir que las mujeres del conservadurismo panista llevan la batuta en la comunicación, y, el soterrado de mostrar que los gritos, vulgaridades y mentiras son presentadas por  mujeres; mientras que los hombres azules callados, agazapados o francamente en fuga las dejan hacer para que en cualquier momento saquen a su virtuoso varón como candidato al 2024. Porque, no hay de otra dirán: vean lo que son y hacen las mujeres.

El panismo está apostando a su machismo, esa sí es causa fundamental, las mujeres qué.

Regresando al hecho de la presentación del libro, que no al contenido, es una clara señal que los grupos de presión y las élites de poder están ordenando ir por todo, están dispuestas a regar gasolina ante el fracaso de la oposición formal, lo que sigue es la vileza.

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México, Odio, Oposición, Polarización

Rabia

Desde entonces siempre ando por el mundo con esta caja de espadas, hiriéndome a mí mismo cuando no puedo herir a otros.

Marlowe

Los demonios andan sueltos. La oposición no soporta tener, cada día, menos influencia, se ven en la intrascendencia de las decisiones políticas, económicas y sociales porque ahora la mayoría de la sociedad es quien marca el camino. Y eso les enoja, les encoleriza, les da rabia. Tal vez ya prefieren enfurecerse –de una puta vez- en lugar de volverse locos poco a poco.

La 4T tiene una personalidad y trascendencia propias. El resultado de los cambios realizados en los últimos cuatro años es de tal magnitud que sacó a la luz a dos México que, pudiendo ser pluralidad, por obra de la miseria afectiva de los partidos políticos residuos del neoliberalismo, parecen estar permanentemente enfrentados.

Adam Przeworski es un conocido politólogo polaco especialista en temas de democracia. Me atrapa su claridad cuando explica que “los sistemas de gobierno representativo nacieron bajo el miedo a la participación de la masas populares (…]) de tal modo que no nos equivocaríamos mucho si pensáramos que el problema estratégico de los fundadores de las democracias liberales no fue sino cómo construir un gobierno representativo para los ricos y protegerlo frente a los pobres.

Así, la desventurada e incipiente democracia mexicana se ha instituido resistiendo -paso a paso, elección a elección- las trampas y fraudes del prianismo; y sin embargo, en la 4T nos hemos plegado a esa “democracia” que históricamente buscó impedir que las mayorías decidan el quehacer público. Los opositores son especialistas en blandir (después hablamos de los cuchillos) términos como libertad, justicia, democracia, etc. pero solo si se dan en las barbas del vecino porque cuando esa misma democracia les dice que son minoría, que ya no deciden, que ya no gobiernan sacan lo peor de ellos; sus demonios que les habitan y que hoy parecen escapárseles.

Esa rabia que se desliza desaforadamente en las palabras, gestos y gritos de los antagonistas a la 4T, que se expresa en las redes sociales desatando discursos de odio, intentando recuperar dogmas del pasado y dinamitando los precarios puentes de convivencia que se han sostenido a pesar de ellos; son los que en medio de un neolenguaje manipulador (aquel que dice una cosa por decir otra) han abierto una definitiva (creo yo) polarización. 

Porque ¿cuál es el costo de no canalizar la rabia con que la oposición se resiste a un nuevo modelo de Nación que busca resolver los grandes conflictos nacionales: principalmente la desigualdad y el clasismo? ¿Creen que alguien va  a olvidar o perdonar, cuando, sin la mínima empatía para compartir o entender la crudeza del testimonio de vidas en espacios de marginalización social (pobreza, criminalización, desempleo, racismo, machismo), lo máximo que se podría esperar de ellos, si acaso, es la indiferencia? Cada día que pasa, si por ellos fuera, se aleja esa posibilidad.

Hay una constante en los remanentes del neoliberalismo a la mexicana: la apología del fascismo, la conformidad con la desigualdad y  un clasismo descarnado, desentendido todo esto de cualquier terminología y pose académica. Su ataque golpista y la afrenta de odio representan un emplazamiento político cada vez más radical, cercano a lo subversivo y a la tragedia incendiaria. Porque en su propio juego democrático en el que no saben perder, les hemos ganado la partida y están dolidos, muy dolidos. Pero ojo, ningunearlos es muy grave, no son amenaza pequeña, son un peligro en potencia, tienen recursos, tienen medios y tienen cooptado a parte del poder judicial.

Aquellos que llaman al magnicidio, aquellos que le dicen cacas al presidente, aquellos que recomiendan colgar a los chairos en el zócalo, aquellos que aplauden el intento de degüello del Sr. Tabe (padre del alcalde panista en MH) a un funcionario público que le suspendió su ilegal negocio; aquel ex canciller que pedía parar al presidente por las buenas o por las malas; aquél doctor que sugirió aumentar las dosis de medicina de López Obrador para que muriera; esas mujeres en senado y cámara de diputados que se expresan y provocan vulgarmente; todos estos y más son los que representan y encabezan la rabia de esas élites que están dispuestas a inmolar a sus seguidores (porque ellos están bien resguardados y no dan la cara, solo avientan las piedras detrás de la barrera).

Los medios de comunicación que, a través de payasos que claman que el presidente es “pinche y pendejo”, juegan al retorno al pasado que les enriqueció; que a través de “columnistas” pendejean a los chairos que dicen les estorban, a los nacos que no piensan, a los morenacos, a los que son pobres por huevones, a los que no son “exquisitos” como dicta el canon del intelectual a lo Vargas Llosa; son punta de lanza en este embate social que estamos viviendo.

Están furiosos, perdieron Tamaulipas, la alcancía panista producto del narcotráfico; pierden las votaciones en las leyes que aseguraban no pasarían; la justicia -hasta donde se puede- les cerca; huyen del país; tiene que pagar los impuestos que evadían; ¡no lo pueden soportar! Es un drama que a algunos nos parece cómico a primera vista pero es de una profunda tragedia social; realmente se han exhibido en la putrefacción que intuíamos pero que ahora hacen visible.

Los opositores que no están de acuerdo en esta forma de actuar, es hora de que se deslinden, porque los están metiendo en un remolino que acabará por tragarlos. Estamos viviendo un tiempo de mercenarios que han desenfundado sus armas y las señales que han dado hasta hoy nos dicen que quieren sangre. De ese tamaño es su rabia.

En la 4T, tenemos que trabajar con algo así como un manual de urgencia para el tiempo presente. Hay que cuidar lo que se ha construido y a quienes están en la primera línea, particularmente al Presidente. Que los violentos no pasen.

*Adam Przeworski, Democracy and the Limits of Self-Government, Nueva York, Cambridge University Press, 2010, p. 162

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4T, México, Política

Mi columna 101

«Diré con una épica sordina: la Patria es impecable y diamantina»

López Velarde

Cien semanas después, hay quienes se mantienen en un limbo como representantes de una sociedad que ya fue, más bien que está dejando de ser a fuerza de empellones por parte de la sociedad mayoritaria. En una época de emergencia mundial, de cambio climático, del retorno de posiciones racistas y excluyentes, unos se quedaron como mero ornamento y escarcha. Los otros hemos cambiado.

El tiempo, como el espacio físico, es también una coordenada. Transitamos en el tiempo como si fuera las calles de nuestra colonia; algunos, cada lunes iniciamos una rutina laboral que deseamos concluya el viernes para dar paso a otra que hemos inventado y a la que nos hemos acostumbrado. En la medida humana, algunos creemos en la dimensión lineal que nos dice que los cambios existen y que nosotros, nuestro círculo cercano de conocidos y familia, nuestro país, el mundo etc. progresa (¿o retrocede?) hacia un sentido. Medimos el tiempo en celebraciones que concretizan aquello que nos marca con un número identificable por ciclos, semana a semana, año a año, quinquenios, décadas, milenios.

Hace 100 semanas publico una columna cada sábado, semana a semana escribo sobre la política mexicana, ¿por qué cada semana?, en mi caso por esa costumbre de apegarme a lapsos iguales, de esquematizar un sistema de control que aprendí y que se convirtió en algo natural: fechas, cantidades, números, repeticiones, conteos. ¿Por qué hablo de ello al concluir 100 escritos y no otro número? cien en vez de 43 o 74 o 119. Vivimos, yo por lo menos, rodeados de lapsos y conteo de cosas que tan solo nos dan un piso para pasar a un siguiente escalón que repita el mismo patrón anterior.

La política mexicana tiene sus ciclos: sexenios para cambiar un gobierno, los primeros cien días del mismo, las legislaturas anuales, los censos poblacionales, las conmemoraciones históricas que año a año se recuerdan. Nuestra sojuzgada rebeldía nos dice cuando es hora de celebrar, o  de recordar, o de hacer algo; así somos.

¿Cien semanas después qué cambia?

Tenemos un gobierno que pronto concluirá su cuarto año de ejercicio, restándole dos (tal vez es simpleza decirlo, o no); para éste el cambio consiste en haber realizado muchas de las cosas que ofreció hacer en su programa de gobierno: eliminación de fuero presidencial, de pensiones a expresidentes, de partidas secretas, del estado mayor presidencial, de gastos médicos y suntuosos a funcionarios. Tipificación de nuevos delitos como graves, disminución del hurto de combustibles “huachicol”, aumento del salario mínimo en porcentajes superiores a los históricos, aumento de la recaudación fiscal sin subir impuestos, eliminación del outsourcing y formas nuevas de considerar el reparto de utilidades, reformas a la ley de Infonavit, incremento de pensiones a adultos mayores, pensiones a personas con discapacidad y madres solteras. La lista es innumerable, decenas o centenas de acciones que se van cumpliendo en el tiempo asignado a este mandato de la democracia mexicana.

Seguimos: Obras públicas como Aeropuerto, Refinería, Tren Maya, Reservas ecológicas, Corredor Transístmico, plantas termoeléctricas, rehabilitación de refinerías en desuso y compra de refinería Deer Park en Estados Unidos, rehabilitación de cientos de hospitales abandonados, en cascarón o sin equipamiento, creación de decenas de cuarteles para la Guardia Nacional diseminados en todo el país. ¿Seguimos? No habría texto de 1000 palabras (como es el número de los míos semanales, salvo éste) que alcance para enumerar lo hecho.

De estas obras, proyectos y realizaciones he escrito en mis columnas. La política mexicana en su operación de gobierno realiza cosas, algunas de esas cosas de este gobierno son éstas.

Las obras anteriores significan que el transcurso del tiempo sexenal está acompañado de “cosas materiales” que cambiaron; y sin embargo, no es lo más importante.

Por otra parte, siguiendo con lo que ha sucedido en la política mexicana en estas últimas cien semanas, hay que referirse también al trabajo (sic) de la oposición. Aquí cabe muy bien la referencia que hacía William Morris en 1885 acerca de la diferencia entre Trabajo Útil vs Trabajo Inútil; sólo una frase para explicar la diferencia entre la dedicación gubernamental y la dedicación opositora: “¿Cuál es, entonces, la diferencia entre ellos? Uno contiene esperanza, el otro no. Es de hombres hacer un tipo de trabajo y es de hombres también negarse a hacer el otro”

Lista de cosas (que contengan esperanza) que ha hecho la oposición política en el gobierno del presidente López Obrador:

Haré un poema sobre nada. Un poema que se ha hecho a partir de la nada y que no dice nada. Hablando en serio ¿Qué podríamos decir? ¿Qué sabemos en realidad, qué conocemos más allá de nuestra propia incapacidad, nuestro cretinismo, nuestra imposibilidad de ser felices?*

Otras realizaciones opositoras que no contienen esperanza alguna: Bloquear, decir no a todo, vociferar, insultar, mentir, difamar, manifestarse de manera clasista y racista permanentemente, apelar al pasado, proteger cotos de poder, defender a ex funcionarios delincuentes; acudir a instancias internacionales y gobiernos extranjeros promoviendo su intervención en la política nacional…

De que la oposición no ha propuesto nada, ningún proyecto, ninguna política, ninguna idea que no sea otra más que decir NO a cualquier cosa que haga este gobierno también he escrito en mis columnas. Me gustaría que mis críticos me contradijeran diciéndome qué sí han hecho que no sea no, no, no… y sin embargo no es lo más importante.

Lo que sí es importante y es la esencia del cambio en el tiempo transcurrido en estas cien semanas, es que hay una nueva forma de percibir el México que queremos y sus posibilidades. Para quienes apoyamos los esfuerzos de gobierno, en medio de crisis mundiales, pandemia y guerra; existe un espíritu diverso, un numen prepotente como aquél del que hablaba el Dr. Eusebio Castro Barrera (tan poco recordado hoy, y que fue fundador de la Sociedad Mexicana de Filosofía junto con Vasconcelos) ¿Y cómo explicar este cambio? Es algo que se siente, más allá de las obras materiales esta transmutación del ideario mexicano de pasar de  creer que nada distinto sucedería, que todo seguiría siendo igual, que los jodidos seguirían siendo jodidos, que los restos del país seguirían en venta, que la corrupción e inseguridad sería para siempre porque así nos había tocado vivir en el tiempo que nos tocó vivir. ¿Y cómo explicárselo a la oposición si no lo percibe?, su odio es mayor que cualquier apertura a la posibilidad de esperanza y a la visión de lo que sucede. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

¿Cambió la oposición?, sí, retrocedieron, hace cien semanas eran y decían lo mismo, sin embargo ahora son más vulgares y agresivos; involucionaron.

Escribir de política mexicana, definiendo una posición ideológica y hacerlo sin ambigüedades tiene consecuencias; he aprendido a soltar a quienes prefirieron excluirme de su conversación y en contraparte he conocido gente abierta a la crítica y a la discusión; vivir en el momento histórico actual es una de las emociones personales más satisfactorias que hace apenas pocos años no conocía, es un placer haber escrito de ello;  la transformación de México -parafraseando a Enrique IV sobre París- bien vale una misa.

*Guillermo IX de Aquitania.

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México, Mirreyes, Oposición

Póngase una papa en la boca

En la cabañuki de mi papi en la montaña papalord, ahi llevamos a las lobukis para matar el frio auuuuuuushhh.

Mexican curiosité

Hace algunos años, un Instituto preparatoriano, un centro de estudios “de élite”, religioso, exclusivo para hombres, gestionado por los Legionarios de Cristo, dio el campanazo a una realidad de la que poco se hablaba en ese momento. Un video clasista, racista, misógino y discriminatorio fue el colofón de la celebración de graduación de una generación de varones. Se presentaba en sociedad una nueva camada de mirreyes.

En el polémico video, los jóvenes estudiantes hacen pasar por un casting a un grupo de mujeres para ser elegidas como sus parejas de baile. Los nuevos mirrreyes, acompañados por un jaguar y flanqueados por dos mayordomos morenos, las obligan a lavarles los pies al tiempo que las desprecian hasta encontrar a la que es digna de su estulticia. En respuesta a las críticas, el Instituto Cumbres expresó en un comunicado que el video “no representa los valores del centro”

Y sin embargo, sí, sí los representa, (este vergonzoso video puede verse en redes aunque ha intentado ser bloqueado por sus hacedores), a nadie sorprende que el elitismo legionario tenga como consecuencia la formación de algunos estudiantes, muchos de ellos hijos de políticos, narcotraficantes y empresarios beneficiados con contratos públicos, que no tiene comedimiento para exhibir un derroche económico sin precedentes: la herencia que se encontraron en la cuna en que nacieron.

La vida “mirrey” de abusos y clasismo por parte de estos jóvenes herederos: de borracheras con decenas de botellas de champaña descorchadas en los antros, de viajes en aviones privados, de cuentas de miles de dólares en restaurantes, de bolsos y ropa de marca por la que se pagan cientos de miles de pesos, de choferes y personal de servicio las 24 horas, conforma un estilo de vida particular y fácilmente identificable porque está rodeado, invariablemente, de gasto ostentoso, exhibicionismo y narcisismo. La marca de la casa del mirreynato es el alarde de riqueza acompañado de una muy dolorosa comedia en la que estos individuos actúan para sí mismos. Son porque se ven en sus fotos y redes sociales, si no hay foto, no son.

¡Mi Jaime renunció ayer!, me dueles México.

En la escala involutiva de los estereotipos de tribus que conforman la sociedad mexicana, en el escalón más bajo y decadente se encuentra aquella conformada por estos mirreyes: niños mimados, insensibles, insustanciales, ricos, que poco tienen que ver -aunque de algún modo son  sucesores- de un esnobismo casi ingenuo representado por las llamadas niñas fresa, los niños bien o  los junior; clan que en su etapa de debilidad intelectual derivó en este grupo promotor de la impunidad, la prepotencia y el desprecio por la cultura del esfuerzo.  Eso sí, han creado una forma de hablar, ininteligible a veces, para marcar distancia con el idioma español tan de los comunes y corrientes. Ellos viajan en su «yatesuki papawh” mientras nosotros apenas y para la panga tenemos.

Ahora, ¡a lo que te truje Chencha!, si les oye decir: ¡es un tema político goeeey! Ya valimos.

El futuro no pinta bien si estas personas llegan al poder. ¿Si, cómo que si? No, la pobreza intelectual que predomina en las élites de poder mexicanas es inocultable y ha permitido que estos mirreyes ya se encuentren dirigiendo gobiernos locales, tengan diputaciones, senadurías y puestos de responsabilidad. Son los nuevos monárquicos arrodillados.

Han llegado al poder, de la mano del PAN, del PVEM y de MC personas insensibles, que no solo no entienden que no entienden, sino que tienen en sus manos decisiones que marcan el futuro de millones de personas. Formados en entornos de plena ignorancia de la realidad social definen políticas públicas que afectan a las mayorías.

En España se les llama pijos, en Argentina chetos, en Chile cuicos, en Colombia gomelos, en Bolivia jailones, en República Dominicana  jevitos, en Ecuador pelucones, en Costa Rica pipis, pitucos en varios lugares del Cono Sur, en Panamá yeyés, en Venezuela sifrinos, en todos los países hay apelativo para estos “mirreyes”. No son producto exclusivamente mexicano, son producto consecuencia de un neoliberalismo que puso al frente de cualquier valor ético, moral o social, el tener para ser, el tener para ostentar, el tener para hacer el ridículo con conocimiento de causa.

Afortunadamente estos nuevos gobernantes y empoderados políticamente, se enfrentan a que lucrar con la cultura del desprecio se convirtió –socialmente- en una canallada que equivale a su suicidio político, gobiernan una vez pero no repiten, la sociedad mayoritaria los identifica y a su vez les desprecia. Un gobernador de Nuevo León como Samuel García (tan fosfo fosfo), un dueño de partido como Jorge Emilio González, un aspirante a gobernador como Roberto Palazuelos, muchos de los “jóvenes” panistas que acompañaron los gobiernos foxista y calderonista, todos ellos desconectados de la ciudadanía; son como las tigridas, esas plantas que solo florecen por un día. Florecen al amparo de ruido mediático, de redes sociales, de compadrazgos y de corrupción, pero al no tener sustento intelectual o social perecen en cuanto son vistos por los «otros», reivindican su ignorancia afirmando su veracidad (material).

Estos individuos, mujeres y hombres, tienen la sensación de decir la verdad sabiendo que están diciendo cualquier cosa, se conceden importancia apelando a su propia tragedia. Si los oye ponga atención, escuche su lamento mientras observa su camisa desabotonada, se saben vacíos. Recuerden las célebres palabras de Samuel García sobre la dura infancia que le tocó y formó al lado de su padre, ésta perorata nos explica mejor lo que yo intenté aquí: “Era bien duro porque me decía: ‘Si quieres que te pague la semana te tienes que ir conmigo al golf el sábado, y terminando los 18 hoyos te pago la semana.»

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México, Odio, Oposición

Cataclismo semanal

El odio es la cólera de los débiles. Daudet 

Acto fundacional:  En 2006 Felipe Calderón llegó a la presidencia por la vía de fraude, su “estratega” político el español Antonio Solá a quién pagó millones de dólares, se inventó un lema para agraviar al candidato López Obrador, lema que fue repetido millones de veces en los medios de comunicación. El mantra obligado para los odiadores al candidato de la izquierda fue: No pregunten, no cuestionen, no piensen por ustedes mismos, solo repitan “Es un peligro para México”. Y de ahí pal real.

Sí, porque para hablar hoy del comportamiento de los opositores, hay que remontarse a ese infausto 2006 en que un presidente fue impuesto por las élites de poder, no por los votos, bajo un discurso que descalificaba burda, brutal y peyorativamente a López Obrador y su movimiento. Es en ese momento, que ese grupo elitista y tramposo se dio cuenta que sus seguidores; aquellos beneficiados por el neoliberalismo, vividores acostumbrados a prerrogativas a cargo del Estado y aspiracionistas que avalaban el dispendio gubernamental y el reparto de la riqueza pública entre pocos, se satisfacían con recibir migajas y sobras y que a cambio de ellas se convertirían en caja de resonancia de cualquier mensaje que se quisiera transmitir, cualquiera.

Años después, el mensaje a transmitir fue que el candidato Peña Nieto era guapo y se rodeaba de excelentes administradores. La caja de resonancia funcionó, el rebaño conservador votó por Peña Nieto, y así nos fue.

En el 2018 aquel ciudadano mexicano, que 12 años antes fue robado electoralmente, llegó a la presidencia, para ello fue necesario construir una mayoría de votos a su favor como nunca antes había existido en México para que ningún intento de fraude fuera suficiente para evitarlo; su triunfo representa todo aquello que la minoría opositora desprecia. El presidente de México se convirtió en el insoportable espejo de los conservadores mexicanos, el que les hace ver reflejado su clasismo, su racismo, su corrupción, su misoginia y, sobre todo y sin importar las consecuencias, su deseo que a este gobierno le vaya mal en lo que haga.

Desde el momento que llegó al poder, ante todas, absolutamente todas las decisiones y políticas, todas las obras públicas, todas las propuestas y leyes, esa oposición conservadora -que aun medra en la discusión pública (antagonistas muy disminuidos en cantidad y calidad pero con mucho dinero para seguir transmitiendo su mensaje)- se ha encargado que éstas sean desacreditadas; sea lo que sea, para éstos todo está mal y lo que sigue a cada acción es un perorata de tragedia, un discurso reflejo de su deseo de que México vaya camino al precipicio.

Por si no fuera suficiente su mal augurio, entre la resonante borregada se puso de moda ser imbécil y nos encontramos con que cada día surgen especialistas en todo que no saben de nada; los mismos son un día ecologistas y al siguiente epidemiólogos, aeronáuticos, constructores, internacionalistas, petroleros, sociólogos, economistas; como alguien dice por ahí, los montan en un ladrillo un par de días y ya no saben qué hacer con su fama salvo insistir en el inexorable camino al precipicio que, dicen, sigue este gobierno.

Pintar a López Obrador casi como “bestia de apocalipsis” tan solo provoca que ante cada planteamiento opositor en esa dirección, pocos días después se les regrese como un búmeran una realidad que les desmiente y golpea. No importa entonces que las falsedades y medias verdades duren apenas pocas horas, siempre hay y habrá una nueva para mantener el continuum de aborrecimiento a su persona y a lo que representa y a intentar provocar una sociedad desmotivada que crea en hipocresías y que se ciegue ante los hechos del pasado y el fenomenal cambio transcurrido en los últimos cuatro años.

Todos para arriba, todos para abajo

En coreografía diaria, ese rebaño conservador, una vez que recibe el mensaje a replicar a través de “líderes de opinión” y medios de comunicación ad hoc; como cacatúas lo vuelven el tema de conversación entre sus mismos; uy qué mal, la torre del aeropuerto se va a caer, uy, las vacunas contra covid tienen agua, el dólar va a estar a 30 pesos, la economía en picada, el aeropuerto no se va a construir, la refinería no se va a acabar, los hijos del presidente son millonarios y tienen un Lamborghini, el presidente es narco, estamos en recesión, el presidente no se entenderá con Trump, con Biden, etc. etc. etc.

Con el paso del tiempo esa amenaza de fin de mundo, de apocalipsis mexicano, pasó de ser una alarma a ser una mera ironía que bien dibuja a sus promotores: la ignorancia sobre los temas, el desconocimiento de la historia, la nula conciencia social y sobre todo el desamor al país.

En esencia hay una manipulación a cargo de élites con intereses económicos muy grandes y que expresan su odio de manera soterrada, porque son hipócritas como lo es cualquier conservador, sin embargo esto no es novedad, lo que es novedad es que hay ciudadanos que sin darse cuenta son usados para ser los transmisores del desasosiego y del deseo que le vaya mal al país. Sólo hacía falta entender que fácilmente se podía establecer una línea de transmisión de comunicación si se fomentaba la arista clasista y racista del rebaño; las élites lo entendieron.

¿Por qué odian al México que tanto les ha dado? Es tarea de psicólogos si no es que de psiquiatras el explicarlo. ¿Será que saben que esas élites también a ellos los desprecian y apelan a su arribismo aspiracional para ser como ellos? ¿Será que creen que si menosprecian a la mayoría de mexicanos, ellas y ellos son mejores?

Sueños guajiros, pero, pues es lo que hay.

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Corrupción, Machismo, México, Patriarcado

El padrote

Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón…

Sor Juana Inés de la Cruz

En México, la política partidista del conservadurismo y del neoliberalismo se ha convertido en el lugar de reunión de hombres resentidos ante la fuerza de un feminismo que acomete de manera decisiva en todos los ámbitos sociales.

En los últimos años, la violencia contra las mujeres se ha convertido en un tema de debate público. Evidentemente, esto no se debe a que la violencia de género haya alcanzado ahora proporciones intolerables -desde hace mucho tiempo se cruzó esa línea- sino lo que ha cambiado es la posibilidad que tienen las mujeres de hablar públicamente, acusar y exigir sus derechos. Suena bonito pero, ¿es real?

El machismo y la misoginia, características de parte de la sociedad mexicana, dificultan un avance sostenido en una igualdad de género que de muchas maneras se mantiene tan solo en una narrativa de ficción y que es fuertemente atacada de manera abierta o soterrada por quienes detentan el poder, económico, social o político. Si hablamos de política, para algunos dirigentes la paridad a que les obliga la ley en la definición de posiciones públicas tiene un precio, y lo cobran. Quienes lo pagan encuentran que ese es el precio obligado para acceder a cargos de representación. En teoría y en la ingenuidad de un mundo ideal –que no existe en México- que la posibilidad paritaria de género esté en la ley, es suficiente; la realidad nos dice otra cosa.

¿Cuál es la diferencia entre mujeres a quienes para conseguir un trabajo en una maquiladora o una oficina se les exige tener relaciones sexuales con el “jefe”, con mujeres a quienes para tener un papel protagónico en televisión o cine tienen que acostarse con el director o productor, o, mujeres a quienes para optar a una candidatura a un puesto público deben tener acercamiento íntimo con el líder de su partido? No hay diferencia, son mujeres en una sociedad patriarcal que tiene como responsables a bestias que odian a las mujeres.

Me parece que la línea de juicio no puede ser de la consecuencia hacia la causa, sino precisamente al revés, de la causa hacia la consecuencia. No son las mujeres quienes en muchas de estas circunstancias son las culpables, son algunos hombres quienes ejercen una cobarde violencia que les “cobra” a ellas: ser mujer ocupando posiciones de hombre.

Mientras no entendamos que el problema de la misoginia y machismo conduce a que los hombres con poder se sientan desequilibrados e inferiores ante mujeres que ganan posiciones en todos los contextos sociales y que, por lo mismo, hasta lo que les dé el alcance momentáneo de ese poderío, recurren a una violencia sistematizada que, lamentablemente, aún está anclada estructuralmente en la sociedad y que les permite mantener una supremacía masculina y autoritaria; un anclaje que deriva de valores propios de la extrema derecha que comparte el deseo de mantener a las mujeres en condiciones de desigualdad.

Una violencia que les chantajea con fotos y videos como lo hace el padrote Alito, no solo para darles posiciones políticas; sino también otra forma de violencia que les “lava el cerebro” como en el caso de la secta NXIVM del estadounidense Keith Raniere que apoyado por Emiliano el hijo de Carlos Salinas, y con la participación de  la hija del ex presidente Fox, Ana Cristina y del hijo del ex presidente De la Madrid, Federico, y de Rosa Laura Junco, la heredera del periódico Reforma; engancharon mujeres “convencidas” como esclavas sexuales a quienes tatuaban el cuerpo con su logo. O esa mujer periodista a quien Luis Videgaray, el hombre fuerte de Peña Nieto, pagaba las colegiaturas de sus hijos y obsequiaba bolsas de lujo. Sí, siempre puede haber una mujer que elige actuar de tal o cual manera, pero invariablemente hay un hombre en situación de poder que hace el montaje.

En el documental “El padrote” de Jessica Fillol, el padrote explica:

Siempre se busca a aquella persona que está siendo despreciada en su familia, que tiene escasez en su pueblo, que ha sido maltratada por el padrastro o por el papá o por la mamá, y como padrote siempre llega uno en el momento adecuado para poder capturar a la víctima.

En el video de avance de esta columna, resumí la idea de lo que aquí escribo, no es más que decir: ojo, el punto de partida no es culpar a las mujeres, en este caso a aquellas mujeres priistas que -presumiblemente- enviaron fotos o videos íntimos al dirigente priista “Alito”, para obtener candidaturas electorales; partamos de la causa, y la causa es que existe un macho bruto y misógino que les cobró con esas imágenes; supondría yo que no solo para la candidatura sino para que en su actuar político se plegaran a sus decisiones. Me parece que hay que dar un giro copernicano en la forma que entendemos el problema al que se enfrentan las mujeres de manera cotidiana.

Una vez que se razone que el trasfondo es misoginia y machismo político entonces sí planteemos como un acto de muy grave corrupción la actuación de las hoy diputadas; pero no abona a la izquierda, ni al feminismo, ni a la 4T hablar de zorras y putas. Eso es precisamente lo que hace el conservadurismo frente a las mujeres y de eso nos debemos desligar contundentemente.

En la 4T tenemos una gran mujer que nos representa como gobernadora en Campeche, Layda Sansores; es ella quien avisó públicamente a las mujeres priistas que entre la información que le hicieron llegar con los audios que exhiben a “Alito”, el dueño temporal del PRI, encontraron también que había fotos y videos de ellas. No los exhibió, solo les avisó lo que encontró. Muchas mujeres priistas incluyendo las posibles víctimas, salieron a defender al macho y a atacar a la gobernadora; es una señal más de lo dañino que es este sistema patriarcal; parece un claro caso de Síndrome de Estocolmo.

Si me preguntan, me habría gustado que la gobernadora hubiera informado de esto en privado a esas mujeres y no lo dejara ver de manera pública. Creo que la causa de las mujeres no puede quedarse en la cotidiana política partidista, estos temas deben llevarse a una “alta política” que represente el verdadero interés del feminismo.

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