2024, 4T, México, Oposición

2024, el año del suicidio

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. (Historia de dos ciudades, Dickens).

Contrario al modelo neoliberal que nunca logró beneficiar a las mayorías, el modelo 4T ha disminuido la pobreza en más de 5 millones de personas al 2022, se estima que serán 9 millones menos de pobres al final del sexenio lopezobradorista. Algo debe morir para que algo nazca, la sociedad avanza, el mundo avanza y se enfrenta a nuevos retos pero hay siempre y en todo momento una base mínima que se debe construir y mantener, una que atienda la dignidad humana, la justicia, la igualdad y la solidaridad; el modelo neoliberal atentó contra ello, el rescate en un nuevo modelo de transformación es lo que estamos viviendo en México; tonto aquel que no lo quiera ver, tonto aquel que se haya suicidado en aras de su ignorancia o su ceguera.

I.- El PIB crece, la inflación que desbocó la pandemia y las guerras disminuye, la participación de México en los mercados externos –particularmente el de Estados Unidos- crece, la consolidación del Corredor del istmo de Tehuantepec sigue atrayendo inversiones, la inversión extranjera directa en ascenso, las remesas crecen como consecuencia de la confianza al país, aumenta el consumo, la deuda externa disminuye con respecto al PIB, el país enfilándose a estar pronto dentro de las 10 economías del mundo una vez que ya superó en este sexenio a España, Australia y Corea del sur, disminuye el gasto operativo del gobierno y en cambio aumenta el gasto social.

Pero hay también otro mundo:

Y va a pasar que en el siguiente sexenio, la Señoga X será pronto olvidada al haber perdido escandalosamente frente a Claudia Sheinbaum, aunque en el Senado estarán, ellos sí sin duda porque ya se repartieron sus puestos de plurinominales: Marko Cortés, Ricardo Anaya (aunque usted no lo crea, éste delincuente escondido en Estados Unidos está a la espera del fuero senatorial para regresar a México), Lilly Téllez y por parte del PRI Alito Moreno (son ratas, no pendejos). La de las gelatinas a su casa, con la enorme bolsa que le hayan asignado en el acuerdo mafioso al que se sometió, porque –aquí entre nos- su candidatura fue un mal chiste, con cargo al presupuesto público, del prianismo a sus ingenuos votantes, mientras que los mafiosos jerarquillas partidistas de pri y pan seguirán mamando del erario protegidos por el fuero que impide sean perseguidos en sus estafas.

Y va a pasar también que el otrora prd, del que hay que decir con “indignada ironía ciudadana”, al que ni un mendrugo le arrojaron en el reparto de puestos, magistraturas, juzgados, notarías y demás botín que se adjudican en su acuerdo de coalición estos banales y venales del Frente Amplio por México (léase Claudio X y sus títeres), que desaparecerá del mapa político. No tiene ya que hacer nada, solo con mantener su ritmo de caída constante en este sexenio que le ha hecho perder el registro en Estados al que se presentó en elecciones (no alcanzó ni 3%): 1 en 2019, 8 en 2021, 4 en 2022, 2 en 2023; su jaque mate es el 2024.

II.- Mientras tanto el presidente que se retira en unos meses y que tiene la aprobación más alta de los últimos mandatarios en el cargo, el personaje político más importante de las últimas décadas, el hombre alrededor de quien giran las conversaciones del país, al que ni el “humor” chumelista, ni las groserías brozistas, ni las mentiras de López Dóriga, y no se diga los montajes de Carlos Loret o la palabrería hueca e insultante de Denisse Dresser, ni el mal gusto y chabacanería de Alazraki, ni la insulsez de Leo Zuckerman, Raymundo Riva Palacio o Sergio Sarmiento, las muecas de Ciro, mucho menos los sesudos análisis de los Pedros Ferriz o la frivolidad de Guadalupe Loaeza, pudieron con su modelo de comunicación de la “Mañanera” y con la evidencia de los resultados de gobierno. Todos estos comunicadores, y muchos más, a quienes los ingresos que reciben les es suficiente para evitar poner los pies en la tierra y reconocer que ya perdieron la narrativa que les mantuvo por décadas como voceros de infames gobiernos, o reconocer que su ordenamiento mental se volvió obsoleto.

Pero hay también otro mundo:

Y también sucederá que la comentocracia afín a los modos del pasado -todos ellos bien maiceados, todos ellos ricos en chayote- se encontrarán ante un cambio de gobierno que tampoco alimentará su voracidad; veremos la desaparición de programas y arrogantes figurines mediáticos a quienes ya será insostenible mantener con los dineros de ClaudioX y otros empresarios comparsas, todo tiene un límite, se les acabó el cuento de que íbamos al vacío y a lo que para asustar a sus cándidos oyentes y seguidores llaman venezuelisación. Si en el neoliberalismo el desvío de recursos hacia los medios de comunicación fue clave para el adoctrinamiento ideológico de gente que aún hoy no puede quitarse la venda que les impuso el dogma economicista, echaleganista, clasista, ese del pobre es pobre porque quiere, ese que dice que el estado no debe intervenir en la economía porque el “mercado” se encarga, ese que dice que el país debe ser solo para unos cuántos; los casi 6 años transcurridos en esta transformación han sido la puntilla para demostrar su error y exhibir su resentimiento, procacidad y su odio a México.

Si a ellos se les olvida a nosotros no, que ellos fueron los ávidos deseadores de que el aeropuerto Felipe Ángeles no funcionara, que la refinería no se construyera, que la economía se cayera, que el peso se devaluara, que el tren Maya no arrancara. Sí, también va a pasar que se irán finalmente.

III.- Los programas sociales llegan a más de 30 millones de personas, estos apoyos se convierten en pocas horas en una derrama económica a empresas y comercios en todo el país; los salarios se han  incrementado como nunca antes, desaparece el outsourcing y el pago de prestaciones es obligado; se construyen carreteras, puentes, parques solares, universidades, puertos, hidroeléctricas, cobertura de internet en todo el país; disminuye el desempleo a su nivel más bajo desde que hay registro en México y el gobierno ejerce una rigurosa disciplina fiscal.

Desde el 2018 el peso ha incrementado su valor respecto al dólar en más del 15% (es la moneda con mejor desempeño en el mundo), la inversión extranjera alcanzó un nivel histórico en el año 2023 con más de 36 mil millones; después de la India y China México es la economía que más ha crecido después de la pandemia; el salario mínimo ha tenido crecimiento del 113% en este sexenio; la deuda pública disminuyo del 60.6% al 47% como porcentaje del PIB en 2023; la Bolsa de Valores ha roto todos sus records; el turismo aumenta considerablemente convirtiéndonos en el tercer país con más turistas extranjeros.

Pero hay también otro mundo:

A poco de que concluya el sexenio siguen sin entender, no quisieron ni quieren hacerlo, nunca lo harán; a veces me pregunto si es que no pudieron o solo es que no quisieron –que no es lo mismo porque bien dice la frase de Unamuno: “lo que la naturaleza no da Salamanca no lo presta”- , a estas alturas del sexenio ya no importa, su irrelevancia es clara y patente.

Las voces acalladas y ocultas de los políticamente correctos, aquellos que no son sino veletas agitadas al ritmo de vientos que les hace ser medianos, enojados porque el gobierno hace hospitales, aeropuertos, presas, refinerías, caminos y trenes.

Ciudadanos –minoría al fin pero tristemente con una venda en los ojos- cegados ante la realidad de que hay una economía sana y en crecimiento, que hay un proyecto de país que busca beneficiar a todos, cegados pero con la mano extendida para recibir sus pensiones o las de sus padres y abuelos, cegados pero disfrutando nueva infraestructura, cegados pero con una capacidad de consumo mayor, cegados pero con salarios mejores.

Si decidieron seguir y agruparse con un grupo de nefastos personajes, esos que votarán por la Señoga Xingona -ni hablar, no hay mucho que hacer- también se verán inmolados en este 2024.

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5 comentarios en “2024, el año del suicidio

    • Avatar de Jesús Enrique Jesús Enrique dijo:

      Sólo queda esperar que el poder económico empresarial no logre derrumbar los muros anticorrupción que aún no terminan de consolidarse , que no se debiliten cuando nuestro actual gran Presidente deje las riendas y suframos su ausencia.

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  1. Avatar de Thania Miriam Thania Miriam dijo:

    Tantos años de robo masivo, que se nos hace increíble que Obrador haya realizado tantas obras, resaltando su apellido, si eso hizo él, que no se hubiese hecho en años anteriores, ahora quieren regresar, pero mejor que los entierren para siempre.

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  2. Avatar de Felipe Gonzalez Felipe Gonzalez dijo:

    Un muy buen análisis de la realidad que vivimos actualmente y que sufrimos los tiempos en que con nuestros impuestos, solo unos pocos se daban vida de reyes.

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