… un burro puede fingir ser un caballo, pero tarde o temprano rebuzna.
Recientemente dijo el gran expresidente de Uruguay, José Mujica: “En política no hay sucesión, hay causas y los hombres y mujeres pasamos”
He estado escribiendo y mantengo que buena parte del encono en contra del proyecto 4T y del presidente López Obrador tiene como fundamento la ignorancia. La ignorancia que niega, por desconocimiento, la historia del país, la que confunde ideologías, gobiernos y proyectos porque algún medio o periodista lo dijo sin importar si tiene o no sustento en la realidad. Si para la causa de la ignorancia -alimentada por odio- suena bien decir que AMLO es comunista pues se repite una y mil veces, si se dice que es abortista también se dice, si se dice que quemó pozos en Tabasco se corea, ¿que es chavista? -se oye golpeador el tema- así que a refrendarlo. ¿Por qué? Porque alguien en los medios o en las conversaciones lo dijo y se asume sin razonamiento alguno. Para estos opinadores se permite sesgar o inventar la historia dado que de oídas les cayó, no razonan, no contextualizan y no se dan cuenta que en la misma oración o concepto medianamente elaborado que emiten se encuentra su contradicción.
Es ignorancia que se escucha y lee de personas que a veces incluso estudiaron, profesionistas en algunos casos, que tuvieron la oportunidad de prepararse en alguna rama o actividad, que en algunas cuestiones son líderes en sus actividades pero que tienen un serio problema de uso de lógica y no se diga de gramática y que tienen un muy básico entendimiento de los asuntos nacionales; estos son los idiotas selectivos. En ellos, la animadversión latente contra todo lo que suene a López Obrador y 4T les da el punto de partida para aceptar el comentario insulso, ofensivo, frívolo o clasista que se acomoda a su pensamiento.
¿Es importante o grave esto? Por una parte esa conversación gira y se sustenta entre sus pares, igual de preparados anímicamente, para recibir el mismo tipo de mensaje, así que tan solo refuerzan sus ideas a manera de teléfono descompuesto y en este sentido su importancia es que no aportan nada positivo en un momento en que se requiere (dado que es la conversación que habla del país en su conjunto), que se aíslan de los grandes temas nacionales y que en su entorno profundizan la desinformación en la que actúan.
La gravedad se incrementa proporcionalmente a la influencia que tengan en hacer llegar a otros ese mensaje que expande la tontería, la vulgaridad y el oscurantismo; esa es la medida del daño que hacen. Un claro ejemplo de esta ignorancia es el grupo Frenaaa (Frente nacional antiamlo) que tiene un “plantón” de casas de campaña voladoras en la plancha del Zócalo. Si no fuera porque se atreven a hablar de país sería divertido escuchar las sandeces y frases inconexas que vierten cuando se les pregunta su razón de estar ahí.
Ellos (frenaaa) son un claro ejemplo de que no solo es la ignorancia la que construye el lenguaje de rencor y antipatía por el nuevo modelo transformador de la 4T y el presidente sino que se incorpora en su caso el otro elemento al que me refiero a continuación: la perversidad.
Detrás de esta organización hay claros intereses de facciones empresariales, religiosos y de comunicadores (Gilberto Lozano, Pedro Ferriz padre e hijo, Rafael Loret de Mola, Juan Bosco Abascal y Pedro Luis Martín Bringas entre otros), cuya pretensión en realidad tiene que ver con un golpismo “suave” que suma a esa perversidad la ignorancia antes comentada. Esta camarilla patrocina y usa a personas mal informadas que se alimentan de datos falsos y análisis vacuo para canalizar su mensaje de rencor y odio en contra del presidente y su gobierno; su intención no es construir sino destruir.
Hay muchos otros actores en este componente de perversidad en relación a la 4T y AMLO al igual que diversos factores; a diferencia de la ignorancia ya no es un elemento que se desarrolla de manera orgánica sino que incorpora en esencia mala voluntad y la frustración y enojo por el privilegio perdido.
De este componente perverso es que han salido las falsedades como: – Los médicos cubanos sustituyendo a médicos mexicanos, el hugochavismo y la venezuelisación del país, el dólar a 25 al llegar amlo al gobierno, el Ferrari del hijo el presidente, el desabasto de alimentos, el quitar recursos públicos a las universidades, la revocación como reelección, los hijos del presidente de compras en las tiendas Ferragamo y Chanel, el yate de amlo, los gatos de palacio nacional que se sacrificarían, el pacto de impunidad con epn (a veces con fox, a veces con calderón), el cierre de estancias infantiles para quitar ayuda las madres, morena pretende controlar las mentes del pueblo, la exigencia de otorgar honores a amlo en los eventos escolares, el súper departamento que se mandó construir en palacio nacional, el apodo de su hijo menor como chocoflan, el mismo hijo estudiando en la american school, la cancelación de los fideicomisos como acto de venganza y no de combate a la corrupción, amlo muy enfermo atendiéndose en Houston, y la mejor de todas y que no cumplieron: si gana nos vamos a otro país. Y muchas más que están documentadas en periódicos, redes sociales y sobretodo en la conversación de los representantes y comediantes que las transmiten de vez en vez.
Entre todos estos actores están los dolientes del privilegio perdido en todas sus variantes: el aviador que se quedó sin su paga mensual; el “entreperneur” que se quedó sin la concesión que recibió de su cuate o compadre; el funcionario que perdió prebendas, choferes, guaruras, comidas, viajes y demás; el comunicador que perdió la “tradición del chayote”, los privilegiados que sufren del soborno perdido y de la repartición en efectivo, el empresario que se vio obligado a pagar impuestos, entre otros.
¿Estos son importantes? Maquiavelo decía que la política no tiene relación con la moral. Solo bajo esa perspectiva es que no lo son, pero sí lo son en cuanto al ruido y polarización que generan.
Y, para terminar, y hay que hablar de ello: están los críticos que razonan sus opiniones.
Ellos están en contra por el simple hecho de pensar distinto; porque su planteamiento es que los gobiernos anteriores fueron “mejores”; porque eligen la opción de políticas de determinado tipo que son contrarias al proyecto actual; porque el argumento de la corrupción constatada del PRI y el PAN es preferible a las estrategias de transformación del país de la 4T; porque preferirían seguir en el estado de cosas conforme iban sucediendo (por lo general en su beneficio); porque el regreso al pasado les es añorable; en fin por cualquier cosa que la razón y su conciencia les sugiera. En este caso esas razones, por más que choquen con lo que pensamos muchos, parten de una forma distinta de deliberar; no necesariamente están sustentadas en odio o en perversidad, tan solo en la manera en que algunos ven el mundo.
Sin embargo, en este caso sí hay los peligrosos y de los que políticamente sí hay que cuidarse: son los tibios, de los que son pero no son, de los mediastintas, los que se acomodan al evento o circunstancia para dar una opinión y que prefieren no ver el bosque sino tan solo el árbol de su inmediatez. Son peligrosos porque: un burro puede fingir ser un caballo, pero tarde o temprano rebuzna.
Y bueno, todo eso es parte del México multifacético. Es lo que hay y con eso hay que trabajar.