4T, AMLO, Claudia, Oposición

La última y nos vamos

Todo lo grande está en medio de la tempestad.

Martin Heidegger

Esa amenaza que se cierne sobre México si los dejamos regresar debe ser claramente entendida, aprehendida y enseñada a los jóvenes; es imperativo sacarlos de la idea de que un modelo depredador puede ser benéfico para el país. Es obligatorio para quienes somos partícipes de la 4T el explicar una y otra vez que el resultado de las políticas neoliberales solo tuvo como efecto la devastación del medio ambiente, una creciente desigualdad, la precarización de los empleos, el empobrecimiento generalizado, la violencia y la sistematización de la corrupción. Que lo sucedido en México en los 6 sexenios de neoliberalismo no es otra cosa más que un despojo de recursos naturales y bienes públicos.

Tres obvias reflexiones en ésta que es mi última columna del año:

  1. Andrés Manuel López Obrador acaba su gobierno en menos de 10 meses.
  2. Claudia Sheinbaum está preparada para asumir la  presidencia y avanzar en la Cuarta Transformación.
  3. La derecha simbiotizada en oposición sigue y seguirá ahí: inane, herida, trastornada y vengadora pero actuante.

I.-López Obrador concluyó su quinto año de gobierno, este que no es un sexenio sino  uno de 5 años y 10 meses entra a la recta final. Si nos atenemos a los datos duros, a las fuentes de información confiables, a las encuestas y a la percepción ciudadana, estamos en la etapa última del mejor gobierno que ha tenido México en las últimas décadas.

No voy a argumentar lo que para mí es obvio y ya he hecho a lo largo de cada una de mis columnas semanales, tan solo invito a quien no coincida que revise la información pertinente en las fuentes serias que guste: las nacionales y las extranjeras, los datos macroeconómicos, las obras realizadas, la distribución del gasto social, la disminución de la desigualdad, la disminución de la pobreza, el incremento salarial acumulado, la disminución en los índices de inseguridad, la confianza de los inversionistas traducida en la mayor inversión histórica, el crecimiento del PIB, el aumento en el empleo formal, entre otros muchos datos.

El legado obradorista es inmenso porque partió de aglutinar un movimiento mayoritario que le ha acompañado y que parece dispuesto a continuar apoyando la transformación ahora bajo la directriz de Claudia Sheinbaum; posiblemente desde el Cardenismo no se había visto una ciudadanía tan comprometida con su gobierno. Pero además de esa conformación de millones de personas bajo un deseo de tener y vivir en un mejor país, el rompimiento con las formas del pasado (lo que a muchos les parecía imposible) de corrupción, intolerancia, antidemocracia  y mala gestión gubernamental marca un antes y un después.  Y para más burla o peor suerte de sus/nuestros odiadores, la politización ciudadana –insuficiente pero creciente- hace muy difícil pensar en un regreso a los gobiernos del pasado, el PAN, PRI y prd disminuidos o acabados no atinan a recomponerse bajo alguna idea de proyecto; es tal el avasallamiento de los hechos y los dichos que su desdibujamiento de cualquier rol importante es inminente.

II.- México se está poniendo cada vez mejor, su futuro pinta bien. Claudia Sheinbaum será la próxima presidenta, va a serlo porque se preparó para ello, porque aprendió caminando a lado de su tutor político, porque se preparó en esa maravillosa UNAM (muchas veces denostada), porque vivió las luchas ciudadanas frente al cruento neoliberalismo, porque en su calidad de científica tiene un claro y lógico pensamiento y porque se ha rodeado de un extraordinario grupo de asesores que estará a cargo de acompañarla en el proyecto. Ah y también porque es mujer. Y lo escribo así porque esa idea que flota que será presidenta solo por ser mujer es incorrecta, será presidenta por muchas cosas y también por ser mujer.

Su tarea es enorme, es avanzar en lo que se ha construido, es consolidar políticas que se encuentran en sus primeros pasos, es corregir lo que no se hizo bien, es incidir de manera frontal en campos como la Cultura, la Ciencia y la Educación. Será suya la enorme tarea de guiar a México en la lucha contra el cambio climático; en romper el paradigma de que la salud de los mexicanos es secundaria al beneficio de las empresas de comidas y bebidas chatarra.

Y de una buena vez, y apoyada con la fuerza que le dará el Plan C, hacer la reforma al poder judicial, tan necesaria, tan urgente y vital.

Tarea urgente que tiene además, es demostrar que así como López Obrador ya lo hizo, eso de que todos los políticos son iguales, es tan solo palabrería para alimentar a la derecha que clama que el Estado no debe existir o reducirse a su mínima expresión. En la 4T los políticos no deben, ni pueden, ni son “iguales” a los que hemos conocido en el pasado.

Desconozco si seguirá con el formato de las Mañaneras, lo que sí es un hecho es que la comunicación se vuelve el nodo esencial y disparador del proyecto de futuro. La oposición sigue controlando los medios de comunicación, no es poca cosa el decir que es tarea fundamental establecer un modelo de información que llegue a todos y que rompa con la desinformación que ofrecen las élites de poder económico.

En mi opinión, el próximo gobierno será una gran sorpresa para todos los que vivimos de por sí ya deslumbrados con una transformación que no ha roto ni un solo cristal. Quedarse a medio camino no puede pasar, eso es tan solo preparar el camino del regreso de la derecha.

III.-El México clasista, prepotente, arribista, racista, despolitizado (si alguna vez lo fue) es ideológicamente detestable y como tal no puede regresar a gobernar.

La oposición, conforme se fue yendo a pique y dejó de agandallarse los presupuestos públicos (su razón de ser), perdió un sistema de valores mínimamente decente, en su actuar volvieron huecas las palabras democracia, justicia, cultura, sociedad y política para tornarlas en sinónimo de frivolidad, egoísmo, odio, intransigencia y caos. No pueden regresar a gobernar.

Si ellos quieren regresar a la vida pública –a través de darle fuero- a Ricardo Anaya, Felipe Calderón, Alito y demás ralea, lo harán con los pocos votos que obtengan. Les alcanzará para hacer ruido pero no para gobernar.

Si vuelan como pato, caminan como pato, graznan como pato, son pato. Su candidata es lo que es porque es lo que mejor les representa: la banalidad, el negocio, los contratos públicos, la corrupción y sobre todo el desamor al país. No pueden regresar a gobernar.

Colofón: Es imprescindible explicar a los jóvenes cómo es que llegamos hasta aquí; a la oposición no le gusta que se hable de historia porque son como avestruces escondidas en el agujero del olvido en el tiempo. Tenemos que hacerlo, veo un universo tiktokero que es materia prima para la derechización; es tarea impostergable comunicar a las generaciones jóvenes quiénes somos y de dónde venimos.

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2 comentarios en “La última y nos vamos

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