2024, 4T, Conservadurismo, Golpismo, Odio, Oposición

El diseño de su guerra

El mal es esa anomalía que está delante de los ojos de todo el mundo pero que nadie consigue ver. (Donato Carrisi)

Su causa está condenada al fracaso porque está cimentada en la estúpida y despiadada visión clasista sobre la mayoría de los ciudadanos. Sus políticas, cuando gobernaron, fueron crímenes contra el bienestar público para satisfacer sus propios bolsillos. Votar por ellos -una vez más como en el pasado lo hicieron- dándoles el “beneficio de la duda” de que ya cambiaron, es un error garrafal que pagarían esta y las siguientes generaciones y del que México difícilmente se levantaría. De ese tamaño es el desastre de su gestión y la aberración de su ideología.

La mentalidad prianista (que ahora es simplemente la de un panismo rozando los límites de la ultraderecha y el fascismo) está en otra cosa que no tiene nada que ver con la búsqueda de un mejor país. La arrogancia es su problema, creer que México es para su reparto es lo que les inhabilita para ser opción de gobierno.

Y como la mayoría de ciudadanos ya identificó su calaña, lo que claramente explica el resultado de todas las encuestas, dan un arriesgado paso a una guerra sucia creyendo que con ella podrán salirse con la suya. Supongo que dicen algo así: si por las buenas no podemos pues van a ver por las malas.

Les invito a revisar todas las votaciones que han habido para decidir sobre algunos de los puntos anteriores, a revisar también las notas periodísticas de lo que expresaron sobre cada uno de estos proyectos; ese NO es la sustancia de su propuesta de gobierno.

No hay posibilidad de “campaña, es decir de contrastar ideas porque no las hay por su parte; decidieron y prefirieron apostar al NO a todo lo que se haya hecho. No a las pensiones, no a las becas, no al tren maya, no a al aeropuerto Felipe Ángeles, no a la refinería, no al corredor Transístmico, no a un peso fortalecido, no a quitar el outsourcing, no a los incrementos salariales, no al combate al huachicol, no al combate a la corrupción, no

Fueron capaces de usurpar causas legítimas que terminaron politizadas a su conveniencia, convirtieron grandes temas y causas honestas y nobles en botín político; para muestra un botón (no, menos, tres, parafraseando a su ídolo Enrique el pillo), basta con ver lo que hicieron con tres temas:

  • Ecología: Convirtieron la narrativa en favor de la ecología en una campaña de comunicación sin sustento en contra del proyecto de Tren Maya con cómicos y artistas que viven en Estados Unidos y que nunca antes cuestionaron los temas del medio ambiente . No se acordaron antes de hacer lo mismo ante la minería a cielo abierto, las irreflexivas y perjudiciales concesiones de agua, las autorizaciones a expoliaciones de tierras para extraer minerales y materiales de construcción; el daño a los ríos por derrames químicos por empresas.
  • Feminismo: Pasaron de negarse a votar a favor de políticas feministas, de rechazar la despenalización del aborto, de negar el empoderamiento femenino, de negarse al matrimonio entre personas del mismo sexo y el derecho a decidir sobre el propio cuerpo y la sexualidad, de no ver la diferenciación salarial entre mujeres y hombres, de negarse a apoyar una clara definición sobre la necesidad de una vida sin violencia a las mujeres; pero como son hipócritas y es temporada electoral se convirtieron de repente, ahora los vemos utilizar el lenguaje feminista como si fuera su lucha eterna. Sí, el prian, ese ente misógino y patriarcal (como bien le llama Héctor Atarrabia), resulta que en campaña se dice aliado de las mujeres y que ellos representan el verdadero feminismo. Y explica el mismo @HectorAtarrabia: “Todos, todos, todos los movimientos sociales que han tomado las calles por derechos, justicia y bien colectivos, son, por definición, de izquierda. Justo eso y no otra cosa significa ser de izquierda: anteponer el bien común y defender los derechos humanos.” Pero en su conversión mental ellos son la izquierda.
  • Libertad de expresión: Cambiaron la costumbre del chayote con la que se decían que vivían en libertad de expresión mientras prohibían voces, quitaban concesiones, despedían periodistas, extorsionaban a dueños de medios; y ahora en cambio dicen que es dictadura una plena y absoluta libertad de decir, que, incluso, ellos pervierten y llevan al extremo al insultar y maldecir al presidente en turno –sin consecuencia alguna- (que si esto fuera dictadura…) Solo en sus cabezas pasa que fueron y son adalides de la libertad de expresión, cuando son meras plumas dispuestas a decir lo que convenga a quien les paga. El mundo al revés.

Y solo tres ejemplos, porque en su recorrido como opositores pervirtieron todo, incluido que intentaron -o intentan- cambiar la verdadera historia del país, incluso el significado de las palabras; para decir que no son lo que son y que no dicen lo que dicen.

Pero, como nada les funcionó y la mayoría de la población mantiene su apoyo al gobierno actual, al presidente López Obrador y a la candidata Claudia Sheinbaum; en un paso más hacia su desprestigio, esta oposición con la ayuda de sus comunicadores, sus intelectuales y sus financiadores extranjeros y nacionales, se lanzaron a la guerra sucia. ¿Qué por qué sí habría de funcionarles? Será tarea de la psiquiatría explicar cómo entienden en sus cabezas la relación entre ese comportamiento antisocial y la eventualidad de cualquier triunfo. La ciudadanía ya les dijo que no es por ahí y las mediciones actuales reiteran que los mexicanos rechazan esa forma vil de resolver la disputa política.

Los representantes de la derecha buscan provocar, con sus hechos y sus dichos demandan una respuesta nuestra alterada con qué maliciar en sus medios como la de los “intolerantes, dictadores y manipulables” que dicen que somos. Pero pues ni los topamos, vamos, como dice el refrán, que cuando las cosas marchan a favor de uno es porque va en «Caballo de Hacienda«.

En un intento de repetir  su ilegal campaña de sembrar miedo, -aquella de “es un peligro para México”- repiten una y otra vez en su palabrería miedo, miedo, miedo. Ese miedo que tienen de saber que están derrotados lo trasladan a un imaginario que dice que ellos son la solución a ese miedo que, asumen, tiene la ciudadanía.  Es decir, quieren sembrar la idea de que su miedo es nuestro miedo. Y así sus mentiras disonantes se unen a espantosas premoniciones que solo las sobreprotectoras manos que ellos brindan a los sufridos ciudadanos bajo el yugo de la dictadura en que dicen que vivimos, resolverá. No son capaces, estos opositores, de respetar siquiera a su público; utilizan relatos disuasorios que ennegrecen la realidad y convierten a sus destinatarios en pusilánimes precoces (y tampoco es para tanto, sí son básicos pero mínimo que les respeten).

Castañeda, Alazraki, Zuckerman, Loret, Krause, Krausito, Pagés, Lozano y demás runfla dieron el visto bueno, el “Go negative” como les gusta decir a estos colonizados de imberbe raciocinio y nulo amor al país, a que la campaña sea sucia, de mentiras, agresiva y que llegue a sus últimas consecuencias; le están apostando a un incendio que obligue a anular la elección –antes o después-. En su cancha juega la mayoría de la suprema corte (así en minúscula), poderosos organismos paraestatales de Estados Unidos y Europa y medios de comunicación que se rigen por una libertad de expresión que entienden como la del que les paga las cuentas; contra eso vamos, contra eso va Claudia y nuestras candidatas y candidatos.

No les hagamos el juego y mostremos la unión que es el elemento necesarísimo para impedir que tengan éxito, necesitamos una inmensa mayoría –como nunca antes se haya visto- para que se topen con la realidad de una democracia de la que mucho hablan y poco creen.

Hay que identificar que esto es una guerra porque así la oposición lo quiere, las guerras son de dos bandos, no hay espacio para tibieza ni duda. Que cada quien ubique de qué lado de la historia está. Como decía Nicolás Guillén: Soldado, aprende a tirar:/ Tú no me vayas a herir,/ que hay mucho que caminar.

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2024, México, Oposición

El Zócalo y las ideas

«La gran tragedia del mundo es que no cultiva la memoria». Heidegger.

Ese Zócalo tan de todos pero ese todos en el que no están ellos. Ese Zócalo que a veces usufructúan para hacer coloridas pasarelas donde exhibir su pobreza de lenguaje y trasnochadas ideas de clase; el mismo Zócalo al que le tenían asquito pero al que la realidad de la democracia les ha empujado a conocer, aunque sea para la selfie. Ese Zócalo lleno o más lleno, o menos lleno o llenísimo, al gusto del que cuente asistentes.

Ese Zócalo que se llama así porque en 1843 Antonio López de Santa Anna ordenó poner una columna al centro de la plaza y de esta sólo se colocó el zócalo o base, el monumento nunca se concluyó; ese zócalo quedó en el lugar por varios años y así la plaza adoptó coloquialmente el nombre de Zócalo. Algo así como la refinería que «construyó» Calderón y se quedó en mera barda.

En ese Zócalo, desbordado, ayer dio inicio la campaña de Claudia Sheinbaum; el “lleno” del mismo, por más portentoso  que haya sido es lo de menos; lo que importa es lo que ahí se dijo: 100 compromisos de trabajo, 100 propuestas que nos dicen hacia dónde vamos y qué podemos esperar. Propuestas que enlazan presente y futuro: lo logrado en estos 6 años que implican continuidad y propuestas nuevas que implican evolución política, económica y social.

En la discusión permanente sobre las ideas de mayor interés para los mexicanos, invariablemente el espacio de las campañas políticas es el momento en que se sintetizan las reflexiones de los grupos contendientes. Una vez que cada una de estas «congregaciones» afina y ensaya sus planteamientos le corresponde al momento de campaña su presentación al público. Lo que se dice es lo que habrá, sería lo ideal, aunque en México, acostumbrados a la ficción y las trampas de los políticos, normalmente lo que se decía en campaña servía tan solo para pasárselo por el arco del triunfo una vez en el poder.

Sería hasta el gobierno de López Obrador en que los compromisos asumidos (cien) en el arranque de su campaña en el Zócalo se concretarían a lo largo de su sexenio. En otras palabras, si los que hoy denostan y se ven sorprendidos con la gestión del sexenio actual, tan solo hubieran puesto atención a lo que en aquel momento se propuso, no tendrían necesidad de su tonta estupefacción.

En ese Zócalo en el que desalojaron a los maestros de la CNTE en el 2013 durante el gobierno peñanietista. El Zócalo del plantón obradorista en 2006 por el fraude electoral cometido por Felipe Calderón y sus secuaces.

14 ejes estratégicos: 1. República Democrática, Justa, Honesta, Libre, Participativa y Responsable; 2. República Fraterna; 3. República Educadora, Humanista y Científica; 4. República Lectora y Cultural.

En ese Zócalo del “plantón”, en 2020, de tiendas de campaña voladoras y sin ocupantes que demostró la vaciedad de ideas de la más rancia derecha mexicana representada en el grupo troglodita FRENAA.

5. República Sana; 6. República con vivienda; 7. República de y para las mujeres; 8. República con trabajo y salario Justo; 9. República rural justa y soberana; 10. República Soberana con Energía Sustentable.

En ese Zócalo en el que a muchos nos encueró Tunick en 2007 para fotografiarnos. El Zócalo de los conciertos gratuitos de Roger Waters, Shakira, Vicente Fernández, Bieber, Mc Cartney, Grupo Firme, Fabulosos Cadillacs.

11. República próspera y conectada; 12. República que protege al Medio Ambiente y sus Recursos Naturales; 13. República con derecho al agua; 14. República Segura y con Justicia.

En ese Zócalo donde se proclamaban virreyes durante el virreinato y donde entró en 1821 el Ejército Trigarante. Ese Zócalo tomado por el ejército de Estados Unidos en 1847 y el de Francia en 1863.

Dice Claudia Sheinbaum: “Tengo claro que el poder es honestidad y humildad, que nuestro pensamiento es el Humanismo Mexicano, que nuestra Nación y nuestro pueblo son grandiosos y tengo claro que somos la única opción que representa el bienestar y el progreso con justicia. No van a regresar los corruptos. Vamos juntas y juntos por el segundo piso de la Cuarta Transformación.”

Día 1 de campañas políticas. La Ciudad de México (¡el centro político del país!) mostró la avalancha que se le viene a la oposición de panistas, priistas y sobrantes ante la fuerza creciente de Morena y sus aliados representados por la Dra. Sheinbaum. Por su parte la Sra. X se presentó en Fresnillo, Zacatecas en un mitin nocturno para dar inicio al arranque de su campaña. Comparar ambos eventos es imposible porque las ideas y proyectos de la Cuarta Transformación, frente a la simpleza y aberración de la propuesta de una vuelta al pasado por parte del prianismo en voz de la señora de las gelatinas, es abismal. No, no es lo mismo la madre del topo que topotamadre.

Esta contienda electoral, que se perfila como una victoria aplastante por parte de Claudia, tiene que pasar por la aduana de la campaña de 3 meses; si hoy fueran las elecciones el resultado es el mismo que si hubieran sido hace un mes y hace dos y hace tres meses: Claudia arrasa. Sin embargo es el tiempo para poner sobre la mesa las propuestas, los programas, las ideas y las intenciones, incluso de escuchar debatir a las candidatas y a un tercero irrelevante, mismo del que no recuerdo su nombre ni de donde salió, pero que los naranjas lograron meter para captar algunos recursos.

La campaña es lo de menos, digo que es una aduana que pasaremos sin problema; a lo que hay que estar atentos es a la guerra sucia porque ante la insolvencia intelectual y de personalidad de Xóchitl –que le aseguran una estrepitosa derrota- Claudio X y su pandilla intentarán descarrilar la elección. Ya sabemos que a la élite mafiosa que conforman, no le importa incendiar al país; ellos tienen listos sus aviones para darse a la fuga una vez que estalle el proceso. Y van por ello.

Mientras tanto, regreso al Zócalo, lo que vimos de ambiente y pasión, y lo que escuchamos de Claudia Sheinbaum, nos habla de que hay proyecto para rato.

Pensar que las mujeres no votarían por Claudia, o que los jóvenes no lo harían, o que los trabajadores optarían por las gelatinas, es poco creíble; sin embargo hay manipulación a través de millones de bots generados en Colombia, España y Argentina que algún efecto pueden tener. Y hay también un enorme chantaje emocional en centros de trabajo y casas familiares para lograr captar votos a la cuenta del retrogradismo nacional. Los lobos con piel de oveja, los caballos de Troya y los “apolíticos” buena ondita, son mera canalla en un proyecto tan importante como lo es el futuro del país.

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2024, Oposición, PAN, PRI

La marcha del miedo

“La condición sine qua non para que tu evolución se produzca es que carezcas de temor.”

Jodorowsky

El fenómeno político electoral que incluye propuestas, participación ciudadana y la decisión del voto, se sostiene en dos posibilidades: ESPERANZA Y MIEDO. La esperanza mexicana va de la mano con un proyecto al que le llevó décadas organizarse hasta poder alcanzar triunfos abrumadores -solo después de que logró transmitir la idea fundacional de que las cosas podían ser mejor-, que un país tan rico en naturaleza y ciudadanía no tenía que ser destruido por siempre por la inquina de élites rapaces nacionales y extranjeras. El miedo, por su parte, se enquistó en quienes no se atreven a levantar la vista ante caciques y colonizadores; entre un público clasista y racista que se niega a verse en el espejo de su realidad y entre un aspiracionismo iluso que, por derivar de una infinita ignorancia, atenta contra cualquier principio liberal de justicia, igualdad, libertad y fraternidad.

La oposición vive en el miedo, tiene miedo y por eso es su marcha de hoy domingo.

Dice Eduardo Galeano en El Miedo: “Una mañana, nos regalaron un conejo de Indias. Llegó a casa enjaulado. Al mediodía le abrí la puerta de la jaula./ Volví a casa al anochecer y lo encontré tal y como lo había dejado, pegado a los barrotes, temblando del susto a la libertad.”

Algunos apuntes sobre el apocado y numeroso show de hoy:

Primero hay que entender que esta marcha empieza con el pie equivocado, miente en su origen porque se dice: ciudadana, apartidista, de la sociedad civil, no electoral, no relacionada con Xóchitl Gálvez, bla, bla, bla. Pero pues no va por ahí; es un evento electoral al que no pueden reconocer llamarle así porque implica un delito electoral.

 Y para muestra de la falsedad de lo que dice ser y no es, tan solo unos cuantos botones: En Guanajuato se presentó a su correspondiente “marcha” Marta Sahagún de Fox (su marido está, presumiblemente, en su cuarto acolchonado) y su hijo de apellido Bribiesca (¿les suena la corrupción aduanera con ese apellido?); Margarita Zavala (su marido EL NARCOTRAFICANTE está agazapado en algún país del mundo que no tenga extradición); en Veracruz fue promovida por el cardenal de la Iglesia Católica Francisco Robles Ortega; en CDMX esta marcha ¡ciudadana y no apartidista! se vio conducida por los dirigentes nacionales del PAN, Marko Cortés, y del PRD, Jesús Zambrano.

El orador único, y aparentemente bateador emergente en caso que Xóchitl Gálvez sea insostenible (es un asunto de números a partir de que se sabe no ganará la posición para la que la programaron; su sostén es solo si su “arrastre” es suficiente para que lleguen a posiciones con fuero –diputaciones o senadurías- varios presuntos delincuentes a quienes apuntaron en las listas correspondientes p.ej. Cabeza de Vaca, Ricardo Anaya, Alito etc.) es el racista ex presidente del INE Lorenzo Córdova, aquél que se decía árbitro electoral y apartidista.

Con gritos de “No al comunismo”; “La ley es la ley” y chuscos lemas como “Que esta marcha vibre: queremos voto libre”; “La gente ha despertado: no a la elección de Estado”, y “Democracia aguanta, el pueblo se levanta”; los convocados de rosa exhibieron la majestuosa estupidización a la que los ha llevado su odio ante el presidente López Obrador, a la 4T y a los chairos. No me detendré en explicar (les) porqué su palabrería es un sin sentido, una tautología a veces y mera retórica sin sustancia. Ante la dictadura que dicen padecer salen a pasear, a gritar, a insultar, pareciendo olvidar que es en esta dictadura en que pueden ser libres, pero como bien dice Galeano: “… temblando del susto a la libertad”.

Un numeroso grupo de varias docenas de miles se reunió en el Zócalo de la CDMX, y varios cientos o miles de ciudadanos lo hizo en diferentes ciudades. A ninguno de ellos los veo agradeciendo que es este movimiento transformador en el que vivimos, es el que les abrió la puerta a que salieran a las calles a expresar lo que  a su gusto quieran sin consecuencia alguna (salvo la burla de cualquier persona pensante y consciente); hay que recordarles la violencia que se ejercía antes frente estos eventos, como en 1968 con el priismo diazordacista, o la del foxismo en Atenco, o la del calderonismo en su historial de represión y muerte, o Ayotzinapa, o…

Y su numerosidad, que no es que sea tanta sino que antes se acotaban a sus sofás, habla muy bien de una ciudadanía movilizada por su enojo ante la pérdida de privilegios y al miedo a que México sea un país cada vez más igualitario, con más derechos y con menos pobres. Pero también habla de que ese grupo de un 25 o 30% de ciudadanos que se caracterizan por su odio a un mexicanismo para todos, se expresa y se une para apoyar lo que sea con tal de que no sea algo relacionado con políticas o proyectos de la 4T. El resultado en elecciones y las encuestas serias son muy claras al respecto: hay un porcentaje -en ese rango mencionado- que va a estar siempre en contra de México, la diferencia es que ahora los vemos exhibirse y ya no es necesario imaginarlos, ahora los vemos de carne y hueso en su atavío ad-hoc, su sombrero de palma, su marca, su vulgar y arcaica ridiculez convertida en efímera movilización social.

Ahora hemos llegado a lo que parece ser un nuevo milagro del que –estos mismos- llaman Mesías: ha provocado que salgan a expresarse a las calles los que exigen su derecho al enriquecimiento ilícito, a la corrupción, a la evasión fiscal, a pagar menores salarios y a evitar pagar prestaciones sociales. Ha conseguido que muestren en cartulinas su verdadera ideología: “Andrés, eres una mierda”.

No alcanzan a dimensionar el favor que le hacen a la 4T al salir a marchar; el obradorismo se hace fuerte, más fuerte, al ver qué y quiénes están del otro lado. Sabemos que existen esos 20 millones en la canalla conservadora: son individualistas, racistas, malinchistas, vende patrias, hipócritas, mentirosos y odiadores; y hoy muchos de ellos salieron a marchar.

Ahora a lo que sigue, ellos a sus casas; mañana su candidata la “pendejiará”; en unos meses les pasará como sucedió en el 2022 poco después de una marcha más multitudinaria que esta en que perdieron electoralmente el Estado de México; todo su discurso de hoy reafirma que su narrativa es ya de derrota, ya la van justificando, eso es bueno.

El miedo les consumió.

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2024, 4T, Oposición, PAN, PRI

El payaso de la dictadura

“El periodismo moderno justifica su existencia por el gran principio darwiniano de la supervivencia del más vulgar.” Oscar Wilde.

Hay un entorno propicio para que un pelafustán con peluca verde insulte al presidente, no es otro más que una irrestricta libertad de expresión. Y, eso sí, cada quien elige cómo expresarse y cada quien se dirige a su público; esto último habla más del público de Brozo que de él; ese público al que le dice “culeritos” y que ante la plena grosería y vulgaridad se ríe,  que el bufón diga que el presidente es dictador les emociona, que les hable de huevos y mamadas les halaga.

El payaso “político” actual, aquel que se construye una imagen pública de bufón: iracundo, imprevisible, de chiste fácil, del sarcasmo sobre la noticia actual; ese que en teoría parte de la autenticidad de oponerse al sistema y a los buenos modales y de despreciar lo políticamente correcto, que transcurre su “stand up” entre la sorna y el insulto ligero o grave; que se vanagloria de su libertad de expresión burlándose de minorías, de mujeres, de razas, de clases sociales, es cada vez más común verlo como parte de la “comentocracia” en todo el mundo. Las redes sociales abrieron su espacio de actuación y ese fenómeno de “banalización de la cultura” tan presente le acuerpa.

México no es la excepción, aunque con su propia modalidad; ya no cercanos al poder en el sexenio actual (no hay recursos públicos que caigan a sus bolsillos) los bufones de turno (Chumel, Kenia, Lilly, Brozo, Gilberto Lozano, Dresser etc.) están intrínsecamente ligados a las élites económicas; anteriormente cuando estas élites controlaban al Estado (particularmente durante el neoliberalismo) servían para que el resultado de su comicidad fuera el elogio al gobernante, el sí señor, sí señor. En ese mismo periodo de 6 décadas anteriores, la acotada y autorizada (de la que nunca se quejaron) “libertad” de expresión obligaba a que no se molestara al gobernante y su familia, pero sobre todo a que no se atacara el modelo económico y poco más; el clasismo y misoginia sí eran permitidos en el sketch de pronta-risa. Ahora, esos bufones y payasos atienden la agenda de las élites que, dispuestas a pagarles ingentes cantidades de dinero (la cuota depende del número de seguidores), a cambio requieren que esa vocería o gritería llegue a un público -atraído por ese humorismo que envuelve el mensaje político clasista y racista con jocosidad- dispuesto a reír aun sin entender.

Hay una gran diferencia entre el bufón clásico y el actual. Los payasos, bufones, histriones, arlequines, “clowns” como se les dice en inglés, siempre han sido integrantes de los sistemas de poder. Su relación –histórica- con las élites de poder se da en todo el mundo y a lo largo del tiempo; los payasos en las sociedades europeas, asiáticas e islámicas cumplieron un papel que no fue solamente entretener en las cortes y palacios, sino además y de manera importante recordarle a los reyes que estaban rodeados por aduladores, que ellos –los monarcas- eran simplemente humanos y, por lo tanto sujetos de error. Actualmente (y la razón es que ya no son pagados por el gobernante en turno) su fin es ponerse al servicio de un amo que les mira con desprecio pero que les utiliza a conveniencia de una agenda que busca recuperar privilegios perdidos.

La sola presencia del payaso tiene una implicación en la que se plantea una doble personalidad, la del personaje y la del intérprete. El problema viene cuando ambas figuras se yuxtaponen y dejan de diferenciarse, tal es el caso de Víctor Trujillo/Brozo –Brozo/Víctor Trujillo. El misógino comediante que pasó, en maroma con triple salto mortal, de la crítica política al escarnio coprológico-infantilizado del insulto fácil, llevado por la voracidad económica que lo llevó de ser medianamente respetado a ser considerado una lacra mediática. El chistosito buleador que con micrófono en mano y el patrocinio de Carlos Loret y Roberto Madrazo en la plataforma Latinus cree que con insultos, mentiras y ataques infundados hará mella en la aprobación presidencial o en pretender incidir en el proceso electoral del 2024. El verdadero Víctor Trujillo/Brozo Brozo/Víctor Trujillo se muestra como lo que siempre fue, un conservador de closet al acecho de una oportunidad que le permitiera ofrecer las nalgas (ya que estamos en modo Brozo) al festín particular de la comedia de ClaudioX que lleva como protagonista a la señora de las gelatinas.

La vida tiene diversas formas de hacer justicia, tiene balances naturales; el payaso de peluca verde purga con ser Víctor Trujillo, Víctor Trujillo expía con ser Brozo.

«Nada más le digo a Brozo que si yo fuera dictador, él no estaría diciendo esas cosas», le dijo el presidente; se le olvida al bufón de nariz roja que en cualquier régimen dictatorial su palabrería sería perseguida y penalizada; sin ir más lejos, en el prianismo muchos comunicadores fueron castigados severamente, incluso perdieron sus trabajos, por atreverse a hablar del alcoholismo de Felipe Calderón o de la casa blanca de la gaviota y su consorte Peña Nieto. Que Brozo diga que López Obrador es un dictador es una falta de respeto, no para el presidente, no para la 4T en su conjunto, no para los chairos -porque ya sabemos de dónde viene ese vómito de odio- es una falta de respeto para la prensa que históricamente se afanó en que se cumpliera la libertad de expresión no solo como una máxima de ley sino como una de realidad.

Se equivocó de dictadura, la suya, en la que él vive, es la dictadura que le impone su avidez por el dinero y el verse obligado a ser el chistoso del jerarca ClaudioX; Brozo no tiene salida, es víctima de su ego y de su titiritero, él eligió esa dictadura tan propia de su ruindad; al acusar de dictador a López Obrador solo refleja su nivel de estupidización y su poco discernimiento; como dijo Nicolás Guillén: “soldado, aprende a tirar”.

Uno no puede mentir o insultar sin consecuencia sin que la ciudadanía se lo cobre cuando tenga oportunidad. Si Brozo cree que su bajeza es graciosa, la respuesta la tendrá cuando le confronten los ciudadanos en la calle.

La caída libre en la que se encuentra la oposición se expresa clara y fatalmente en la ira del conservador comediante Víctor Trujillo/Brozo; no hay deslinde de sus seguidores ni de la Sra. X, ni de PRI y PAN, ni de los tele-intelectuales que firman desplegados, ni de los políticamente correctos (cuando les conviene); este figurín vestido de payaso les representa cabalmente.

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2024, 4T, México, Oposición

2024, el año del suicidio

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. (Historia de dos ciudades, Dickens).

Contrario al modelo neoliberal que nunca logró beneficiar a las mayorías, el modelo 4T ha disminuido la pobreza en más de 5 millones de personas al 2022, se estima que serán 9 millones menos de pobres al final del sexenio lopezobradorista. Algo debe morir para que algo nazca, la sociedad avanza, el mundo avanza y se enfrenta a nuevos retos pero hay siempre y en todo momento una base mínima que se debe construir y mantener, una que atienda la dignidad humana, la justicia, la igualdad y la solidaridad; el modelo neoliberal atentó contra ello, el rescate en un nuevo modelo de transformación es lo que estamos viviendo en México; tonto aquel que no lo quiera ver, tonto aquel que se haya suicidado en aras de su ignorancia o su ceguera.

I.- El PIB crece, la inflación que desbocó la pandemia y las guerras disminuye, la participación de México en los mercados externos –particularmente el de Estados Unidos- crece, la consolidación del Corredor del istmo de Tehuantepec sigue atrayendo inversiones, la inversión extranjera directa en ascenso, las remesas crecen como consecuencia de la confianza al país, aumenta el consumo, la deuda externa disminuye con respecto al PIB, el país enfilándose a estar pronto dentro de las 10 economías del mundo una vez que ya superó en este sexenio a España, Australia y Corea del sur, disminuye el gasto operativo del gobierno y en cambio aumenta el gasto social.

Pero hay también otro mundo:

Y va a pasar que en el siguiente sexenio, la Señoga X será pronto olvidada al haber perdido escandalosamente frente a Claudia Sheinbaum, aunque en el Senado estarán, ellos sí sin duda porque ya se repartieron sus puestos de plurinominales: Marko Cortés, Ricardo Anaya (aunque usted no lo crea, éste delincuente escondido en Estados Unidos está a la espera del fuero senatorial para regresar a México), Lilly Téllez y por parte del PRI Alito Moreno (son ratas, no pendejos). La de las gelatinas a su casa, con la enorme bolsa que le hayan asignado en el acuerdo mafioso al que se sometió, porque –aquí entre nos- su candidatura fue un mal chiste, con cargo al presupuesto público, del prianismo a sus ingenuos votantes, mientras que los mafiosos jerarquillas partidistas de pri y pan seguirán mamando del erario protegidos por el fuero que impide sean perseguidos en sus estafas.

Y va a pasar también que el otrora prd, del que hay que decir con “indignada ironía ciudadana”, al que ni un mendrugo le arrojaron en el reparto de puestos, magistraturas, juzgados, notarías y demás botín que se adjudican en su acuerdo de coalición estos banales y venales del Frente Amplio por México (léase Claudio X y sus títeres), que desaparecerá del mapa político. No tiene ya que hacer nada, solo con mantener su ritmo de caída constante en este sexenio que le ha hecho perder el registro en Estados al que se presentó en elecciones (no alcanzó ni 3%): 1 en 2019, 8 en 2021, 4 en 2022, 2 en 2023; su jaque mate es el 2024.

II.- Mientras tanto el presidente que se retira en unos meses y que tiene la aprobación más alta de los últimos mandatarios en el cargo, el personaje político más importante de las últimas décadas, el hombre alrededor de quien giran las conversaciones del país, al que ni el “humor” chumelista, ni las groserías brozistas, ni las mentiras de López Dóriga, y no se diga los montajes de Carlos Loret o la palabrería hueca e insultante de Denisse Dresser, ni el mal gusto y chabacanería de Alazraki, ni la insulsez de Leo Zuckerman, Raymundo Riva Palacio o Sergio Sarmiento, las muecas de Ciro, mucho menos los sesudos análisis de los Pedros Ferriz o la frivolidad de Guadalupe Loaeza, pudieron con su modelo de comunicación de la “Mañanera” y con la evidencia de los resultados de gobierno. Todos estos comunicadores, y muchos más, a quienes los ingresos que reciben les es suficiente para evitar poner los pies en la tierra y reconocer que ya perdieron la narrativa que les mantuvo por décadas como voceros de infames gobiernos, o reconocer que su ordenamiento mental se volvió obsoleto.

Pero hay también otro mundo:

Y también sucederá que la comentocracia afín a los modos del pasado -todos ellos bien maiceados, todos ellos ricos en chayote- se encontrarán ante un cambio de gobierno que tampoco alimentará su voracidad; veremos la desaparición de programas y arrogantes figurines mediáticos a quienes ya será insostenible mantener con los dineros de ClaudioX y otros empresarios comparsas, todo tiene un límite, se les acabó el cuento de que íbamos al vacío y a lo que para asustar a sus cándidos oyentes y seguidores llaman venezuelisación. Si en el neoliberalismo el desvío de recursos hacia los medios de comunicación fue clave para el adoctrinamiento ideológico de gente que aún hoy no puede quitarse la venda que les impuso el dogma economicista, echaleganista, clasista, ese del pobre es pobre porque quiere, ese que dice que el estado no debe intervenir en la economía porque el “mercado” se encarga, ese que dice que el país debe ser solo para unos cuántos; los casi 6 años transcurridos en esta transformación han sido la puntilla para demostrar su error y exhibir su resentimiento, procacidad y su odio a México.

Si a ellos se les olvida a nosotros no, que ellos fueron los ávidos deseadores de que el aeropuerto Felipe Ángeles no funcionara, que la refinería no se construyera, que la economía se cayera, que el peso se devaluara, que el tren Maya no arrancara. Sí, también va a pasar que se irán finalmente.

III.- Los programas sociales llegan a más de 30 millones de personas, estos apoyos se convierten en pocas horas en una derrama económica a empresas y comercios en todo el país; los salarios se han  incrementado como nunca antes, desaparece el outsourcing y el pago de prestaciones es obligado; se construyen carreteras, puentes, parques solares, universidades, puertos, hidroeléctricas, cobertura de internet en todo el país; disminuye el desempleo a su nivel más bajo desde que hay registro en México y el gobierno ejerce una rigurosa disciplina fiscal.

Desde el 2018 el peso ha incrementado su valor respecto al dólar en más del 15% (es la moneda con mejor desempeño en el mundo), la inversión extranjera alcanzó un nivel histórico en el año 2023 con más de 36 mil millones; después de la India y China México es la economía que más ha crecido después de la pandemia; el salario mínimo ha tenido crecimiento del 113% en este sexenio; la deuda pública disminuyo del 60.6% al 47% como porcentaje del PIB en 2023; la Bolsa de Valores ha roto todos sus records; el turismo aumenta considerablemente convirtiéndonos en el tercer país con más turistas extranjeros.

Pero hay también otro mundo:

A poco de que concluya el sexenio siguen sin entender, no quisieron ni quieren hacerlo, nunca lo harán; a veces me pregunto si es que no pudieron o solo es que no quisieron –que no es lo mismo porque bien dice la frase de Unamuno: “lo que la naturaleza no da Salamanca no lo presta”- , a estas alturas del sexenio ya no importa, su irrelevancia es clara y patente.

Las voces acalladas y ocultas de los políticamente correctos, aquellos que no son sino veletas agitadas al ritmo de vientos que les hace ser medianos, enojados porque el gobierno hace hospitales, aeropuertos, presas, refinerías, caminos y trenes.

Ciudadanos –minoría al fin pero tristemente con una venda en los ojos- cegados ante la realidad de que hay una economía sana y en crecimiento, que hay un proyecto de país que busca beneficiar a todos, cegados pero con la mano extendida para recibir sus pensiones o las de sus padres y abuelos, cegados pero disfrutando nueva infraestructura, cegados pero con una capacidad de consumo mayor, cegados pero con salarios mejores.

Si decidieron seguir y agruparse con un grupo de nefastos personajes, esos que votarán por la Señoga Xingona -ni hablar, no hay mucho que hacer- también se verán inmolados en este 2024.

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2024, 4T, Morena

Ni están todos los que son, ni …

El nacionalista cree que el lugar donde nació es el mejor lugar del mundo; y eso no es cierto. El patriota cree que el lugar donde nació se merece todo el amor del mundo; y eso sí es cierto.

Camilo José Cela

Algunos estarán contentos y otros no tanto, sin embargo el mecanismo con el que el partido y sus aliados decidieron es el que se ha seguido al pie de la letra; se acabaron los dedazos tan propios de la tradición panista y priista. La paridad de género promovida por Morena y que es consustancial al gobierno actual incide en el resultado de algunas elegidas en esta ocasión pero lo hace de manera circunstancial porque la 4T es claramente feminista y bien podrían haber sido 9 las designadas si les hubiera alcanzado con sus números en las encuestas.

…Hay humo blanco…

Un movimiento de transformación, que algunos confunden con bolsa de trabajo, tiene que ser congruente consigo mismo; debe ser representado por quienes creen en él, los ciudadanos encuestados lo leyeron perfectamente, apostaron por quienes consideran que atenderán y cuidaran del proyecto.

Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán, Ciudad de México, Morelos, Jalisco, Chiapas y Guanajuato ya tienen definido a quienes se convertirán en candidatas/os en cuanto la ley permita su registro, así que no le demos tiempo a los llantos de alguno o alguna inconforme; pasó con Marcelo Ebrard que llegó a un callejón sin salida a causa de su egocentrismo y su querer ser él, él, él aunque hubiera perdido. Varias semanas después de su capricho ya se volvió irrelevante el que decida quedarse o irse del movimiento; aunque la dirigencia aceptara que se quede (por aquello de la unidad) a cambio de nada más que ser uno más –lo que es mucho si él tuviera sentido de Estado- para la “chairada” ya está fuera. El pueblo pone, el pueblo quita; el pueblo lo aupó a puestos importantes, el pueblo lo baja ante sus agravios. Sirva esta experiencia para todos aquellos que tan solo estén en la búsqueda de puestos, chambas y currícula.

Ahora a lo que sigue, a explicar cada una de ellas y ellos elegidos su plan de trabajo y apelar al voto en sus estados y Ciudad de México trabajando a pie de tierra; tienen que demostrar que son merecedores de la oportunidad que les damos de representarnos.

  • Clara Brugada en CDMX. (Alcaldesa Iztapalapa)
  • Alma Alcaraz en Guanajuato. (Diputada)
  • Claudia Delgadillo en Jalisco. (Diputada)
  • Margarita González en Morelos (Lotería Nacional)
  • Rocío Nahle en Veracruz (Energía)
  • Javier May en Tabasco (Fonatur)
  • Alejandro Armenta en Puebla (senador)
  • Huacho Díaz Mena en Yucatán (delegado federal)
  • Eduardo Ramírez en Chiapas (senador)

En la 4T, con una ciudadanía bien politizada y al tanto de las bondades de una forma distinta de hacer gestión social y de gobierno, como ha sido la de López Obrador, cabría esperar un camino allanado para los triunfos en el 2024 en estas nueve elecciones estatales, cito al filósofo Fernando Buen Abad -refiriéndose a Argentina pero con una cercana aplicación al contexto mexicano-: “La sola posibilidad de que alguien se plantee votar por la derecha implica un retroceso histórico que debe ser evaluado con mucha seriedad. El voto a la derecha suele estar intoxicado con odio e ignorancia, con irresponsabilidad e indolencia. Si tal mezcla se multiplica es Crisis”. Pero, siempre hay un pero.

La oposición de manera ilegal, mañosa, mentirosa y sobre todo dolida y pasmada viendo su empequeñecimiento (como lo ha demostrado) está a la espera de un error por nuestra parte para intentar una emboscada; un error como sería el incorporar o mantener en el partido a opositores disfrazados, a lobos con piel de oveja dispuestos a torcer el proceso que nos lleve a los respectivos triunfos. Un error como sería el no reforzar en sus propuestas el camino de transformación seguido hasta ahora, o como sería el rodearse de “advisors” importados o mercadólogos para que les manejen sus campañas como si fuera venta de producto chatarra o también como sería el no dar cabida en sus equipos a quienes obtuvieron resultados menores que ellas y ellos en las encuestas. La siguiente elección no será un día de campo, más bien será una fortísima pelea de proyectos; de un lado el de la ciudadanía que quiere un mejor país, del otro élites rapaces dispuestas a incendiar el país antes de verlo perdido para sus bolsillos.

Y por el lado de los ciudadanos pasa lo mismo que con los candidatos, algunos estaremos contentos y otros no tanto; tal vez no ganó nuestra favorita o tal vez sí. Así es la democracia y parece que debemos reaprenderla una y otra vez porque habrá voces que metan cizaña y que intenten crear malestar en aquellos que no tengan la fortaleza y certeza de asumir en todo momento que lo que importa es el movimiento, el proyecto.

Notas al calce: En el caso de CDMX el que la futura jefa de gobierno pueda ser Clara Brugada me parece una excelente noticia, reivindica a la izquierda en la ciudad del ocupamiento del panismo que como hiedra ha invadido espacios. En Guanajuato, ese estado panista, el más violento de todos, cuna del senil Vicente Fox, ojalá Alma Alcaraz pueda ser la cuña que logré la alternancia hacia un modelo menos delincuencial. En Veracruz, Rocío Nahle es un lujo que impulsará al estado con su eficiencia probada.

Estamos a unos 8 meses de las elecciones, las tareas son inmensas, hay un plan en la 4T y hay que seguirlo, seguramente no es perfecto sino perfectible, pero este es, este es hoy, el tiempo y quienes vayan guiando la barca federal y estatales son quienes tienen la obligación de escuchar a los ciudadanos, me parece que es un buen momento para recordar a José Martí:

A un plan obedece nuestro enemigo: de enconarnos, dispensarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo, hacer por fin a nuestra patria libre. Plan contra plan.

Plan contra plan, el nuestro ya está en ejecución, en los estados -ayer- con la selección de nuestros representantes; en la oposición también está en  ejecución, basta con ver balbucear y dar brinquitos a su candidata.

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2024, 4T, Lealtad, Políticos mexicanos, Traiciones políticas

Hombres necios que chaqueteáis

«Eres como el mortífero veneno que daña a quien lo vierte inadvertido, y en fin eres tan malo y fementido que aun para aborrecido no eres bueno.»

Sor Juana Inés de la Cruz.

¿Recibimos cascajo? ¿A cambio de qué? No nos basta con haber sufrido a la panista Lilly Tellez y a Germán Martinez que -una vez que tuvieron los puestos -una como senadora y el otro panista como Director del IMSS-, traicionaron a López Obrador y su gobierno y ahora los vemos convertidos en falaces enemigos de Morena.

Bien dice el dicho: Perro que come huevos ni quemándole el hocico; si son conservadores, reaccionarios, derechistas, mochos, adoradores de lo extranjero; ¿Como que por qué de repente en Morena queremos allegarnos de esos cuadros?

Pragmatismo sí o pragmatismo no. No podemos olvidarar que no sólo queremos ganar elecciones y ganar mayorías sino que queremos el Plan C que es la suma de votos a favor de nuestras propuestas. Y ahí es donde el puerco tuerce el rabo porque a veces su pragmatismo chapulinesco no les da para aprobar cosas en las que no creen. Sí creen en el puesto pero no creen en la responsabilidad que conlleva.

Pongan atención a un caso que viene, no diré nombres: una señora que ha dicho cosas como preguntarle al hijo del presidente que cuánto roba, o que dice que nunca había visto a un presidente más ignorante que Lopez Obrador, que AMLO ha dañado a los pobres, que llena el Zócalo con acarreados, señora por cierto comparsa de Lily Tellez; ahora busca su respectivo hueso en Morena Puebla, haciéndole la barba a un posible precandidato morenista. ¿Va a llegar pronto a Morena?

Un galardonado deportista, halagador priista y después panista, odiador de la 4T, diputado que votó en contra de la Reforma Eléctrica y que el que ésta no tuviera los votos suficientes para pasar le provocó festejar. Éste señor, hace apenas dos o tres semanas, acompañado del dirigente del PAN Marko Cortés, le levantó la mano a la Sra. Xóchitl -la de las gelatinas para mayor referencia- en señal de apoyo a su “futuro presidencial”. Y unos cuantos días después, así de repente (como en transfiguración) lo vemos en fotos con Claudia Sheinbaum, nuestra futura presidenta, y es recibido en Morena con aplausos de parte de diputados de nuestro partido. Él va sobre un puesto en Yucatán, ¿nosotros vamos sobre cascajo para reciclar?

Afortunadamente en Morena tenemos libertad de opinar, libertad de decir y libertad de criticar, podemos entonces decir que hay cosas que en lo personal no vemos bien y avanzar.

Si estratégicamente el presidente aceptó que ex gobernadores priistas al término de su mandato pasen a ocupar embajadas o consulados; hay una explicación: es el costo a pagar porque no intervinieron fraudulentamente en la elección en los estados que gobernaban. Algo así como que les pagamos porque no nos robaron la elección, en fin, esa es la maniobra que encontró el presidente, ante el tamaño de la ruindad panista/priista, para lograr triunfos que de otra forma hubieran sido burlados. Así la priista Pavlovich se acomodó en Barcelona, el campechano Aysa González en República Dominicana, el de Sinaloa Quirino Ordaz Coppel en España.

No podemos obviar el que Morena es un movimiento que aglutina a muchos: de hecho en nuestra declaración de principios, en el apartado 6 dice: Nuestro Movimiento reconoce su esencia en la pluralidad; MORENA es respetuoso de la diversidad cultural, religiosa y política a su interior. Nuestra acción individual y colectiva está sustentada en principios de honestidad, patriotismo y reconocimientos de las diferencias para forjar una nueva forma del quehacer público, alejada de los vicios y la corrupción de las prácticas políticas del actual sistema político, cultural y económico. Los integrantes del Movimiento deben tener presente en su quehacer cotidiano que son portadores de una nueva forma de actuar, basada en valores democráticos y humanistas y no en la búsqueda de la satisfacción de intereses egoístas, de facción o de grupo.

Pregunto, ¿qué tiene que ver lo anterior con un, imaginemos, me acuesto siendo panista y amanezco morenista?. Así el chapulineo político. Desayuno con la playera de Morena como con la del PRI y ceno con la del PAN. Para justificar mi bi o tri o cuatri polaridad argumento que es por convicciones y compromiso o porque fui iluminado… Pero la realidad es que la mayoría de esta clase de “políticos” busca estar con el ganador, busca la siguiente chamba y si no se la dan o pierde su apuesta, pues a lo que sigue, porque como dijo Marx, no Carlos sino Groucho: “Estos son mis principios, si no les gustan tengo otros”.

El PAN es derechismo, es individualismo, es intolerante, no acepta el laicismo, es conservador y ha sido permanente y duramente agresivo hacia los chairos morenistas. ¿Estos panistas que se convierten en morenistas de la noche a la mañana se han deslindado?

Ojo con dar por bueno ese desdibujamiento ideológico como el que mató al prd al haber votado las propuestas de pri y pan en aquel pacto por México, eso explica también porque muchos perredistas se convirtieron al panismo; y no nos embrollemos porque la política es la política, es decir que muchas veces hay que tragar sapos en busca de un bien mayor, en 2018 nos convertimos en un movimiento que para lograr mayorías como las que obtuvimos tuvimos que “cachar” a varios indeseables, nos hicimos pragmáticos. Hay un concepto que se llama el “catch all”, lo ideó el politólogo alemán Otto Kircheimer, se caracteriza porque, “en aras de buscar un mayor número de votantes, deja de sustentar una ideología específica, y adopta planteamientos no radicales, tratando de que el mayor número posible de ciudadanos coincida con sus posturas; de este modo caben en él personas pertenecientes a prácticamente todas las tendencias ideológicas o, inclusive, aquéllas sin ideología, pues el partido no tiene un eje ideológico bien definido”.

Pregunto, ¿no tenemos un eje ideológico? ¿No es nuestra propuesta acabar con las formas del pasado? ¿Lo vamos a hacer invitando a los políticos del pasado?

¿Cómo funciona?, ¿hoy soy conservador, misógino, en contra de legalizar el aborto, pienso que el pobre es pobre porque quiere y mañana me paso a Morena y ya no lo soy?

Al rato vamos a recibir los trozos perredistas que después que traicionaron al movimiento, a López Obrador, que se unieron al PAN y que dicen que son “izquierda moderna” mientras vituperan a la 4T; querrán chapulinear porque están a punto de desaparecer del mapa, no falta mucho para que los veamos haciendo brincos, maromas y machincuepas para «explicar» su conversión. Y en este desfiguramiento hasta cabida podría tener Alazraki (por un poquito más de 25 pesos) o Ricardo Anaya.

Se vale, cada persona es libre de elegir el partido que quiera, de optar por pertenecer a un movimiento u otro; eso no está en discusión, en este sentido no hay “purismos” que valgan. Mi punto es que en sentido opuesto, es decir desde el punto de vista de a quienes recibimos y para qué, nuestra responsabilidad es que no les podemos dar puestos en un determinado tiempo, no pueden llegar a “recibir”; antes tienen que “demostrar”. Debe prohibirse nombrarlos a puestos de elección o a puestos en los gabinetes por el solo hecho que se cambiaron de partido y traen “grupo”, que le talacheen primero. Si no queremos Lilis Tellez o Germanes Martinez, no los creemos, o ya mínimo pidamos que se vayan de rodillas a la basílica a expiar sus pecados y luego vemos. Tenemos las coaliciones para lograr votaciones con distintos partidos, usémoslas, pero no confundamos al electorado con un pasticcio infumable.

El pragmatismo político tiene límites, ¿Quién los pone, quién le pone el cascabel al gato en época de chapulines?

¿Por qué se les llama chapulines? Se les llama así por su capacidad de dar saltos -que desafían lineamientos ideológicos o programáticos, e  invariablemente caer de pie, por disparatado que luzca el cambio, caen de pie. Es decir, en su caso,  caen con chamba porque sí, solo porque sí, no porque hayan construido nada en el movimiento.

Ya no somos nuevos, tuvimos 5 años para formar gente, no necesitamos reciclar políticos ¿o sí? El chapulineo no es nuevo, es práctica en el mundo y en México, el ropaje de pragmatismo es consustancial a los busca chambas en los gobierno, para ellos el país es lo de menos, el proyecto ni se diga; es, entonces, en el partido en donde debemos poner las reglas. Algo así como: nos reservamos derecho de admisión.

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2024, 4T, Feminismo, Oposición, Panismo

La señora de las gelatinas

“¿Las mujeres también son seres humanos? El trabajo del hogar es el medio de realización plena de la mujer”.

Carlos Abascal, panista, secretario de gobernación foxista

He dicho que los conservadores mexicanos, en esta época principalmente los panistas, en su infinita misoginia e ideología sobre las mujeres, las utilizan a conveniencia para demeritarlas y que sean burla social; la caída libre a la que lanzaron a la Sra. de las gelatinas no es más que el último ejemplo. El mensaje subliminal para sus seguidores es: «sólo un hombre es formal, serio y preparado para gobernar…», nada distinto a lo que hicieron antes cuando subieron a la palestra -a Lilly, Kenia, Margarita, Mariana… dándoles sus quince minutos de fama a cambio de una irreflexiva y obligada bullanga que diera la nota para que sus periódicos y voceros tuvieran material suficiente para la crítica permanente a López Obrador, a la izquierda, a los chairos, a…

Cabe preguntarse: ¿Por qué las presentan como si su intención -al proponer mujeres a puestos importantes en la política- fuera real y sin embargo, al día siguiente las convierten en payaso de las cachetadas? Sí, sí es un asunto de machos y es su respuesta a la obligada paridad en la vida pública.

La tragedia de la oposición política al movimiento de la Cuarta Transformación es de tal magnitud que se confronta y contradice a sí misma en un símil de patadas de ahogado. Sus razones:

  • No tienen proyecto de Nación (el oponerse a todo no es propuesta).
  • No tienen candidatos preparados con arraigo en el afecto de los ciudadanos (se han ganado el desafecto de la población por su elitismo y clasismo).
  • No se permiten presentar a la lid electoral a quien les puede confrontar (e.g. Beatriz Paredes) su idea de que odiar al gobierno actual, a sus seguidores y en particular a López Obrador, es razón válida y suficiente para tener la opción de gobernar.

Y entonces, al llegarles la fecha mágica en que deben elegir a quien les represente en la siguiente elección presidencial, se dan cuenta que en 5 años no construyeron nada, ni plan, ni arraigo, ni afecto, ni razón. Y con eso, con ese nada que tienen en sus manos presentan a alguien, mi teoría es que eligieron a una mujer porque así matan dos pájaros de un tiro al saber que irremediablemente van a perder: para contrastar (ternuritas) la opción de la mujer candidata morenista y para subrayar –una vez que fracasen- que en su campo político solo un hombre podría haber sido triunfador. Sí, sí es un asunto de machos, si no lo fuera hubieran elegido a una mujer que es infinitamente más preparada como lo es la priista Paredes.

La crítica a su candidata está a todo lo que da, y no porque sea mujer, precisamente no por eso. En este momento histórico, en pleno 2023 hablar de esto puede parecer de fuera de época, de mal gusto pero relean la cita al inicio de esta columna, es de un líder panista, del secretario de gobernación del primer presidente panista, y es de apenas hace unos años; busquen la crítica a dichas expresiones por parte de los conservadores mexicanos, incluso de los wanabis de izquierda moderna, y no la van a encontrar. El panismo que se disfraza de moderno es la misma organización de ideas medievales, de golpes de pecho y de hipocresía; no es adjetivación, es realidad. A las pruebas me remito.

Y qué que sea mujer, si sus dichos y propuestas representan un retroceso civilizatorio, nada distinto a muchos hombres. Si hablamos de política, si hablamos de la intención de desarrollar el país en beneficio de todos; el hecho de que quien cree que puede dirigirlo sea una persona inconsciente, bobalicona, desinformada, manipulable, corrupta…, debería encender las alertas del mensaje que envían a sus votantes. Su candidata es el mensaje que les dice: para ustedes ciudadanos mexicanos conservadores, reaccionarios y de derecha que nos darán su voto (a fondo perdido) lo que les ofrecemos es esto, esto se merecen; no es necesario presentarles un proyecto, una idea o una candidata fuerte, no vean como un problema que no tiene una noción cierta y fundada que le permita comprender el país, acepten su ignorancia o por lo menos, para ser condescendientes, su supino desinterés en la historia, las tradiciones y las artes.

Y qué que sea mujer si en el cercano futuro será caso de estudio en los centros de investigación política el cómo fue posible rematar a la oposición y colaborar a desfondarla al nivel más bajo como nunca antes lo estuvo. Una mujer que, hoy confirmamos que lo hacía solo para convivir, año tras años en una fecha como hoy decía apoyar la libre decisión del aborto y su despenalización y hoy es obligada a desdecirse. Sí, sí es un asunto de machos que le van indicando qué decir.

La mujer de la risa idiota, de la risa sin motivo, la de risa patológica bien identificada en manuales de psiquiatría, que nos hace recordar que la risa que normalmente refleja un estado de alegría y que es muy saludable y que cuando no es así, puede ser resultado de que algo no está funcionando bien. No importa lo que le pregunten siempre la verán reír, soltar un par de groserías les hablará de sus «huevos» y de que la «pendejió» y seguirá su ruta tan campante. La están usando y la están destruyendo.

En su historia de vida ésta mujer dice que es la clásica (sic) emprendedora que después de vender gelatinas quiso ser CEO y convertir su tiempo en dinero, pues será pero a la mala, copiando su trabajo de tesis, montando una empresa y generando ese dinero con el que soñaba a través de corrupción, amiguismo y puestos políticos. Y sin embargo -o por eso- su mayor y principal problema no es uno de educación, sino de valores, es decir uno moral y ético, y ahí es donde empalma con la visión de los machos que la encumbraron a su ladrillo mareador.

Su candidatura es fruto de la propagación de la ignorancia y del declive cultural de la derecha en México, de esa que finge que sabe mucho cuando verdaderamente no sabe nada. Su candidatura es la consecuencia del aspiracionismo frívolo que permea a panistas, priistas y perredistas; algo así como eso quieren pues eso tienen.

La señora de las gelatinas vive en un performance que le han impuesto y mi opinión es que sus posibles votantes no se lo merecen; por más reaccionarios, ignorantes y desconocedores de la historia sean, creo que sí podrían beneficiarse de un proyecto, una idea, una razón y una candidata preparada, aunque vayan a perder.

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2024, 4T, AMLO, Claudia

Bastón de mando.

No estoy interesado en el poder por el bien del poder, pero estoy interesado en el poder que es moral, que es correcto y que es bueno.

Luther King

A la 4T, la cuarta transformación, bien podríamos ponerle un epígrafe. “Cuando ya lo insólito es cotidiano…” Porque, ¿cómo, si no entonces, podemos entender los resultados obtenidos –contrarios a todas las pesimistas proyecciones de la oposición– al inicio de este gobierno y cada día y cada mes y cada año y cinco años después?

Con la oposición en contra, en estos 5 años se mantuvieron firmes las variables macroeconómicas; los anunciantes del presagio se quedaron con las ganas de ver hundirse –una vez más- la economía del país. Los que auguraban un dólar a 30 pesos se quedaron con un palmo de narices.

Con los medios en contra, en cada una de las elecciones para gobiernos y congresos locales que ha habido desde 2018, Morena ha crecido y en la mayoría de los casos ganado. Del 2018 a la fecha hemos ganado 22 gubernaturas por ejemplo. Sí, de 0 a 22 en 5 años.

Con un 30% de los ciudadanos siempre en contra, los programas sociales favorecen a la inmensa mayoría de mexicanos, también los odiadores a la 4T cobran sus pensiones, becas y apoyos.

Con una pandemia de por medio en contra, y un sistema de salud quebrado y saqueado, del 2018 al 2022, hay más de 5 millones de mexicanos que salieron de la pobreza.

Con una guerra en Europa en contra porque llevó los precios de los alimentos y energía a máximos históricos; y a pesar de ello, la inflación en México ha tenido de los mejores comportamientos en el mundo y los ingresos salariales han crecido por arriba de lo que ha sucedido en cualquier otro lugar y, en México en cualquier otro gobierno.

Con una violencia incontrolable al recibir el gobierno y una corrupción permeada en todas las áreas del Estado actuando en contra del futuro de la mayoría de los mexicanos, sin pedir préstamos como solía hacerse, se desarrolla infraestructura como pocas veces. Es fácil decir aeropuerto, trenes, carreteras, Tren Maya, Corredor Transístmico, plantas de energía, plantas de agua; pero si nos damos cuenta de lo que significa entendemos lo inaudito del trabajo realizado.

Con una rotunda deslealtad y un profundo desamor al país de muchos que -a conveniencia- se vistieron de rosa, de blanco, de botargas, de ecologistas, de todo cuanto significara oponerse a la gestión de gobierno, se topan con que los números, los datos y los hechos dicen que se han hecho bien las cosas. Sus gurúes y líderes con quienes se identifican viven escondidos o a salto de mata en Estados Unidos, España o Indonesia.

Y si digo en contra es porque todos estos antes mencionados, no aportaron siquiera, un ápice de buenos deseos para que al país le fuera bien; no se diga ya un voto o un apoyo para alguna de las causas en las que se pudo avanzar. La ciudadanía ya se los cobró.

Pero las cosas no son por milagro, alguien es quien ha conjuntado los esfuerzos de millones de personas, hay quien encabeza este proyecto: Andrés Manuel López Obrador, el presidente de todos (también de quienes le odian al mismo tiempo que se benefician de su gestión), él es quien en estos 5 años le ha dado la vuelta a la circunstancia en la que nos manteníamos; él es quien derrumbó la tara neoliberal. El hombre que ocupa la segunda posición en popularidad y aprecio entre los mandatarios de todo el mundo; el hombre que a más de 5 años de gobierno mantiene una aprobación de más del 68% y del que más del 75% por ciento de los ciudadanos considera que ha hecho en un buen gobierno.

Estos 5 años suponen una experiencia tan penetrante y sorprendente que cuando se recuerda parece haber ocurrido en un letargo con muchos sueños dentro; con un montón de imágenes, símbolos y lecciones de historia que se han mudado indefinidamente a la memoria. Este hombre y su gobierno le han dado un nuevo rumbo al país.

Estos cinco años han pasado rápidamente y estamos a uno en que debe suceder -aunque nos cause tristeza- el cambio de poder, la renovación sexenal de la presidencia. Falta un año para ello, dirán algunos; hay que aferrarse al poder pensarán otros; es un dictador que se quiere mantener en el poder dirán los absurdos. López Obrador entregará la presidencia a quien los votos de la elección en julio de 2024 declaren ganadora. De eso no hay duda más allá de las calenturientas cabezas de sus odiadores que aseguran se quiere eternizar en el poder.

Pero hoy estamos hablando de otra cosa; de la entrega del bastón de mando. Tan simbólico, tan ininteligible para algunos; tan fundacional en su esencia.

Un poderoso símbolo entra a la narrativa política mexicana; lo que éste representa es casi para iniciados –que son ya la inmensa mayoría de mexicanos-, no lo es para quien no quiere o puede entenderlo. El simbolismo de su representación es de lo que estamos hablando.

El gobierno lleva su cauce y sus fechas y calendarios institucionales; el movimiento de la Cuarta Transformación fundado por López Obrador acompañado de muchos otros, va distinto; gobernar es tan solo una parte, su vivencia es más que eso.

López Obrador dijo que cuando se eligiera a la persona que se convertirá seguramente en candidata a la presidencia y también seguramente quien será la que le suceda en el puesto; le entregaría el mando del movimiento, no del gobierno, del movimiento. Pocos le escucharon, pocos le creyeron; su permanente presencia hace parecer imposible que un día al encender el televisor ya no estará. Y no va a estar.

No bien se acabó el conteo de las encuestas que declaran ganadora a Claudia Sheinbaum que unas horas después, el presidente le hizo entrega del bastón de mando; el símbolo –poderosísimo- con el que él quiere decir, yo me voy, sigue Claudia.

Parece difícil que hayamos llegado a este momento; como si la solución fuera pensar que es un sueño de una travesía en el que finalmente se regresa al lugar en el que se vive y en el que descubrimos que todo está exactamente como se dejó antes de partir; pero no, no va a pasar; ya es Claudia.

El hombre en la cúspide de su poder, en la cima del aprecio ciudadano nos ha dicho; sigan ustedes. Si todos los logros materiales no fueran insólitos respecto a lo que se creía y decía por parte de los opositores; éste solo hecho, el dejar ser dirigente y dar un paso a lado lo es, cuando nadie se lo ha pedido, cuando muchos no quieren que suceda, él lo hace; porque sí, porque es un hombre de palabra, porque es un demócrata; porque sabe que es la hora de las mujeres.

Hay pocos ejemplos de personas que en la cúspide del poder, lo ceden en beneficio de algo más grande, de una idea mayor. Costa Rica tiene un ejemplo: cuando en 1948 Don Pepe Figueres abolió el ejército al triunfo de una revolución que él encabezaba y siendo él el jefe militar y victorioso. Y pocas historias más hay en este sentido, no es costumbre ceder el poder cuando no es requisito. Sólo quienes viven con la máxima: «Es necesario hacer importante lo importante«, tienen la capacidad de hacerlo.

En el año 2018, al asumir la presidencia, López Obrador recibió de manos de los representantes de las 68 comunidades indígenas y afromexicanas el Bastón de Mando, en símbolo de reconocimiento y apoyo al nuevo dirigente de la nación. Este hecho histórico, cargado de un gran valor y contenido simbólico, era inédito en nuestro país; que las siempre marginadas y maltratadas comunidades indígenas lo hicieran, significaba que veían en el presidente a uno de los suyos, a uno a quien le cedían su poder para que viera por ellos, para que les representara, para que fuera su voz.

De tal forma, ahora López Obrador pasa otro bastón, inspirado en el simbolismo de los bastones indígenas, pero éste es uno que significa que la cabeza y dirección de la Cuarta Transformación ya no es él; él renuncia, Claudia asume.

Claudia Sheinbaum no recibe ningún regalo, recibe lo que le corresponde, duela a quien le duela; la ganadora en este proceso es ella y sólo ella.

Tenemos una gran futura candidata y presidenta, una mujer preparada, científica, con experiencia de gobierno; tiene frente así grandes retos, abundar en la lucha por el feminismo y por atender la afectación del cambio climático; continuar con la disminución de la pobreza, mantener el impulso a la educación… me puedo seguir porque sus tareas son inacabables como lo son las necesidades y desafíos del país.. Ha sido una gran decisión la que tomamos la mayoría en Morena. Claudia, la primera mujer en la presidencia de México. “Cuando ya lo insólito se nos vuelve cotidiano”, así la 4T.

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2024, 4T, México, Política, Traiciones políticas

No están solos

El mejor momento en el amor es cuando el amante se va en taxi.

Foucault

El  fenómeno  de  la  polarización  política  pareciera  ser  uno  de  los  rasgos centrales de la disputa mexicana por el poder; las posiciones de  dos distintos modelos se extreman y diferencian cada vez más. Se pasó de un gatopardismo como el que hubo en el año 2000 con la llegada del “cambio” del panismo con Vicente Fox a una radical transformación de paradigmas sociales políticos y económicos a partir del 2018 con la llegada de López Obrador y la 4T. El futuro cada vez más cercano del 2024, pasa por la ratificación de la Cuarta Transformación con la candidata o candidato que seleccione para oponerse al retorno al poder y prácticas del proyecto y candidato que presente la oposición liderada por ClaudioX.

Permitir el regreso de quienes mal gobernaron y saquearon al país, no solo atenta  con los logros y avances de lo alcanzado en estos 5 años sino que representa la vuelta vengativa de quienes amenazan con liquidar a la izquierda y sus obras, sus líderes, sus seguidores; los que advierten con una “limpieza” a todo lo que les suene chairo, socialista, moreno y comunista.

La  derecha panista-priista, elitista y rapaz que quiere regresar a gobernar no es sino la combinación de la política del resentimiento conjugada con la demanda –como máxima aspiración- de desigualdad y de exclusión. La animadversión que le despiertan los beneficiarios de las políticas de bienestar, su odio clasista y racial, incluso xenófobo, su desafecto a las  costumbres, valores e identidad del otro; cuando ese otro es la gran mayoría de mexicanos; y a ellos hay que enfrentar, la lucha es contra ellos, no entre nosotros.

Los partidos políticos pueden fundarse y desaparecer, ganar o perder elecciones, pero el proyecto de un país en proceso de transformación, tiene –por necesidad existencial- que mantener su eje evolutivo en gobernantes que concuerden con la idea originaria del proyecto, en este caso la 4T. Si no se quiere el retorno al poder de la derecha y sus adláteres -incluyendo aquellos que se avergüenzan de decirse de derecha-, debemos de tener en el partido y coalición que formemos en MORENA con PT y PV un gran candidato para salir a votar y ganar arrolladoramente para que el conservadurismo se mantenga como una expresión minoritaria que represente exclusivamente a sus seguidores: aquellos de  ideas y opiniones contrarias a la educación sexual, a la historia, a la ciencia, aquella que niega las aportaciones del Darwinismo, Marxismo, Existencialismo y tantas otras contribuciones al conocimiento; aquellos intolerantes a la homosexualidad y a la legalización del aborto. Ellos, no nosotros.

Adán, Claudia, Marcelo:

Si tengo la suerte de que me corresponda ser encuestado para elegir a uno de ustedes, no tengo duda de por quién lo haré; pero también sé que sea quien sea la ganadora o ganador se convertirá de inmediato en mi candidato a votar el próximo 2024.

Todos (3 o 4) los que quieren ser “Coordinador de la defensa de la 4T” para después ser el candidato o candidata de MORENA se abren paso a codazos para ser elegidos en el proceso que el partido abrió para su escogencia. El resultado lo conoceremos el 6 de septiembre y con ello podremos apostar a que ese que obtenga la candidatura será quien suceda a López Obrador. Difícilmente en un proceso electoral democrático se sabe con tanta anticipación que partido ganará la siguiente elección como sí sucede esta vez, esto explica la desesperación y el desbocamiento en esta recta final de por lo menos uno de los participantes en esta lid electoral.

En este escenario, tan favorable para la Cuarta Transformación, nos enfrentamos a una organización con fines de lucro (a costa del presupuesto nacional) como lo es el Frente Amplio por México que comanda Claudio X y que aglutina a PAN, PRI, prd, televisoras, medios de comunicación, freenistas, wanabis y demás fierro viejo que vendan, conocido desde hace unos años como la infame oposición a la 4T; estos nuevos bárbaros que desde el 2018 ansían derrocar al presidente López Obrador y que (aun con el beneplácito, patrocinio y bendición del crimen organizado, de la Iglesia católica y de élites económicas) ante a su evidente fracaso elección tras elección, se preparan para dar su última batalla, una que aunque anunciada como derrota, intentará sumar un grupo suficiente de diputados y senadores para impedir que en el próximo gobierno se avance en el proyecto transformador que estamos iniciando. Para este fin, como en cualquier manual de guerra, ClaudioX y sus diezmadas huestes hará correr de sus billeteras millonarios recursos, desplegarán campañas de mentiras, utilizarán las argucias legales a su alcance e intentarán dividir nuestro movimiento. Vale la pena releer a Sun Tzu: “Para ocupar un lugar, divide a tus tropas. Para expandir tu territorio, divide los beneficios”  (El arte de la guerra)

¡Dos escenarios! –La ética social, valores de justicia, igualdad y fraternidad de un lado y la arrogancia, rapacidad y clasismo del otro– unos frente a otros- no hay más enemigo, me pregunto entonces: ¿Qué carajo están haciendo al pelear entre sí los grupos de Morena que prefieren a uno u otra candidata? Los estamos viendo, la militancia está atenta a los movimientos de los precandidatos; por una parte les decimos que no están solos, que los ataques de fuera son fuertes y que arreciarán pero que estamos con ustedes, no están solos  y apoyaremos a quien gane, pero también les decimos no están solos en  cuanto a que no permitiremos que alguno pretenda traicionar a la militancia, nada de chantajes de alguno que no gane, nada de derechos adquiridos, nada de merecimientos porque sí. Morena es más que cualquier individualidad, la Cuarta Transformación es más que cada uno de los que participamos en ella, incluidos ustedes.

Si pensamos en quien tiró la piedra, no acabamos. Que si promoción de libros (porque todos llevamos un escritor fantasma en nuestro corazoncito (sí, sí es crítica)) que ni vendiendo todos y más alcanza para sus espectaculares que los promocionan; que ya salí en una revista que nadie conoce y “la revista” pone anuncios, vallas y publicidad en todo el país; que “amigos” pintan bardas promocionándome en todo el país; que si las encuestas de unos y otros; que si no se cumplieron los acuerdos para esta forma de elección interna. ¡Nos tienen hasta la madre!, ya párenle; y si no, no anden de llorones insinuando chantajes. Es hora de que también ustedes sepan que aun con la corona de laurel que ya ven portar, hay una enorme ciudadanía que apoya este proyecto y no permitirá que lo desgarren. Véanse en el espejo de los traidores, vean el tamaño de la caída de quienes en medio de su inmensa soberbia, creyeron que la fuerza era de ellos y no del movimiento.

Cuando digo que la 4T es más que cada uno de los que participamos de ella es por la razón más obvia; porque ésta contiene una idea que nos abarca pero que nos sobrepasa; una idea que está para recordarnos a todos que la gente es lo primero; que la gente es todos y no solo una clase de gente privilegiada; es todos y particularmente los más pobres. El futuro del movimiento pasa por la realidad de que la necesidad de la transformación sigue siendo tan grande como lo fue en el 2018; de hecho tan grande como lo es la necesidad histórica de acabar con la pobreza y la desigualdad en México. Habita también en el hecho de que las élites económicas están a la espera de nuestro fracaso para devorar, una vez más, la rebanada grande del pastel. Reside también en que el conservadurismo y sus supeditados ansían nuestra caída para regresar al mundo de hambre, violencia e inequidad para la mayoría –que no serán ellos por cierto-.

La inhumanidad del modelo neoliberal no puede regresar, para eso y por eso es este movimiento, uno o una de los que hoy pelean entre sí es quien continuará la labor realizada a partir del 2018; ¿en verdad alguien piensa que hay espacio para poner en riesgo el futuro porque su arrogancia es mayor que los valores con que construimos este movimiento?

Sean agradecidos por la oportunidad de estar en donde están; no olviden la máxima: el pueblo pone el pueblo quita. Ojalá y entre ustedes se pongan de acuerdo y avancen juntos, cada uno puede jugar un papel importante acompañando a quien resulte ganador; su incapacidad de entenderse asomaría la ruptura que muchos desean; la contención para que no suceda la daremos, como siempre ha sido, desde abajo; el pueblo en acción no dejará pasar su soberbia.

¿Será que uno de ustedes nos va a traicionar?, en ese caso me remito a la cita de Foucault con la que inicio esta columna.

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