4T, Cuarto año, México, Oposición, Partidos políticos

No los distraigan

“Homero y yo nos separamos en las puertas del Tánger; creo que no nos dijimos adiós”.

Borges

Si usted es fotógrafo y ve a una persona ahogarse, ¿ajusta su lente para sacarle la mejor foto posible o deja a un lado su cámara y hace lo posible por rescatarla? ¿Es comparable un dilema así con ver a la oposición ahogándose en su miasma o darles algunas ideas para que dejen de zozobrar? Mi conclusión es que, en éste segundo caso, saquémosles la foto mientras los vemos hundirse y minimizarse.

Ya ha transcurrido cuatro años de este gobierno, la oposición decidió no apoyarlo, ha intentado bloquear todos sus proyectos; ha asumido lo que llamaron “moratoria legislativa” para no aprobar cambios en leyes; ha dedicado ingentes recursos económicos a mantener a medios de comunicación, editorialistas y columnistas que -a cambio de ellos- discurren mentiras y medias verdades; ha vulgarizado el lenguaje de la confrontación política; ha pasado al insulto y agresión como forma cotidiana de trato hacia quienes favorecieron con su voto a López Obrador. Convirtieron una obvia polarización derivada de la desigualdad social en una, patética y grosera, polarización clasista.

¿Y cuál fue el resultado, qué obtuvieron a cambio? La intrascendencia política. Han perdido casi todo, no solo votaciones, cargos, presupuestos y poder sino, además, y me parece que es lo más importante, desvirtuaron lo que decían representar. Hoy nadie puede decir qué diferencia al PAN del PRI, prd o MC. Lograron confundir a su base electoral al intentar unir agua y aceite para estar en contra de…

Eso, lo intrascendente de su “idiosincrasia” construida en este cuatrienio, al interior de sus seguidores se convirtió en fuente de enojo social, mismo que les ha llevado al derrumbamiento permanente. Y nosotros los vemos caer, y nos reímos, nos solazamos al ver que la narrativa histórica de la 4T agotó rápidamente cualquier viso de pensamiento racional opositor; tiró como dominós en fila cada concepción social, económico y política que decían tener.

Ahora bien, si el discurso opositor pretendía llegar a los hombres y mujeres que favorecieron con su voto al gobierno de López Obrador, evidentemente han fracasado. Sencillamente no pudieron esconder la complicidad histórica del prianismo con el autoritarismo, la violación de derechos humanos, la desigualdad y el clasismo. Sus gobiernos no sólo no hicieron nada para favorecer una mejor distribución de recursos y minimizar el desastre social que crearon y que después se fueron heredando al paso de los sexenios neoliberales, sino que además actuaron de manera complaciente -cuando no asociada- con la delincuencia organizada, particularmente del narcotráfico y del saqueo de recursos públicos. No pensaron que los sectores sociales mayoritarios ya los conocen bien y que dejaron de comprarles sus historias que les decían que los llevarían al primer mundo.  En resumen, una vez más por no entender el país y a sus ciudadanos, ahora politizados, se han ido dando de tumbos cada vez que abren la boca.

Ese discurso -intrascendente para la mayoría- no encontró eco más allá de las mismas élites que lo emiten y del “aspiracionismo” analfabeta que les sigue -cada vez en menor cantidad- (me remito a los resultados electorales a lo largo de estos cuatro años) Nuevos seguidores, afines a la ideología clasista que se dice “económicamente liberal” (con la ayuda divina de jugosas exenciones fiscales y concesiones públicas, hay que decirlo) no los tienen; son menos que los mismos de antes, haciendo lo mismo, diciendo lo mismo, gritando lo mismo.  ¿Por qué no se allegaron de nuevos ciudadanos a sus partidos?  Principalmente porque no ofrecen nada más que estar en contra de.., no tienen proyecto ni ideología, y su conservadurismo trasnochado invariablemente se ve acompañado de un desamor profundo al país. No tienen una sola herramienta que enfrente los resultados cuatroteistas.

Al no contar con liderazgos serios, dejaron sus tareas en bufones y peladitas, que han decepcionado y avergonzado al prianismo de antaño que hoy se encoge y esconde, nadie espera nada de ellos. Entonces:

Entre ellos se hablan y se entienden, sus líderes provocan y promueven majaderías en las personas que les representan como voceros, de ahí éstos pasan a manejar a sus menguadas huestes y  anularlas de todo entendimiento afectivo al país. México es naco, dicen; huele mal, dicen; es moreno, dicen. La gente conservadora y aspiracionista necesita que le digan cosas, oír cosas, hay muchos mensajes que provienen de gente idiota y que consumen con avidez;  cuando las élites vean el legado que están sembrando: la falta de civilidad y amor al país, la incultura y la ignorancia; no sé si se vean arrepentidos, lo que sí sé es que debería darles pena. Siempre hubo analfabetos, pero la falta de estudios y cultura se vivían como vergüenza, nadie se jactaba de no tener cultura o haber leído libros. Los analfabetos del conservadurismo de hoy son los peores porque en su mayoría han tenido acceso a la educación, saben leer y escribir, manejan tecnología, son la clase económicamente dominante, y, precisamente por su incultura y analfabetismo están volcados a ser un producto en un mercado.

Y nosotros los vemos caer, nos reímos de ellos, nos alegramos de sus fracasos golpistas y de sus resultados electorales, así van muy bien, no hay que distraerlos.

No, no los distraigan; nosotros avancemos en todo lo que hay que hacer para transformar el país que la tarea no es poca, a ellos dejémosles el encargo de memes y bots.

No los distraigan.

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México, Odio, Oposición, Polarización

Rabia

Desde entonces siempre ando por el mundo con esta caja de espadas, hiriéndome a mí mismo cuando no puedo herir a otros.

Marlowe

Los demonios andan sueltos. La oposición no soporta tener, cada día, menos influencia, se ven en la intrascendencia de las decisiones políticas, económicas y sociales porque ahora la mayoría de la sociedad es quien marca el camino. Y eso les enoja, les encoleriza, les da rabia. Tal vez ya prefieren enfurecerse –de una puta vez- en lugar de volverse locos poco a poco.

La 4T tiene una personalidad y trascendencia propias. El resultado de los cambios realizados en los últimos cuatro años es de tal magnitud que sacó a la luz a dos México que, pudiendo ser pluralidad, por obra de la miseria afectiva de los partidos políticos residuos del neoliberalismo, parecen estar permanentemente enfrentados.

Adam Przeworski es un conocido politólogo polaco especialista en temas de democracia. Me atrapa su claridad cuando explica que “los sistemas de gobierno representativo nacieron bajo el miedo a la participación de la masas populares (…]) de tal modo que no nos equivocaríamos mucho si pensáramos que el problema estratégico de los fundadores de las democracias liberales no fue sino cómo construir un gobierno representativo para los ricos y protegerlo frente a los pobres.

Así, la desventurada e incipiente democracia mexicana se ha instituido resistiendo -paso a paso, elección a elección- las trampas y fraudes del prianismo; y sin embargo, en la 4T nos hemos plegado a esa “democracia” que históricamente buscó impedir que las mayorías decidan el quehacer público. Los opositores son especialistas en blandir (después hablamos de los cuchillos) términos como libertad, justicia, democracia, etc. pero solo si se dan en las barbas del vecino porque cuando esa misma democracia les dice que son minoría, que ya no deciden, que ya no gobiernan sacan lo peor de ellos; sus demonios que les habitan y que hoy parecen escapárseles.

Esa rabia que se desliza desaforadamente en las palabras, gestos y gritos de los antagonistas a la 4T, que se expresa en las redes sociales desatando discursos de odio, intentando recuperar dogmas del pasado y dinamitando los precarios puentes de convivencia que se han sostenido a pesar de ellos; son los que en medio de un neolenguaje manipulador (aquel que dice una cosa por decir otra) han abierto una definitiva (creo yo) polarización. 

Porque ¿cuál es el costo de no canalizar la rabia con que la oposición se resiste a un nuevo modelo de Nación que busca resolver los grandes conflictos nacionales: principalmente la desigualdad y el clasismo? ¿Creen que alguien va  a olvidar o perdonar, cuando, sin la mínima empatía para compartir o entender la crudeza del testimonio de vidas en espacios de marginalización social (pobreza, criminalización, desempleo, racismo, machismo), lo máximo que se podría esperar de ellos, si acaso, es la indiferencia? Cada día que pasa, si por ellos fuera, se aleja esa posibilidad.

Hay una constante en los remanentes del neoliberalismo a la mexicana: la apología del fascismo, la conformidad con la desigualdad y  un clasismo descarnado, desentendido todo esto de cualquier terminología y pose académica. Su ataque golpista y la afrenta de odio representan un emplazamiento político cada vez más radical, cercano a lo subversivo y a la tragedia incendiaria. Porque en su propio juego democrático en el que no saben perder, les hemos ganado la partida y están dolidos, muy dolidos. Pero ojo, ningunearlos es muy grave, no son amenaza pequeña, son un peligro en potencia, tienen recursos, tienen medios y tienen cooptado a parte del poder judicial.

Aquellos que llaman al magnicidio, aquellos que le dicen cacas al presidente, aquellos que recomiendan colgar a los chairos en el zócalo, aquellos que aplauden el intento de degüello del Sr. Tabe (padre del alcalde panista en MH) a un funcionario público que le suspendió su ilegal negocio; aquel ex canciller que pedía parar al presidente por las buenas o por las malas; aquél doctor que sugirió aumentar las dosis de medicina de López Obrador para que muriera; esas mujeres en senado y cámara de diputados que se expresan y provocan vulgarmente; todos estos y más son los que representan y encabezan la rabia de esas élites que están dispuestas a inmolar a sus seguidores (porque ellos están bien resguardados y no dan la cara, solo avientan las piedras detrás de la barrera).

Los medios de comunicación que, a través de payasos que claman que el presidente es “pinche y pendejo”, juegan al retorno al pasado que les enriqueció; que a través de “columnistas” pendejean a los chairos que dicen les estorban, a los nacos que no piensan, a los morenacos, a los que son pobres por huevones, a los que no son “exquisitos” como dicta el canon del intelectual a lo Vargas Llosa; son punta de lanza en este embate social que estamos viviendo.

Están furiosos, perdieron Tamaulipas, la alcancía panista producto del narcotráfico; pierden las votaciones en las leyes que aseguraban no pasarían; la justicia -hasta donde se puede- les cerca; huyen del país; tiene que pagar los impuestos que evadían; ¡no lo pueden soportar! Es un drama que a algunos nos parece cómico a primera vista pero es de una profunda tragedia social; realmente se han exhibido en la putrefacción que intuíamos pero que ahora hacen visible.

Los opositores que no están de acuerdo en esta forma de actuar, es hora de que se deslinden, porque los están metiendo en un remolino que acabará por tragarlos. Estamos viviendo un tiempo de mercenarios que han desenfundado sus armas y las señales que han dado hasta hoy nos dicen que quieren sangre. De ese tamaño es su rabia.

En la 4T, tenemos que trabajar con algo así como un manual de urgencia para el tiempo presente. Hay que cuidar lo que se ha construido y a quienes están en la primera línea, particularmente al Presidente. Que los violentos no pasen.

*Adam Przeworski, Democracy and the Limits of Self-Government, Nueva York, Cambridge University Press, 2010, p. 162

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4T, México, Política

Mi columna 101

«Diré con una épica sordina: la Patria es impecable y diamantina»

López Velarde

Cien semanas después, hay quienes se mantienen en un limbo como representantes de una sociedad que ya fue, más bien que está dejando de ser a fuerza de empellones por parte de la sociedad mayoritaria. En una época de emergencia mundial, de cambio climático, del retorno de posiciones racistas y excluyentes, unos se quedaron como mero ornamento y escarcha. Los otros hemos cambiado.

El tiempo, como el espacio físico, es también una coordenada. Transitamos en el tiempo como si fuera las calles de nuestra colonia; algunos, cada lunes iniciamos una rutina laboral que deseamos concluya el viernes para dar paso a otra que hemos inventado y a la que nos hemos acostumbrado. En la medida humana, algunos creemos en la dimensión lineal que nos dice que los cambios existen y que nosotros, nuestro círculo cercano de conocidos y familia, nuestro país, el mundo etc. progresa (¿o retrocede?) hacia un sentido. Medimos el tiempo en celebraciones que concretizan aquello que nos marca con un número identificable por ciclos, semana a semana, año a año, quinquenios, décadas, milenios.

Hace 100 semanas publico una columna cada sábado, semana a semana escribo sobre la política mexicana, ¿por qué cada semana?, en mi caso por esa costumbre de apegarme a lapsos iguales, de esquematizar un sistema de control que aprendí y que se convirtió en algo natural: fechas, cantidades, números, repeticiones, conteos. ¿Por qué hablo de ello al concluir 100 escritos y no otro número? cien en vez de 43 o 74 o 119. Vivimos, yo por lo menos, rodeados de lapsos y conteo de cosas que tan solo nos dan un piso para pasar a un siguiente escalón que repita el mismo patrón anterior.

La política mexicana tiene sus ciclos: sexenios para cambiar un gobierno, los primeros cien días del mismo, las legislaturas anuales, los censos poblacionales, las conmemoraciones históricas que año a año se recuerdan. Nuestra sojuzgada rebeldía nos dice cuando es hora de celebrar, o  de recordar, o de hacer algo; así somos.

¿Cien semanas después qué cambia?

Tenemos un gobierno que pronto concluirá su cuarto año de ejercicio, restándole dos (tal vez es simpleza decirlo, o no); para éste el cambio consiste en haber realizado muchas de las cosas que ofreció hacer en su programa de gobierno: eliminación de fuero presidencial, de pensiones a expresidentes, de partidas secretas, del estado mayor presidencial, de gastos médicos y suntuosos a funcionarios. Tipificación de nuevos delitos como graves, disminución del hurto de combustibles “huachicol”, aumento del salario mínimo en porcentajes superiores a los históricos, aumento de la recaudación fiscal sin subir impuestos, eliminación del outsourcing y formas nuevas de considerar el reparto de utilidades, reformas a la ley de Infonavit, incremento de pensiones a adultos mayores, pensiones a personas con discapacidad y madres solteras. La lista es innumerable, decenas o centenas de acciones que se van cumpliendo en el tiempo asignado a este mandato de la democracia mexicana.

Seguimos: Obras públicas como Aeropuerto, Refinería, Tren Maya, Reservas ecológicas, Corredor Transístmico, plantas termoeléctricas, rehabilitación de refinerías en desuso y compra de refinería Deer Park en Estados Unidos, rehabilitación de cientos de hospitales abandonados, en cascarón o sin equipamiento, creación de decenas de cuarteles para la Guardia Nacional diseminados en todo el país. ¿Seguimos? No habría texto de 1000 palabras (como es el número de los míos semanales, salvo éste) que alcance para enumerar lo hecho.

De estas obras, proyectos y realizaciones he escrito en mis columnas. La política mexicana en su operación de gobierno realiza cosas, algunas de esas cosas de este gobierno son éstas.

Las obras anteriores significan que el transcurso del tiempo sexenal está acompañado de “cosas materiales” que cambiaron; y sin embargo, no es lo más importante.

Por otra parte, siguiendo con lo que ha sucedido en la política mexicana en estas últimas cien semanas, hay que referirse también al trabajo (sic) de la oposición. Aquí cabe muy bien la referencia que hacía William Morris en 1885 acerca de la diferencia entre Trabajo Útil vs Trabajo Inútil; sólo una frase para explicar la diferencia entre la dedicación gubernamental y la dedicación opositora: “¿Cuál es, entonces, la diferencia entre ellos? Uno contiene esperanza, el otro no. Es de hombres hacer un tipo de trabajo y es de hombres también negarse a hacer el otro”

Lista de cosas (que contengan esperanza) que ha hecho la oposición política en el gobierno del presidente López Obrador:

Haré un poema sobre nada. Un poema que se ha hecho a partir de la nada y que no dice nada. Hablando en serio ¿Qué podríamos decir? ¿Qué sabemos en realidad, qué conocemos más allá de nuestra propia incapacidad, nuestro cretinismo, nuestra imposibilidad de ser felices?*

Otras realizaciones opositoras que no contienen esperanza alguna: Bloquear, decir no a todo, vociferar, insultar, mentir, difamar, manifestarse de manera clasista y racista permanentemente, apelar al pasado, proteger cotos de poder, defender a ex funcionarios delincuentes; acudir a instancias internacionales y gobiernos extranjeros promoviendo su intervención en la política nacional…

De que la oposición no ha propuesto nada, ningún proyecto, ninguna política, ninguna idea que no sea otra más que decir NO a cualquier cosa que haga este gobierno también he escrito en mis columnas. Me gustaría que mis críticos me contradijeran diciéndome qué sí han hecho que no sea no, no, no… y sin embargo no es lo más importante.

Lo que sí es importante y es la esencia del cambio en el tiempo transcurrido en estas cien semanas, es que hay una nueva forma de percibir el México que queremos y sus posibilidades. Para quienes apoyamos los esfuerzos de gobierno, en medio de crisis mundiales, pandemia y guerra; existe un espíritu diverso, un numen prepotente como aquél del que hablaba el Dr. Eusebio Castro Barrera (tan poco recordado hoy, y que fue fundador de la Sociedad Mexicana de Filosofía junto con Vasconcelos) ¿Y cómo explicar este cambio? Es algo que se siente, más allá de las obras materiales esta transmutación del ideario mexicano de pasar de  creer que nada distinto sucedería, que todo seguiría siendo igual, que los jodidos seguirían siendo jodidos, que los restos del país seguirían en venta, que la corrupción e inseguridad sería para siempre porque así nos había tocado vivir en el tiempo que nos tocó vivir. ¿Y cómo explicárselo a la oposición si no lo percibe?, su odio es mayor que cualquier apertura a la posibilidad de esperanza y a la visión de lo que sucede. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

¿Cambió la oposición?, sí, retrocedieron, hace cien semanas eran y decían lo mismo, sin embargo ahora son más vulgares y agresivos; involucionaron.

Escribir de política mexicana, definiendo una posición ideológica y hacerlo sin ambigüedades tiene consecuencias; he aprendido a soltar a quienes prefirieron excluirme de su conversación y en contraparte he conocido gente abierta a la crítica y a la discusión; vivir en el momento histórico actual es una de las emociones personales más satisfactorias que hace apenas pocos años no conocía, es un placer haber escrito de ello;  la transformación de México -parafraseando a Enrique IV sobre París- bien vale una misa.

*Guillermo IX de Aquitania.

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4T, Conservadurismo, Feminismo, México

Mujeres y la 4T

“No puedo decir si las mujeres son mejores que los hombres. Sin embargo, sí puedo decir sin dudar que no son peor”.

Golda Meir

Hay preguntas que a veces no lo son. Son más bien expresiones de un lamento que se auto infiere quien las emite: ¿Crees que una mujer puede ser presidenta? Es pregunta retórica porque en México jurídicamente la ley lo permite desde 1953 (fue apenas en ese año, en el gobierno de Ruiz Cortines, que las mujeres gozaron de ciudadanía plena) Que hoy se escuche esa interrogante es por otra razón, no por el concepto legal.

Hay preguntas que no expresan una duda sino buscan hacer énfasis en algo que se quiere decir pero que es políticamente incorrecto hacerlo. ¿Quién está haciendo esta pregunta?: Los conservadores, la derecha, el panismo. ¿Por qué la hacen?: Porque saben que están ante la real posibilidad que en el año 2024 una mujer sea Presidenta de México. El camino para ensuciar la narrativa de esa eventualidad es cuestionar los “atributos” femeninos para la responsabilidad de encabezar el poder ejecutivo mexicano. Hacerlo de esta forma es taimado, es cobarde y es ruin, pero tiene una historia que explica el por qué. Veamos:

El PAN es el partido conservador y de derecha por excelencia, su esencia es antifeminista, misógina, machista, conservadora y, a veces, más cercana a un fundamentalismo religioso que niega en los hechos la igualdad entre mujeres y hombres. Si en 1941 el PAN les decía a sus mujeres el papel que jugarían en ese partido: “simplemente, que actúen como madres, como hermanas, como hijas, como novias, como amigas, pero encaminando su esfuerzo, su generosidad y su amor, no solamente hacia los fines meramente individuales sino al fin supremo de la felicidad de este grande hogar que es la patria, y en el cual ella, la mujer mexicana, debe ser como en el seno del hogar pequeño, reina, y por la dignidad, por el amor” En el 2001, no hace mucho, ¡ya en este siglo!, el destacado ideólogo panista, Carlos Abascal, secretario del trabajo y de gobernación en el gobierno panista de Vicente Fox se expresaba así: “¿Las mujeres también son seres humanos? El trabajo del hogar es el medio de realización plena de la mujer”. (Por cierto, ni hombres o mujeres panistas se quejaron)

Y, para más perlas del “feminismo” panista baste recordar la de Vicente Fox: “el 75% de los hogares en el país tenían una lavadora, pero no de dos patas o de dos piernas, sino metálica”. O la del gobernador panista de Baja California Francisco Vega: “Ustedes son lo mejor que nos ha pasado. Están rebuenas todas para cuidar niños, para atender la casa, para cuando llega uno y ‘a ver, mijito, las pantunflitas’. No, no, ustedes de veras que son el pilar de la familia y perfectamente lo saben. Muchas felicidades”. O Diego Fernández y el viejerío etc. Sí, la historia de la misoginia y machismo panista es larga.

Se han preguntado ¿Por qué si en el PAN hay mujeres diputadas y senadoras, preparadas, experimentadas -más allá de la ideología conservadora que profesan- se les tiene en silencio y se les acota su participación pública? Y en cambio, ¿a las que se comportan como pendencieras, vulgares e ignorantes como Kenia, Xóchitl, Lily y otras aún más estridentes pero con menos reflectores; las “usan” como su voz feminista, sus  representantes en medios y posibles candidatas? lo hacen porque saben que sus expresiones arrabaleras le indican a los votantes que la pregunta ¿Puede una mujer ser presidenta? es válida en el conservadurismo.  Presentar a estas mujeres como “figuras” posibles candidatas es mera burla que busca, una vez más y como siempre, que la derecha acepte la necesidad de un tradicional machín de los que “comen santos y cagan diablos”. Es la manera de decirle a sus votantes: ¿ven porqué necesitamos hombres a cargo?

Mientras que en la izquierda, particularmente en MORENA, la paridad en las posiciones políticas es una realidad, mientras que gobernadoras, diputadas, senadoras, secretarias de Estado; ganan las posiciones en que compiten y tienen presencia y voz pública, imponen puntos de vista, GOBIERNAN, MANDAN, ACTÚAN de manera abierta y naturalizando lo que es natural: la igualdad de géneros; en el conservadurismo prefieren minimizar a sus propias, hacerlas a un lado y presentar un “feminismo con cara de macho” en la figura del camorrismo vestido de mujer.

MORENA tiene fuertes candidatas para el 2024 o para cualquier posición de primer nivel, Claudia sobresale en las encuestas para candidata presidencial, pero están también Rocío, Olga, Tatiana, María Luisa, Luisa, Alejandra, Rosa Icela, Delfina, Salma, Citlalli, y más, muchas más; en la izquierda ya no es tema, ya no es una discusión la figura de la mujer en la toma de las decisiones más importantes del país.

En la oposición no hay candidatos hombres posibles, no tienen figuras destacadas porque cualquiera que levanta la cabeza rápidamente es vapuleado por su propia historia y, lo que es de destacar es que no hay candidatas posibles, porque al PAN le aterra la idea de presentar una mujer que resulte interesante para el electorado. Si alguien cree que en su momento haber presentado a Margarita es algo distinto a lo que hoy hace con las ramplonas que le representan, se equivoca; a pesar de que Margarita es una mujer preparada y con experiencia la lanzaron al ruedo porque sabían que su nula habilidad para comunicarse y el ser esposa del criminal expresidente la volvía un cero a la izquierda (como su % alcanzado lo constata), reiterando la estrategia que busca que en el ideario colectivo panista es necesario que sean hombres los que lleguen al poder; las mujeres no. Para la derecha mexicana, la defensa de la familia heteropatriarcal, la preservación de la cultura en su versión más reaccionaria, la alianza con las iglesias y las élites establecidas, el clasismo, la oposición al aborto seguro y legal, los prejuicios, costumbres y tradiciones que se basan en la idea de la inferioridad de la mujer o en roles estereotipados; hacen ver muy lejos el día en que sea una mujer quien les represente de manera seria para una posible candidatura presidencial. Por eso prefieren jugar con la pregunta: ¿Crees que una mujer puede ser presidenta? No cabe duda, machos pero hipócritas, la vileza en todo su esplendor.

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Guerra, Historia, Mundo, Rusia, Ucrania

¿Por qué Ucrania?

Una cosa es el largo plazo para el que podemos pensar en Imperialismos, Otanes, Élites,  Capitalismo etc. y otra es lo inmediato, y lo inmediato es que se está destruyendo a un país, prácticamente se está viviendo un genocidio ante la cara del mundo, y, ante tal circunstancia de hechos se requiere recibir “ayuda” de quien la aporte. No hay contradicción, es tan solo realidad.

Se puede discutir la intención de Occidente, principalmente de Estados Unidos y algunos países de Europa; nadie es ingenuo como para creer que buscan la paz y el bien de Ucrania per se; no, para ellos no es Ucrania, son sus negocios y es su enfrentamiento con Rusia; sin embargo, detenernos en ello es permitir la tragedia humanitaria que está sucediendo ya por varios meses y que ha acabado con ciudades, vidas, economía e infancias.

Se le quiebra la voz a Yuliya Yurchenko al presentar su ponencia: “Ucrania, Autodeterminación y Guerra Imperialista” en el foro de conferencias  Socialismo 2022 que se realizó el fin de semana pasado en Chicago bajo el patrocinio de decenas de organizaciones que promueven propuestas de “izquierda” ante los ingentes y urgentes problemas que afectan al mundo.

Yurchenko, es catedrática de Economía Política en el Instituto de Economía Política, Gobernanza, Finanzas y Responsabilidad de la Universidad de Greenwich, Reino Unido, y vicepresidenta de la Critical Political Economy Research Network; se ha convertido en una de las voces más importantes en la diáspora ucraniana para explicar el conflicto desde una visión local, afectiva, real, una visión que incorpora el olor del polvo de las ciudades destruidas, los cuerpos de familias masacradas, las lágrimas y locura de mujeres violadas.

En 2018, escribió “UKRAINE and the Empire of Capital” bajo el sello PLUTO PRESS, libro que se convirtió en un importante análisis económico político que sirve para entender el desarrollo ucraniano en la era post soviética; en este libro presenta sin ambigüedades la realidad de su país enfrentado en rivalidades locales, cleptocracia, guerra por los recursos naturales y hace ver el peligro de los grupos crecientes de extrema derecha. Nada le es ajeno, conoce bien la dinámica y los conflictos de su propio país y no exime a nadie de responsabilidades que tangencialmente se encuentran en el conflicto actual.

Sin embargo ahora que estalló la guerra provocada por la invasión rusa, no como algo nuevo dado el antecedente de la invasión de Crimea en 2014; Yurchenko hace una clara distinción entre la situación de su país con problemas propios de un país soberano e independiente y la invasión por parte de la potencia rusa.

En los últimos conteos, el saldo de muerte alcanza decenas de miles de muertos ucranianos; cientos de niños desaparecidos, muchos sacados del país y enviados a Rusia con el fin de chantajear a sus familias o de plano para darlos a familias rusas y que dejen atrás su historia y recuerdos ucranianos (nada distinto a lo sucedido en las dictaduras latinoamericanas, es bien conocido el caso de las “Abuelas de Plaza de mayo”, madres argentinas en busca de sus hijos y nietos víctimas de desaparición forzada); violaciones y agresiones sexuales a mujeres principalmente pero también a hombres y niños, esto como renovada y perversa forma de guerra; todo lo documentado a la fecha no es sino lo que se enjuiciará en un futuro, sin embargo, la guerra sigue, no tiene para cuando acabar.

En México, la historia bien conocida, aunque irrelevante para la derecha de este país, nos recuerda que en una invasión similar (territorial) por parte de Estados Unidos, nuestro país acabó perdiendo parte de lo que hoy son los estados de Wyoming, Kansas, Oklahoma y todo Texas, California, Utah, Nuevo México y Colorado; medio país fue invadido y apropiado por el país vecino. De este hecho y de la historia de muchas otras invasiones por Estados Unidos incluyendo sanciones económicas a quienes no comulgan con sus ideas, es natural que para muchos aquí nos derive en una absoluta desconfianza al interés gringo en “apoyar” la defensa ucraniana en esta invasión por la Rusia de Putin. Porque Estados Unidos y sus aliados pasarán la factura y liquidarán la economía de Ucrania como lo hicieron con la de Irak, sí, eso también pasará. Pero esa será otra historia.

La conjunción de dos ideas: por parte de Vladimir Putin de que Ucrania en realidad no es un país y que su población debe ser desnazificada y, la de Estados Unidos y el presidente Biden (a quien le estalló el conflicto) que –refiriéndose al mundo- ellos hacen las reglas y ellos dan las órdenes es la tormenta perfecta para la tragedia en el corazón de Europa.

El mundo está loco, loco, loco, (parafraseando la película de 1963 dirigida por Stanley Kramer) aunque contrario a la película la realidad actual no tiene nada de cómica: problemas mayúsculos en Irak, Siria, Yemen, Etiopía, Myanmar, bloqueos económicos a  Cuba, Venezuela e Irán; consecuencias económicas por la pandemia, refugiados y desplazados en decenas de millones de personas, inflación, interrupción de cadenas de suministro, desabasto de energéticos; la huella indeleble del conflicto de potencias está presente; estamos viviendo una vez más el infinito reacomodo de imperialismos.

Sin embargo, la guerra de Ucrania para defenderse de la invasión rusa en una lucha absolutamente legítima y democrática. Esta verdad no niega la corrupción de la oligarquía política que rige ese país en las últimas décadas, no niega tampoco la presencia de nacionalistas de ultra derecha en sus estructuras militares y políticas; no niega nada pero, Ucrania es un país independiente que hoy se encuentra sometido, invadido y en proceso de destrucción.

Es necesario separar la idea de la dualidad política mundial con los hechos reales, puntuales y trágicos: Ucrania está siendo masacrada por Rusia, es una tragedia ante los ojos del mundo.  Ucrania requiere solidaridad (no de banderita en redes sociales por convivir), alimentos y dinero; y tiene por necesidad de subsistencia que tomarlo de quien sea, de quien lo provea, aunque la factura llegue más temprano que tarde.

La solidaridad con Ucrania no puede ni debe confundirse con apoyo a la política norteamericana en su conflicto con China a través de Rusia; es necesario separar la necesidad humanitaria de apoyar a Ucrania por Ucrania misma; no podemos permitir o conformarnos con que un país independiente, otro más, sea devastado por fuerzas exógenas. Que se jodan los rusos y los estadounidenses, quien sea, pero es hora que sus batallas las den en sus casas o no las den. La idea de un pacifismo no es más una ingenuidad, es una urgente necesidad que evite el fin de la civilización de la mano del desacuerdo de potencias nucleares con derecho a veto en las Naciones Unidas para hacer lo que les da la gana.

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4T, Futuro, Lealtad, México, Traiciones políticas

El que no va a ser

Al perro que tiene dinero se le llama señor perro.

Proverbio árabe.

Pero no lo es, llámese como le gusten llamarlo sigue siendo perro. Aunque se diga el sucesor, la mejor opción, el dialogante, el de experiencia, el amigo de todos, el queda bien; sigue siendo perro. No hay cabida por la puerta de la candidatura al 2024 por la 4T para el marcado por la traición.

En pocos meses se definirá la candidatura de MORENA y aliados para la presidencia a votar en el 2024. En dos años habrá un nuevo presidente para el siguiente sexenio, elegirlo es una de esas decisiones que marcarán un camino de no retorno, no podemos equivocarnos si no queremos regresar al reciente pasado. La tarea de un próximo sexenio es consolidar lo realizado, cerrar las puertas a retrocesos a que hoy aspiran los defenestrados del neoliberalismo, a permear -por sus resultados- las bondades del proyecto 4T y a generar nuevos futuros con menos desigualdad. Eso es mucho y eso no es tarea para cualquiera.

Más allá de preferencias personales para optar por quien sí, hoy ya tenemos razones suficientes para saber por quien no. El que no será por la 4T.

Las certezas, datos duros, escenarios analizados y el espíritu social actual, nos dicen que el candidato que presente la coalición que hoy gobierna será la o el próximo mero mero. La siguiente tlatoani, el mesías que no deje dormir al krausismo, la nouvelle dictadora del dresserismo fácil, el chairo mayor.2, la nueva receptora del insulto clasista y vulgar o como le quieran llamar Loret, Brozo, Aguilar Camín, Diego y demás secuaces, saldrá de las filas del movimiento que en 4 años ha ganado 22 gubernaturas, la mayoría de congresos estatales y que eligió en 2018 al presidente que, hoy, faltándole 2 años para dejar el puesto, se mantiene como el segundo mejor evaluado del mundo y que en México tiene niveles de aceptación en rangos de 70%.

Si esto es así, pues es fácil deducir quien no será candidato.

La crónica de vida de López Obrador lo dice en su historia bien reseñada en hechos: no mentir, no robar, no traicionar, es su guía de acción. Quien no siga esta guía no será candidato.

La aventura en la construcción de un partido como MORENA inició precisamente para alejarse de las políticas gatopardistas de hacer para parecer –sólo parecer- cambiar; de la venta neoliberalista del país; de la traición perredista que se plegó al pacto por México peñanietista; de la acostumbrada caravana hipócrita al poder;  del acuerdo en lo oscuro para castigar a las mayorías; del compromiso insustancial por quedar bien con todos; del juego de «izquierda» conservadora y naif para pactar con PRI y PAN. Quien no tiene la intención de alejarse de estas prácticas no será candidato.

La coalición lograda con partidos PT, PVEM,  –distintos a MORENA en muchas cosas- se fundó bajo un tronco común de votar a favor de un único proyecto, no varios proyectos producto de algún dirigente ególatra de ocasión. Con esa coalición el gobierno se ha enfrentado denodadamente al embiste diario, sostenido y “copeteado” de las élites y sus personeros incrustados en el poder y en los medios. Quien en este contexto juega al mediador, al medias tintas, al no soy de aquí ni soy de allá, no será candidato.

La 4T en su conjunto, la que incorpora no solo a partidos y dirigentes sino a la sociedad mayoritaria de este país, se enfrenta decididamente a las resistencias que hay, de pocos pero ruidosos con mucho poder y dinero, ante cada proyecto o política en su beneficio, y se encara permanentemente con las mafias del pasado tan vigentes en los juzgados, los medios de comunicación, los poderes legislativos y gobiernos corrompidos hasta la médula, para defender la causa justa en la que se fundamenta el nuevo espíritu social de esta transformación. Quien no esté de este lado (¿es ésta la polarización que le gusta mentar a algunos?), sin ambages y medianías no será el candidato.

Decía Aristóteles: “El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad”

Hay un interesado en el puesto: bien conocido, de larga trayectoria política, en su juventud considerado uno de los futuros líderes de México; uno que se sabe mover para salir en la foto, ha tenido importantes puestos, fue gobernador en su estado, lo llevamos al Senado, le dimos derecho de picaporte presidencial y a pesar de ello su deslealtad hace que todo le sea insuficiente.

En su afán narcisista y su deseo inconmensurable de poder,  sacó un pie del proyecto lopezobradorista, morenista, cuatroteista, para ponerlo en el tablero opositor, hoy mide su chantaje en su engolada palabrería. Usa términos como democracia, derechos, libertades y tolerancia que, una vez que salen de su boca se escuchan como yo, mí, me, conmigo para desinflarse como globos y pasar al olvido. No se le recuerda un planteamiento o proyecto, es un hombre de momento, es un hombre sin sustancia.

 No se ha ido pero ya se fue, lo sabe y lo sabemos; el momento de su partida lo mide como buen calculador que cree que es; está herido en su ego y planea su redención haciendo explotar todo lo que pueda. Quiere vender cara su deslealtad aunque del otro lado es mero artificio para intentar dinamitar el futuro de la 4T, no lo quieren, lo necesitan no para crecer con él sino para hacer daño; le podrán dar mucho dinero y beneficios pero en su traición cancela su futuro de primer nivel político.

Llama la atención que su derivación narcisista le haga acompañarse de gente moralmente grotesca, siempre lo verán asistido o asistiendo a una troupe de hombres y mujeres deformes con muecas contrahechas que muestran aborrecimiento, odio y  desesperación. Se rodea, como en un mal circo, de personas que le constaten que en tierra de ciegos el tuerto es rey.

No, no será.

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AMLO, Historia, México, Oposición

El niño del tambor

Si no quieres repetir el pasado, estúdialo.

Spinoza.

La política mexicana fue relativamente fácil de entender hasta el 2018, antes nada cambiaba, se vivía entre la simulación y el gatopardismo. A partir de la llegada de López Obrador, el PRI, el PAN y el PRD implosionaron y cambió todo el sistema de partidos e instituciones. Esto significa que, para entender el momento actual, se debe comenzar casi desde cero, y si no desde cero, sí hay que volver a comenzar.

Los cambios políticos y sociales de los cuatro últimos años son crueles para el entendimiento de niñatos que se niegan a asimilar un México nuevo y distinto.

Todo empezó con una maqueta de aeropuerto: un día se les dijo que ese capricho suyo no se haría, que su juego de “pretender” ser primermundistas no incluía comprometer el erario futuro, años antes de que empezara su construcción se les dijo que no lo hicieran, que era insostenible, que si lo hacían se les quitaría, no lo creyeron. Acostumbrados a hacer lo que se les pega la gana lo iniciaron, en su juego de terquedad obviaron todos los datos que les decían que ecológica, económica y técnicamente, su operación -en caso de que fuera construido- desembocaría en riesgos ambientales y financieros inaceptables para el país. Pues pasó, lo iniciaron, cambió el gobierno, se los quitó. Recomiendo la lectura de “La cancelación” de Jiménez Espriú, el sólo prólogo ya es suficiente para entender el desastre que se avecinaba.

Su chifladura, en esta ocasión, se quedó en una seductora maqueta que al no realizarse, y ciegos a las razones, provocó algo similar a un efecto de síndrome de Peter Pan: afloró una gran inmadurez emocional en su edad adulta que -cuatro años después- no pueden controlar.

México cambió en muchas cosas, sigue en un proceso de reformas económico, político y social y la oposición se mantiene en una infantil pataleta.

Después de la maqueta siguieron leyes, llanto otra vez; fin a negocios y componendas que saqueaban el presupuesto público, gritos y maldiciones; redistribución del ingreso favoreciendo las necesidades más básicas de la población vulnerable, rabietas y conductas desafiantes; Aeropuerto, Refinería y Carreteras concluidos (no maquetas), vinieron los golpes y mordeduras.

El problema  es que les educaron para creer que élite económica y política significaba ser el centro del universo y que  per saecula seculorum obtendrían lo que desearan de manera inmediata; de ahí la frustración, de ahí su decisión de no madurar e incorporarse a un mundo de adultos que construye un nuevo país.

Vivieron acostumbrados a contarse y creerse sus propias historias, para validar su saqueo preparaban una narrativa de “conveniencia” pública, la transmitían en sus medios de comunicación a través de sus locutores, periodistas, intelectuales (sic), que dinero de por medio repetían lo que fuera necesario para fundamentar la rapiña a la que sometieron a México durante décadas; qué otra cosa si no es el fobaproa, la venta de empresas públicas, las concesiones de minas, el desmantelamiento de PEMEX, CFE y –en general- la industria energética; la destrucción para su privatización de los sistemas de salud y educación; el contubernio con el narcotráfico. Sí, qué difícil debe ser que se les haya acabado el poder de decisión para acabar con el país pero, ¿nos importa? No, que lloren y que pataleen si es lo que quieren.

Hay un excelente libro de Gunther Grass que llevó al cine Volker Schlöndorf en 1978: “El tambor de hojalata”. La historia relata la vida de Oscar, un niño que vive durante la época de la Segunda Guerra Mundial y que a los 3 años deja de crecer, su cuerpo deja de crecer pero su mente no. La trama es compleja, macabra, extraordinaria; sirva mencionarla por dos cosas: una, es que éste Oscar acaba en un hospital psiquiátrico a los 29 años, y dos, que me hizo pensar en el trauma tan fuerte con que va cargando la oposición mexicana al tener cuerpo de adultos y comportamiento infantil.

Teóricamente, uno de los umbrales que marca el paso a la edad adulta es la aceptación de responsabilidades cívicas y la participación en la vida pública. En un mundo sano, ser adulto equivale, en buena medida, a ser ciudadano. Los opositores mexicanos, en su sustracción al debate de ideas y al acompañamiento (de preferencia crítico pero sustentado) a las políticas públicas nuevas -distintas a las que se construyeron en su propio beneficio- gamberrean el significado de ciudadanía, de alguna manera se presentan como extranjeros frente al resto de mexicanos.

¿Qué hacemos? ¿Procuramos incorporarlos a la discusión pública o los dejamos fuera? ¿Seguimos viendo cómo se dan topes de pared a cada elección en que pierden o les anticipamos poco a poco que el próximo año perderán también el Estado de México y Coahuila para que lo vayan aceptando? ¿Les contamos lo que dicen todas las encuestas y escenarios futuros del 2024 o preparamos las cámaras para filmarlos mientras escupan su rabia?

Con todo lo anterior, hay que decir que la situación es más compleja que sólo verlos emberrinchados, en términos generacionales representan a un grupo con una descendencia y un entorno que bien puede aprender del mismo embrutecimiento clasista y negacionista de sus padres. Nos enfrentamos a la tarea ética infinita de no ceder y cuidar el proceso de transformación en el que estamos envueltos porque con estos de mentalidad novata y bisoña no contamos, y a mi parecer ni contaremos.

Cambiemos de perspectiva y observemos las cosas desde el otro lado ¿qué están viendo ellos?: realidad y espíritu; un sumario de hechos, políticas y formas nuevas acompañadas de un ánimo y un “por qué” que no pueden entender, saben que hay una complejidad cultural y un aglutinante social que no alcanzan a concebir en su individualismo egoísta.

Mejor que se llore en su mundo feliz y no en el nuestro real.

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México, Mirreyes, Oposición

Póngase una papa en la boca

En la cabañuki de mi papi en la montaña papalord, ahi llevamos a las lobukis para matar el frio auuuuuuushhh.

Mexican curiosité

Hace algunos años, un Instituto preparatoriano, un centro de estudios “de élite”, religioso, exclusivo para hombres, gestionado por los Legionarios de Cristo, dio el campanazo a una realidad de la que poco se hablaba en ese momento. Un video clasista, racista, misógino y discriminatorio fue el colofón de la celebración de graduación de una generación de varones. Se presentaba en sociedad una nueva camada de mirreyes.

En el polémico video, los jóvenes estudiantes hacen pasar por un casting a un grupo de mujeres para ser elegidas como sus parejas de baile. Los nuevos mirrreyes, acompañados por un jaguar y flanqueados por dos mayordomos morenos, las obligan a lavarles los pies al tiempo que las desprecian hasta encontrar a la que es digna de su estulticia. En respuesta a las críticas, el Instituto Cumbres expresó en un comunicado que el video “no representa los valores del centro”

Y sin embargo, sí, sí los representa, (este vergonzoso video puede verse en redes aunque ha intentado ser bloqueado por sus hacedores), a nadie sorprende que el elitismo legionario tenga como consecuencia la formación de algunos estudiantes, muchos de ellos hijos de políticos, narcotraficantes y empresarios beneficiados con contratos públicos, que no tiene comedimiento para exhibir un derroche económico sin precedentes: la herencia que se encontraron en la cuna en que nacieron.

La vida “mirrey” de abusos y clasismo por parte de estos jóvenes herederos: de borracheras con decenas de botellas de champaña descorchadas en los antros, de viajes en aviones privados, de cuentas de miles de dólares en restaurantes, de bolsos y ropa de marca por la que se pagan cientos de miles de pesos, de choferes y personal de servicio las 24 horas, conforma un estilo de vida particular y fácilmente identificable porque está rodeado, invariablemente, de gasto ostentoso, exhibicionismo y narcisismo. La marca de la casa del mirreynato es el alarde de riqueza acompañado de una muy dolorosa comedia en la que estos individuos actúan para sí mismos. Son porque se ven en sus fotos y redes sociales, si no hay foto, no son.

¡Mi Jaime renunció ayer!, me dueles México.

En la escala involutiva de los estereotipos de tribus que conforman la sociedad mexicana, en el escalón más bajo y decadente se encuentra aquella conformada por estos mirreyes: niños mimados, insensibles, insustanciales, ricos, que poco tienen que ver -aunque de algún modo son  sucesores- de un esnobismo casi ingenuo representado por las llamadas niñas fresa, los niños bien o  los junior; clan que en su etapa de debilidad intelectual derivó en este grupo promotor de la impunidad, la prepotencia y el desprecio por la cultura del esfuerzo.  Eso sí, han creado una forma de hablar, ininteligible a veces, para marcar distancia con el idioma español tan de los comunes y corrientes. Ellos viajan en su «yatesuki papawh” mientras nosotros apenas y para la panga tenemos.

Ahora, ¡a lo que te truje Chencha!, si les oye decir: ¡es un tema político goeeey! Ya valimos.

El futuro no pinta bien si estas personas llegan al poder. ¿Si, cómo que si? No, la pobreza intelectual que predomina en las élites de poder mexicanas es inocultable y ha permitido que estos mirreyes ya se encuentren dirigiendo gobiernos locales, tengan diputaciones, senadurías y puestos de responsabilidad. Son los nuevos monárquicos arrodillados.

Han llegado al poder, de la mano del PAN, del PVEM y de MC personas insensibles, que no solo no entienden que no entienden, sino que tienen en sus manos decisiones que marcan el futuro de millones de personas. Formados en entornos de plena ignorancia de la realidad social definen políticas públicas que afectan a las mayorías.

En España se les llama pijos, en Argentina chetos, en Chile cuicos, en Colombia gomelos, en Bolivia jailones, en República Dominicana  jevitos, en Ecuador pelucones, en Costa Rica pipis, pitucos en varios lugares del Cono Sur, en Panamá yeyés, en Venezuela sifrinos, en todos los países hay apelativo para estos “mirreyes”. No son producto exclusivamente mexicano, son producto consecuencia de un neoliberalismo que puso al frente de cualquier valor ético, moral o social, el tener para ser, el tener para ostentar, el tener para hacer el ridículo con conocimiento de causa.

Afortunadamente estos nuevos gobernantes y empoderados políticamente, se enfrentan a que lucrar con la cultura del desprecio se convirtió –socialmente- en una canallada que equivale a su suicidio político, gobiernan una vez pero no repiten, la sociedad mayoritaria los identifica y a su vez les desprecia. Un gobernador de Nuevo León como Samuel García (tan fosfo fosfo), un dueño de partido como Jorge Emilio González, un aspirante a gobernador como Roberto Palazuelos, muchos de los “jóvenes” panistas que acompañaron los gobiernos foxista y calderonista, todos ellos desconectados de la ciudadanía; son como las tigridas, esas plantas que solo florecen por un día. Florecen al amparo de ruido mediático, de redes sociales, de compadrazgos y de corrupción, pero al no tener sustento intelectual o social perecen en cuanto son vistos por los «otros», reivindican su ignorancia afirmando su veracidad (material).

Estos individuos, mujeres y hombres, tienen la sensación de decir la verdad sabiendo que están diciendo cualquier cosa, se conceden importancia apelando a su propia tragedia. Si los oye ponga atención, escuche su lamento mientras observa su camisa desabotonada, se saben vacíos. Recuerden las célebres palabras de Samuel García sobre la dura infancia que le tocó y formó al lado de su padre, ésta perorata nos explica mejor lo que yo intenté aquí: “Era bien duro porque me decía: ‘Si quieres que te pague la semana te tienes que ir conmigo al golf el sábado, y terminando los 18 hoyos te pago la semana.»

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4T, Desmemoria, México, Oposición

El curioso caso de los 4 gatos

Él puede parecer y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.

Groucho Marx

Si los escuchas hablar oirás que su diagnóstico es que este gobierno llegó a su fin, que lo que sigue es el desastre y que muy pronto volverán al poder; aunque los números tienen otra versión.

Mientras los oyes defender y librar la “batalla cultural” contra López Obrador al mismo tiempo que defienden modelos golpistas, al tiempo que agitan su bandera ucraniana en una guerra que prefieren no entender y, mientras siguen creyendo que basta con convocar al viejo anticomunismo en vez de pensar la gravedad de la pobreza, la desigualdad y la corrupción que promovieron en sus gobiernos; sólo queda avisarles que -esa batalla contra molinos de viento que dicen ver- la perdieron en el momento en que perdieron la vergüenza.

No es extraño que sus propuestas busquen retroceder el reloj de la historia, su miedo ante la persistencia de la pérdida de privilegios mal habidos que no construye un horizonte común de mejoras para la mayoría; y esto, que parece tan simple, sí lo percibe la gran mayoría de ciudadanos: los que llaman iletrados, ignorantes, flojos, nacos, esos a los que hay que sentar a veces en el último recoveco del restaurante para que no afeen la vista. Y es por eso que van en sentido contrario a la historia, es por eso que pierden y seguirán perdiendo.

Así como el maullido de los gatos puede expresar entusiasmo, excitación, compromiso o angustia, si pudiéramos hacer un análisis acústico del lamento opositor de los últimos cuatro años, sabríamos que expresan resentimiento, odio, discordancia con la realidad y miedo. Sobre todo miedo, mucho miedo.

No importa de quien estemos hablando: si del opositor dirigente partidista, del “aviador” sin puesto que se enteró que para cobrar hay que trabajar, del burócrata sin mordida, del empresario obligado a pagar impuestos, del aspiracionista acostumbrado a aparentar lo que no es, del patrón furibundo por tener que pagar prestaciones sociales, del ex funcionario al que se le acabaron los “cuates” en los gobiernos, de los factureros, huachicoleros, becarios, periodistas del chayote, etc. De cualquiera de estos opositores que abundan en medios  y redes de comunicación y los otros sólo agazapados en su frustración, lo que les caracteriza y les unifica es el miedo.

Por no leer a Savater por ejemplo no se enteraron de la norma que bien les aplica en el contexto de una transformación como la que estamos viviendo: “¿Cuál es la única obligación que tenemos en esta vida? No ser imbéciles (…)” (Fernando Savater, «Ética para Amador»)

Pero no, había que actuar sin pensar dos veces, decidieron que había que decir no porque no; resolvieron que era más sencillo quedarse en el pasado y cobijarse en sus certezas, sus controles y sus seguridades bien conocidas, antes que atreverse a agradecer a la existencia misma por estar presentes y vivos en un momento histórico inaugural mexicano. Se olvidaron de ser felices, para solo estar seguros en sus miedos, se asustaron porque era más fácil embotarse y pasmarse que razonar la nueva realidad. He aquí la tragedia del opositor de hoy: duerme para huir del miedo, y además… no lo sabe.

¿Qué circunstancia material activó o cuál fue el origen del miedo vigente en las venas opositoras? La cancelación de un aeropuerto, ese proyecto -sumergible obra cuyos datos técnicos, ecológicos y financieros hacían inviable- fue lo que activó el sentimiento que los trae a la circunstancia en que hoy se encuentran. Vieron lo que no era, creyeron lo que no era, prefirieron no entender las razones y quedarse en el pánico.

Constantine Slodobchikoff, es un especialista en comportamiento animal, a la pregunta de por qué los gatos tienen miedo a los pepinos, explica: «Los gatos están genéticamente programados por instinto para evitar las serpiente. Como los pepinos se parecen a las serpientes, los gatos les tienen miedo”  ¿Qué les pareció a los opositores que fue la cancelación de esa obra que su instinto les activo el miedo en que aún hoy viven, qué pepino vieron?

El mundo está cambiando, México también, las evoluciones no son para pusilánimes ni cobardes y mucho menos para aquellos que no entienden que en el mundo actual en el que los grandes poderes y las grandes élites mundiales van por todo, la unión de todos sería la fuerza que podría acompañar el destino mexicano. Es un gran momento como para preferir seguir agazapados, criticando, mintiendo y desmotivando a quienes guían en este momento el país. Lo que sí ha hecho la oposición y es su letra escarlata es que no han acompañado a este gobierno en nada, absolutamente nada; como si no fuera su país escondidos en su miedo prefieren apostar a su fracaso. Los demás tenemos que avanzar, seguir escribiendo la cotidiana historia sabiendo quienes son los unos y quienes los otros.

Como dice la canción:

Nos ven reír, nos ven luchar
Nos ven amar, nos ven jugar
Nos ven detrás de su armadura militar

Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.

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México, Odio, Oposición

Cataclismo semanal

El odio es la cólera de los débiles. Daudet 

Acto fundacional:  En 2006 Felipe Calderón llegó a la presidencia por la vía de fraude, su “estratega” político el español Antonio Solá a quién pagó millones de dólares, se inventó un lema para agraviar al candidato López Obrador, lema que fue repetido millones de veces en los medios de comunicación. El mantra obligado para los odiadores al candidato de la izquierda fue: No pregunten, no cuestionen, no piensen por ustedes mismos, solo repitan “Es un peligro para México”. Y de ahí pal real.

Sí, porque para hablar hoy del comportamiento de los opositores, hay que remontarse a ese infausto 2006 en que un presidente fue impuesto por las élites de poder, no por los votos, bajo un discurso que descalificaba burda, brutal y peyorativamente a López Obrador y su movimiento. Es en ese momento, que ese grupo elitista y tramposo se dio cuenta que sus seguidores; aquellos beneficiados por el neoliberalismo, vividores acostumbrados a prerrogativas a cargo del Estado y aspiracionistas que avalaban el dispendio gubernamental y el reparto de la riqueza pública entre pocos, se satisfacían con recibir migajas y sobras y que a cambio de ellas se convertirían en caja de resonancia de cualquier mensaje que se quisiera transmitir, cualquiera.

Años después, el mensaje a transmitir fue que el candidato Peña Nieto era guapo y se rodeaba de excelentes administradores. La caja de resonancia funcionó, el rebaño conservador votó por Peña Nieto, y así nos fue.

En el 2018 aquel ciudadano mexicano, que 12 años antes fue robado electoralmente, llegó a la presidencia, para ello fue necesario construir una mayoría de votos a su favor como nunca antes había existido en México para que ningún intento de fraude fuera suficiente para evitarlo; su triunfo representa todo aquello que la minoría opositora desprecia. El presidente de México se convirtió en el insoportable espejo de los conservadores mexicanos, el que les hace ver reflejado su clasismo, su racismo, su corrupción, su misoginia y, sobre todo y sin importar las consecuencias, su deseo que a este gobierno le vaya mal en lo que haga.

Desde el momento que llegó al poder, ante todas, absolutamente todas las decisiones y políticas, todas las obras públicas, todas las propuestas y leyes, esa oposición conservadora -que aun medra en la discusión pública (antagonistas muy disminuidos en cantidad y calidad pero con mucho dinero para seguir transmitiendo su mensaje)- se ha encargado que éstas sean desacreditadas; sea lo que sea, para éstos todo está mal y lo que sigue a cada acción es un perorata de tragedia, un discurso reflejo de su deseo de que México vaya camino al precipicio.

Por si no fuera suficiente su mal augurio, entre la resonante borregada se puso de moda ser imbécil y nos encontramos con que cada día surgen especialistas en todo que no saben de nada; los mismos son un día ecologistas y al siguiente epidemiólogos, aeronáuticos, constructores, internacionalistas, petroleros, sociólogos, economistas; como alguien dice por ahí, los montan en un ladrillo un par de días y ya no saben qué hacer con su fama salvo insistir en el inexorable camino al precipicio que, dicen, sigue este gobierno.

Pintar a López Obrador casi como “bestia de apocalipsis” tan solo provoca que ante cada planteamiento opositor en esa dirección, pocos días después se les regrese como un búmeran una realidad que les desmiente y golpea. No importa entonces que las falsedades y medias verdades duren apenas pocas horas, siempre hay y habrá una nueva para mantener el continuum de aborrecimiento a su persona y a lo que representa y a intentar provocar una sociedad desmotivada que crea en hipocresías y que se ciegue ante los hechos del pasado y el fenomenal cambio transcurrido en los últimos cuatro años.

Todos para arriba, todos para abajo

En coreografía diaria, ese rebaño conservador, una vez que recibe el mensaje a replicar a través de “líderes de opinión” y medios de comunicación ad hoc; como cacatúas lo vuelven el tema de conversación entre sus mismos; uy qué mal, la torre del aeropuerto se va a caer, uy, las vacunas contra covid tienen agua, el dólar va a estar a 30 pesos, la economía en picada, el aeropuerto no se va a construir, la refinería no se va a acabar, los hijos del presidente son millonarios y tienen un Lamborghini, el presidente es narco, estamos en recesión, el presidente no se entenderá con Trump, con Biden, etc. etc. etc.

Con el paso del tiempo esa amenaza de fin de mundo, de apocalipsis mexicano, pasó de ser una alarma a ser una mera ironía que bien dibuja a sus promotores: la ignorancia sobre los temas, el desconocimiento de la historia, la nula conciencia social y sobre todo el desamor al país.

En esencia hay una manipulación a cargo de élites con intereses económicos muy grandes y que expresan su odio de manera soterrada, porque son hipócritas como lo es cualquier conservador, sin embargo esto no es novedad, lo que es novedad es que hay ciudadanos que sin darse cuenta son usados para ser los transmisores del desasosiego y del deseo que le vaya mal al país. Sólo hacía falta entender que fácilmente se podía establecer una línea de transmisión de comunicación si se fomentaba la arista clasista y racista del rebaño; las élites lo entendieron.

¿Por qué odian al México que tanto les ha dado? Es tarea de psicólogos si no es que de psiquiatras el explicarlo. ¿Será que saben que esas élites también a ellos los desprecian y apelan a su arribismo aspiracional para ser como ellos? ¿Será que creen que si menosprecian a la mayoría de mexicanos, ellas y ellos son mejores?

Sueños guajiros, pero, pues es lo que hay.

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México, Oposición, Partidos políticos, Traiciones políticas

El «broderismo»

Chupó faros.

Frase popular.

DOS MOMENTOS:

1.-1928 “Yo creo que la organización de un Partido de carácter nacional servirá para constituir un frente revolucionario ante el cual se estrellen los intentos de la reacción”  Plutarco Elías Calles, “Jefe Máximo de la Revolución” fundador del PNR antecesor del PRI.

2.-2022 “…¿Cuántos periódicos hay y cuántos se leen? TV Azteca, la pinche televisora, tres vergazos, o sea… te la pongo más fácil: dos vergazos a López-Dóriga y se acabó el desmadre. ¡Y tampoco aguantan!” Alejandro Moreno “Alito” presidente del PRI.

Broderismo, palabra nueva que explica un sistema que se derrumba, un carnaval político, el final de una historieta o una infausta tragedia. Dice Alito que él es “brother” de aquellos periodistas a quienes les doblega con dinero público, de aquellas mujeres a quienes les extorsiona con fotos íntimas a cambio de posiciones políticas, de empresarios a su servicio a cambio de leyes que les beneficien. No hay traducción precisa para broderismo porque puede ser cualquier cosa que explique la inmundicia en la que acabó el priismo y, como consecuencia, el sistema político partidista alrededor del neoliberalismo.

Si los partidos adláteres -PAN y PRD- al PRI, esos que en una imprudente simbiosis con el único fin de oponerse a todo lo que haga el gobierno actual; esos que bajo el manejo de Xgonzález comparten su destino tripartita, no son capaces de marcar un límite y establecer un deslinde a lo escuchado en los audios del dirigente partidista, se convierten automáticamente en compinches del vulgar y perverso jefe priista.

El silencio de la oposición involucrada en tales audios, de los periodistas ahí vapuleados y exhibidos, de los empresarios amenazados y obligados a entregar recursos ilícitos, de los propios compañeros de partido, de las mujeres diputadas chantajeadas, y de todos los agraviados que han sido mostrados y los que deben estar poniendo sus barbas a remojar; es señal clara de que la corrupción y vileza política hicieron metástasis en la oposición representada en esos tres institutos políticos y los medios de comunicación conservadores acostumbrados al chayote y al copelas o cuello como norma de acción.

Esas palabras que se escuchan en voz del mentado “Alito”, nos hablan, despejando cualquier duda si es que alguien la tuviera,  del manual de gobernanza opositora y del mecanismo de saqueo y cooptación a que muchos sujetos públicos se han sometido, por conveniencia o convicción, en búsqueda de supervivencia económica -ésta invariablemente, pero también- política y social.

Después de oír lo que hoy es públicamente conocido por cualquiera que se informe y no ciegue y tape oídos a la realidad de este país –y no estremecerse-, es porque no está entendiendo nada, percibiendo nada, leyendo nada, viendo nada. Los ciegos seguirán ciegos, no importa lo que se les ponga enfrente.

Alito les dice brothers, sus brothers; ellos callan, agachan la cabeza y disparan a la mensajera. Sí, yo sí creo que son, no sus brothers, sino sus broders.

Cuando se fundó el PNR (Partido Nacional Revolucionario), en aquél México postrevolucionario, el presidente Calles buscó crear no solo el pilar sobre el cual gobernar sino también el aparato político mexicano para un futuro que se avecinaba complejo si no se lograba aglutinar de alguna forma a las mayorías y se encausaba la ideología de la Revolución.

Cuando el PNR cambia de nombre a PRM (Partido de la Revolución Mexicana) Don Lázaro Cárdenas tuvo el objetivo de que los intereses ciudadanos se representaran y fueran gestionados por sectores que les personificaran: obrero, campesino, popular y militar. Decía Cárdenas: “…con toda claridad la necesidad de transformarlo y de introducir reformas fundamentales para lograr una más sólida alianza entre obreros, campesinos, soldados y burócratas”

Cuando en 1946 el PRM cambia de nombre a PRI (el que hoy conocemos) se definió como “una asociación nacional, integrada por obreros y campesinos organizados, por trabajadores independientes, empleados públicos, cooperativistas, artesanos, estudiantes, profesionales, comerciantes en pequeño y demás afines en tendencias e intereses, que aceptaba los principios de la Revolución Mexicana, considerando a las mujeres exactamente en las mismas condiciones que los hombres

LA DECADENCIA

A partir del sexenio de Miguel de la Madrid, el destino de los mexicanos empezó a cambiar. Se inició la construcción de una ruta sin retorno al despeñadero en lo político, en lo económico y en lo social, favoreciendo los datos macroeconómicos en vez de las microeconomías familiares, favoreciendo a las empresas extranjeras y vendiendo de manera obsequiosa los bienes nacionales. Durante 36 años se desvirtuó, desvió y corrompió el principio por el cuál estalló la Revolución en 1910. Los herederos del PNR, PRM y PRI dieron paso a la negación de su procedencia y las causas revolucionarias que dieron sustento a su propio origen.

CAPUT

Desde que Alejandro Moreno se convirtió en presidente del PRI en el año 2019, en base a sus resultados se ha convertido en el peor dirigente que ha tenido ese partido; a su llegada el PRI tenía 15 gubernaturas, 3 años después le quedan 3: Coahuila y estado de México que irán a elecciones el siguiente año y Durango que ganó recientemente acompañado del PAN y PRI.

El PRI en voz de su presidente pasó de representar cualquier atisbo ideológico o de organización al: “Yo, primero Dios, si me da la vida, seguiré aquí en el PRI hasta 2024, o sea, a mí me va a tocar decidir la lista porque todos esos pendejos que andan allá afuera no, que si no dan resultados se van a la verga. Yo fui electo cuatro años, yo me quedo aquí” Este es el dirigente que arrasó con los restos del PRI y que dice de los empresarios: “…Cuando tenga yo la comisión, vamos a cogernos a los empresarios con una reforma verga, o sea, para que se caguen, apretarlos. Se van a cagar”

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Corrupción, Machismo, México, Patriarcado

El padrote

Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón…

Sor Juana Inés de la Cruz

En México, la política partidista del conservadurismo y del neoliberalismo se ha convertido en el lugar de reunión de hombres resentidos ante la fuerza de un feminismo que acomete de manera decisiva en todos los ámbitos sociales.

En los últimos años, la violencia contra las mujeres se ha convertido en un tema de debate público. Evidentemente, esto no se debe a que la violencia de género haya alcanzado ahora proporciones intolerables -desde hace mucho tiempo se cruzó esa línea- sino lo que ha cambiado es la posibilidad que tienen las mujeres de hablar públicamente, acusar y exigir sus derechos. Suena bonito pero, ¿es real?

El machismo y la misoginia, características de parte de la sociedad mexicana, dificultan un avance sostenido en una igualdad de género que de muchas maneras se mantiene tan solo en una narrativa de ficción y que es fuertemente atacada de manera abierta o soterrada por quienes detentan el poder, económico, social o político. Si hablamos de política, para algunos dirigentes la paridad a que les obliga la ley en la definición de posiciones públicas tiene un precio, y lo cobran. Quienes lo pagan encuentran que ese es el precio obligado para acceder a cargos de representación. En teoría y en la ingenuidad de un mundo ideal –que no existe en México- que la posibilidad paritaria de género esté en la ley, es suficiente; la realidad nos dice otra cosa.

¿Cuál es la diferencia entre mujeres a quienes para conseguir un trabajo en una maquiladora o una oficina se les exige tener relaciones sexuales con el “jefe”, con mujeres a quienes para tener un papel protagónico en televisión o cine tienen que acostarse con el director o productor, o, mujeres a quienes para optar a una candidatura a un puesto público deben tener acercamiento íntimo con el líder de su partido? No hay diferencia, son mujeres en una sociedad patriarcal que tiene como responsables a bestias que odian a las mujeres.

Me parece que la línea de juicio no puede ser de la consecuencia hacia la causa, sino precisamente al revés, de la causa hacia la consecuencia. No son las mujeres quienes en muchas de estas circunstancias son las culpables, son algunos hombres quienes ejercen una cobarde violencia que les “cobra” a ellas: ser mujer ocupando posiciones de hombre.

Mientras no entendamos que el problema de la misoginia y machismo conduce a que los hombres con poder se sientan desequilibrados e inferiores ante mujeres que ganan posiciones en todos los contextos sociales y que, por lo mismo, hasta lo que les dé el alcance momentáneo de ese poderío, recurren a una violencia sistematizada que, lamentablemente, aún está anclada estructuralmente en la sociedad y que les permite mantener una supremacía masculina y autoritaria; un anclaje que deriva de valores propios de la extrema derecha que comparte el deseo de mantener a las mujeres en condiciones de desigualdad.

Una violencia que les chantajea con fotos y videos como lo hace el padrote Alito, no solo para darles posiciones políticas; sino también otra forma de violencia que les “lava el cerebro” como en el caso de la secta NXIVM del estadounidense Keith Raniere que apoyado por Emiliano el hijo de Carlos Salinas, y con la participación de  la hija del ex presidente Fox, Ana Cristina y del hijo del ex presidente De la Madrid, Federico, y de Rosa Laura Junco, la heredera del periódico Reforma; engancharon mujeres “convencidas” como esclavas sexuales a quienes tatuaban el cuerpo con su logo. O esa mujer periodista a quien Luis Videgaray, el hombre fuerte de Peña Nieto, pagaba las colegiaturas de sus hijos y obsequiaba bolsas de lujo. Sí, siempre puede haber una mujer que elige actuar de tal o cual manera, pero invariablemente hay un hombre en situación de poder que hace el montaje.

En el documental “El padrote” de Jessica Fillol, el padrote explica:

Siempre se busca a aquella persona que está siendo despreciada en su familia, que tiene escasez en su pueblo, que ha sido maltratada por el padrastro o por el papá o por la mamá, y como padrote siempre llega uno en el momento adecuado para poder capturar a la víctima.

En el video de avance de esta columna, resumí la idea de lo que aquí escribo, no es más que decir: ojo, el punto de partida no es culpar a las mujeres, en este caso a aquellas mujeres priistas que -presumiblemente- enviaron fotos o videos íntimos al dirigente priista “Alito”, para obtener candidaturas electorales; partamos de la causa, y la causa es que existe un macho bruto y misógino que les cobró con esas imágenes; supondría yo que no solo para la candidatura sino para que en su actuar político se plegaran a sus decisiones. Me parece que hay que dar un giro copernicano en la forma que entendemos el problema al que se enfrentan las mujeres de manera cotidiana.

Una vez que se razone que el trasfondo es misoginia y machismo político entonces sí planteemos como un acto de muy grave corrupción la actuación de las hoy diputadas; pero no abona a la izquierda, ni al feminismo, ni a la 4T hablar de zorras y putas. Eso es precisamente lo que hace el conservadurismo frente a las mujeres y de eso nos debemos desligar contundentemente.

En la 4T tenemos una gran mujer que nos representa como gobernadora en Campeche, Layda Sansores; es ella quien avisó públicamente a las mujeres priistas que entre la información que le hicieron llegar con los audios que exhiben a “Alito”, el dueño temporal del PRI, encontraron también que había fotos y videos de ellas. No los exhibió, solo les avisó lo que encontró. Muchas mujeres priistas incluyendo las posibles víctimas, salieron a defender al macho y a atacar a la gobernadora; es una señal más de lo dañino que es este sistema patriarcal; parece un claro caso de Síndrome de Estocolmo.

Si me preguntan, me habría gustado que la gobernadora hubiera informado de esto en privado a esas mujeres y no lo dejara ver de manera pública. Creo que la causa de las mujeres no puede quedarse en la cotidiana política partidista, estos temas deben llevarse a una “alta política” que represente el verdadero interés del feminismo.

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4T, AMLO, Clasismo, Corrupción, Desmemoria, México, Moral pública, Oposición

El privilegio de ofenderse

Entre los de arriba/ hablar de comida es considerado bajo. Esta es la razón: ellos/ ya han comido.

Brecht.

Un día son embravecida jauría poseedora de los más amplios insultos al presidente y sus seguidores; al siguiente, vulnerable pandilla ofendida por la innegable realidad de las evidencias que se les presentan. Son los que tiran la piedra y esconden la mano; son los del gatillo fácil para la ofensa y la piel muy fina ante la crítica; son los ciegos privilegiados que se ofenden al quitarles la venda.

Alejandro Moreno “Alito”, presidente del PRI; ha tenido la peor gestión electoral de un dirigente en la historia de ese partido; los expresidentes que ocuparon su puesto y los gobernadores y ex gobernadores le piden que renuncie; la gobernadora de Campeche –en donde él fue gobernador- exhibe grabaciones en las que éste Alito hace alarde de corrupción, de delitos electorales, de los mecanismos con los que se enriqueció a su paso por el gobierno y de la forma en que extorsionó a empresarios; su respuesta, decirse ofendido y salir en una patética gira por diversos países para acusar al gobierno y al presidente López Obrador de la dictadura (sic) en que vivimos. Sus cínicos compañeros de partido y acompañadores del PAN y PRD aun tragando los sapos que les ha servido; le apoyan en su sentimiento como ofendiditos por la debacle en la que se encuentran todos ellos.

Carlos Alazraki, un enriquecido publicista al servicio del PRI, dice que para operar en contra de Morena se debe hacer uso de la mentira como propaganda; dice que los diputados morenistas parecen una bola de muertos de hambre de Zimbawe y que son morenarcos; comparó a López Obrador con Hitler, Mussolini y Stalin; llama inepta y enferma del cerebro a Claudia Sheinbaum y dice de ella: “la vomito, la macro aborrezco, creo que es una pinche inepta de quinta”. Por estas y muchas otras cosas que ha dicho este señor, el presidente López Obrador en una conferencia mañanera se refiere a él como alguien de mentalidad hitleriana. Adivinen la respuesta del goebbeliano publicista: decirse ofendido. “Nunca un presidente me había ofendido” dice acompañado de panistas y priistas y una carta de apoyo por parte de la Comunidad judía en México. Ah, porque olvidé decir que el propagandista Sr. Alazraki es judío, por lo tanto asume que tiene derecho a jugar de ofendidito cuando le dicen sus verdades.

Gabriel Quadri, el diputado coyoacanense que llegó al puesto de la mano de panistas, priistas y perredistas dice que si desaparece Guerrero, Chiapas y Oaxaca el país puede salir adelante; este panista está inscrito -por orden de la Corte- en el padrón de agresores políticos por sus ataques transfóbicos y su discurso de odio; de la diputada morenista Vanessa del Castillo, dice: “qué sarta de pendejadas dijo esta pendeja”. Y así podríamos seguir hablando de las expresiones clasistas, racistas y de odio -del pseudo ecologista conocido como “títere” de Elba Esther Gordillo- respecto a la 4T, al presidente López Obrador, a los morenistas y a cualquiera que no piense como él; pero ¿qué creen?, él es el ofendido. Los dichos que le acusan de clasista, racista y odiador le ofenden.

No importa que se les demuestre que saquearon al país, no importa que muchos ex funcionarios, ex gobernadores y políticos de PRI, PAN y prd estén siendo investigados; si les hablas de ello, se ofenden.

No importa que los hechos les demuestren que sin subir impuestos, sin pedir préstamos y en medio de una gran crisis mundial causada por la pandemia y la guerra, a poco más de la mitad de este sexenio se construyó ya un aeropuerto internacional, una refinería, miles de obras de infraestructura y las políticas sociales apoyan a decenas de millones de ciudadanos. No importa, están ofendidos porque el presidente les dijo fifís a los fifís y estos se pusieron el saco que les ofende.

No importa si las bases macroeconómicas son sanas, si se mantiene la estabilidad de la economía -con una muy alta inflación pero baja en comparación con el mundo-; si las agencias calificadoras suben la perspectiva y la calificación crediticia del país en medio del trance mundial; nada importa. La simple presencia de este gobierno ofende a quienes le desprecian, no hay argumentación ni realidad que valga para que lo vean con otra mirada.

Este gobierno, este movimiento transformador y revolucionario les ofende, son ofendiditos por su existencia, no por sus actos o por su gestión, el rechazo es más básico y más interno; parte de un enfrentamiento de posiciones éticas en las que un pasado en el que todos vivimos -objetivamente- de manera obligada se contrapone con un presente que intenta resolver la tragedia nacional contraviniendo las formas acostumbradas de los privilegiados. No sería razón de ofensa pero así lo quieren ver, no les importan las razones para el optimismo, les importa más su ego herido; creyeron que este gobierno fracasaría y han hecho todo lo que está a su alcance para que así fuera pero, se toparon con pared. Les ofende.

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4T, Oposición, Política, Traiciones políticas

No soy yo, eres tú

La derrota es huérfana.

Napoléon Bonaparte

No son los líderes partidistas los que les fallaron, no son los partidos por los que votaron, ni siquiera es el capo que les involucró en esa agrupación Va x México, son ustedes, son ustedes los que creyeron que votar por los mismos de siempre tenía futuro.

Votaron por mantener la tragedia mexicana cuando ante la disyuntiva electoral del 2018 quisieron mantener al prianismo para conseguir alguna chambita, ganar un negocio o seguir saqueando los recursos públicos bajo el privilegio elitista al que se acostumbraron. La explicación que de manera reiterada les da la sociedad es que son ustedes los que nos deben una justificación a sus actos, sus líderes qué, sus partidos qué, son ustedes los que a través de su inescrupuloso voto traicionaron al país, afortunadamente no ganaron.

¿Qué han hecho ustedes, ciudadanos opositores para evitar el supuesto hundimiento del país? Además de mentir y acusar falsamente de lo que se les ocurra a la 4T y al presidente, los veo envueltos en su arrogancia, altanería, clasismo y soberbia, mientras que olvidan de manera intencional las traiciones, fraudes, matanzas, guerra sucia, robos, crímenes, negocios indecentes, vínculos con el crimen organizado, engaños, desfalcos, torturas y todo lo que hicieron el PRI y PAN -partidos que les representan. ¿Cómo nos lo explican? ¿Qué han hecho?

Además de enojarse porque se inauguran importantes obras públicas a las que minimizan y desprecian; además de encolerizarse porque López Obrador está considerado el segundo mejor presidente del mundo; además de gruñir porque los millones que le votamos y apuntalamos nos mantenemos a su lado y que muchos más -que en su momento no lo hicieron- ahora le aplauden; además de rabiar porque en cada elección que transcurre a partir del 2018 crece el apoyo hacia este gobierno y cada vez más estados, congresos y municipios son gobernados por este movimiento de transformación.  ¿Qué han hecho, qué aportan, qué les permite quejarse del fracaso de sus votos?

Bajo la historia que les vendieron, y ustedes –de manera cínica o ingenua- compraron, antes del 2018 los precios no subían, el peso no se devaluaba, el país no se endeudaba; siempre hubo medicinas,  vacunas y servicios hospitalarios de excelencia; el presidente era criticado por la prensa sin consecuencia de censura o desaparición; había inversión privada productiva, se construían y terminaban las obras de infraestructura: trenes, refinerías, hospitales y carreteras; la inseguridad no era un tema que lastimase al país; la educación pública era de excelencia y la desigualdad inexistente, los medios de comunicación honestos y veraces; el dinero público no se iba a manos y bolsillos de cualquier funcionario de medio pelo y hacia arriba; el fobaproa que acabarán pagando nuestros nietos no sucedió; sí, según ustedes, antes del 2018 el país era idílico.

Hoy, ustedes tan expertos en todo van dando palos de ciego y son cómplices por acción u omisión de las notables lumbreras que nos des-gobernaron, por ello hoy  se enfrentan al naufragio que construyeron; se enfrentan al descalabro de su decisión de votar por todo aquello que casi acabó con el país si no se hubiera dado el golpe de timón que dimos en el 2018 los más de 30 millones de nacos ignorantes (secundum te). Hoy la sociedad les dice: no los queremos, les quitamos gobiernos y posiciones de gobierno, se volvieron irrelevantes, nunca más.

Estuvieron dale y dale con que la Alianza de  PRI, PAN y prd era la solución porque con ello lograrían frenar a este gobierno, no pensaron en las consecuencias si lo hubieran logrado, y no, no fue ninguna solución y más bien se les convirtió en un problema porque los desdibujó y ahora ya no saben ni qué son, ¿Son Alitos, Markos o Chuchos, o todos o nada?

Yo recomiendo que ya no busquen a quien culpar, vean lo que su modelo aspiracional de gobierno hace hoy; el gobierno de Jalisco a cargo del gobernador Alfaro de MC lleva este récord de incremento de deuda: 2006-4 mil millones, 2012-15 mil, 2018-18 mil, 2022 a mayo 29 mil, ya estamos en junio…

Vuelvan la vista al Nuevo León en el que la ciudadanía carece de agua pero los campos de golf se siguen regando, en el mundo tiktokero que prefieren vivir encontrarán a la pareja fosfo-gobernante que les hace enorgullecer como opositores que son; sí eso son, no son ellos, son ustedes los que votan por ellos.

Vuelvan a ver a la delegada en Cuauhtémoc que eligieron, ella a punto de perder el puesto porque entre aberraciones e ilegalidades se volvió impresentable. Pero no llegó sola, ustedes la auparon como en otras delegaciones también lo hicieron con su vergonzosa Alianza.

En la 4T hay una intención: iniciar una nueva forma de relacionarnos como sociedad, de pretender abatir la inseguridad, la pobreza y sobre todo la desigualdad, de erradicar el clasismo y racismos que como forma natural de sus mirreinatos  ustedes convirtieron en forma de vida social. Mientras no se sumen a estas causas  y solo hablen de una vuelta al pasado, no busquen culpas en el otro, busquen en su interior la raíz podrida que la sociedad mayoritaria ya detectó. No es nadie más que ustedes mismos los que perdieron.

La 4T se concibió como una utopía del deseo del cambio, los que en ella participamos sabemos que estamos en algo trascendente que va dando frutos; es incluso un movimiento hondamente poético; precisamente lo opuesto a la banalidad de sus formas y sus ideas.

No busquen culpables, son ustedes y su tragedia.

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4T, AMLO, Corrupción, México, Moral pública, Oposición, Partidos políticos

El problema es Claudio

…alquilando plumas que los absuelvan falsamente en nombre de la opinión pública.

Álvaro Obregón

Sí, y también los desechos del PAN, PRI y prd; y Marko, Alito, Zambrano, Chuchos, Creel, Diego, Fox y Calderón; y Krause y Aguilar Camín y Reforma; y los ingenuos ciudadanos que aún les creen. Pero si le tenemos que poner nombre al principal problema de la oposición en México es: Claudio X González. El hombre que les enseñó a todos los demás a odiar en grupo y el que a cuenta de billetizas los encaminó al precipicio.

Más allá de que la oposición se una, una vez más, para las próximas elecciones, su purga debe pasar por sacudirse el alacrán que se han echado al hombro porque el proyecto en el que los involucró no solo ha sido un fracaso numéricamente sino que además desdibujó cualquier tinte ideológico que tuvieran estos partidos. Y tal vez ya es muy tarde porque él puede ser el que se los sacuda primero.

Si alguien quiere saber qué representa el PAN y lee sus documentos básicos no entendería por qué va de la mano del PRI, si alguien conoce el origen y la formación del PRD no entendería su traición a las causas de izquierda y su apoyo al clasismo y racismo que representa el PAN y si alguien quiere conocer la difusa doctrina priista a la luz de la alianza tejida con sus dos compañeros de amasiato político tampoco hallaría aquello que les liga. Todo, gracias a que la matrona de sus haberes decidió prostituir los fundamentos opositores de cualquier democracia para que lo que les uniera fuera el odio.

Empédocles, el filósofo griego del siglo 4º a.c. planteaba el odio como aquella fuerza que “…actúa como separación de lo semejante”, sin embargo no requerimos una interpretación filosófica o cosmológica para saber de qué nos habla la postura oposicionista que representa la alianza Va x México, cuando en los hechos el odio de Claudio X, PRI, PAN y PRD significa mera repulsión y deseo de que las cosas le salgan mal al presidente López Obrador y, por consiguiente, al proyecto 4T. Y en consecuencia a México.

Numéricamente, la alianza Va x México ha participado en 21 elecciones a gubernaturas y de ellas ha perdido 17, es decir que sumar lo distinto no les ha dado resultado. Ante tal debacle cabe preguntarse: ¿a quién conviene esta alianza? A los partidos no porque en el camino el PRD desapareció, el PRI está a punto de hacerlo y el PAN haciéndose pequeño; es lo que provocó su sinergia con el obsequioso Claudio. Tan sólo en la disputa de las 6 elecciones del domingo pasado el PRI perdió una población gobernada de 7,200,000 ciudadanos y el PAN perdió 5,900,000, y a pesar de la sangría, los dirigentes de esos partidos creen que seguirán con chamba.

Si un director de orquesta no logra que sus diversos músicos consigan la melodía que logre armonía, es despedido; si el director de una empresa no obtiene los objetivos para los que se le contrató es despedido; si un director técnico de cualquier equipo de futbol pierde partido tras partido es despedido; ¿Qué es lo que hace que el titiritero de la política antagonista a la 4T mantenga su puesto y poder de decisión? ¿Qué se requiere para que los partidos detengan la sangría a que los ha llevado Claudio X González? Y la pregunta más importante: ¿Qué se necesita para que los votantes de esos partidos pongan un hasta aquí a sus dirigentes convertidos en empleados de X y les obliguen a una “independencia ideológica y de gestión”?

En este sexenio, en México existe una sustantiva libertad de expresión, los opositores, todos, gozan de las garantías de una democracia que ha pasado del poder represor a cargo de organismos de seguridad bajo las órdenes del presidente en turno, a la libertad en la que cada quién es independiente de expresar sus opiniones, a tal grado que diversos periodistas, críticos, editorialistas, intelectuales y otrora agachone$ al poder hoy se permiten insultar al presidente López Obrador, su familia y colaboradores, no criticar, insultar. La mano que mueve la cuna de este movimiento tan bocón es Claudio X, el que puso sobre la mesa el hacer una lista negra de “chairos” cuando dijo: “Hay que tomar nota de todos aquellos que, por acción o por omisión, alentaron las acciones y hechos de la actual administración y lastimaron a México. Que no se olvide quien se puso del lado del autoritarismo populista y destructor”  ¿Le beneficia al país?, ¿Le beneficia a los partidos? ¿Le beneficia a alguien?

¿Qué hace este jr. hijo de un poderoso empresario manejando los hilos de la política de los principales partidos de oposición? ¿Qué les sabe a Alito, Marko y Jesús cómo para mantenerse en el puesto a pesar de que los ha arrastrado al punto de la ignominia? Éstos tres saben que deben besar su trasero para conseguir algo, dirige sus partidos a través de su chequera e influencias, les distribuye los cargos, y reparte candidaturas, y cuando ya no le sirven los desecha.

“Algo está podrido en Dinamarca” le dice Marcelo, un guardia, a su compañero Horacio en el acto I, escena IV de Hamlet, el drama shakesperiano; refiriéndose a la idea de que algo anda mal. La  popularidad de esta frase se debe a que alerta sobre la descomposición causada por la política obscena en todo nivel. La corrupción de arriba.

Hay algo muy podrido en la oposición Va X México, está demostrado que no van juntos por ampliar su votación porque hasta ahora pierden casi todo; es hora de que los partidos se deslinden de su gurú Claudio, si de perder se trata que vayan solos y por lo menos no pierdan su sentido de existir como organizaciones políticas.

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