2024, Oposición, Partidos políticos, Políticos mexicanos, Resultados

La necia insensatez

Saber perder por la buena, es democrático, aunque duela en el alma.

Ganamos con 36 millones de votos y eso nos alcanza para el plan C, ese plan que les advertimos sucedería. Y ese plan y esa votación nos da para tener la mayoría que tendremos y que intentan robarse; pero así como no se pudieron robar la elección ante el tsunami ciudadano que barrió con su mareíta rosa; esta mayoría o sobrerrepresentación que le quieren llamar, nos da para la reforma judicial y todas las que proponga el partido y la presidenta. Prepárense para los próximos 6 años.

A la oposición le da el soponcio reconocer el tamaño de su derrota, buscan esforzadamente que no lo parezca, porque necesitan vender a sus seguidores  la idea de que no fue para tanto, que no perdieron tanto y que en una inexplicable nebulosa los votos y los resultados no son lo que son, no son lo que dicen, ni dos más dos es cuatro.

Tienen el cinismo de plantearles a sus rosados oyentes -como una posibilidad- la nulidad de la elección y si ya no se puede pues por lo menos que la distribución de diputados como resultado de los votos sea o aparente ser una mera sobrerrepresentación ilegal

Se repite lo que ya hemos vivido en estos 6 años anteriores, un discurso plagado de mentiras para satisfacer los oídos de quienes les escuchan, ellos mismos entre ellos mismos; ya sea por ingenuidad, por desinformación o por no aceptar su derrota, pero mantienen un grupo de incondicionales que continuará aceptando las palabras de los mismos líderes que les llevaron a la mayor derrota en la historia política en décadas.

Dos temas están en su agenda de este mes, hablemos de ellos:

Sobre la nulidad de la elección del 2 de junio, la Comisión especial del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revisa el galimatías que le presentó pan, pri, prd, la señora Xóchitl, Alito, Marko y demás suma política, y su conclusión que ya adelantó en el proyecto que publicó es que de eso nada,  resolvió que el triunfo de Claudia Sheinbaum en la elección presidencial es válido. Y específicamente responde a sus dos “acusaciones” que:

-No es posible tener por acreditada la intervención sistemática y reiterada de parte del Presidente de la República en apoyo de una excandidata y en contra de otra”.

-Y se considera infundado que hubiera incidencia del crimen organizado o de sindicatos en la elección presidencial.

Entonces, si hoy hablo de esto no es porque todo el país y el mundo no sepamos que ganó Claudia Sheinbaum, sino porque a la grey opositora le siguen vendiendo espejitos que gustosos compran y sí se creen que la elección se pudiera anular. Así que en este primer asunto de la impugnación para lograr la nulidad de la elección, la oposición, en pocos días veremos que nos hace lo que el viento a Juárez.

En este tema como en el siguiente lo que hay es un enorme problema: la deshonestidad de los opinólogos de la Derecha y los medios comerciales que se prestan a su difusión.

El otro asunto en su lista de la semana, es el de la mentada sobrerrepresentación, aquí como en el anterior, si no hubiera las mentiras que se han dicho al respecto, como dicen los abogados no habría materia para la Litis. No podemos estar discutiendo un asunto que es muy claro en la Constitución: la forma en que se asignan los diputados plurinominales a los partidos, sin antes decirles a los comentaristas, teleintelectuales y opinólogos de la derecha que mienten, por ahí hay que empezar.

El lamento opositor más o menos dice así: ¡Nos quieren fregar con las reglas que nosotros pusimos! Estas reglas que están en la Constitución y en el Cofipe (Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales) están desde 1996 (aprobadas por la mayoría priista de aquel entonces) y el 2008 en que eliminaron la fracción que hablaba de coaliciones para dejarla en partidos.

Y con estas leyes hemos transcurrido todas las elecciones, la del 2009, la del 2012, la del 2015, la del 2018, la del 2021 y la recién pasada del 2024.

Pero como no pensaron que su desastre sería tan espantoso, pues todo bien; después del 2 de junio y al ver la minimización en que quedaron pero sobre todo, pretenden darle la vuelta pidiendo al INE (ese que no se toca)  que se viole la Constitución y que cambie las reglas que ha seguido en cada elección.

La constitución dice que los votos se reparten entre los partidos políticos, no en las coaliciones. Las reglas fueron puestas – para variar- en el periodo neoliberal entre PRI y PAN.

El presidente López Obrador y Morena propusieron una reforma electoral en 2022, lo que hubiera solventado entre otras cosas este asunto, pero hay que recordar que la Oposición de estos partidos y el extinto prd, organizaron su moratoria legislativa, esa que decía que no leerían ni oirían ni revisarían o votarían por cualquier asunto que se pretendiera legislar. Aquí está la consecuencia que ahora deben afrontar porque nos fuimos a la elección con las leyes plasmadas en la constitución (Art. 5), mismas leyes que ellos hicieron y ahora no les gustan.

La presión que están ejerciendo las elites -que aunque perdieron desearían seguir manejando el país- pidiendo que no se siga el orden constitucional los expone como lo que siempre se ha sabido que son: extremistas antidemocráticos. Pasan de aquel discurso de “la ley es la ley” al interprétese la ley a mi manera; pasan del INE no se toca, al INE cambia la forma de hacer las cosas en nuestro beneficio

Pronto en unas semanas más veremos como también en este caso nos harán lo que el viento a Juárez.

Porque se les dijo, en 6 años no quisieron colaborar, decidieron hacer moratoria legislativa, pues ahora no hace falta su colaboración, pasaron de que su razón de ser fuera el bloqueo a las iniciativas del gobierno actual, a la irrelevancia absoluta. Sus seguidores deberían entender lo que significa, pero lo que va a suceder es que la élite política opositora los seguirá mareando, insuflando de mentiras que irán cayendo una tras otra, y eso es posible porque:

Sí hay una sobrerrepresentación de la que hablar y parece que entre los rosas y sus jerarcas prefieren evitar.

La sobrerrepresentación de las voces de la derecha; tienen muy pocos votos y muchas voces; les alcanza para mentir y mantener un discurso de odio, uno que no altera la realidad pero que además de mantener en el engaño a su rebaño; mantiene el encono al que nos acostumbraron desde hace muchos años.

Es cuestión de revisar las televisoras, los radios y los periódicos; en su mayoría plagados de voces tan lejanas a las mayorías ganadoras y tan cercanas al billete. Por eso sobreviven, de eso se alimentan.

Y ahí es donde se enlaza la soga que aprieta el cuello de los opositores rosados, se alimentan de un mundo de mentiras que les ofrece un grupo de mentirosos; así conforman su realidad.

Preparémonos para los siguientes 6 años…

Estándar
4T, AMLO, Moral pública, Oposición, Política, Resultados

Si me dan a elegir…

“Si me das a elegir entre tú y ese cielo donde libre es el vuelo para llegar al olvido si me das a elegir, me quedo contigo”

Julio Cortázar. Rayuela.

Bien decía Aristóteles: «Solo hay una manera para evitar las críticas: no hacer nada, no decir nada y no ser nadie». La historia no es algo que nos pasa por el frente, por el contrario, somos ese proceso histórico; no es algo que “se hace”, es más bien algo que hacemos. Y en ese proceso, por simples razones naturales nos equivocamos, acertamos y fallamos. Así todas las personas, así las instituciones y así los gobiernos. No hay perfecciones, no hay inmaculaciones, no hay nada a prueba de error.

Hablemos de la 4T, hablemos del presidente, hablemos de este gobierno sexenal; ¿es perfecto?, pues obviamente no, obviamente no.

Aunque Enrique Krauze y camarilla le digan «mesías» al presidente, aunque la oposición endiose a López Obrador y le dé características absolutas y grandiosas, aunque lo vean hacia arriba y se deslumbren de lo que está sucediendo en esta transformación, no, no es impecable, no es la deidad que les atormenta en sus sueños, ni queremos que lo sea. Como no lo es ninguna persona y ningún proceso histórico (parece que hay que recordárselos).

Pero, como dijo Cortázar y canta Manu Chao: «si me dan a elegir… yo me quedo contigo».

Parto con un ejemplo: Martí Batres, nuestro jefe de gobierno que sustituye a Claudia Sheinbaum, le leyó la cartilla a la oposición en la Ciudad de México durante una conferencia de prensa hace apenas unos días: les dijo entre otras cosas que la ciudad no es conservadora y que seguirá siendo una ciudad progresista; argumentando su dicho les recordó que si hay matrimonio igualitario no es por los opositores sino a su pesar; les recordó también que si hay pensión para adultos mayores no es por ellos sino a pesar  de ellos; si hay obras de infraestructura es a pesar de ellos no gracias a ellos; si hay progresismo y una ciudad de avanzada es a pesar de ellos… ¿Esto significa que la gestión en la ciudad ha sido perfecta? No, obviamente no, pero me regreso a la poesía: si me dan a elegir…

Otro: Acusan que el presidente no es feminista y esté a favor de las mujeres; ¡lo dicen del primer gobierno paritario por excelencia, lo dicen del de los apoyos a mujeres y madres solteras, lo dicen de la izquierda que aprueba todos los derechos de la mujer! Y lo dice una derecha que representa el conservadurismo, ese sí, el enemigo histórico de las mujeres. ¿Y sin embargo, eso significa que todo está bien y todo está hecho al respecto? No, obviamente no, la tarea continúa.

El actuar del gobierno federal en estos 5 años en ningún momento ha sido acompañado por los conservadores, en ninguno, pan, pri y el residuo perredista se han opuesto –invariablemente- a los proyectos y decisiones de la 4T; de la mano que mueve su cuna, han votado en contra de todo, han intentado impedir -con legalismos y con ganar tiempo- vía amparos, las obras fundamentales de infraestructura, desarrollo y políticas sociales propuestas; todo es bloquear, todo es no, todo es sabotaje. Y sin embargo, a pesar de su obstrucción, la gestión se ha realizado, las obras ven luz, las políticas se implementan, el país se mueve, el país crece y avanza; no gracias a ellos, a pesar de ellos. Entonces, a su pesar, se vuelve más bien un timbre de orgullo, ver y saber que se hicieron y se hacen cosas, se gobierna; ¿hay fallas? sí, algunas, obviamente, obviamente. Pero, entre el inmovilismo del status quo propio de las derechas, entre el pasmo en el que quisieran que estuviéramos y ante su perplejidad por todo lo logrado; incluso, con los errores que hayamos cometido, con lo que nos falta por hacer, con la traición de por medio de algunos cuantos, con la premura de tiempo; a pesar de todo eso, si me dan a elegir…

El país que heredamos en el 2018, el que dejó el neoliberalismo, es uno saqueado, es uno completamente desigual, dejado en las manos del crimen organizado, deteriorado en sus sistemas educativos y de salud; nosotros lo sabemos, los opositores lo saben pero evitan la discusión, ya no digamos reconocerlo. Y si no hay un reconocimiento del estado de las cosas a la llegada de López Obrador no hay forma de apreciar todo lo logrado; así que eso pasará, que no lo reconocen porque partiría de que dijeran, sí, el trabajo de los 36 años previos, desde de la Madrid hasta Peña Nieto, fue una porquería, fue un drama de sucesos en contra del país, es una historia de pillaje, clasismo y odio a la Nación.

Por eso, si me dan a elegir, me quedo contigo, porque más allá de los resultados concretos y visibles, de obras, aeropuertos, carreteras, trenes, combate a la corrupción, manejo de la  economía; lo fundamental es que  la voluntad, la energía y las decisiones para revertir la calamidad heredada existen claramente. Ahí está el triunfo moral de este gobierno, en su disposición, en su decisión de detener la tragedia nacional y el derrumbe hacia la destrucción del Estado mexicano. No hay forma de comparar –por ser tan distantes-  lo que hicieron y habrían hecho si siguieran gobernando los personajes del pasado con lo realizado en estos 5 años; insisto, más allá de las obras, en la intención convertida en un cambio de paradigma que inició con aquello de “por el bien de todos, primero los pobres”

Que para el desastre ocasionado, los conservadores dicen que no tuvieron alternativa, para el fobaproa no tuvieron alternativa, para la complicidad con el narco no tuvieron alternativa etc. etc.… típico argumento de la derecha. En la izquierda les criticamos y les demostramos que las cosas pueden ser diferentes (eso sin contar toda la carga amoral que hay y hubo en sus decisiones); así, en esta dualidad de ver las cosas, se configura el campo ideológico que nos enfrenta hoy: la derecha defiende sus hechos y su palabrería, su riqueza inexplicable y  su clasismo mientras que en la izquierda hablamos de alternativas, de otra manera de actuar y enfrentar los problemas, incluso nos atrevemos a proponer utopías. Mientras que ellos mienten con descaro y desprecian la realidad y la objetividad, mientras que ellos hablan de teorías conspirativas sobre dictaduras inexistentes; la 4T realiza, hace, cambia, avanza, incide en un mejor país. Eso es lo que nos diferencia, así que, si me dan a elegir…

La transformación de México es un acto emocional que se mide (y no es contradicción medir la emoción) en el aprecio que marcan las encuestas al presidente y a sus resultados de gobierno; se mide también en los indicadores que dice que el siguiente gobierno también será cuatroteista; y se constata -para deleite y burla nuestra- en la «conversión al izquierdismo” de la oposición; Creel dice que es de izquierda, Xóchitl dice que es de izquierda, ClaudioX dice que es de izquierda, ya hasta los perredistas que votan por el PAN dicen que son de izquierda, esto que no es sino la vergüenza que les representa ser lo que son, es nuestro triunfo y en consecuencia su derrota moral.

La derecha existe y seguirá existiendo porque así es el mundo, siempre habrá un idiota feliz o un fascista actuante: por eso, sin duda alguna, la obligación ética de los ciudadanos es optar por un lado, no hay más, no hay medianía, no hay un pie aquí y un pie allá; es una decisión el elegir. La mayoría ya lo hizo conscientemente a través de su voto; otros cuantos por conveniencia, odio, negocios, medianía intelectual y rencores eligen otra opción; no tienen forma de tamizar porque su circunstancia les obliga. Y es aquí que en la izquierda debemos reconocer que hay un fracaso de nuestra parte: el no haber podido explicar cómo quitarse la venda al movimiento de wanabis que vive en la inepcia de entender que su manera de elegir es un tiro en su propio pie. Por lo menos recomendémosles a Nicolás Guillén: «Soldado, aprende a tirar…»

Si me dan a elegir, como lo hago porque puedo hacerlo en mi albedrío, yo me quedo aquí; a pesar de exclusiones, reclamos e indiferencias de algunos, incluso cercanos; el sentido moral que me invade al estar de este lado de la historia en este preciso momento de transformación, no lo cambio por nada.

Estándar
4T, AMLO, Cosecha social, Cuarto año, Esperanza, Futuro, Resultados

4T Hora de cosechar

“Un buen día, echando la vista atrás, se dará usted cuenta que estos años de lucha han sido los más hermosos de su vida”

Sigmund Freud.

En esta nueva temporada de videos y columnas estaré hablando de los frutos de la decisión mayoritaria del 2018 y dejaré a un lado lo que hasta ahora vine reiterando; que la oposición es pequeña, corrupta, frívola, ignorante, y que por más resultados y datos que se les presenten permanecen en su odio. Al igual que en las elecciones que hubo este 2021, en las que habrá el próximo año y en la presidencial del 2024 cosecharán el encono que sembraron y que bien se han ganado.

Los periodos de gobierno de seis años por lo general se caracterizan por un primer año de organización, el segundo y tercero de siembra de proyectos, políticas y leyes; el cuarto y quinto de cosechar  y el último para consolidar y entregar a la sucesora.

A partir de este 1 de diciembre iniciamos el cuarto de año de gobierno y es hora de cosechar: el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería Olmeca en Dos Bocas se inaugurarán a partir de los siguientes meses, un año después el Tren Maya; los grandes proyectos sociales como Sembrando vida, Jóvenes escribiendo el futuro, Pensiones para personas con discapacidad y para adultos mayores, avanzan consolidándose.

Y aunque todo esto es importante el principal resultado en este periodo de vendimia es un nuevo espíritu que recorre a la gran mayoría de la población, podrá sonar cursi pero, ahora como nunca, los ciudadanos en su mayoría,  se sienten esperanzados, representados y satisfechos con el trabajo que viene realizando la 4T encabezada por López Obrador. Decía el colombiano Carlos Arturo Torres -político liberal que sirvió también a su país como funcionario en gobiernos conservadores- : “Es necesario regresar al optimismo, es necesario creer en la patria, en su potencialidad, en su porvenir y en la alteza de sus destinos”. Y eso está pasando en el ánimo nacional.

Hace apenas un par de días, en el tercer informe de gobierno, al llamado del presidente, respondieron cientos de miles de personas que de manera libre se organizaron para acudir al Zócalo y viajaron desde diversas ciudades, gastando sus propios recursos y su tiempo. Como en los mejores tiempos de campaña política, a tres años de gobierno se repite el fenómeno de querencia de la ciudadanía hacia López Obrador, al mismo tiempo que las encuestas lo ubican con una aceptación mayoritaria que se incrementa a cada medición; ¿qué si no es la confianza por el trabajo realizado y la esperanza de un mejor futuro lo que logra esta movilización?

A lo largo de este trienio se han realizado cambios constitucionales sobre muy diversos asuntos fundamentales que abarcan decenas de artículos de la Constitución Política que nos rige, todos ellos de gran sustancia, veamos: Se creó la Guardia Nacional que aunque está en un proceso de formación y consolidación, modifica el esquema de actuación de la autoridad para atender y resolver la Seguridad que es tarea aún pendiente; ésta Guardia Nacional sí es solo un escalón, pero ineludible, para poder solucionar la grave situación que se construyó durante décadas.

Se modificó la Constitución para establecer la Paridad de Género, ¡que ya es vigente! más allá que el gobierno la haya implementado desde su inicio. Este es uno de aquellos temas en que cuando se acusa al presidente López Obrador de supuestamente no ser feminista responde por sí mismo.

Y se reformó el 3º Constitucional en materia educativa, algo que maestros y trabajadores venían solicitando históricamente. Y se estableció también la Extinción de Dominio para recuperar bienes mal habidos producto de la delincuencia.  Y se modificó el Fuero Constitucional que protegía de ser juzgado por diversos delitos a funcionarios públicos, particularmente al presidente de la república. Y se amplió la prisión preventiva para delitos relacionados con materia electoral, corrupción y robo de energéticos.

Y sin embargo ni las obras de infraestructura y los cambios a las leyes son tan importantes como lo es el cambio de mentalidad que la sociedad está viviendo. Más allá de que futuros gobiernos pretendan modificar leyes ya avanzadas no habrá forma de apagar la conciencia que a lo largo de estos tres años despertó en la mayoría de los ciudadanos.

Una sociedad con esperanza, asumiendo que un mejor futuro espera a sus hijos es una sociedad que por consecuencia se vuelve más solidaria, más justa y menos dispuesta a regresar al pasado; y esta es la lectura que algunos no están sabiendo hacer; que la idea fundamental de que un mejor México es posible ha sido sembrada en una gran parte de la población, la misma que durante años y décadas fue viendo cómo se empobrecía mientras unos cuántos se quedaban con la mayor parte; la misma que fue viendo que sus vidas cada vez eran más frágiles, que sus hijos cada vez se alimentaban peor y que sus enfermos no podían curarse. Y no porque México fuera un país que no tuviera la riqueza suficiente para salir de su postración sino que la costumbre obligada de la pobreza y marginación hacían parecer como normal la enorme situación de desigualdad.

El gran Eduardo Galeano, citaba una frase de Fernando Birri: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”

¿Cuál es la diferencia entre un antes y un ahora? Que ha permeado una idea fundacional distinta, que engloba una nueva forma de vernos unos a otros, una idea que en su momento fue autófaga porque, haciendo un símil con el mito griego de Erisictón, había una casta de élites  que construyó un sistema de leyes escritas y no escritas que benefició a muy pocos –insaciables de poder y riqueza– en detrimento de las mayorías. Y, esos pocos poderosos lucharon, y lo seguirán haciendo, denodadamente para que no hubiera esa nueva forma de pensar pero olvidaron que bajo la figura de una personalidad como la de López Obrador, a esta idea trascendente le pasaría lo que a los papalotes; que se elevan cuando es mayor el viento que se les opone.

Estándar