2024, AMLO, Destino, México

Ave de tempestades

«Me entenderás… cuando te duela el alma como a mí». Frida Kahlo.

Son variadas las interpretaciones al significado de un ave de tempestades, aparece en la mitología griega, romana y mesopotámica; a veces aparece como el que hace las tormentas y a veces como el que las apacigua. López Obrador cumple a la perfección el dual papel: hace las tormentas, altera el status quo con una frase, incluso con tan solo una palabra; trastoca las acostumbradas formas políticas, altera la usual teoría sobre gobernanza y, a la vez, con un gesto, una respuesta, una llamada o una decisión que hace pública, acomoda, sosiega y transforma sutil o radicalmente el México que le tocó gobernar.

En un mundo en que un genocida como Netanyahu es aplaudido por el Congreso estadounidense (y la derecha mexicana); un neo-fascista como Milei es enaltecido mientras, a ritmo de tango, acaba con el país que dirige (y la derecha mexicana sonríe); un presidente elegido democráticamente como Castillo es encarcelado y una golpista usurpadora como Dina Boluarte usurpa el mando (y la derecha mexicana mira para el otro lado); la élite económica -del que se dice el país más poderoso del mundo- decide que un anciano no puede competir en las elecciones pero que un delincuente convicto y racista sí (y la derecha mexicana asiente);  en medio de esta promiscuidad ideológica, tan propia del rapaz conservadurismo, López Obrador se impone como la calma en medio de la tormenta del nuevo orden global.

En una América en que la genuflexión de los presidentes mexicanos -en los seis sexenios neoliberales- al gobierno estadounidense fue la constante; en que la relación de México con los países de Centro y Sudamérica dependía de lo que autorizara el vecino del norte; la llegada al poder del macuspeño modificó, por una parte, la sumisión por soberanía y por la otra corrigió la displicencia por fraternidad bolivariana ** intentando que los gobiernos latinoamericanos encuentren incentivos de vecindad común.

En cinco líneas se cuenta fácil, pero la magnitud de lo sucedido en la relación mexicana con sus vecinos al norte y sur representa un diluvio como no se había visto desde el cardenismo y la expropiación petrolera. Tan solo con capear las tensiones del ascenso de China y el incipiente declive de Estados Unidos –ambos principales socios comerciales de la región y el segundo el más importante de México, ya es gran mérito. Nuestra ave de tempestad a su vez, se transformó en el alción, esa ave a la que se le atribuía el poder mágico de apaciguar las tormentas, López Obrador ordenó la relación entre unos y otros estableciendo límites acordes con el derecho internacional y dándole valor a la importancia que tiene la historia y la economía mexicana.

Y México avanzó a pesar de sus derechas.

En un México acostumbrado a que la desigualdad fuera vista como normalidad, y que la pobreza de tantos representara la frialdad de un número y la amoralidad de la derecha mexicana; llegó la tormenta lopezobradoriana para lanzar un misil “Por el bien de todos, primero los pobres”. Y en 6 años se comprobó que esa bala enorme llevaba no muerte y destrucción sino las bases de un mejor país.

Como resultado de la fuerza, dolor y sentido de esa frase, en promedio en este sexenio cada mes han salido de la pobreza cien mil mexicanos. Durante los dos sexenios previos, el del criminal Felipe Calderón y el del corrupto Peña Nieto, al revés del caso anterior, cada mes de esa docena de años se incrementó en cien mil el número de pobres. https://www.milenio.com/opinion/gerardo-esquivel/columna-gerardo-esquivel/cien-mil-pobres-menos-por-mes. Finalmente para México la calma llegó después de la tormenta.

Y México avanzó a pesar de sus derechas.

Y el brutal paradigma de muerte se transformó en “abrazos y no balazos”; seis años después se empiezan a ver los resultados, la ascendente curva de crimen se detuvo e inició su amaine.

Y México avanzó a pesar de sus derechas.

Después de los brutales ataques (sic) que la derecha mexicana recibió en este sexenio, esos duros soplidos que les arrojó el ave de tempestades que les dijo: fifís y corruptos y les provocó caer  en un llanto que no aún no acaba; México pasó de ser la economía 14 a la economía 12 del mundo, superando a España y Corea del Sur; los trabajadores mexicanos tuvieron el mayor incremento salarial en la historia; todos los ciudadanos se beneficiaron de políticas sociales (incluyendo a los que marchan rosa y después se forman en la fila de su pensión) y, México desplegó infraestructura como pocas veces se había visto antes: refinería, aeropuertos, carreteras, puentes, caminos, trenes, parques y desplegó con ello el futuro desarrollo de zonas del país que por décadas fueron dejadas de lado.

En un México en que el clasismo, el racismo y el wanabismo fueron el alimento de generaciones y que muchos grupos adoptaron (los peores y los más simples e ignorantes de su momento); nuestra tormentosa ave les arrojó la más poderosa arma que jamás ha existido, un espejo. Se los puso enfrente y lo que vieron es vergüenza, una rosada inmoralidad que les ubicó en el justo lugar al que pertenecen, el de la minoría perdedora que el 2 de junio les mostró su realidad.

Y sí México avanza a pesar de estas derechas, a pesar de otras aves.

México como el Ave fénix, que resurgió de las cenizas de aquella muerte que nos habían asignado; la derecha como Ave de mal agüero de la que hay que alejarse como de la roña. México frente a los Pájaros de cuenta, a los Pájaros nalgones, frente a los Zopilotes, Buitres y Chachalacas.

 Si fuera poesía, México es aquél del verso de Salvador Díaz Mirón:

Los claros timbres de que estoy ufano
Han de salir de la calumnia ilesos
Hay plumajes que cruzan el pantano
Y no se manchan… ¡Mi plumaje es de esos!

Si fuera poesía, a la derecha mexicana le va más esto de Thomas Macaulay:

“Su imaginación se parecía a las alas del avestruz. Le permitían correr, pero no volar”

Ya que hablamos de aves, López Obrador es una rara avis, una persona como él es muy difícil de encontrar, para México ha sido extraordinario tenerlo, para la oposición ha sido la tormenta que volcó sus sueños de realeza. Muchos (disfrazados de Barbies) no coincidirán con esto, con la extrordinariez que le atribuyo a AMLO; está bien que así sea, hay un dicho en Costa Rica que dice: “la miel no se hizo para los chanchos”. Qué van a entender de sentimiento y amor a México, qué van a entender del dolor de la pobreza.

Entre otras razones si no ¿Por qué Andrés Manuel es el 2º presidente mejor valorado del mundo? (https://pro.morningconsult.com/trackers/global-leader-approval); si no ¿por qué Andrés Manuel tiene más del 72% de aprobación en México en el promedio de todas las encuestas?  Incluyendo las de las encue$tadoras que no lo quieren y que daban a Xóchitl Gálvez como ganadora el 2 de junio (https://polls.mx/aprobacion-presidencial/). Nota: La más reciente encuesta de la casa Mendoza Blanco (que es de las más acertadas en sus encuestas previas a la elección) da una aprobación para el Presidente del 83%.

Porque no hay tantos tontos, tonto es quien no entiende a López Obrador y su presidencia; tonto es quien piensa que el pueblo es tonto.

** https://revistadecentroamerica.org/index.php/america-latina/55-america-latina-simon-bolivar-la-carta-de-jamaica-y-la-unidad-latinoamericana

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Un comentario en “Ave de tempestades

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