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La salud del Presidente y el odio del 11.95%

De mucha cruz en el pecho, y de puro diablo en los hechos. (Refrán popular)

Desde hace casi una semana el presidente tiene COVID, está en aislamiento y con los cuidados médicos correspondientes; los reportes del Dr. Gatell dicen que está con leves síntomas y que conforme pasan los días se encuentra en recuperación.

Desde hace casi una semana las redes sociales y medios de comunicación, a pesar del dicho de la secretaria de gobernación desde el primer día y del informe médico que se dio a partir del tercer día, desataron una campaña de desinformación sobre la salud de López Obrador; una campaña más de desinformación. Los analistas de algunos medios siembran dudas, sin tener la más mínima prueba alguna hablan de que se esconde la verdadera gravedad de su enfermedad, los más “avezados y neutrales” comentaristas tan solo plantean que en caso de… pues entonces el poder lo tendría que tener fulana o zutano; que se percibe una crisis gubernamental etc. etc. Nada nuevo en el panorama político de los opositores al presidente; le apuestan a que enferme gravemente y que de preferencia muera.  Sí, debido a esta circunstancia nos enteramos que prefieren su muerte.  Algunos medios, pocos, hacen eco a los reportes de salud médicos y desestiman a los atribulados y consuetudinarios aborrecedores que hablan con frecuencia del presidente.

Las redes sociales por su parte, en medio de ese anonimato, se dividen de manera abismal; las métricas que resultan dicen que el 11.95% de quienes se expresaron en esos medios envió mensajes de odio hacia Andrés Manuel, ese odio que solo se explica en palabras de Bernard Shaw cuando dice: “El odio es la venganza de un cobarde intimidado”. El resto de las comunicaciones sobre el presidente, ese 88.05% deseándole mejoría y buenos deseos.

Ayer el presidente publicó un video que acaba con los rumores maldicientes. Se podría suponer que ahí acabarán las falsas historias  sobre el tema de salud presidencial, no creo, mañana inventarán alguna otra.

Detengámonos en ese 11.95%, en esa minoría:

Más allá de este tema de salud, uno se asoma a la comunicación de estos grupos en la televisión, radio, columnas periodísticas y redes sociales y lo que se ve es un odio inextinguible. Su fanatismo, desconfianza y rivalidad envuelven todo. Para ellos no hay espacio para la diversidad de pensamiento, mucho menos para la diferencia pacífica. El pensamiento y análisis al que recurren se reduce al simplismo de la consigna antiamlo, a la consigna furiosa y perversa que miente una y otra vez y que tan solo se alimenta del rumor, del runrún que dicen que oyeron y que asumen como docta verdad. Es la misma minoría que se agrupa en cualquier agrupación política cuyo objetivo de actuación sea estar en contra del presidente y su gobierno. No necesitan estar a favor de nada, no tienen que proponer nada, es suficiente con estar en contra, les alcanza con la difamación.

“El odio es una larga espera” frase de René Maran, el escritor guyano-francés que a propósito de su libro “Batouala”, con el que ganó el Goncourt en 1921, en el que denunció la actitud y los abusos de la administración colonial de los países europeos contra los pueblos de África. Maran también dice en el prefacio: Todo lo que había dicho fue contestado con maldad y ferocidad y, para demostrar que me había equivocado, estudiaron lo que yo había visto. Se vieron obligados a decir que yo estaba diciendo la verdad (…)”. Sé que sería mucho pedirles a estos del oncepuntonoventaycincoporciento que leyeran a Maran, pero es obvio que su limitación para entender realidades no se los permitiría. 

¿A estos quienes detestan al presidente, de qué manera se les podría explicar algo? ¿Cómo podrían entender que dejando de lado la posición moral respecto al odio como cualidad humana, al igual que como lo es el amor, el perdón, la venganza, la ira, la paciencia, la envidia etc. ni siquiera les conviene que faltara el presidente?; que la turbulencia financiera que vendría y la inestabilidad política afectaría a todo el país por un largo tiempo.  No deben olvidar, aunque no les guste que se les recuerde, que AMLO es el presidente más votado en todos los grupos, géneros, clases y niveles socioeconómicos en la historia de México desde que hay participación política de distintos partidos. Que llegó al poder por el hartazgo de la sociedad de las formas de entender el mandato de las urnas por los gobiernos anteriores y los grupos de poder que les acompañaron en su rapacidad. Andres Manuel es quien expresa esa exasperación popular que difícilmente se contendría en caso de su ausencia. Pero no, no lo pueden entender, su irracional odio es mayor al más básico análisis razonado.

¿Y de qué se alimentan estos grupos de odio, cuáles son sus fuentes?

Algunos datos: Hay un escritor muy conocido, vende muchos libros de ficción histórica (que por cierto, algunos creen que es historia), tiene miles de seguidores en redes y participa activamente de programas de televisión, Francisco Martín Moreno, él en un programa de radio con el conductor y conocido odiador Pedro Ferriz, dijo que si él pudiera «quemaba vivos a todos los morenistas”. Así, como si nada.

Roberto Madrazo, conocido priista le decía al presidente Fox: “no podemos dejar que ese loco gane las elecciones”; algunos diputados panistas decían: «ya verán cómo nos vamos a chingar a López Obrador»; el secretario de educación de Peña Nieto, Otto Granados decía: «los priistas deberían leer a Maquiavelo: no hay que dejar a los adversarios a medio camino; hay que eliminarlo»; el disque periodista Ricardo Alemán decía no hace mucho: “al presidente hay que hacerle lo que su asesino le hizo a John Lennon”; Celia Lora, la mala cantante dice también: “hay que matar a AMLO”; Martha Sahagún le pedía a Fox: “Hay que parar como sea a ese loco”; el mismísimo “intelectual” y ex canciller foxista Jorge Castañeda decía que : «a AMLO hay que pararlo como sea, por la buena o por la mala».  Etcétera, etcétera, así como nada dicen estas cosas.

Los más burdos y precarios solo atinan a apodar al presidente de México como “cacas”, para ellos verse en el espejo y autonombrarse es su mejor forma de expresar su resentimiento.

Ah, pero si el presidente les dice a quienes les pagan a estos por extender su odio que son fifís, pues arde Troya.

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