2024, Oposición, Partidos políticos, Políticos mexicanos, Resultados

La necia insensatez

Saber perder por la buena, es democrático, aunque duela en el alma.

Ganamos con 36 millones de votos y eso nos alcanza para el plan C, ese plan que les advertimos sucedería. Y ese plan y esa votación nos da para tener la mayoría que tendremos y que intentan robarse; pero así como no se pudieron robar la elección ante el tsunami ciudadano que barrió con su mareíta rosa; esta mayoría o sobrerrepresentación que le quieren llamar, nos da para la reforma judicial y todas las que proponga el partido y la presidenta. Prepárense para los próximos 6 años.

A la oposición le da el soponcio reconocer el tamaño de su derrota, buscan esforzadamente que no lo parezca, porque necesitan vender a sus seguidores  la idea de que no fue para tanto, que no perdieron tanto y que en una inexplicable nebulosa los votos y los resultados no son lo que son, no son lo que dicen, ni dos más dos es cuatro.

Tienen el cinismo de plantearles a sus rosados oyentes -como una posibilidad- la nulidad de la elección y si ya no se puede pues por lo menos que la distribución de diputados como resultado de los votos sea o aparente ser una mera sobrerrepresentación ilegal

Se repite lo que ya hemos vivido en estos 6 años anteriores, un discurso plagado de mentiras para satisfacer los oídos de quienes les escuchan, ellos mismos entre ellos mismos; ya sea por ingenuidad, por desinformación o por no aceptar su derrota, pero mantienen un grupo de incondicionales que continuará aceptando las palabras de los mismos líderes que les llevaron a la mayor derrota en la historia política en décadas.

Dos temas están en su agenda de este mes, hablemos de ellos:

Sobre la nulidad de la elección del 2 de junio, la Comisión especial del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revisa el galimatías que le presentó pan, pri, prd, la señora Xóchitl, Alito, Marko y demás suma política, y su conclusión que ya adelantó en el proyecto que publicó es que de eso nada,  resolvió que el triunfo de Claudia Sheinbaum en la elección presidencial es válido. Y específicamente responde a sus dos “acusaciones” que:

-No es posible tener por acreditada la intervención sistemática y reiterada de parte del Presidente de la República en apoyo de una excandidata y en contra de otra”.

-Y se considera infundado que hubiera incidencia del crimen organizado o de sindicatos en la elección presidencial.

Entonces, si hoy hablo de esto no es porque todo el país y el mundo no sepamos que ganó Claudia Sheinbaum, sino porque a la grey opositora le siguen vendiendo espejitos que gustosos compran y sí se creen que la elección se pudiera anular. Así que en este primer asunto de la impugnación para lograr la nulidad de la elección, la oposición, en pocos días veremos que nos hace lo que el viento a Juárez.

En este tema como en el siguiente lo que hay es un enorme problema: la deshonestidad de los opinólogos de la Derecha y los medios comerciales que se prestan a su difusión.

El otro asunto en su lista de la semana, es el de la mentada sobrerrepresentación, aquí como en el anterior, si no hubiera las mentiras que se han dicho al respecto, como dicen los abogados no habría materia para la Litis. No podemos estar discutiendo un asunto que es muy claro en la Constitución: la forma en que se asignan los diputados plurinominales a los partidos, sin antes decirles a los comentaristas, teleintelectuales y opinólogos de la derecha que mienten, por ahí hay que empezar.

El lamento opositor más o menos dice así: ¡Nos quieren fregar con las reglas que nosotros pusimos! Estas reglas que están en la Constitución y en el Cofipe (Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales) están desde 1996 (aprobadas por la mayoría priista de aquel entonces) y el 2008 en que eliminaron la fracción que hablaba de coaliciones para dejarla en partidos.

Y con estas leyes hemos transcurrido todas las elecciones, la del 2009, la del 2012, la del 2015, la del 2018, la del 2021 y la recién pasada del 2024.

Pero como no pensaron que su desastre sería tan espantoso, pues todo bien; después del 2 de junio y al ver la minimización en que quedaron pero sobre todo, pretenden darle la vuelta pidiendo al INE (ese que no se toca)  que se viole la Constitución y que cambie las reglas que ha seguido en cada elección.

La constitución dice que los votos se reparten entre los partidos políticos, no en las coaliciones. Las reglas fueron puestas – para variar- en el periodo neoliberal entre PRI y PAN.

El presidente López Obrador y Morena propusieron una reforma electoral en 2022, lo que hubiera solventado entre otras cosas este asunto, pero hay que recordar que la Oposición de estos partidos y el extinto prd, organizaron su moratoria legislativa, esa que decía que no leerían ni oirían ni revisarían o votarían por cualquier asunto que se pretendiera legislar. Aquí está la consecuencia que ahora deben afrontar porque nos fuimos a la elección con las leyes plasmadas en la constitución (Art. 5), mismas leyes que ellos hicieron y ahora no les gustan.

La presión que están ejerciendo las elites -que aunque perdieron desearían seguir manejando el país- pidiendo que no se siga el orden constitucional los expone como lo que siempre se ha sabido que son: extremistas antidemocráticos. Pasan de aquel discurso de “la ley es la ley” al interprétese la ley a mi manera; pasan del INE no se toca, al INE cambia la forma de hacer las cosas en nuestro beneficio

Pronto en unas semanas más veremos como también en este caso nos harán lo que el viento a Juárez.

Porque se les dijo, en 6 años no quisieron colaborar, decidieron hacer moratoria legislativa, pues ahora no hace falta su colaboración, pasaron de que su razón de ser fuera el bloqueo a las iniciativas del gobierno actual, a la irrelevancia absoluta. Sus seguidores deberían entender lo que significa, pero lo que va a suceder es que la élite política opositora los seguirá mareando, insuflando de mentiras que irán cayendo una tras otra, y eso es posible porque:

Sí hay una sobrerrepresentación de la que hablar y parece que entre los rosas y sus jerarcas prefieren evitar.

La sobrerrepresentación de las voces de la derecha; tienen muy pocos votos y muchas voces; les alcanza para mentir y mantener un discurso de odio, uno que no altera la realidad pero que además de mantener en el engaño a su rebaño; mantiene el encono al que nos acostumbraron desde hace muchos años.

Es cuestión de revisar las televisoras, los radios y los periódicos; en su mayoría plagados de voces tan lejanas a las mayorías ganadoras y tan cercanas al billete. Por eso sobreviven, de eso se alimentan.

Y ahí es donde se enlaza la soga que aprieta el cuello de los opositores rosados, se alimentan de un mundo de mentiras que les ofrece un grupo de mentirosos; así conforman su realidad.

Preparémonos para los siguientes 6 años…

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4T, Oposición, Partidos políticos, Políticos mexicanos, PRI

Sí, que se reelija.

“Ladrones roban millones, y son grandes señorones.”

Alejandro Moreno (Alito), gobernador de Campeche de 2015 a 2019, cliente frecuente de las cirugías plásticas, acusado de malversación de fondos por más de 4000 millones de pesos es el presidente del PRI desde el 2019. Hace unos días organizó una asamblea en la que –junto con sus allegados- logró modificar los estatutos de su partido para permitir su reelección hasta el 2032.

 El 3 de julio de 2000, México amaneció con lo impensable hasta entonces: el PRI perdía el poder después de 71 años. A partir de ahí vino la decadencia para llegar al punto de insignificancia en el que se encuentra a partir del 3 de junio de 2024.

Muchos son los factores que contribuyen en el ocaso del otrora poderosísimo partido que gobernó México por más de 70 años. Se puede hablar del fracaso económico lopezportillista, del fascismo diazordacista y/o del entorno corruptor que desde el gobierno de Miguel Alemán en 1946 se estableció como forma vivencial de los políticos mexicanos. Pero si hay que destacar uno como el principal es –sin lugar a dudas- el hartazgo ciudadano por el modelo neoliberal que, en mancuerna con el PAN, lograron establecer en México a partir del gobierno de Miguel de la Madrid en 1982.

La historia de aquel PRI postrevolucionario, fundado por Plutarco Elías Calles como Partido Nacional Revolucionario (PNR), refundado por Lázaro Cárdenas como Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y vuelto a refundar por Manuel Ávila Camacho como Partido Revolucionario Institucional (PRI) explica en parte el México moderno: hasta antes del neoliberalismo con aciertos en la creación de instituciones como IMSS, INFONAVIT e ISSSTE.

A partir del fundamentalismo de mercado -ese neoliberalismo del que se enamoró la camarilla de De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto- la debacle nacional: crecimiento de la pobreza, desigualdad e inseguridad. Todo lo que tocó el neoliberalismo lo convirtió en podredumbre, las pocas mujeres y muchos hombres que participaron cogobernando ese modelo se corrompieron, con honrosas excepciones, hasta la médula, no hubo político pobre, como acuña el priista Hank, «político pobre es un pobre político» (Al hablar del priismo incluyo a Fox y Calderón porque aunque panistas mantuvieron el mismo modelo, y como bien se les dijo y repitió el presidente, ambos partidos son lo mismo (o expliquen si no a la botarga rosada como candidata de ambos institutos))

El mismo presidente Peña Nieto, en un arranque de sincero cinismo osó decir que la corrupción era un asunto cultural, proyectándose a sí mismo y a las élites políticas y económicas que le manejaban.

Detrás de la reforma a los estatutos priistas que impulsó Alito el reeleccionista, no hay alguna razón de peso, tan solo una razón del manejo y distribución de ¡12 mil millones de pesos! que se estima es lo que recibirá de financiamiento público el moribundo partido en los siguientes 8 años. Porque no importa que esté agonizando porque los dineros le llegarán, por supuesto, eso también pasará. Además que algunos mal pensados creemos que controlar el PRI y haberse otorgado una Senaduría para los próximos 6 años le da el fuero suficiente para evitar que la justicia le persiga. Pero como digo, eso es cosa de mal pensados, porque Don Alito no es que quiera echarse a la bolsa harta lana y tener fuero, simplemente tal vez, solo pretende beneficiar e iluminar con su sapiencia el destino nacional.

Eso sí, ese Alito, el que se quiere reelegir, tiene sus logros: desde que asumió la dirigencia nacional ha demostrado ser un original perdedor. Ha llevado al tricolor a la derrota en 11 gubernaturas, en 2021 perdió las gubernaturas de Sonora, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Tlaxcala, Colima y Campeche (del que él fue gobernador). En 2022 perdió Hidalgo y Oaxaca, y en 2023 el Estado de México. Gracias al PAN  hoy gobierna únicamente dos estados, en 2018 el PRI gobernaba 17.

Entre 2020 y 2023 el PRI perdió más de 650 mil afiliados. En la Cámara de Diputados, cuenta con tan solo 49 legisladores, 11 de mayoría relativa y 38 de representación proporcional, es decir el 9.8%. En el Senado de la República, el PRI solo tiene 9 de 128 escaños.

El pasado 2 de junio se completó el daño de su gestión: respecto a 2018, el partido pasó de nueve a 5 millones de votos en la elección presidencial.

Con esos logros el hombre se busca reelegir, con esos logros lo hará porque ha cooptado a la mayoría de aquellos que tienen derecho a voto. La purga de quienes se le oponen se ha dado de dos formas, la mera expulsión o la salida motu proprio de quienes saben que ese barco ya se hundió.

Alejandro Moreno, el reeleccionista, suma demandas y señalamientos por corrupción y enriquecimiento ilícito, desvío de recursos y violencia política de género. Son tantos los negativos que suma este dirigente del otrora importante partido, que sumado a su fracaso de gestión bien se puede afirmar que es  el político más fracasado y con mayores negativos en la vida política del país.

Si los priistas tienen a este dirigente es porque les resuena, les hace sentido, les identifica, si la oposición conservadora va de la mano -en esa malformación rosa- con este dirigente sucede lo mismo, les hace verse en su propio espejo, se ven tal cuál son.

Sí, que se reelija, mientras no haya una oposición pensante, decente y digna de un país como México, mientras los de rosa se sigan viendo el ombligo; es justo que su liderazgo sea ejercido por uno de los peores dirigentes partidistas de la historia.

En la 4T le extendemos nuestros parabienes al enterrador del PRI.

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2024, 4T, Lealtad, Políticos mexicanos, Traiciones políticas

Hombres necios que chaqueteáis

«Eres como el mortífero veneno que daña a quien lo vierte inadvertido, y en fin eres tan malo y fementido que aun para aborrecido no eres bueno.»

Sor Juana Inés de la Cruz.

¿Recibimos cascajo? ¿A cambio de qué? No nos basta con haber sufrido a la panista Lilly Tellez y a Germán Martinez que -una vez que tuvieron los puestos -una como senadora y el otro panista como Director del IMSS-, traicionaron a López Obrador y su gobierno y ahora los vemos convertidos en falaces enemigos de Morena.

Bien dice el dicho: Perro que come huevos ni quemándole el hocico; si son conservadores, reaccionarios, derechistas, mochos, adoradores de lo extranjero; ¿Como que por qué de repente en Morena queremos allegarnos de esos cuadros?

Pragmatismo sí o pragmatismo no. No podemos olvidarar que no sólo queremos ganar elecciones y ganar mayorías sino que queremos el Plan C que es la suma de votos a favor de nuestras propuestas. Y ahí es donde el puerco tuerce el rabo porque a veces su pragmatismo chapulinesco no les da para aprobar cosas en las que no creen. Sí creen en el puesto pero no creen en la responsabilidad que conlleva.

Pongan atención a un caso que viene, no diré nombres: una señora que ha dicho cosas como preguntarle al hijo del presidente que cuánto roba, o que dice que nunca había visto a un presidente más ignorante que Lopez Obrador, que AMLO ha dañado a los pobres, que llena el Zócalo con acarreados, señora por cierto comparsa de Lily Tellez; ahora busca su respectivo hueso en Morena Puebla, haciéndole la barba a un posible precandidato morenista. ¿Va a llegar pronto a Morena?

Un galardonado deportista, halagador priista y después panista, odiador de la 4T, diputado que votó en contra de la Reforma Eléctrica y que el que ésta no tuviera los votos suficientes para pasar le provocó festejar. Éste señor, hace apenas dos o tres semanas, acompañado del dirigente del PAN Marko Cortés, le levantó la mano a la Sra. Xóchitl -la de las gelatinas para mayor referencia- en señal de apoyo a su “futuro presidencial”. Y unos cuantos días después, así de repente (como en transfiguración) lo vemos en fotos con Claudia Sheinbaum, nuestra futura presidenta, y es recibido en Morena con aplausos de parte de diputados de nuestro partido. Él va sobre un puesto en Yucatán, ¿nosotros vamos sobre cascajo para reciclar?

Afortunadamente en Morena tenemos libertad de opinar, libertad de decir y libertad de criticar, podemos entonces decir que hay cosas que en lo personal no vemos bien y avanzar.

Si estratégicamente el presidente aceptó que ex gobernadores priistas al término de su mandato pasen a ocupar embajadas o consulados; hay una explicación: es el costo a pagar porque no intervinieron fraudulentamente en la elección en los estados que gobernaban. Algo así como que les pagamos porque no nos robaron la elección, en fin, esa es la maniobra que encontró el presidente, ante el tamaño de la ruindad panista/priista, para lograr triunfos que de otra forma hubieran sido burlados. Así la priista Pavlovich se acomodó en Barcelona, el campechano Aysa González en República Dominicana, el de Sinaloa Quirino Ordaz Coppel en España.

No podemos obviar el que Morena es un movimiento que aglutina a muchos: de hecho en nuestra declaración de principios, en el apartado 6 dice: Nuestro Movimiento reconoce su esencia en la pluralidad; MORENA es respetuoso de la diversidad cultural, religiosa y política a su interior. Nuestra acción individual y colectiva está sustentada en principios de honestidad, patriotismo y reconocimientos de las diferencias para forjar una nueva forma del quehacer público, alejada de los vicios y la corrupción de las prácticas políticas del actual sistema político, cultural y económico. Los integrantes del Movimiento deben tener presente en su quehacer cotidiano que son portadores de una nueva forma de actuar, basada en valores democráticos y humanistas y no en la búsqueda de la satisfacción de intereses egoístas, de facción o de grupo.

Pregunto, ¿qué tiene que ver lo anterior con un, imaginemos, me acuesto siendo panista y amanezco morenista?. Así el chapulineo político. Desayuno con la playera de Morena como con la del PRI y ceno con la del PAN. Para justificar mi bi o tri o cuatri polaridad argumento que es por convicciones y compromiso o porque fui iluminado… Pero la realidad es que la mayoría de esta clase de “políticos” busca estar con el ganador, busca la siguiente chamba y si no se la dan o pierde su apuesta, pues a lo que sigue, porque como dijo Marx, no Carlos sino Groucho: “Estos son mis principios, si no les gustan tengo otros”.

El PAN es derechismo, es individualismo, es intolerante, no acepta el laicismo, es conservador y ha sido permanente y duramente agresivo hacia los chairos morenistas. ¿Estos panistas que se convierten en morenistas de la noche a la mañana se han deslindado?

Ojo con dar por bueno ese desdibujamiento ideológico como el que mató al prd al haber votado las propuestas de pri y pan en aquel pacto por México, eso explica también porque muchos perredistas se convirtieron al panismo; y no nos embrollemos porque la política es la política, es decir que muchas veces hay que tragar sapos en busca de un bien mayor, en 2018 nos convertimos en un movimiento que para lograr mayorías como las que obtuvimos tuvimos que “cachar” a varios indeseables, nos hicimos pragmáticos. Hay un concepto que se llama el “catch all”, lo ideó el politólogo alemán Otto Kircheimer, se caracteriza porque, “en aras de buscar un mayor número de votantes, deja de sustentar una ideología específica, y adopta planteamientos no radicales, tratando de que el mayor número posible de ciudadanos coincida con sus posturas; de este modo caben en él personas pertenecientes a prácticamente todas las tendencias ideológicas o, inclusive, aquéllas sin ideología, pues el partido no tiene un eje ideológico bien definido”.

Pregunto, ¿no tenemos un eje ideológico? ¿No es nuestra propuesta acabar con las formas del pasado? ¿Lo vamos a hacer invitando a los políticos del pasado?

¿Cómo funciona?, ¿hoy soy conservador, misógino, en contra de legalizar el aborto, pienso que el pobre es pobre porque quiere y mañana me paso a Morena y ya no lo soy?

Al rato vamos a recibir los trozos perredistas que después que traicionaron al movimiento, a López Obrador, que se unieron al PAN y que dicen que son “izquierda moderna” mientras vituperan a la 4T; querrán chapulinear porque están a punto de desaparecer del mapa, no falta mucho para que los veamos haciendo brincos, maromas y machincuepas para «explicar» su conversión. Y en este desfiguramiento hasta cabida podría tener Alazraki (por un poquito más de 25 pesos) o Ricardo Anaya.

Se vale, cada persona es libre de elegir el partido que quiera, de optar por pertenecer a un movimiento u otro; eso no está en discusión, en este sentido no hay “purismos” que valgan. Mi punto es que en sentido opuesto, es decir desde el punto de vista de a quienes recibimos y para qué, nuestra responsabilidad es que no les podemos dar puestos en un determinado tiempo, no pueden llegar a “recibir”; antes tienen que “demostrar”. Debe prohibirse nombrarlos a puestos de elección o a puestos en los gabinetes por el solo hecho que se cambiaron de partido y traen “grupo”, que le talacheen primero. Si no queremos Lilis Tellez o Germanes Martinez, no los creemos, o ya mínimo pidamos que se vayan de rodillas a la basílica a expiar sus pecados y luego vemos. Tenemos las coaliciones para lograr votaciones con distintos partidos, usémoslas, pero no confundamos al electorado con un pasticcio infumable.

El pragmatismo político tiene límites, ¿Quién los pone, quién le pone el cascabel al gato en época de chapulines?

¿Por qué se les llama chapulines? Se les llama así por su capacidad de dar saltos -que desafían lineamientos ideológicos o programáticos, e  invariablemente caer de pie, por disparatado que luzca el cambio, caen de pie. Es decir, en su caso,  caen con chamba porque sí, solo porque sí, no porque hayan construido nada en el movimiento.

Ya no somos nuevos, tuvimos 5 años para formar gente, no necesitamos reciclar políticos ¿o sí? El chapulineo no es nuevo, es práctica en el mundo y en México, el ropaje de pragmatismo es consustancial a los busca chambas en los gobierno, para ellos el país es lo de menos, el proyecto ni se diga; es, entonces, en el partido en donde debemos poner las reglas. Algo así como: nos reservamos derecho de admisión.

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4T, Políticos mexicanos, Traición

Marcelo y el parto de los montes

“Parturient montes, nascetur ridiculus mus”, traducción: “parirán los montes; nacerá un ridículo ratón”.

(Fábula de Esopo)

La salida de Marcelo no es ya más que una crónica anunciada, queda saber, tan sólo, cómo será su trámite. Sus razones que -con el paso de las semanas- devinieron en traiciones deben llegar a un final, como en una obra de teatro en tres tiempos nos vamos acercando al desenlace.

La impugnación de la elección de Claudia Sheinbaum como el elemento de ruptura no es otra cosa más que el Marcelo que busca  “justificar su salida”, porque la idea constatada de que es un mero capricho de egolatría va siendo más claro conforme se desarrolla éste segundo acto.

Yo o la nada, parece decirnos el funcionario afiliado a Morena hace apenas un año (julio del 2022) para poder participar en la votación interna para elegir a los Congresistas Nacionales; el que es político desde hace más de 40 años y que no participó en la fundación de Morena; el ex priista (1977-1995), ex verdista (1995-1998), ex centrista (1999-2000), ex perredista (2000-2015), ex emecista (2015-2018) y a punto de ser ex morenista (2022-hagan sus apuestas); el hombre al que éste gobierno le abrió todas las puertas, le dio la confianza y le encumbró incluso como un posible sucesor. Porque vamos, decir que es él o la nada, él o la debacle, él o el regreso de la oposición conservadora y rapaz  a gobernar éste país, en fin, creerse que es el centro del mundo o el summum de la política, no es más que una desatinada creencia de un narcisista al que hoy vemos como chivo en la delicada cristalería que la 4T ha construido.

Se va porque los resultados no le favorecieron, muchos advertimos que podría pasar, se va porque no quiere reconocer que las encuestas (todas salvo la de su yo interno) desde hace más de un año decían que en una elección Claudia sería la ganadora, se va aunque (o porque) en el proceso en el que Claudia fue elegida se cumplieron las condiciones marcelistas de que renunciara antes a la jefatura de gobierno; se va aunque (o porque) en la rifa de las casas encuestadoras propuestas por los precandidatos (Claudia, Marcelo, Adán Augusto, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco) para llevar a cabo los sondeos acordados, la que él propuso no fue escogida y aún así, se le dio la gracia de que otra sí elegida fuera descartada para dar paso a su propuesta, y se va finalmente porque las 5 casas encuestadoras coinciden en que Claudia ganó y con ello el proceso la definió como la sucesora del movimiento.

Ebrard fue un buen funcionario, fue un valioso colaborador del gobierno en este sexenio, nadie quiere (o queríamos) que se fuera de Morena; muchos lo veíamos como un fuerte senador (porque así se acordó que lo sería el segundo lugar en la encuesta), y sin embargo hoy, como dice el refrán “el muerto y el arrimado a los tres días apestan”

No se ha ido porque, a mi parecer, no le han confirmado la chamba nueva, tal vez apuesta a un arreglo con Movimiento Ciudadano para que lo nombre candidato, o tal vez a limpiarle la cara al pri-pan-prd y ser la nueva botarga que sustituya a la sobajada, desgastada y acabada Xóchitl, o tal vez a asumir una candidatura independiente (aunque el 7 de septiembre fue el último día para registrarse siempre puede haber una maroma) o ya de plano si no consigue estar en la boleta, buscar ser el hijo pródigo que regrese a casa como si nada. O nada, porque también hay la posibilidad, enorme, fundada y cada vez más factible que, como en la fábula de Esopo: “…Llegó el día del parto y resultó que después de tanto alboroto el fruto del parto no fue más que un mísero ratón, por lo que los hombres, que habían pasado semanas atemorizados por aquel suceso, rompieron en carcajadas”.

Si él por sus pistolas ha dicho en estas semanas: sobre Claudia Sheinbaum “No nos vamos a someter a esa señora”; sobre los dirigentes de Morena “No vamos a tolerar a una dirigencia que nos haga esto” y que Mario Delgado el presidente del partido y Alfonso Durazo el presidente del Consejo Nacional de Morena son “cobardes” (por no reponer la elección); y que no dejaron entrar a sus representantes al conteo cuando hay 5 notarios testigos de que eso es falso, y la de ayer apenas “Morena ya tenía resultados de la encuesta antes del conteo”; pues ingenuo es creer que se quedará una vez que ha quemado así sus naves.

No Marcelo Ebrard, ni su encuestadora le da la “razón”. Todo su discurso está sustentado en una entelequia ficticia, envidiosa y coercitiva para sus seguidores y equipo de trabajo. Penosamente vemos a sus “manos derechas” defendiendo lo indefendible, a las valiosísimas Malu Micher y  Martha Delgado dando coba a su sueño guajiro de “o soy el candidato o nos vamos”. Y más penosamente aún ver que un grupo de allegados suyos, de diputados y senadores amenazan con oponerse al presupuesto que presente el presidente López Obrador, el vulgar chantaje al que quiere someter a la 4T no es viable, no es posible y tan solo exhibe su miseria ética. (Ojo, que esa mazorca también ya se le está desgranando)

Nietzsche bien decía: “Hay que apartar de nosotros el mal gusto de querer coincidir con muchos”; yo no coincido, absolutamente, con quienes le dan aún el beneficio de la duda; sus dichos y hechos, sus ofensas a Claudia y al partido, su traición al movimiento son la letra escarlata con lo que Marcelo se ha marcado.

Hay partidos a quienes les puede interesar su número de seguidores, el PAN y PRI estarían deseosos de sus servicios como esquirol, la rémora del PRD (aquella que lo persiguió antes de que Andrés Manuel lo rescatara del exilio y de la justicia a modo que le perseguía) hará lo que le digan sus patrones de la derecha con tal de salvar su raquítico tres por ciento que representan; Movimiento Ciudadano puede ser su nueva casa, business is business.

¿En Morena va a faltar? Sí, como cualquiera no indispensable, como uno que suma a los muchos, sin embargo Morena y la 4T sobreviviremos, Claudia será la próxima presidenta con él o sin él; que no nos amenace, que no nos quiera cobrar su amor, como dicen por ahí: si te quieres ir ahí está la puerta.

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México, Oposición, Periodistas, Políticos mexicanos

Marchantes del fin.

«Y presté atención a todo lo que hacían esas personas que se llamaban cristianos, y me quedé aterrorizado».

León Tolstoi

¿Qué traman los jefes de Riva Palacio, López Dóriga y Beatriz Pagés que los pusieron a anunciar una crónica de muerte?

Coincide que los tres conforman un trío de plumas vendidas y bien pagadas por el cliente de turno y coinciden en que hoy están enojadas, tan solo en los últimos años López Doriga recibió $215 millones de los gobiernos que lo alquilaron, Beatriz Pagés 57 millones y Riva Palacio 31 millones. ¿Cómo no lo van a estar si se les secó la teta del presupuesto público?

Coinciden también en que los tres –y al mismo tiempo- advierten que en caso de que alguien ponche el globo que les encargaron inflar e inflar, urden que Palacio sería el culpable…

Coinciden finalmente en que, en un país que ellos y sus patrones incendiaron en violencia, al proponer lo que sugieren son unos miserables jugando con fuego.

Hablan de muerte los encubridores de muerte, hablan de muerte los que se alienaron, fomentaron con su silencio y encubrieron el genocidio que creó Felipe Calderón y su gerente Genaro García Luna.  Hablan los que en su trayectoria “periodística” callaron las masacres del prianismo: Acteal, Villas de Salvárcar, las desapariciones forzadas de los normalistas de Ayotzinapa, las de la comunidad de Allende, las ejecuciones extrajudiciales de Aguas Blancas y Tlatlaya, las acciones en Atenco… y esto solo por mencionar las más conocidas en el neoliberalismo del periodo de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto (que por cierto es el periodo en el que estos delincuentes de la comunicación se enriquecieron).

Que si nos quisiéramos ir atrás, con recordarles la masacre del 68 y el “halconazo” del 71, sería suficiente para que por dignidad guardaran silencio en conciencia de las consecuencias en México de los crímenes por razones sociales y de política que han llevado a cabo los gobiernos de derecha, sí, de derecha.

En México, la historia está plagada de crímenes a manos del Estado que los voceros mencionados arriba han callado y de los que son cómplices por ser tapaderas de la derecha. En México quien mata es la derecha.

Ni entendiendo la desesperación de los conservadores porque en cada elección se empequeñecen; ni deduciendo que hablar de un posible magnicidio sea su actual táctica engañabobos como lo fue aquella mentira de “”un peligro para México”; podemos aceptar que planteen una situación de tal gravedad sólo porque se les antoja, sin base alguna.

¿Y por qué hay que levantar la voz ante esta andanada de narrativa a la que ya se han plegado otros de la misma calaña: Ferriz, Belaunzarán, Hiriart, Marín, Ciro…? Porque ellos sí, son capaces de intentar crear una crisis política deshaciéndose de quien sea necesario; si ya lo hicieron en otras ocasiones, si asesinaron a su Ruiz Massieu (cuñado de Salinas); si desaparecieron a su Muñoz Rocha (diputado priista con harta información); si mataron a su Colosio (papá del junior que decidió ser comparsa de los asesinos de su padre); si tumbaron los helicópteros de  Juan Camilo Mouriño y Santiago Vasconcelos, y también el de Francisco Blake Mora (operadores de Felipe el genocida); si derribaron la aeronave con el secretario de seguridad foxista Ramón Martín Huerta; si lo hicieron con la gobernadora panista Martha Alonso y su esposo el ex gobernador (también panista por supuesto) Rafael Moreno Valle, etc. les es muy conveniente preparar la crónica de una muerte anunciada creando la ficción de que a este gobierno le interesa, conviene o podría actuar como ellos lo han hecho, que éste gobierno tiene algún interés en “acabar” con una candidata X, cuando la realidad dice que -si tuvieran una pizca de inteligencia y supieran contar lo entenderían- NO tiene la mínima posibilidad de ganar una elección.

Entonces, es importante recordarles: a) La 4T no es como ellos b) La 4T no mata c) Mata la derecha d) Matan ellos e) No incendien al país abatiendo al personaje de su trama f) Sean demócratas y dejen que las urnas hablen g) Respeten la vida de sus pares aunque el no hacerlo les reditúe ganancias.

¿Y sus seguidores? «Están como el chinito, nomás milando». No hay críticas al actuar opositor aunque sea para decirle que hay límites que están sobrepasando; cada vez es más patente la alienación a que les lleva el odio, la enajenación ante la falta de un “hacia dónde”. Cada vez es más claro que el avasallamiento del modelo de la 4T les torció el sentido de respeto a sí mismos; son borregos camino al precipicio social empujados por los representantes de unas élites que se burlan de ellos, que no les interesan, que les considera desechables, que el día que les convenga irán por ellos; son carne de cañón.

Bien, pues las cosas están así: el modelo de la 4T avanza, todas las encuestas, –t-o-d-a-s- dicen bien lo que sucederá en las próximas elecciones y ¡oh sorpresa! no es bueno para los reaccionarios, así que:

Tengan coraje para ser mejores, tengan miedo si los siguen manipulando, griten a cielo abierto que unos cuantos mafiosos están acabando con su bondad, no sean como ellos, ellos son los cerdos que se alimentaron de todo lo posible y ustedes son las víctimas camino al matadero, tengan responsabilidad por el futuro, no le teman a la libertad, a la igualdad y a la justicia, corran para su propia protección, sálganse de ese sótano mental al que los han llevado, que sean ellos los que se devoren a sí mismos y no ustedes, y sobre todo: No hay otro país para ustedes, es mentira que ustedes son como ellos, su aspiracionismo de imitación es un cuento de hadas que aquí acaba; el futuro es con nosotros, todos cabemos, no den más razones para ser despreciados, no den más razones para que la historia les recuerde con burla.

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Oposición, Panismo, Políticos mexicanos

El vocero perfecto

“Espero tengan preparadas sus preguntas para mis respuestas.

Henry Kissinger.

¿Quién hubiera pensado que Vicente Fox -que durante su mandato requirió de un vocero para que tradujera sus incoherentes dichos en  aquella sección de: “lo que quiso decir el presidente”- se convertiría, con el paso de los años, en el vocero idóneo de la oposición; en el más claro decidor para  explicar el pensamiento de los antagonistas a la 4T? Escuchar sus palabras es sumergirnos en un delirante carrusel que suma y resume las voces de quienes se oponen al gobierno actual. Sí, aunque usted no lo crea, el iletrado y rústico expresidente es la voz cantante de quienes buscan regresar al pasado.

Y a pesar de ello (lo digo sonriendo y solo para que conste) luego dicen que no hay un triunfo moral de la 4T sobre los conservadores mexicanos representados en el prianrd; en fin que ya que es la realidad que nos toca vivir pues hablemos de ella.

Cuando un Héctor Aguilar Camín (el abajo firmante e intelectual de cabecera priista) dice del presidente que es “pendejo y petulante”, cuando Javier Lozano (el ex secretario del trabajo y ex senador panista) le dice al presidente; «Chingue usted a su madre», o un Gilberto Lozano (el esquizofrénico líder frenista) dice de los afines a este movimiento 4T que somos: “chimpancés”, “simios”, “descerebrados” e “idiotas”; se requiere de una correcta traducción, porque los desprecios e injurias deben bajarse al nivel ideológico y social que es de lo trata la política, y quien más sino Fox que nos viene a traducir lo que ellos quisieron decir: “Estoy a favor de Xóchitl porque me va a regresar mi pensión de ex presidente, con Xóchitl se acabarían las pensiones para que los guevones (ninis, adultos mayores, madres solteras, etc.) se pongan a trabajar”. Y esto es jauja en los oídos de la oposición que, haciendo un ejercicio alegórico, asume los deseos foxistas con un retorno al pasado neoliberal.

Así como ya es imposible pensar que los partidos políticos tradicionales: PRI, PAN y prd, tengan un portavoz que explique su intención o propósito futuro y alguna argumentación sobre su radical oposición a cualquier política o proyecto de este gobierno, ya es imposible pensar en un mensaje de López Obrador sin López Obrador. El presidente decidió ser quien en sus conferencias mañaneras marque la línea de comunicación de absolutamente todos los temas políticos, se ha encargado desde el primer día de su mandato de explicar lo que se hace y las razones de por qué se hace; de lo que se cambia e intenta cambiar, de quienes fueron los culpables del desastre político y del saqueo de recursos y de las políticas tecnócratas y neoliberales que pusieron en venta las empresas nacionales y de los beneficiarios del espolio; el presidente es su propio vocero. (Eso explica por qué quieren acabar con las Mañaneras)

En el otro lado ya tienen a Vicente Fox,  lo intentaron con los anteriores comunicadores y opinadores estrellitas: López Dóriga, Ciro, Loret, Alazraki, Beteta, Krauze, Ferriz etc. pero todos se convirtieron rápidamente en cartuchos quemados; así que qué mejor que el lengua larga expresidente, el engañabobos en la elección del 2000, el esposo de Martita y padrastro y promotor de sus pillos hijos, el traidor de la democracia que empoderó a García Luna y a Calderón; ¿Quién mejor que la ruindad e ignorancia personificadas en el decrépito hombre de las botas para que represente la voz y las palabras de la oposición. Quien mejor para promover y defender delincuentes y reaccionarios que quien los encabezó allá en el no muy lejano sexenio del 2000 al 2006.

Una vez más la oposición fracasó (caray, llevan más de 5 años de no atinarle a una) en crear una narrativa consistente con algún proyecto de gobierno y de futuro, creyeron que ser dueños de los principales medios de comunicación les convertiría en automático en dueños de la opinión pública; y zas, que cinco años después apenas y son dueños de su opinión publicada; que no es lo mismo por cierto. Son como uróboros en una historia sin fin, publican lo que se creen y los leen los que se lo creen, así una y otra vez; sin efecto alguna en la conciencia ciudadana del cada vez más politizado país.

Cuando el vocero Fox se refiere a Claudia Sheinbaum como “judía” a manera de menosprecio, únicamente está explicando el racismo de quienes representa, dice “francés a Ebrard para exponer la xenofobia a quienes no son como él (caso raro porque hay que recordar que es el gilipollas hijo de una española y un gringo) ; cuando desde antes de ser presidente le decía al priista Labastida “La vestida” tan solo traducía a lenguaje coloquial la homofobia panista; cuando le dice a López Obrador: “mediocre, tirano, alteza imperial” solo está eructando la banalidad y confusa línea de pensamiento opositor. Sí, reitero, tienes al mejor vocero que se puede tener cuando reúnes las características propias de bobo que no entiende de nación, de soberanía, de igualdad, de justicia y de libertad.

Fox es Fox; es un hombre de pocas ideas pero atinadas para su público, es la caja resonante del wanabismo, del echaleganismo y del son pobres porque quieren; encarna la creencia del merecimiento de los bienes público para los gobernantes como botín de conquista.

Si la 4t, López Obrador y este sexenio se pudieran resumir en un solo concepto, ese sería su atención a la cuestión social, es decir, “en el principio central de la igualdad”. Este principio ya ha logrado un importante rol en la percepción ciudadana, la mayoría sabemos a lo que vamos y sabemos de dónde venimos. La desigualdad en las oportunidades en la educación, en los recursos y calidad de vida, representan ese escándalo que puso en movimiento, día tras día, año tras año, elección tras elección, a una ciudadanía actuante que jala y sigue al  gobierno que eligió; por eso la 4T tiene al mejor vocero que puede tener en la voz de López Obrador.

Así que cada quien con lo suyo, nosotros a López, ellos a Fox.

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4T, Futuro, Políticos mexicanos

Adán, Claudia y Marcelo

Este camino/ ya nadie lo recorre/salvo el ocaso.

Matsuo Basho

La argumentación opositora no es algo que tenga que hacer sentido para sus seguidores, cualquier palabrería que se les diga la van a aceptar como buena, no les hace falta leer, investigar o informarse; con estar atentos a las voces que les manipulan -y que lo han hecho históricamente- es suficiente para que repitan su diaria, cansada, agónica y repetida homilía: la 4T es algo malo… Bien les aplica lo que decía Michel Montaigne: “A lo que más le temo es al miedo” Ese discurso, el miedo que da su ignorancia y el costo de sus payasadas se reflejan en cada votación a la que se han enfrentado, les volverá a suceder en julio de este año y les volverá a suceder en el 2024. Así que hablemos del 2024…

La elección será una fortísima muestra de la confederación de todos los opositores: pri, pan, prd, mc, frenaaa, sí por México, boa, mexicanos contra la corrupción, émulos del fascismo, provida, chalecos amarillos, va por México, ataviados de rosa, bloque negro, México libre, tumor, letrinus, brozos,  hijos de Martita, prófugos escondidos en Atlanta, Madrid o Israel, y cualquier otro fierro viejo que vendan. Algo así como el sindicato de malvivientes defenestrados del presupuesto público. Y también, porque obviamente no todos son como los mencionados, un segmento de la población que es conservadora y reaccionaria; de esos hay en todo el mundo y los seguirá habiendo, incluso en las mismas familias hay múltiples opiniones que se expresan de diversas formas a la hora de votar. Yo siempre he dicho que en todas las familias siempre habrá un “facho”, otros dirán que siempre hay un “chairo”.

Hay análisis históricos, transgeneracionales, que -en resumen- dicen que los abuelos, bisabuelos y anteriores de los que hoy son reaccionarios fueron los conservadores de su tiempo y que, en contraparte, los liberales de aquella época formaron familias preocupadas por el entorno social y la igualdad de oportunidades por lo que hoy son los socialistas de cualquier parte del mundo. (Spoiler: no siempre es así, liberales engendran reaccionarios y viceversa) Así que, aunque usted no lo crea, muchos de esos que desconocen o reniegan de donde vienen votarán en oposición. “Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras” (Cantar de Mío Cid)

Morena tiene tres muy poderosos candidatos, puede haber otros que se puedan sumar, así como hubo otros que se restaron por traidores; el resumen actual es tres: Adán, Claudia y Marcelo. A unos cuantos meses de que se defina quien de ellos nos representará (insisto, ¡podría haber también alguna otra u otro!) es necesario exigirles un compromiso que allane de una buena vez la forma en que se resolverá su candidatura al interior de la 4T. No es otra cosa más que un compromiso claro, contundente, sin rodeos o sutilezas que diga que aceptarán el resultado que arroje el procedimiento que existe en los documentos del partido MORENA; que a ese resultado acompañaran y que a quien resulte el/la candidata alibrarán hasta lograr el triunfo en el 2024.

No importa si los partidos políticos antagonistas a López Obrador y al movimiento de transformación que hoy estamos viviendo deciden que respecto a sus posibles votantes les ponen de candidato a un burro, a una mesa o a un alebrije, ellas y ellos votaran por ese por el simple hecho de no votar a favor de la 4T; aquella manifestación reciente en donde los vistieron de rosa es uno de los ejercicios para constatarlo, habrá otros. Algo así como: todos reunidos a favor de nada y sin entender nada. Punto a su favor porque no requieren como candidato ni a una personalidad, ni a alguien pensante, ni a alguien que no sea delincuente, tampoco un programa o propuestas; los votos de sus alienados sufragantes los van a tener, como ya dije antes, por el simple hecho de votar en contra de… Su odio e ignorancia no son nuestra responsabilidad.

Lo que sí es nuestra responsabilidad es evitar cruzar los siguientes meses con mensajes “subliminales” de aquellos que les interesa competir por la candidatura presidencial, que hagan parecer que si no es ella o él, quien no lo sea se irá (a lo mejor, así como que no quiere la cosa) a otro partido, que le –pasarán- sus votos a alguien más. No sería la primera vez, recientemente nos pasó con la candidatura en Coahuila y hace no mucho en otros estados.

Lo que es responsabilidad de los “precandidatos” “corcholatas” o como se quieran llamar es entender la trascendencia de lo que significa ganar el 2024, no para ellos, para el País. Cualquier desviación que permita que los opositores arranquen triunfos, hoy impensables, se los demandaremos a aquellos que chaqueteen por causa de su egolatría. Cada uno de ellos tiene cualidades, cada una su historia de experiencia y vida, cada uno sus grupos cercanos, cada una su visión de país. Sin embargo el movimiento es mayor a sus unicidades, la continuidad de la 4T es la razón política fundamental de su participación en la contienda. No son ellos o su historia sino México.

La elección del 2024, no es una “normal”, casi que a la hora de votar, los opositores ni se preocuparán de pensar en el futuro o en lo que dejarán a las siguientes generaciones; será una elección plebiscitaria, el apoyo a la transformación de la 4T o el odio a López Obrador y la vuelta al pasado. De ese tamaño es lo que se nos viene, de ese tamaño es el reto del candidato que tengamos. Tenemos que llegar sobrados y convencidos del triunfo que habrá; necesitamos echarles el “montón” que evite que piensen en trampas a modo. Así como los votantes opositores votarán por la piedra que les digan que lo hagan; así las élites de la reacción instaladas en el poder judicial y el INE intentarán bloquear el triunfo cuatroteísta porque saben que con ese triunfo de continuidad transformadora cada vez les será más difícil retroceder a los tiempos de su vida privilegiada con recursos públicos (si no lo hicieron en el 2018 es por la abrumadora cantidad de votos a favor de López Obrador).

Así que, Adán, Claudia, Marcelo, considerando que parte de la ciudadanía está cansada de que los políticos tradicionales les “hagan de chivo los tamales”: ¿pa´cuando la conferencia o el comunicado que les recuerde que «somos distintos» y que vamos juntos en este proyecto?

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Calderón, Corrupción, Moral pública, Periodistas, Políticos mexicanos

El calderonato

Mal empezó, mal acabó, en el camino nos jodió.

Del diccionario de la realidad mexicana: Caldero Hijos y –nato de la chingada.

1. m. Periodo sexenal entre 2006 y 2012 en que el Estado mexicano se fusionó con el narcotráfico.

2. m. Movimiento político de carácter depredador y corruptor que se desarrolló en México, y que se caracteriza por el entreguismo a las élites económicas y la cooptación de los medios de comunicación.

3. m. Doctrina cuasi fascista, autoritaria y antidemocrática encabezada por Felipe Calderón y el Partido Acción Nacional, de graves consecuencias económicas, políticas y sociales para México.

“Haiga sido como haiga sido”, así llegó. Por una puerta trasera apareció a su toma de posesión, recibió la banda presidencial de manos de un torpe presidente que fue tan mal gobernante que tuvo que organizar un fraude para pasar la estafeta a un miembro de su mismo partido.

Los dos sexenios panistas, el de Fox y Calderón se caracterizaron porque en cada uno de ellos sus presidencias rápidamente tocaron fondo: cuando se pensaba que después de la de Vicente Fox -que llegó con un enorme bono democrático, con credibilidad por parte de sus votantes y apoyo por haber sacado al PRI de Los Pinos-, y que sin embargo, muy pronto dilapidó su capital político para convertirse en el bufón de cartonistas, columnistas y de la población, no podía haber un gobierno peor, zas, llegó Calderón.

Vicente Fox es quien inicia el calderonato porque él es quien permitió el fraude electoral que llevó a Los Pinos a Felipe. El brazo político del panismo no alcanzó a que los votos de la “gente bien y bonita” que dice representar, fuera suficiente para un triunfo limpio frente a López Obrador; fue necesario la bribonada que avaló el INE y el Tribunal Electoral para evitar abrir los paquetes electorales y limpiar la elección, a cambio declararon ganador al michoacano con apenas el 0.56% más de votos que el tabasqueño.

¿Y quién es quien llegó? La familia Calderón vivía en Morelia en los años 70, siempre fueron señalados como conservadores de ultraderecha, mochos y reaccionarios; ese fue el entorno del niño Felipe.  La escritora Olga Wormat explica en su libro “Felipe, el Oscuro” (Editorial Planeta) que Calderón forjó su personalidad “en un ámbito de ausencia paterna, violencia intrafamiliar, discriminación y derrotas”. Un panista cercano a él y amigo personal de su padre como lo fue Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, dice del expresidente: “Fue un mal hijo, un neurótico con inclinaciones violentas”. Otro reconocido panista, Jesús González Schmal relata por qué las cosas salieron tan mal con Calderón, dice: “Tiene que ver con su personalidad; además se rodeó de advenedizos que no tiene formación, mediocres y pillos que llegaron al poder para hacerse con el botín. Son los neo panistas que invadieron el partido. Felipe prefiere rodearse de mediocres que le digan a todo que sí, que lo adulen, porque no tiene capacidad autocrítica” y abunda: “Es un hombre débil y visceral… Felipe tiene una gran pobreza intelectual, por eso es tan autoritario”

El resultado del gobierno de Felipe Calderón se puede contabilizar, de entrada, en las miles de víctimas inocentes que dejó en una fallida “guerra” contra el narcotráfico, que -hoy se confirma en una corte de Nueva York- fue inventada para cubrir su necesidad económica y personal, para sentirse el «machuchón» de algo (posiblemente por esa necesidad de la que careció en la infancia, de ser reconocido por alguien, particularmente por su padre).  Del PAN es que salieron Calderón y antes Fox y -en ambos sexenios- Genaro García Luna como vaso comunicante y omnipresente operador de ésta pandilla azul dedicada a la delincuencia. No hay panista que se excluya, ya sea por participación o por hacer como que no vieron y no escucharon. Felipe Calderón reiteradamente dice categórica y más bien calderónicamente que desconocía las actividades de su mano derecha, hombre de confianza y poderoso secretario de seguridad hoy juzgado en Estados Unidos; obviamente es de los que cree que, aparte de unos cuantos groupiesque le siguen, los mexicanos nos chupamos el dedo.

Y sin embargo, en este juicio ha salido a la luz lo que todos sabíamos y que la mayoría de los medios de comunicación mexicanos ocultan: Que Felipe Calderón, Genaro García Luna y sus cercanos son quienes representaban a uno de los bandos, el del cártel de Sinaloa -el mismísimo del Chapo Guzmán-. Felipe Calderón fue presidente del narco estado mexicano que formó en su sexenio (2006-2012) a la par que jefe de mafia, siempre tuvo dos cachuchas. Habrá que ver más adelante si no era el segundo y García Luna el verdadero capo dei capi, no (podemos descartar nada ante el ocultamiento mediático de los sexenios panistas y el de Peña Nieto.

Tampoco supo Felipe Calderón, dice él, del enriquecimiento inexplicable de García Luna, de las empresas fantasmas, de los paraísos fiscales en los que ocultaron el dinero, de los cientos de millones (por lo menos detectados ya 700 millones de dólares) extraídos fraudulentamente de las arcas del gobierno.

Felipe Calderón quiere jugar con la ignorancia de sus allegados y creyentes; lo que no queda claro es si sí será su decisión que se le juzgue por narcotraficante o pasar como un imbécil que no se enteró de nada de lo que sucedía en su gobierno. El juicio en Estados Unidos ya abrió la puerta a que conozcamos no solo al Felipe presidente corrupto, al que decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro dejando en la calle a miles de trabajadores, al que solapó a sus familiares responsables de la muerte de 49 niñas y niños en la guardería ABC en Hermosillo Sonora, al que hundió la política petrolera y energética para favorecer a empresas extranjeras en las que al salir del gobierno trabajó; sino que se le conozca también en su función de narcotraficante.  

Esperemos que resuelva la justicia, la de Estados Unidos, la de México, o la que lo alcance tarde o temprano; se acabó la historia del mejor presidente como le gusta llamarle a trasnochados poco leídos y a wanabis de la postmodernidad; sólo fue el mejor presidente para los narcos, y más en concreto para el Cártel de Sinaloa.

El criminal Calderón causó una tragedia nacional al iniciar, para su propio fin y beneficio económico, una guerra entre los cárteles de droga de los que de uno de ellos él era el jefe y su subalterno García Luna el gerente. Bien se puede considerar el suyo, el peor gobierno y gobernante en la historia moderna de México. El calderonato (calderonarco como bien le dice Rubén Charvel) no es sólo el periodo del tiempo en que se desarrolló, sino es también la mentalidad, entreguista, corruptora y delincuencial sembrada en parte de la ciudadanía, hoy bien representada en la oposición. Serán años los que se necesiten para limpiar el estercolero provocado por el panismo, que aún hoy, aplaude al criminal «Chaparrito, peloncito de lentes, hipócrita, oportunista, coludido con criminales, corrupto y causante de miles de muertes de mexicanos» como le llamó el también panista Manuel Espino.

De una personalidad como la del nefasto expresidente, no esperemos nada, no habrá disculpa pública, que ni siquiera le sería suficiente a la descomposición social sufrida; él huyo a España y difícilmente regresará salvo que el panismo lo cobije con fuero de senador o diputado en las elecciones del 2024. (Si lo permitimos)

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4T, Oposición, Políticos mexicanos

La doctorante, el doctor y el padrote.

¿A quién le vamos a partir su madre?

Sandra Xantall Cuevas

Apelemos al humanismo. Todos conocemos personas que vienen de la pobreza más absoluta y que sin embargo muestran una altura inteligente, moral, humana, y una sapiencia aprendida en su propio entorno, no modificado por la banalidad y el esnobismo. Y también hay doctorantes y doctores.

I.- Tengo maestrías, soy doctorante, estudié en 10 países, por lo tanto: No estoy presumiendo de ser superior; simplemente les recuerdo que  ustedes son nada y que yo les voy a partir su madre bola de piojosos sin doctorado, no son personas de trabajo ni estudiadas; y se me van de aquí porque ya va a llegar el arzobispo que viene a solaparme, no  perdón a exorcizarme, no perdón a bendecirme. Y que no se les olvide, yo vengo desde abajo, ¡me hice sola!, nocierto sí tengo padrote pero y qué, AMLO qué, qué estudió él, perdón pero quién es ese que ni doctor es, hay niveles. Yo sí visto de Chanel, Gucci o de poli como cualquiera que tiene sus doctorados, y ya mucha explicación, órale ya váyanse a chingarle.

II.- Yo sí soy doctor, incluso debato con Denisse aunque luego me chamaquea y no baila conmigo; tan me vendí bien como doctor, gracias a mi padrino en MORENA, que conseguí chamba en una importante organización internacional de seguridad social en la que participa México, tuve que renunciar porque desvié recursos para cubrir gastos ostentosos –por aquello de que quiero ser como Zuckerman y sus amigos (ya me vi) – y para meterle lana a mi campaña para ser presidente en MORENA porque ahí hay puro ignorante iletrado que necesita guía como la que mi inteligencia puede dar; no obstante el quemón que me dí, en mi calidad de doctor (y no porque le miente la madre al presidente y su gobierno un día sí y otro también) participo en mesas redondas y programas de televisión. Ustedes no porque no son doctores, porque a ustedes no los cita en redes sociales XGonzález y sus secuaces, y además porque a mí la oposición que viaja dentro del caballo de Troya me necesita porque en la jungla de los “listos” yo soy el rey.

III.- Yo, desde mi sitial elevado, tan alto tan alto, tengo a mis chamacos doctores golpeando al movimiento del que mamo. Yo soy el padrote de estos estudiados, dignos y brillantes perfiles que en el futuro dirigirán el país, jaja es broma: son mis chamacos para golpear al presidente y la 4T pero son desechables, no tienen el glamour que las buenas conciencias de este país quieren, y a ellas me debo. Porque, oye, ¿cómo que yo, que también soy doctor, y que fui delegado en la misma alcaldía que la doctorante, gobernador, y hoy soy senador y fuente de luz en la política mexicana no pudiera estar del lado del golpismo suave de la intelectualidad y sapiencia de los conservadores? Yo, que con mi engolada voz les digo: Yo represento el resurgimiento de los “científicos porfiristas”, yo soy la mano que mece la cuna del poder; yo soy el merecedor del futuro, porque soy doctor y soy el padrote de doctorantes y doctores a mi servicio, ¡a ver, mátenme esta!

Y es así como entre doctores y doctorantes nos hemos llenado de sabiduría en México, nos damos el lujo de tener hasta un gobernador, allá donde la carne asada, ¡con tres doctorados!, cáspita, recórcholis, repámpanos como decía el pato Donald y la pequeña Lulú, tres, no uno o dos sino tres.

“Se necesita ser muy vulgar para definir la vulgaridad” decía el filósofo y escritor inglés Chesterton, conocido también como el “príncipe de la paradoja”. Así que sé que hago un ejercicio de vulgaridad al hablar de estos a quienes me refiero arriba, y sigo:

La vulgaridad aún vestida de seda, vulgar se queda. Es difícil pensar que una postura vulgar se dé sólo en un ámbito determinado, se da en todo y los casos de nuestros monos vestidos de seda tan solo coinciden es que son políticos coetáneos a la 4T. ¿Quién los usa y para qué? ¿Quién es el titiritero que maneja a su titiritero?

Por alguna razón, alguien cree que a la 4T se puede entrar eructando, que la provocación y la “rebeldía” es el camino para posicionarse en el movimiento de transformación que hay; y ese alguien cree que la mejor manera es no usar al “peladito” sino al “doctor”, algo así como que le dé más seriedad y caché al discurso de odio.

En México hay poco más de 400 mil personas con estudios de doctorado, deben sentirse muy avergonzados que tres lacras se ostenten como tal para usar el grado académico como ariete de suficiencia y soberbia. Estos tres ególatras incontrolados que se creen únicos y exclusivos, deseosos de llamar la atención, representan esa generación arribista que -sobre un ladrillo-se marea al primer soplido.

Son yo, su yo, viven del yo, ¿y a quién le importa dirán algunos?, bueno pues sí importa porque los políticos tienen una responsabilidad social y la gente que actúa así, vulgarmente, no asume responsabilidades. Estos tres y su entorno se equivocan si creen que alguien piensa: “tú eres de los nuestros, estamos contigo”.  No en la 4T y tampoco en la oposición porque pues no, no son como ellos, los monos aunque se vistan de seda se quedan de monos, les recuerdan pitorreándose de su arribismo.

La preparación educativa, la experiencia, la cultura, el conocimiento empírico no son excluyentes, más bien todo lo contrario, son «para», para el otro, para los demás, para servir. Tantas aristas que tiene el humanismo y estos doctorazos tan arrogantes e imbuidos en su egolatría, no pueden ni siquiera entender de qué va la transformación.

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4T, AMLO, Cosecha social, Destino, Esperanza, Futuro, México, Políticos mexicanos

Por los siglos de los siglos

Son miserables por vivir y fomentar la corrupción, la mentira, la ignorancia, el chantaje y la traición; entregaron un país en ruinas, bancarrota, con instituciones podridas, sectores primarios privatizados o desmantelados y, como consecuencia, han hecho la vida mucho más difícil a la mayoría.

En México hay un denominador común en los gobiernos neoliberales de PRI y PAN: se cargaron al país. Aunque tuvieran diferencias ideológicas -cada vez más imperceptibles,  los seis sexenios neoliberales, de De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto; se caracterizaron por:

  • Debilitar el papel del Estado aplicando las políticas de gobiernos extranjeros, del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, privatizando las empresas y servicios públicos, dando paso a que las corporaciones internacionales tomaran control de la economía.
  • Poner las bases para que la energía, la educación, la salud, el agua, las tierras y las áreas naturales protegidas pasaran a manos privadas.
  • Saquear en su beneficio los presupuestos públicos. Se calcula que el robo de recursos a manos de los políticos ha sido el más grande en la historia de México, mayor aún que el de la conquista y el porfiriato.

¿México podía seguir en ese camino?, ¿México podía seguir incrementando la desigualdad, la violencia y la pobreza?  ¿Así tenía que ser por siempre? Yo como millones más creímos que no, y tan es ésta la respuesta, que para intentar revertir el modelo neoliberal que devastó al país, López Obrador logró conjuntar su voluntad política con el apoyo electoral más grande que ha habido en una elección presidencial para hacer una gran transformación política, económica, social y, aunque no lo parezca, principalmente cultural.

A casi cuatro años de este gobierno de la 4T, quien no quiera ver el nuevo espíritu social que permea en la mayoría de los mexicanos: ese que ha revolucionado la participación ciudadana, ese que ha politizado a una población que en decenas de millares se reúne para ver por televisión y redes las votaciones legislativas de los temas que le interesan; ese que ha logrado en poco tiempo que las personas se hayan dado cuenta que su inteligencia, sus emociones, miedos, pasiones, y su creatividad se extienden con un sentido casi que de filantropía (del griego filos y ánthropos, traducido como amor a la humanidad), porque, hoy hay algo recuperado que se había perdido en los 36 años de terror en que vivimos: esperanza. Hoy en México hay esperanza.

Un momento transformador en la historia mexicana como es la 4T, es una época de revoluciones, no de parches. Pequeñas revoluciones que movilizan, que rompen, que destruyen lo que no sirve, que asustan a quienes viven en una burbuja que les impide ver la exasperante desigualdad y sus consecuencias. La 4T será una larga noche para que las futuras generaciones se beneficien de un mejor país, y será larga porque el tamaño del desastre es inaudito. No hay área de la economía que no haya sido desvalijada, la educación se desmanteló, el sistema de salud se llevó al punto de colapso.

Todo lo que tocó el neoliberalismo se bañó de sangre y mierda, sus fuerzas están vivas, golpeadas y minimizadas pero vivas y listas a inmolarnos si nos descuidamos.

Decía Ernesto Sábato: “El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria”; este es el espíritu al que me refiero antes, a pesar de la circunstancia de pobreza y desigualdad, la mayoría de los mexicanos comprende y aprecia la importancia del cambio, sabe que hay una convicción generalizada y que López Obrador solo fue el catalizador que ayudó a hacer realidad los ideales ocultos de confianza en un mejor futuro.

Para México hay un bien superior, es tal la grandeza de este país, la riqueza de sus recursos naturales, la riqueza en su gente, cultura y tradiciones, que tan solo hacía falta un líder que llegara en el tiempo adecuado. Hay proyecto, hay estrategia y hay mujeres y hombres listos a seguir los siguientes sexenios para no permitir el regreso de los políticos neoliberales y la putrefacción que llevan a sus espaldas.

Una transformación pacífica como la que estamos viviendo está tocando enormes intereses, internacionales y nacionales, la reciente polémica por la reforma eléctrica es solo un botón de muestra. Quienes se creían dueños del país y, los mexicanos que actuando a favor de empresas y países extranjeros, ven que cada día que pasa pierden los privilegios que por vía de leyes a modo, componendas y corrupción construyeron en su beneficio, son peligrosos; tienen medios de comunicación para denostar, engañar y confundir, tienen recursos para comprar conciencias, van por todo, no les importa nada más que su propia riqueza, no tienen principios ni valores y están dispuestos a sacrificar a sus “seguidores” para enfrentar y acrecentar la polarización a que llevaron al país.

No solo han insultado a la mayoría de este país, nos han dicho toda clase de insultos clasistas y racistas, se han burlado de los pobres que ellos mismos crearon y, después de los eventos recientes, claramente se han convertido en traidores. Parece que no les gusta que les digan traidores, dicen que les insulta, basta con que lean el artículo 123 del Código Penal Federal para saber en qué se convirtieron: Artículo 123.- Se impondrá la pena de prisión de cinco a cuarenta años y multa hasta de cincuenta mil pesos al mexicano que cometa traición a la patria en alguna de las formas siguientes: I.- Realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero.

México está cambiando pero será una lucha constante, debemos pensar en la importancia de mantener mayorías legislativas federales y estatales, debemos trabajar para que en un par de meses nos podamos alegrar del triunfo en 6 gubernaturas más, esto apenas empieza, los males ya no serán por los siglos de los siglos…

Qué gran tiempo nos tocó vivir.

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Desmemoria, México, Oposición, Políticos mexicanos

«La rebelión facha»

“Los enanos tienen una especie de sexto sentido que les permite reconocerse a primera vista”

Monterroso

¿Y ahora contra qué y quién peleamos?, deben decir. Hasta ahora, en estos tres años, en todo lo que han hecho han perdido: en elecciones, en mayorías, en gubernaturas, en intentar menoscabar la popularidad y apoyo al presidente por parte de la mayoría de ciudadanos; en detener los proyectos del aeropuerto, tren maya, refinería, pensiones y becas; en frenar buena parte de las investigaciones por corrupción en contra de sus iguales; y –por encima de todas las cosas– perdieron la narrativa de tener alguna propuesta que signifique un camino de cambio, una “otra” manera de dirigir el rumbo del país.

Sería desvalorar el trabajo del gobierno y la 4T decir que ha sido un camino fácil, por supuesto que no lo ha sido, principalmente por los intentos de socavar y descarrilar las bases fundamentales del gobierno por parte de la oposición, pero es tan grande el desastre que hicieron los gobiernos anteriores, tan grande la herida social acumulada en la mayoría de la población que, de alguna manera, el buen resultado es obvio; con que hubiera un presidente que quisiera a su país y que actuara con honradez marcando la pauta a seguir por el resto del gobierno, que se preocupara por enderezar el torcido camino que llevó a la desigualdad y que defendiera los intereses nacionales; el cambio provocaría un México distinto, más digno, menos lastimoso y en reencuentro con una historia de grandeza civilizatoria que se trató de menospreciar desde la intelectualidad neoliberal.

Ante tal panorama, a tres años de gobierno y faltando poco más de 1 año de que los partidos presenten sus candidaturas para el 2024; la oposición se enfrenta a sí misma de dos maneras: unos contra otros y, sí, (aunque usted no lo crea) contra sí mismos.

La decisión por la candidatura para el 2024, aunque desde ahora parezca una deriva al fracaso, entre PAN y PRI (creo que el PRD, una vez que ha perdido su registro en más de 15 estados, no cuenta ya para este fin), se empieza a vislumbrar como una pelea por las sobras. El partido que no obtenga la candidatura será el siguiente prd. No es de extrañar que ambos partidos suelten nombres de ciudadanos para sondear la opinión pública; con muy mal tino hay que decir, porque mencionar como candidateables a la gobernadora de Chihuahua acusada de recibir sobornos, Maru Campos; al de Guanajuato, Diego Sinhue (el estado con mayor violencia del país); al desconocido de Yucatán, Francisco Vila y al perseguido de Tamaulipas, Javier García Cabeza de Vaca, además del fugado Ricardo Anaya y el saliente de Querétaro, Francisco Domínguez, y a, lo que ya parece un chiste de mal gusto, Margarita Zavala; y por parte del PRI a “Alito” y sus historias de corrupción, a del Mazo y su contubernio peñista y al junior de de la Madrid, aquél hijo desleal que acordó en decir que su padre estaba enfermo mental cuando regañaron al expresidente de la Madrid por decir que Salinas se había robado la mitad de la partida secreta; tan solo exhibe que no hay nada nuevo para el país y que su propuesta es tan solo una vuelta al pasado. Y ante ello lo que les queda es pelear, se empiezan a deslindar unos de otros, empiezan a dejar de votar en bloque (ya lo veremos en la reforma eléctrica); empiezan a alejarse de Claudio X su titiritero mayor para mostrar cierta independencia y no dejarle, además de su proveeduría de billetes,  también el puesto de ser su gran elector.

Y Como en la novela de Stevenson “Jekyll y el señor Hyde”, en que un trastorno psiquiátrico provocado por un élixir hace que una misma persona tenga dos o más identidades o personalidades con características opuestas entre sí; la tropa de la oposición hace desfiguros narrativos un día tras otro. El presidente les suelta un tema, y como si fuera un juguete distractor de perros y gatos, estos salen a su caza, a decir la mejor ocurrencia, la máxima trivialidad, sin pensar por un momento si contradice lo que dijeron un minuto antes, un año antes o toda su vida.

El juego al que los ha puesto a jugar el presidente López Obrador es uno en que les obliga a exhibir sus contradicciones; ya sea el de los presuntos “de izquierda” que se vieron apoyando a los candidatos panistas y priistas en sus alcaldías y estados; el de aquellos que por años se dedicaron a menospreciar a la UNAM y que veían con sorna el que en los anuncios de empleos y empresas se dijera: “egresados de la UNAM abstenerse” y hoy en cambio, ante la crítica que hace el presidente a algo que no está funcionando en la Universidad, se dicen pumas de corazón. A quienes decían: ¡que el presidente se vaya!, ¡no lo queremos!, ¡que renuncie!, ¡hay que sacarlo del poder!, se les dio la herramienta legal para hacerlo: la Revocación de Mandato, pero como ante los buenos números de popularidad presidencial saben que su resultado será un fracaso más, entonces reculan, ya no hablan de ello y pelean en esa argumentación, los de FREENA que dicen querer la revocación les dicen a los de Claudio X y secuaces (los mismos a los mismos): ¡traidores, traidores!

Y mientras tanto en el congreso, los machos mandones de pri y pan que jugaron a decirse feministas orquestan a un grupo de diputadas, que como peladitas de mercado exhiben la miseria de su ideología conservadora y ruin en un claro intento de presentar a las mujeres como no aptas para gobernar (ya presienten que tal vez una mujer  será la próxima gran figura del país); peleando en este caso contra la seriedad, la dignidad y los valores que vinieron a trastocar las formas (las suyas) anteriores de hacer política.

En resumen, están peleando, se están peleando, entre ellos, con ellos y con todo; para la oposición, ellas y ellos, su derrota moral es el acabose, aunque esto apenas está empezando. El acabose del empezose, como diría el clásico.

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¿Rápido o bien hecho?

Resolver el rezago de justicia que dejaron no es enchílame otra gorda.

Saber si la justicia, a través de la Fiscalía General de la República, avanza de manera eficaz es un tema de preocupación que está en los medios, redes y conversaciones políticas de quienes apoyamos la transformación que pretende la 4T y el Presidente López Obrador.

Veamos: En el 2009 le dices a una firma de inversión en un paraíso fiscal en las Islas Vírgenes que heredaste una gran fortuna de tu abuelo y abres una sociedad a la que canalizas millones de dólares, tu familia se exhibe en revistas y medios sociales en medio de lujos, aviones privados, yates y bebiendo botellas de vino de miles de dólares cada una. Respecto a la sociedad que formaste le pides a un despacho de abogados extranjero que  sean los custodios de las acciones al portador para que no aparezca tu nombre y con ella compras decenas de bienes raíces en México y el extranjero. Al mismo tiempo triangulas monumentales cantidades de dinero que depositas en efectivo en casas de cambio y bancos mexicanos para que sean enviados  a bancos en ese y otros paraísos fiscales. Una persona (prestanombres tuyo) deposita casi 4 millones de dólares que no tiene cómo justificar y recibe un préstamo por millones de pesos del sindicato de PEMEX, aunque no trabaja, ni tú, ahí. En poco tiempo tienes 8 empresas en México y siete en el extranjero que se dedican a toda clase de actividades, entre otras construcción de fraccionamientos y venta de productos y servicios al gobierno. Tú y tu entorno gastan miles de millones de pesos en un periodo de veinte años. Y, ¿dónde quedó la bolita cuando nunca heredaste nada pues tu abuelo fue un humilde obrero y tú nunca has trabajado? ¿Será que eres el hijo del dirigente sindical favorito de priistas y panistas? Sí.

En ese momento la sociedad y la clase política del PRI y del PAN vieron y participaron de todo, sin embargo hoy: ¿Cuánto tiempo se pueden tardar las autoridades actuales en desenmarañar esta historia en donde todo se hizo de manera oculta, usando el nombre de terceros, moviendo dinero por todo el mundo para no dejar rastro y finalmente ocultándolo en paraísos fiscales? Una eternidad.

Y sí, parece que todo es muy lento y que hay incertidumbre sobre uno de los principales compromisos de la 4T: el combate a la corrupción.

Y no es que no se haya hecho nada, están Lozoya y el caso Odebrecht cuyo hilo avanza hacia Ricardo Anaya, Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto; el caso de Juan Collado, -abogado del peñismo por excelencia- acusado por defraudación fiscal; la colaboración con Estados Unidos para el caso García Luna y su jefe Felipe Calderón; Rosario Robles y la estafa maestra; el gobernador panista de Tamaulipas Cabeza de Vaca; empresarios, artistas, comunicadores, exfuncionarios del PRI y del PAN; y sin embargo parece tan poco cuando sabemos el tamaño del saqueo que vivió el país.

Lo que la ciudadanía espera es una demostración contundente de justicia  sobre los grandes mandones de cuello blanco, los corruptores y criminales coludidos con el narcotráfico de los últimos sexenios, los organizadores del saqueo de las empresas públicas, es decir: los expresidentes priistas y panistas desde Salinas hasta Peña Nieto. No es fácil porque son rateros y corruptos pero no tontos, se blindaron y escondieron pruebas, escondieron sus recursos mal habidos en paraísos fiscales, torcieron las leyes para que no les alcanzara, así que el trabajo del fiscal Gertz Manero y de la Unidad de Inteligencia Financiera a cargo de Santiago Nieto es titánico, sobre humano. Sabiendo que la vigencia de la ley les ha jugado a su favor, tan solo será posible perseguir, si acaso a Vicente Fox pero con mayor seguridad a Felipe Calderón y definitivamente a Enrique Peña Nieto. Y en eso se está trabajando.

Es deseable que muy pronto se den los golpes necesarios que animen a la sociedad que espera una señal que provoque catarsis en la herida social que causaron los sinvergüenzas del pasado.

Cuando Gertz Manero tomó la estafeta de la Fiscalía, heredó de la PGR un rezago de expedientes que llevaría más de 13 años concluir, doscientos cinco mil averiguaciones previas en trámite, veintidós mil órdenes de aprehensión sin cumplir. Y se encontró con un poder judicial, incluyendo a una gran mayoría de abogados, que se construyó al servicio del poder ejecutivo, sin independencia y autonomía pero que se dedicó a seguir las órdenes del Presidente en turno.

El presidente López Obrador ha dicho que tiene confianza en la independencia y eficacia del fiscal Gertz Manero, así que hay que darle el espacio para que se haga un buen trabajo, no rápido -ya nos quedó claro- pero esperemos que sí muy bien hecho para que no tengan escapatoria legal estos delincuentes y traidores al país.

Mientras tanto hay que seguir la máxima del periodista Julian Assange, fundador de WikiLeaks: “Una de las mejores maneras de lograr la justicia es exponer la injusticia”

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No vieron, no oyeron, pero hoy sí hablan

La sociedad se compone de dos grandes clases: los que tienen más cenas que apetito, y los que tienen más apetito que cenas.

Nicolás Chamfort, académico y moralista francés.

Ante los políticos neoliberales ciegos, incapaces, sordos, sosos, ladrones, corruptos e indolentes que gobernaron los 6 sexenios anteriores; los que hoy se dicen opositores vieron, oyeron y callaron.

Cuando los dueños del poder durante el periodo neoliberal, a través de sus actos de gobierno, despreciaron a la sociedad  y con su desapego a la justicia social y distributiva hicieron que la desigualdad económica y social aumentara provocando que más mexicanos cayeran en la pobreza; los que hoy se dicen opositores vieron, oyeron y callaron.

Cuando las empresas públicas fueron saqueadas al mismo tiempo que cada funcionario público se enriquecía al punto de hacer normal que trabajar en gobierno fuera sinónimo de hacerse rico: los que hoy se dicen opositores vieron, oyeron y callaron.

¿Qué clase de hipócritas queremos que sean los políticos? Porque lo serán todo aquello que les permitamos en la medida en que los partidos perdedores y minimizados PAN, PRI y prd (o lo que sea en que se convierta) los seguirán proponiendo como sus candidatos. La sociedad actuante y comprometida con el proyecto de la 4T y López Obrador, tiene que, debe exhibirlos a cada paso que den, a cada frase que escupan y a cada mentira con la que pretendan regresar al mundo de prerrogativas mal habidas a que se acostumbraron.

En los seis sexenios de neoliberalismo, de donde estos opositores abrevan su estereotipo de “cultura”, México terminó teniendo más pobres, menos clase media y con unos cuantos ricos más ricos que no son ni el 1% de la población pero que tienen bienes y riquezas acumuladas por más del 31%. Sí, el 1% de la población tiene el 31% de la riqueza mientras que los pobres pasaron a representar el 44% de la población y los de pobreza extrema el 8.5%. Solo en estos dos últimos rubros, más de 66 millones de personas pagan las consecuencias de las políticas económicas y sociales que fracasaron y que son las mismas a las que quieren regresar estos que hoy se dicen opositores pero que vieron, oyeron y callaron mientras eran cómplices y compartían el saqueo público.  En los 36 años de neoliberalismo, estos torpes, corruptos y desleales al país llevaron la pobreza a más del 50%. ¡Y quieren volver al poder!

Cuando una mayoría de la población votante, ingenua pero de buena fe, creyó que en al año 2000 llegaría el cambio que acabaría con el despeñadero al que se dirigía México, se encontró con que dio su voto a un Vicente Fox que lejos de gobernar se dedicó a enriquecer a sus familiares, de acrecentar su derruido rancho y de gerenciar el país según le dictaban las élites económicas de las que nunca se sustrajo.  Al acabar ese gobierno se dio paso por vía de fraude al calderonato que, a los enormes problemas de desigualdad adicionó: corrupción y violencia en colusión con el narcotráfico. Mientras que Calderón, García Luna, Palomino y los grupos de delincuencia organizada le daban la puntilla a la seguridad mientras se enriquecían; los que hoy se dicen opositores vieron, oyeron y callaron.

Y fueron tan malos esos 12 años de panismo que con una gran campaña de mercadotecnia y enormes recursos económicos trajeron de regreso de la mano de Peña Nieto a lo peor del PRI que, sabiendo o presintiendo, que tal vez sería su última oportunidad de gobierno se dedicó al pillaje sin medida, a la venta de los pocos recursos públicos que quedaban, a la repartición entre sus mismos (aquí ya hay que considerar pri-pan-prd como uno mismo) de manera escandalosa del presupuesto sexenal. Y los que hoy se dicen opositores vieron, oyeron y callaron.

…antes del big bang no había nada.

Y cuando en 2018 llega al gobierno López Obrador de la mano de una abrumadora mayoría y un apoyo social como nunca antes había habido en México y después de 30 años de estar advirtiendo el rumbo equivocado que lleva el país, los opositores dejan de callar. Para ellos es el principio de la historia.

Aquellos que vieron, oyeron y callaron que para el año 2018 el país ya ocupaba el 2do lugar del mundo en la disparidad en distribución de riqueza, el lugar número 138 en seguridad y el penúltimo en impunidad cercana al 100%; el lugar 64 en infraestructura, que PEMEX y CFE habían sido desmantelados; con carencia de hospitales, camas y medicinas; con una evasión fiscal del orden del 30%; ocupando el lugar 54 en educación y el 65 en tecnología; con empleos sin seguridad y prestaciones sociales; con una abultadísima deuda externa que tan solo de intereses obliga a pagar más de 700 mil millones de pesos anuales; son los opositores que hoy no callan, son los vociferantes que dicen: regresemos al pasado, devuélvanos nuestros privilegios, déjenos robar.

Hay un politólogo inglés, David Runciman, que escribe: “hipocresía y mentira no son exactamente lo mismo. La mentira tiene que ver con un estado de cosas: se afirma algo que no se verifica en la realidad de los hechos. La hipocresía, subespecie de la mentira, tiene que ver con el carácter: se presume de creencias que no se profesan o se alardea de virtudes que no se practican”  Aplicando su teoría debemos decir que en el caso de los gobernantes mexicanos del periodo neoliberal no serán exactamente lo mismo -unos son mentirosos, otros solo hipócritas- pero para el daño que le hicieron al país la distinción de términos es lo de menos.

¿Y la sociedad que hoy calla ante la trascendencia del cambio que se hace en el país y, por comodidad y pereza intelectual, se pliega al ruido de los opositores? Ramón y Cajal, el científico, médico y premio nobel español decía: “En la máquina social hay que ser motor, no rueda, personalidad, no persona”.

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¿Qué hacemos con las derechas?

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Augusto Monterroso.

Más allá del nombre que se les ha dado a través del tiempo, los derechistas están y estarán en el contexto socio político de México y del mundo. Pueden llamarse conservadores, reaccionarios, tradicionalistas, monárquicos, ultras o cualquier otro adjetivo con el que históricamente se hayan presentado como fuerzas políticas; el hecho es que son un elemento con el que las sociedades deben convivir.

Siempre van a estar ahí.

En política los términos de “derecha” y de “izquierda” tienen un origen relativamente contemporáneo que se refiere al lugar físico que ocupaban los constituyentes en la Convención Nacional durante la revolución francesa. En las sillas a la derecha de la del presidente de la Asamblea se sentaban los defensores del poder monárquico y en las de la izquierda los revolucionarios. Esta distinción izquierda/derecha se expandió al resto de Europa y después al resto del mundo para acabar convirtiéndose en una designación de concepciones políticas y de ideologías en general. A la derecha siempre los monárquicos, católicos, ultras o contrarrevolucionarios, a la izquierda los revolucionarios y opositores al status quo.  Hay otros análisis mucho más amplios que explican el simbolismo de derecha/izquierda y que se remontan a la India y Grecia pero para fines políticos sirva este conocido origen derivado de la revolución en Francia en 1789.

¿Y quienes son los de derecha? Recordemos algunos de los hechos con los que podemos identificar a la “derecha” en Latinoamérica: Son quienes promovieron y apoyaron los golpes militares del siglo pasado particularmente en la década de los 70; son quienes asesinaron a Salvador Allende para imponer al general Pinochet en Chile; son quienes una vez en el poder alinearon las economías a las políticas de organismos internacionales que llevaron a los países a contraer deudas impagables; son quienes en aras del “libre mercado” fomentaron a través de sus políticas la desigualdad económico y social en América Latina.

En México, si nos vamos un poco más atrás en el tiempo, son aquellos que trajeron de Europa al emperador Maximiliano de Habsburgo para que gobernara el país; son también aquellos que apoyaron la represión y crímenes de Diaz Ordaz y de Echeverría; son quienes implantaron las políticas neoliberales con las que vendieron las empresas estatales en beneficio de privados nacionales y extranjeros, concesionaron las empresas de energía y estuvieron a punto de acabar con PEMEX; son quienes establecieron las políticas que tuvieron como consecuencia la desigualdad social; son los que apoyaron y encubrieron a Marcial Maciel y a las escuelas de legionarios y sus pederastas; son los homófobos y misóginos que han impuesto el rechazo social a quienes no son y piensan como ellos; son los intolerantes llenos de prejuicios que no tienen empatía por quienes tienen creencias y valores distintos a los suyos.

Son también los que más recientemente llevaron a la cámara de diputados a Margarita Zavala y en Coyoacán al Gabriel Quadri que dice: “Si México no tuviera que cargar con Guerrero, Oaxaca y Chiapas, sería un país de desarrollo medio y potencia emergente”; los que eligieron como gobernador de Nuevo León a Samuel García; los que votaron por rancios panistas y priistas para alcaldías y municipios en el país.

Son los que se han opuesto históricamente al avance de la participación política de las mujeres.  Son los que tienen como visión del mundo el clasismo, los que denostan al moreno por su color de piel y al indígena por su origen, son los que dicen que el pobre es pobre porque quiere. Son los panistas y freenistas de golpe en pecho al tiempo que joden al vecino; son los taimados e hipócritas que con escapulario en mano roban los recursos públicos y que se resisten a que el país cambie.

Pues a estos de derecha no hay que dejarlos crecer, hay que exhibirlos permanentemente en sus actuaciones ilegales, amorales e inescrupulosas, hay que delimitarlos porque cada vez que están en el poder saquean los recursos públicos en su beneficio y retroceden en las políticas sociales.

No son insignificantes porque tienen poder económico, tienen medios de comunicación y tienen instituciones educativas en donde promueven su ideología clasista. Por ello y pese a ello es un imperativo moral el que les acotemos y les pongamos alto a cada uno de sus planteamientos de políticas públicas y hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para que solo sean un referente de lo que no queremos como sociedad y país.

En México, estos grupos de derecha, sumados todos (partidos políticos, cúpulas empresariales, mafias delictivas, iglesias, faranduleros e intelectuales etc.) son minoría respecto al conjunto social de México, sin embargo no hay que descuidarse, son corruptores por naturaleza y se mueven como hiedra en todos los ámbitos.

Decía el escritor Robert Heinlein que: “Una generación que ignora la historia no tiene pasado ni futuro”. Por eso debe ocuparnos a todos que las nuevas generaciones vayan conociendo quienes son y quienes están detrás de los lobos con piel de cordero que se presentan como «buena ondita» y «progresistas» que se sienten de avanzada pero que no son más que los conservadores, reaccionarios y cavernarios que bien conocemos.

Benny Lévy, filósofo, quien fue el último secretario de Jean Paul Sartre, publicó en 1980 una entrevista que le hizo a este en la que conversan sobre política y sobre la derecha y la izquierda. En ella, Sartre reprocha a la izquierda que permite que la derecha gane y ocupe espacios de poder, lo dice así: “…esta izquierda que deja triunfar a una derecha miserable. Y canalla. Para mí, hablar de la derecha y de canallas es lo mismo

Este es el tipo de circunstancias que se repiten en la historia porque estos de derechas siempre estarán, lo importante es cómo los tratamos políticamente porque como ciudadanos están en todos lados, pueden ser los amigos, los compañeros o familiares, los artistas que vemos y leemos; de lo que aquí hablo es de su contención en las decisiones de poder político. En esto no podemos dejarlos pasar.

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¿Hora del manotazo?

«La acción no siempre trae felicidad … pero no hay felicidad sin acción». 

Disraeli

Estamos por llegar a los tres años de este proyecto 4T encabezado por el Presidente López Obrador. ¿Es hora que el presidente de un “manotazo” sobre la mesa que sitúe a cada quién en su lugar? ¿O se debe seguir dando trato de demócratas a quienes son meros golpistas blandos?

Los opositores al proyecto lopezobradorista han intentado bloquear todas las obras púbicas, propuestas, leyes y programas que el gobierno –electo por una mayoría superior al 53% representada en más de 30 millones de votos, ganando con votaciones hasta del 79% en algunos estados y siendo primera fuerza política en casi la totalidad de los estados– ha presentado.

Con el margen de acción que el triunfo de Morena y sus aliados obtuvo, se ha podido hacer cantidad de cosas: en obra pública destaca la construcción del nuevo aeropuerto (cancelando el elefante blanco en Texcoco), el tren maya y la refinería de Dos Bocas;  se ha construido un nuevo entramado legal con más de 60 reformas constitucionales y cambios en leyes; tenemos al primer presidente en 80 años que privilegia la atención a grupos históricamente olvidados a través de programas de becas, pensiones, subsidios, proyectos de empleo temporal; créditos financieros y precios de garantía para campesinos; respecto a la economía se firmó la renovación del TMEC y los acuerdos paralelos, las finanzas atienden responsablemente las variables macroeconómicas: valor del peso, inflación y e inversión extranjera directa; ante la epidemia de COVID y frente a un sistema de salud devastado por los gobiernos anteriores se procuró una respuesta rápida para construir y habilitar hospitales, aumentar las camas disponibles y comprar equipos médicos y se logró negociar con los fabricantes de vacunas las cantidades necesarias para cubrir a toda la población.

Pero sin duda alguna, la cereza del pastel, es el frontal ataque a la corrupción que se lleva a cabo, nombres como Lozoya, Duarte, Ancira, Collado, García Luna, Medina Mora, Torres López. Herrera Pegueros, Lastiri, Elías Beltrán, Karime Macías, Romero Deschamps, Zerón de Lucio, son apenas algunos de los investigados, encarcelados, perseguidos o fugados. Esto acompañado de fondos congelados a través de la UIF en miles de cuentas bancarias por miles de millones de pesos y de dólares.

Y sin embargo…

¿El ritmo que se lleva en la gestión de gobierno será suficiente para lograr un modelo irreversible que impida volver a prácticas del pasado que saquearon los recursos del país y que aumentaron las enormes desigualdades? En este momento aún es incierto, no se ve tan claro cuando todas las decisiones del ejecutivo se ven frenadas, o por lo menos retrasadas, por disposiciones de jueces a modo, que amparan a todos los que se dicen afectados por el nuevo rumbo del país, decenas, cientos de amparos:

Los empresarios que se niegan a pagar impuestos lo siguen intentando, los monopolios entre empresas que se coluden para aumentar precios de medicinas y de gas encuentran los mecanismos para seguir haciéndolo, los concesionarios siguen encareciendo sus tarifas en base a contratos leoninos firmados en gobiernos pasados. 

Y el poder judicial entre la complicidad y el “nomás milando”. El INE tomando parte en los procesos electorales a favor de la oposición, el TRIFE en medio de una descomposición interna arrebatándole a la 4T puestos de elección ganados .

Los medios de comunicación, ahora con recursos de gobiernos estatales y empresarios en franco ataque al presidente y su gobierno, como nunca, la grosería, el clasismo y el racismo es promovido por aquellos que dejaron de recibir “chayote”.

Exfuncionarios, expresidentes y sus familias,  paseando por el mundo en medio del derroche. Calderón y Fox boquiflojos sabiéndose protegidos por el poder judicial.

Todos estos, incluyendo a esa nueva casta de «progres viudos del presupuesto», actúan al unísono contra todo lo que sea 4T, están desesperados por cancelar todos los obras en ejecución porque saben que una vez concluidas se les complicará aún más desprestigiar al gobierno.

¿Y nosotros?

La Fiscalía General de la República se ve reumática y anquilosada, actúa pero no acierta a dar los golpes contundentes que pongan un alto a la impunidad, los delincuentes de cuello blanco y exfuncionarios saben que el tiempo es su mejor aliado; mientras se arman las investigaciones y a punta de amparos se frenan las que se logran, continúan despreocupados. Se  entiende que el mamotreto que le dejaron a Gertz Manero sea difícil de enderezar pero el tiempo va pasando y no se vale un: lo intentamos pero no pudimos.

En el partido MORENA se empiezan a ver ataques soterrados entre grupos o facciones, algunos muy adelantados acuerpando próximos candidatos que no están entendiendo que lo importante son los siguientes dos años, si no cuidamos la 4T y la ejercemos a plenitud no habrá ni Claudias ni Marcelos para contar la historia. No puede perder la brújula la dirigencia que a veces parece pasmada y callada, poco ejecutiva y sin el carisma que aglutine al lopezobradorismo.

Los secretarios actuando en sus responsabilidades pero en algunos casos con poca visibilidad, la tarea de comunicación de algunos de ellos se las está ganando la prensa odiadora. No acaban de construir su fortaleza y dependen del abrigo presidencial para lucir.

El manotazo

El gobierno cuenta con la fuerza que le da la ley y la Constitución, la fuerza que le da la mayoría de la población, me parece que es hora de poner las cartas sobre la mesa a todos los que no van al ritmo del proyecto de transformación y hacer los cambios necesarios, si fuera el caso, aplicar la mano dura que la ley le permita para resolver los pendientes.  No podemos seguir agachados a los poderes fácticos que se niegan a ceder sus privilegios mal obtenidos. Este no va ser, no puede ser, un sexenio de: lo intentamos.

¿Hasta dónde será paciente el Presidente López Obrador? Mi opinión es que se le acaba la mecha y pronto veremos que tirará un cañonazo como apretón de tuercas que ocasionará gritos y sombrerazos (por decir lo menos)

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