2024, 4T, Claudia Sheinbaum, Marea rosa, Oposición

La marea y el tsunami

«Como el aire al pájaro o el agua al pez, así el desprecio al despreciable.» (William Blake)

El 2 de junio los ciudadanos votaron por 20708 cargos en todo el país. El tsunami de Morena ganó en la inmensa mayoría en la que, por supuesto, sobresale presidencia, senado, cámara de diputados, gubernaturas y jefatura de gobierno, pero además alcaldías, presidencias municipales, regidurías y congresos locales. Como resultado, en menos de una década el movimiento de la Cuarta Transformación, es quien gobierna a la inmensa mayoría de México. Si esto no es un tsunami habrá que buscar otra definición (al tsunami).

La marea rosa -en cambio- acabó siendo la representación absoluta de la holgazanería intelectual y la soberbia política. Perdió todo –o casi todo- lo que se podía perder.

Una de las características de las mareas es que son previsibles, se sabe cómo y cuándo ocurren; a diferencia de lo que caracteriza a  los tsunamis, esto es que asuelan a partir de impredecibles sismos y que si no se previenen en tierra, pueden causar una destrucción generalizada al golpear el agua las costas.

En la Cuarta Transformación no hay sorpresa de lo sucedido el 2 de junio; apegados al guion y su definición, el resultado de la marea nos era previsible; cada paso que dieron no fue sino el camino trazado a la peor derrota política de las últimas décadas. El panorama político muestra la disminución -caída libre más bien- de los votantes de PRI, PAN y prd (que desaparece finalmente).

A los votantes rosas el tsunami, también apegándonos a su definición, les causó una destrucción generalizada, en sus proyectos, en sus miedos y en lo que creían que iba a pasar; fueron engañados semana tras semana y les hicieron creer que tendrían un triunfo arrollador.

Hay una forma muy simple de entender lo anterior: todos los partidos políticos y gobierno conocían los resultados de todas las encuestas, todos tenían la misma información, todos sabían la proyección del resultado; ¿Por qué a los marchistas rosas no se los dijeron y les hicieron creer que la situación era otra? Esa respuesta la debe encontrar cada rosado viéndose al espejo  y resolver si es, se hace o para los líderes de sus partidos y su candidata solo tienen cara de…

De un lado, presidentes, reyes, primeros ministros y representantes de todo el mundo saludan y felicitan a Claudia Sheinbaum por su contundente e inapelable triunfo, por el otro, Xóchitl Gálvez asume el papel de víctima y hace un tour de cínica despedida en medios de comunicación ofreciendo su compungida cara a quienes la invitan. No es sorna pero sí es burla. Mientras la excandidata, los jerarcas partidistas, sus voceros y los medios de comunicación que le hicieron su campaña (si así se le puede llamar a lo que vimos esos tres meses), no se disculpen de todas y cada una de las ofensas con que agredieron a la candidata de Morena y sus votantes, lo que corresponde es una absoluta burla y desprecio a su fracaso.

Yo no creo en reconciliaciones ni amagos de borrón y cuenta nueva; yo creo en que una vez que quedó claramente establecido que la marea rosa no es más que la suma de opiniones y conceptos clasistas, vulgares y escatológicos lo que sigue es una marcada línea roja para no permitir que se suban al movimiento de la Cuarta Transformación, a los gobiernos que se ganaron y a cualquier posición que por “cortesía” se les pudiera otorgar.

La herida es muy profunda; dos semanas después de las elecciones la ignorancia conceptual de la marea se mantiene, lo que se vale porque no es obligado entender ni de política ni de sociedad, sin embargo se acompaña del mismo clasismo, racismo y ramplonería que usaron –para justificar o explicar el éxito que veían venir- antes de…

Y después de… a pesar de esa gigantesca ola que les inundó -ahora para justificar su naufragio- mantienen el mismo discurso ilógico, necio, insensato e ignorante.

El tsunami está formado por ideas: “abrazos no balazos”, “humanismo mexicano”, “prosperidad compartida”, “por el bien de todos primero los pobres”, “no tengo derecho a fallar”, “el pueblo es sabio”, “se acabó la frivolidad como forma de gobierno”, “no llego sola, llegamos todas”, etc. ideas que no son para todos; no cualquiera las entiende. Ese pueblo chairo, ignorante y come croquetas –como nos dicen- sí.

La marea está formada por estereotipos y prejuicios: “sí, la pendejié”, “los indígenas quieren vivir como están”, “títere de amlo”, “narco candidata”, narco presidente”, “kk´s”, “que se vaya a la chingada, la odio”, “no contraten chairos ni feministas”, “no den propinas” y esos seguidores que marchan físicamente o moralmente de rosa sí los entienden, los adoptan y se adaptan a ellos. Esa marea rosa se ha convertido en el sustento de la violenta ultraderecha de México.

La marea reúne odios, rencores e ignorancia extrema; siguen diciendo cosas como que México está de luto porque ganó Claudia Sheinbaum; se siguen preguntando si México está preparado para ser gobernado por una mujer; si la gente está capacitada para elegir a jueces y ministros; en sus cuentas alegres dicen que como hay 100 millones de electores y solo el 36% votó a Claudia, el 64% la odia tanto como ellos; siguen hablando de la cubanización y venezuelización que viene (me quedé en que ya había llegado).

El tsunami de Morena tendrá un día de campo, eso sí, les arrasa en otro lenguaje, no en el suyo, no el de marea rosa; el que se usa es el que explica el salario mínimo, el ingreso económico de los más pobres, la reducción de la pobreza laboral, la subida de ingresos de toda la población ocupada (es decir formal o informal), la caída de la desigualdad, en resumen en el incremento en el bienestar de la mayor parte de la población.

Tal parece que tendremos otros seis años de confrontación entre dos modelos, el mayoritario del tsunami de ideas que gobierna y la disminuida marea rosa de monomanías que “no se halla” en un México exitoso para todos. De algunos, tendremos que seguir escuchando y leyendo sus frases inconexas y su ilógica verdad, de otros la vergüenza del silencio evasor que prefiere simular que no pasó nada, que todos son iguales y la vida continúa.

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2024, Claudia Sheinbaum, México, Morena, Oposición, Política

¡En esta esquina..!

«El triunfo de la reacción es moralmente imposible”. (Juárez)

La pelea más corta de la historia duró 4 segundos, es el tiempo que requirió el estadounidense Mike Collins para derrotar a su compatriota Pat Brownson en 1947. Si las elecciones de mañana fueran una pelea de box, Xóchitl Gálvez se llevaría el record de la perdedora más veloz en la historia, basta con que a las 8 de la mañana se abran las casillas electorales para en un segundo hablar de su derrota, esa que construyó desde aquel 3 de julio en que el presidente López Obrador dijo que ella (a quién él se encargó de inflar) sería impuesta como la candidata de la oposición en las elecciones federales del 2024.

Como dicen los presentadores de las peleas de box: En esta esquina…

De pantaloncillo rosa taimado, Xóóóóóóchitl Gáááááálvez; dice que indígena pero dice que blanca pero dice que hija de padre borracho pero dice que más bien que le inculcó valores, pero dice que vendía gelatinas, pero dice que es ingeniera, pero dice que la pendejió cuando plagió su tesis, pero dice que se hizo millonaria con su trabajo, pero dice que los contratos que se dio mientras fue funcionaria pública fueron legales, pero se dice candidata ciudadana, pero la presentan PAN, PRI y los chuchos del prd. Ingeniera en computación por la UNAM.

Peleas anteriores: -Titular de la Oficina de Representación para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas  en el gobierno panista de Vicente Fox. Jefa delegacional de Miguel Hidalgo por el PAN. Senadora por el PAN. (Le avergüenza decir que es panista)

De pantaloncillo rojo vino, Claaaaaaaudia Sheeeeeeeinbaum; mexicana nacida en 1962, Licenciada en Física por la UNAM, Maestra en Ingeniería de la energía por la UNAM, Doctora en Ingeniería Ambiental por el Lawrence Berkeley Laboratory en Estados Unidos. Ha publicado numerosos artículos científicos. En 1995 se incorporó al cuerpo académico del Instituto de Ingeniería de la UNAM. Egresada del Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente (LEAD-México) del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales y es egresada del Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable de El Colegio de México; miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias. Miembro del Grupo Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, galardonado con el Premio Nobel de la Paz.

Peleas anteriores: -Integrante del CEU de la UNAM, brazo juvenil fundador del PRD. Secretaria del Medio Ambiente del Distrito Federal en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Vocera en las elecciones de 2006 en el equipo de López Obrador. Secretaria de Defensa del Patrimonio Nacional del conocido como “Gobierno Legítimo”, encabezado por López Obrador. En 2011 participó en la constitución del «Movimiento de Regeneración Nacional» (Morena) como Asociación Civil. Jefa delegacional en Tlalpan. Primera mujer electa jefa de gobierno de la Ciudad de México. (Se enorgullece de decir que es Morenista y Lopezobradorista)

Sus programas:

El de Claudia Sheinbaum se llama 100 pasos para la Transformación, se preparó en base a los Diálogos para la Transformación que se llevaron a cabo en todo el país con diferentes grupos sociales. Entre sus asesores: Javier Corral Jurado, Gerardo Esquivel Hernández, Omar García Harfuch, Altagracia Gómez Sierra, Susana Harp, Jorge Marcial Islas Samperio, David Kersenovich, Lorenzo Meyer Cosío, Irma Pineda Santiago, Rosaura Ruíz Gutiérrez, Olga Sánchez Cordero, Violeta Vázquez, Arturo Zaldívar, José Merino, Diana Alarcón González, Juan Antonio Berdegué.

El de Xóchitl se desconoce, a veces es todo lo opuesto a lo que haga el gobierno actual, a veces es lo mismo pero «mejorado». Sus asesores: Alito, Marko Cortés, Carlos Alazraki, la dupla Vampipe y Chumel, Kenia López, Lily Téllez y Vicente Fox (o algunos así)

Dos figuras tan opuestas tanto en su educación como en su experiencia son quienes se presentan en este evento con un resultado que, aunque usted no lo crea, se definió por nocaut antes de que inicie. La derrota que tendrá Xóchitl Gálvez representando a PRI, PAN, prd, medios de comunicación, intelectuales (sic), coparmex, ClaudioX, Iglesia católica, mafia inmobiliaria, mafia de narcotráfico, mafia huachicolera, mafia farmacéutica (parece rosario) será la mayor que este conglomerado habrá tenido en cualquier momento de la historia de México.

Esta es una columna breve, todo está dicho y las cartas están ya sobre la mesa; las casas de apuestas dan como ganadora a Claudia 95% y a Xóchitl 5%. El lunes tendremos a Claudia ganadora y a Xóchitl explicando cualquier barrabasada mientras que veremos a los “machuchones” de los partidos que la acompañan cómo le irán dando la vuelta poco a poco.

Por mi parte, también es breve porque en los años que llevo escribiendo esta columna semanal, expuse reiteradamente que esto pasaría; que ante la peor oposición que hemos tenido y con la selección de la peor candidata que pudieron elegir, lo que le sigue es la peor derrota que tendrá PRI, PAN y prd en su historia.

Como bien decía el filósofo francés, Jean Paul Sartre: “La perspectiva permite el juicio, la comparación, la reflexión”. En 24 horas estaremos votando, que el voto sea visto con perspectiva y que con la claridad que nos da la comparación de las dos candidaturas, la reflexión atinada es votar por Claudia.

Esta columna tiene dedicatoria: a familiares y conocidos que me excluyeron (y a mi íntima familia de rebote) de los entornos acostumbrados por argumentar y expresar mi opinión política. El dilema entre participar de este proyecto transformador y nadar de muertito y queda bien, parafraseando al rey Enrique IV de Francia: Bien vale una misa.

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