2024, Marcha rosa, México, Oposición, Xóchitl

La última marcha

No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños. Cicerón.

Es una marcha del fracaso, porque –una vez que el INE les dijo que no es marcha ciudadana sino marcha partidista y por lo tanto acto de campaña- está condenada a la ruina antes de iniciada ya que el resultado de la elección está cantado; todas las encuestadoras explican con lujo de detalle que si se trata de la candidatura presidencial, Claudia Sheinbaum arrasará a la tripleta de partidos devenida en juguete de Claudio X González y gerifaltes partidistas.

Helos ahí, en su vestimenta rosa y su sonrisa perfecta, su no entender; bajo sombreros, turbantes, fedoras, bombines y panamás en pantones combinados a tono de la temporada porque como dijo uno de sus gurúes: “La gente va a mirar… Haz que valga la pena.” Pase de lista de la peor oposición ciudadana que ha existido en el País.  Pase de lista por tercera (y última- ocasión) de quienes decidieron votar por PRI, PAN y prd en la figura inflada y postrada de Xóchitl Gálvez. Mañana, eso sí, cuando marchen juntos el desprecio al pueblo y el clasismo nada bueno podrá salir.

Ahora que si se trata de mostrar músculo para no caer al tercer lugar en las boletas pues ahí sí hace sentido un desfile a manera de exorcismo o catarsis social. Aunque más bien creo que en esta ocasión que los ciudadanos de derecha acuden a esta nueva aventura es para gritar abiertamente su insatisfacción y su rencor por todo lo que les significa la Cuarta Transformación. Nada distinto a las dos ocasiones anteriores, aquellas en las que “ciudadanos libres” y “ciudadanos que no apoyan a ningún partido político” (jaja), se vistieron de rosa INE para evitar hablar de sus verdaderos colores.

Y hay que recordarles que si marcharon para supuestamente defender al INE, en realidad les mintieron y utilizaron; no a todos porque hay mucho cínico bien informado que tan solo le apena salir del closet político. No defendieron ni al INE ni a México, en cambio sí defendieron y mañana lo volverán a hacer al PRI y al PAN, con ello defienden a un García Luna, a un Calderón, a un Alito, a los asesinos de los 43 y al cártel inmobiliario.

Pero pues cada quien sus razones para salir a marchar en la ciudad; que lo hagan tiene una parte muy positiva, esa precisamente ¡que lo hagan! porque por décadas estuvieron apoltronados indiferentes a las causas sociales y políticas; para ese sector que mañana marchará, la calle nunca ha sido su lugar preferido para luchar por sus intereses. La calle es para los otros a quienes desprecian, para obreros, estudiantes y desposeídos; ellos los de rosa fueron más de gestionar por teléfono. ¡Cómo han cambiado los tiempos, en seis años ya está marchando en las calles! ese grupo, parte del 25 o 30% de ciudadanos, que se caracterizan por su antipatía a un mexicanismo con base igualitaria para todos.

Salen, se expresan y se unen para apoyar lo que sea con tal de que no sea algo relacionado con beneficios para las mayorías, la diferencia es que ahora los vemos manifestarse y ya no es necesario imaginarlos, ahora los vemos de carne y hueso

Lo suyo no es un proyecto político que les interesa, puesto que si lo fuera hubieran presentado alternativas. Es el encono en ellos por todos los privilegios que perdieron (o creen que perdieron), al concluir los 36 años de neoliberalismo, ese periodo cargado de impunidad, corrupción y clasismo al que se acostumbraron. Ese odio es el impulso para que un domingo a medio día cambien su rutina por salir a ese Zócalo que no logran concebir para que sirve y qué representa.

Y también quiero pensar en ellas y ellos en otro sentido; porque – aunque sí, me burlo un poco de la situación a la que llegaron estos marchistas, y sé que nos darán harto material para memes, que será divertido escuchar sus respuestas a entrevistas banqueteras, y que nos reiremos de varias y varios de alta alcurnia abriendo la boca para no poder hilar dos frases coherentes; no debemos caer en el facilismo de pensar que los domina solo su fanatismo o su animadversión a quienes no entran en su canon de aceptación social, es mucho más complejo, hay que verlos en la absoluta indefensión frente a la cultura que los medios de comunicación les impone, a ellos nadie los protegió, se pensó que –de manera natural- por ser privilegiados en un país con tantas carencias y pobreza podrían ser mejores; la culpa es nuestra porque no nos dimos cuenta que lo único que tenían eran cosas materiales, y esas se compran.

Mañana domingo, no esperemos espontaneidad; los convocantes PRI y PAN y las élites intelectuales, económicas y mediáticas que hemos padecido por décadas, tan solo cumplirán con su guion –hablaran mal del presidente, dirán que todo está mal, que se regala dinero a los huevones, que puro güey no es como ellos, ensalzaran las virtudes que le encontrarán a su candidata y tan tan; por su parte sus partidarios, algunos acompañados de sus guardaespaldas, nanas, choferes y sirvientes,  atentos escucharan y después a continuar con sus vidas, que tampoco es para tanto el desfilito rosado.

Decía José Martí: “En este mundo no hay más que una raza inferior, la de los que consultan, antes que todo, su propio interés, bien sea el de su vanidad o el de su soberbia o el de su peculio: -ni hay más que una raza superior: la de los que consultan, antes que todo, el interés humano.”

Bienvenidos todos a -desde la barrera- ver caminar a esa Martiniana raza inferior vestida de rosa. Dos semanas después no los volverán a ver, negarán que marcharon tal y como -en su momento- aquellos que trajeron a Maximiliano lo negaron; la marcha se dará y no pasará nada; mientras la derecha esté a la deriva, sin narrativa y sin propuestas, como si marchan, ruedan, se postran o van de rodillas, da igual, el País avanza, la Cuarta Transformación continúa ahora en el segundo piso de Prosperidad compartida con Claudia Sheinbaum como la primera mujer presidenta de México.

Estándar

Deja un comentario